viernes, 20 de junio de 2014

¡TRIUNFALISMO TOLEDANO!




Foto: Aplausos.


GRAN FAENA DE PONCE ANTE UNA CORRIDA SOSPECHOSA Y DESCASTADA DE GARCI"GRANDE"


TOLEDO. Corrida del Corpus 2014.
Toros de Garcigrande y Domingo Hernandez para:
- Enrique Ponce: ovación y dos orejas con petición de rabo.
- El Juli: oreja en ambos.
- Sebastián Castella: oreja en ambos.

Entrada: Casi lleno.
Sonó el himno de España en honor al nuevo rey Felipe VI


Salieron los tres por la Puerta Grande toledana, como estaba previsto por todos. Tarde de clavel en la ilustre tierra de Toledo, con un casi lleno en los tendidos y con diez minutos casi de retraso por las enormes colas que aguardaban en los aledaños de la plaza. Coso antiguo, con historia y de dificil acceso para los aficionados, que vieron como poco a poco la cosa se complicaba cuando se acercaban las 7.

Eran las 19:07 cuando rompía el paseillo, interrumpido por un aclamado y sonoro himno de España como bienvenida al nuevo rey Felipe VI. Hasta ahí todos contentos, disfrutando de un ambiente inmejorable y con una entrada más que merecida para dicha fecha tan señalada por todos los locales.

El problema viene cuando la felicidad nos invade y vemos cosas donde no las hay. El caos llega cuando nos saltamos a la torera el reglamento y permitimos situaciones poco beneficiosas para la fiesta. El triunfalismo y la falta de conocimiento, acompañado por la festividad y el poco trato con este mundo nos llevó a una nube de orejas y premios que no debieron concederse. ¿Alcohol? ¿Sol? ¿Falta de afición?¿Nula exigencia? No llego a comprenderlo.

Porque salió una corrida que promedió y supero los 530 kilos de media. Un encierro grandón, gordo y pasado de carnes de Garcigrande, que tiene la fea costumbre de cebar a sus animalejos para que den más talla, cuando no se da cuenta que el principal defecto de esta vacada es la bobería y falta de raza que denotan sus animales en cada tarde. No me fallaron los cálculos; numerosas caídas, pésimos tercios de varas y todos con nobleza y franqueza en la muleta, para así no complicar al que está delante ¿Pa qué? dirán algunos.
Salió un primero acochinado, noble y parado, un segundo anovillado, feo, y boyante. El tercero no tuvo presencia de nada, parado y asfixiado en el último tercio. El cuarto salvó la tarde por su fondo, clase y nobleza. Quinto y sexto se dejaron a medias, sin clase, pero con movilidad y cierto fondo. Una corrida moderna, a la cual no picaron nunca, cuidaron en banderillas y se aprovecharon en la muleta, con aires de superioridad, arrimones y demás remeneos característicos hoy en día. ¿Harán esos arrumacos a uno de Escolar o Dolores?

Y si tengo que salvar algo de la tarde es la faena de Ponce al cuarto. Un verdadero recital de toreo clásico y personal. Una faena que llegó muy pronto a los tendidos, porque cuando el toreo se hace uno todos lo vemos. Faena distinta, larga y a más, repleta de detalles torerísimos, que únicamente sabe y puede hacer el de Chiva, una faena de repaso a esos 25 años de alternativa, con naturales estupendos, cogidos delante y rematados detrás de la cadera, es cierto que algo en linea y con las extremidades de la franela, pero componiendo, vertical y sentido. Numerosos remates, molinetes, poncinas, cambios de mano, por un lado por otro...un verdadero lio que desató la locura de los tendidos, puestos en pie en numerosas ocasiones. Estocada algo desprendida y hasta petición de rabo.
En su anterior oponente escuchó una ovación y algún que otro pito tras un horrible bajonazo.

Julián arrancó una de cada animal y hasta llegaron a pedir la segunda tras una vomitiva estocada, trasera, atravesada y bajita. Faena de profesional, que no de torero. Numerosos muletazos, no recuerdo ninguno.
Con el quinto más de lo mismo, alguna verónica y chicuelina con el compás abierto y una buena media. De la muleta recuerdo trallazos, cierta aceleración y poco eco en los tendidos. Debe ser que la comparación de Ponce no era muy buena. Seguramente opte por no acartelarse con el de Chiva por eso de ir después vaya. La faena se basó en dejar constantemente el trapo en la cara y girar cual noria de feria, en busca de la ligazón y el calor de los tendidos. Media estocada e incomprensible nueva oreja para él.

Y Castella volvió a estar desangelado. Su primero fue un animal que llegó moribundo al último tercio. Como estaría la cosa que un aficionado gritó "Cántale la marsellesa a ver si se anima". Pues nada, arrimón, estocada certera y orejita al canto.
Con el sexto más de lo mismo. Otro animal vulgar, sosote, aunque con más movilidad que su anterior hermano. Cambiados por la espalda para calentar los tendidos, una buena trinchera, y poco más que apuntar. De nuevo muchos muletazos, fuera de sitio casi en su totalidad y estocadón hasta la bola para conceder otra orejita toledana.

Denunciar públicamente la pésima actuación del presidente. Permitió el vergonzoso simulacro de varas, cada vez más descarado por todos. Es lamentable que estemos llegando a estos extremos. Hoy no se ha picado a la corrida y eso no se debe permitir.
No con eso tuvo el valor de cambiar el tercio en el sexto de la tarde con UNA banderilla en lo alto del animal. ¿Donde se ha visto eso? ¿Qué hacemos ante este desastre? LAMENTABLE.

Y esto fue todo, la gente salió contenta que es lo que importa.
Ahora... que no os engañen, toreo solo hubo uno.

Un saludo
Borja González.