lunes, 9 de febrero de 2015

EL HAMBRE DEL TRIUNFO (3ª de Valdemorillo 2015)




Foto: Javier Arroyo


Tres orejas y faena al ralentí de Victor Barrio con floja corrida de Cebada Gago


Valdemorillo. Plaza de toros de La Candelaria.
Domingo 8 de febrero de 2015. 3ª de feria.
Toros de Cebada Gago para los diestros:
-       Paulita: saludos y saludos.
-       Manuel Escribano: oreja y vuelta al ruedo tras petición.
-       Victor Barrio: oreja y dos orejas.
Entrada: Tres cuartos.

Toros lidiados en el día de hoy:
·         Primero. “Justiciero” Nº 223, Negro de 520 kilos (Silencio)
Flojo y con movilidad. Nunca humilló y acabó orientándose.
·         Segundo. “Olivito” Nº 5, Negro de 510 kilos (Palmas)
Flojo aunque de buena condición, apretó fijo al caballo y mostró nobleza.
·         Tercero. “Gallinero” Nº 4, Negro de 530 kilos (Leves palmas)
Sin picar, con genio y malas ideas. No acabó de entregarse nunca. Manso.
·         Cuarto. “Vocero” Nº 17, Negro de 480 kilos (Silencio)
Mal presentado, soso y descastado. Sin fondo.
·         Quinto. “Juncal III” Nº 58, Negro de 500 kilos (Leves palmas)
Mal presentado, terciado y rajado al final. Buenos primeros tercios.
·         Sexto. “Cachondito” Nº 1, Negro de 510 kilos (Vuelta al ruedo)
Barrigón, noble y boyante. Le faltó fuerza y motor para la vuelta.

Nota: Todos los toros entraron una vez al caballo, recibiendo el justo y reglamentado castigo.


¿No querían jóvenes que apretaran? Pues ahí lo llevan. Victor Barrio Hernanz, nacido en Grajera en el año 87 y de esbelta y gran figura ha deleitado por completo y de forma sobrada a los que hoy asistíamos al cierre del ciclo de San  Blas y la Candelaria, sorprendiendo a todo aquel que hoy se daba cita en la fría y serrana plaza de Valdemorillo.

Sin pensarlo ni un momento se fue a los medios para recibir a su primer Cebada, y como si de cosa fácil se tratase lanceó por alto, jugándose los muslos, las acometidas bruscas y seguidas de Olivito. Un huracán pasaba en esos momentos por el ruedo, y una sensación de satisfacción, frescura y gratitud inundaba las caras de los aficionados, que atónitos se miraban y admiraban los bemoles del jovencísimo segoviano, que sin parar ni un solo segundo se la volvió a jugar como un palo en las cercanías del cebada, que se abría por condición, con cabezazos de defensa a los cites secos y firmes de Victor. Oreja al impacto y la seguridad de un torero que vino a jugársela.

Y si alguien dudaba de que este chico no sabe torear ahí queda la faena al sexto. Un broche de oro que no merece esta feria, y que Tomás Entero ha debido agradecer. Una sinfonía de muletazos lentos, sentidos y encajados, con una verticalidad de casi dos metros y una estética difícil pero agradable a simple vista. Encajó los riñones a mitad de faena y surgieron los mejores naturales de la feria, cogiendo al toro arriba, a media altura y rematando abajo, despacito y suave, tirando de Cachondito más atrás de la cadera, una delicia para los sentidos y un clamor para una plaza que acabó rindiéndose y pidiendo de forma ridícula y minoritaria un indulto inmerecido. Las manoletinas y la tanda final de naturales pusieron la guinda a una faena reivindicativa y grande, como el propio torero. Estocada baja y dos orejas que deben firmar por sí solas contratos.

Escribano lanceó despacio también al quinto de la tarde, con verónicas sentidas y mandadas, ganando terreno y sobreponiéndose al susto de su porta gayola, en la que por poco tenemos disgusto. Y se agradece la actitud tras cortar una oreja baratita en su primero, un Cebada de buena y noble condición, al que le faltó alma y fondo, como a toda la corrida.
Pudo cortar también la del quinto, pero el Presidente no lo consideró oportuno por falta de pañuelos. Y es que el de Gerena instrumentó una faena de poco acople ante el cornidelantero y embestidor nuñez, que acabó rajándose antes de lo esperado. Toreo excesivamente frio y lineal, ante un animal que pidió a gritos la distancia y mano baja.

Paulita por el contrario no pudo ratificar su triunfo de 2014 al sortear el peor lote de la corrida. Poco que destacar y mucho más que pedirle al aragonés, que se dejó ganar la partida y ver como el de Segovia le arrebataba y de qué manera su trono.

