El diestro de Córdoba opinaba lo siguiente:
” El toreo es una cosa tan seria que por eso mismo yo me porto con tanta seriedad cuando toreo. Un torero puede estar haciendo el paseillo y momentos después encontrarse en presencia de Dios. Por este motivo considero que la cosa no es para tomarla a risa. Cierta tarde que había ligado seis naturales muy buenos a un toro, solo me aplaudieron la serie unos pocos. En la siguiente tanda que volví a ligar otros tantos con remate de uno de pecho profundo, aplaudieron algunos más. Entonces volví la cara al público y les sonreí un poco, siendo esta la causa de que escuchara una gran ovación. Sentí rabia por eso. Me dolió que por una sonrisa me ovacionaran y que por los muletazos en que me jugué la vida se quedaran casi callados.
Yo el día que mendigara una ovación con carantoñas, me retiraría del toreo por vergüenza de mí mismo. Yo, soy verdad en el toreo o no soy nada.”
1 comentario:
POR ESO ERA UN MONSTRUO Y EL MAS GRANDE
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