Y como conclusión y sin defender lo indefendible apuntar que la corrida de Cebada salió el sábado a primera hora de la tarde, llegando por la noche al pueblo de Madrid. No se bajaron del camión hasta la hora del encierro, donde corrieron y posteriormente fueron enchiquerados. Hablamos de más de 20 horas sin comer ni beber absolutamente nada, por lo que es fácil que acusen esa falta de fuerzas y estrés. Con esto no pretendo defender única y exclusivamente a la ganadería de Cebada Gago, que bajo mi punto de vista no ha traido ni la corrida que esperaba ni el resultado que quería, pero sí pedir mayores medidas y tacto a todas las empresas a la hora de tratar el ganado, que recuerdo que son el verdadero compromiso para el triunfo de todos.

Un año más nos despedimos de Valdemorillo y damos el pistoletazo de salida a esta temporada 2015, y como cada año deseamos la mayor de las suertes a todos. Esperemos que sea una gran campaña, nos vemos pronto.

Un saludo
Borja González.








domingo, 8 de febrero de 2015

"JUAN, NO VUELVO MÁS" (Crónica de la 2ª Valdemorillo 2015)




Foto: Javier Arroyo.

GANADO DE SALDO EN LA PRIMERA CORRIDA DE VALDEMORILLO 2015


Valdemorillo. Plaza de toros de la Candelaria.
Sábado 7 de febrero de 2015. 2ª de feria.
Toros de La Dehesilla y José Luis Pereda (3º, 4º y 6º) para:
-       Curro Díaz: saludos y palmas.
-       Eduardo Gallo: Vuelta al ruedo tras leve petición y silencio.
-       Arturo Saldivar: saludos y silencio.
Entrada: Más de dos tercios.


Los toros lidiados en el día de hoy:
·         Primero. “Dormilón” Nº 146, Negro de capa. (Silencio)
Mal presentado. Chico, flojo y de borregada embestida.
·         Segundo. “Hurano”, Nº 144 Castaño (Palmas)
Muy mal presentado. Terciado, anovillado, boyante y flojo.
·         Tercero. “Paleto”, Nº 102 Negro mulato (Silencio)
Mal presentado. Sin remate, manso, gazapón y con la cara alta.
·         Cuarto. “Petanca” Nº 98 Castaño (Pitos)
Anovillado y sin cara, lastimado y sin fondo alguno.
·         Quinto. “Charco” Nº 149 Negro (Pitos)
Más alto y rematado, manso, sin fondo y huidizo.
·         Sexto. “Encendedor” Nº 51 Castaño (Leves pitos)
Excesivamente lavado de cara. Tuvo algo de picante y no fue sometido. Manso.

Nota: Toda la corrida recibió un puyazo, en mayor o menos medida. A muchos de ellos ni les metieron las cuerdas. Monopuyazo y simulacro una vez más.

“Juan, que sepas que los 50 euros al año que viene nos lo gastamos en una buena cena en fiestas”. Esa fue la orden que una mujer de la localidad hacía a su marido bajando las escaleras de los tendidos de la plaza de La Candelaria. Aficionados o no, lo que está claro es que debemos cambiar el rumbo de esta fiesta si queremos consolidarla para los años venideros. No podemos permitir que como esa señora, año tras año la gente salga aburrida, descontenta y sin ganas de volver a pisar una plaza de toros. Todo ello debido a un espectáculo monótono, largo y sin sentido, carente de emoción y gallardía. ¿En que estamos convirtiendo esto?

Participe de ello fue la bochornosa e irrisoria corrida que nos colaron en la plaza de toros de Valdemorillo. Gatada monumental de la familia Pereda, ante el asombro de pocos y el consentimiento de muchos. Una verdadera pasarela de animales indefensos, poco comidos, de cortas y cómodas defensas y borreguil y mansa condición. Una “novillada” de cualquier plaza de la sierra madrileña, como así creyó por momentos el toricantano Victor Barrio, que tuvo algún lio según comentan en los micrófonos del plus.

La frialdad y pasotismo se apoderó de los tendidos en el momento que salía el primero de la tarde, y asi nos mantuvimos hasta el final del festejo, sin dar importancia alguna al tentadero que presenciábamos ante nosotros. Iban pasando los animalejos de “nuñez” por el duro ruedo madrileño, y uno a uno fueron manifestando la falta de fuerzas ya desde los primeros tercios. La afición permaneció paralizada durante la mitad inicial de la corrida. Nos la estaban colando y allí nadie decía nada. Fue a partir del cuarto cuando la cosa comenzó a cambiar y los pitos y críticas resonaron desde los tendidos de la cubierta, que hoy cubría los dos tercios de cemento pese a la coincidencia horaria con la catástrofe merengue ocurrida a orillas del Manzanares.

Y si desastroso fueron los cornúpetas no menos fue la actuación de los diestros. Vimos a Curro Díaz realizando la famosa “NeoTauromaquia 2.0”, la del cite de culo, pierna retrasada y ligazón como idea principal en todo esto. ¿Dónde queda ese toreo puro y natural? Animoso con el capote y fácil con la franela, a destacar un encajado derechazo en la primera serie, el único que verdaderamente fue en redondo y mandado. Luego se encargó de estropearlo a base de cites periféricos, mala colocación y fallo con el acero.
Con el inofensivo cuarto nos regaló varios lances de recibo con poder y aroma andaluz. Tras un picotazo y una espectacular voltereta en el inicio del último tercio todo se vino abajo, abreviando con un cuchillazo  para el “alivio” de los espectadores.

Otro que estuvo verdaderamente mal fue Eduardo Gallo, al que todavía no perdono sus dos toros de Pedraza en San Isidro 2013. Fichado por el empresario y puesto en la primera feria del año con la excusa del “ya estoy preparado”.  
Dio la única vuelta al ruedo tras pasaportar al menos malo de la Dehesilla. Bueno fue el recibo a pies juntos y salvable aunque eléctrico el quite por chicuelinas. Llegó la muleta y la cosa pareció enfriarse. El poco trapío del bichejo quitó importancia a un trasteo mecánico, largo pero poco profundo, muy venido a menos al natural, donde bajó considerablemente el tono de la faena. Encimista en su epílogo y efectivo con la tizona aunque debiera reflexionar del por qué la gente no pidió las peludas.
El quinto pareció el hermano mayor del encierro, más alto montado y de agradable cara, aunque de interior huidizo, manso y bobalicón. Tras un buen puyazo de Tito y una aceptable lidia llegó a la faena de muleta con trote cansino y mirada perdida, sin celo y desentendido de cualquier orden humana. La pesadez del charro hizo que sonaran los primeros pitos de las gradas, que pedían a gritos acabar con el sopor de la tarde, mientras este jugueteaba con el de La Dehesilla al gato y el ratón. Bajonazo y a casa.

Para cerrar el sábado Arturo Saldivar, sin duda el peor de los tres. Perdido en sus muletazos y sobrepasado por el complicado sexto, que fue el único que puso algo de picante a la tarde, en una intensa primera vara, en la que desplazó al jaco varios metros con la cara alta. Sin recursos en sus muñecas, frio como el tiempo y adormilado seguramente por el jet lag, ya que acababa de aterrizar como quien dice en Madrid ese mismo día. Que sigan buscando las virtudes de este mexicano porque yo ando algo perdido.

Por todo esto solo nos queda tener la confianza puesta en Cebada mañana, con expectación desde el encierro matinal, por su conocida peligrosidad. Enviados seis toros negros y uno cárdeno, el único cuatreño. Esperamos que la casta y la presencia vuelvan a poner a Valdemorillo donde se merece, y que las pamplinas de algunos periodistas caigan en el olvido.

Un saludo
Borja González.


sábado, 7 de febrero de 2015

DISCIPULO DE GALAPAGAR (Novillada Valdemorillo 2015)




Foto: Javier Arroyo


OREJAS DE DISTINTO SABOR PARA ESCUDERO  Y BORJA JIMÉNEZ



Valdemorillo. Feria de San Blas y La Candelaria 2015.
Novillos de Albarreal y Juan Pedro Domecq (3º y 5) para:
-       Ángel Jimenez: silencio tras leve petición y silencio.
-       Martín Escudero: saludos tras aviso y oreja.
-       Borja Jimenez: oreja y silencio.
Entrada: casi tres cuartos.

Apuntes de los novillos lidiados:
-       “Guillanguero” Nº 63 de Albarreal. Negro de 440 kg (silencio)
Bien presentado, descastado y a menos. Justo de fuerzas.
-       “Banderillero” Nº 38 de Albarreal. Negro de 440 kg (silencio)
Justo de presentación, sin picar y manso. Acabó desfondado.
-       “Monarca” Nº 90 de Juan Pedro Domecq. Negro de 430 kg (palmas)
Muy terciado y protestado de salida. A más, noble y embestidor.
-       “Promulgado” Nº 14 de Albarreal. Negro de 440 kg (silencio)
Con movilidad y bajo de casta. Tuvo más fuerza que sus hermanos.
-       “Manzanillo” Nº 115 de Juan Pedro Domecq. Negro de 430 kg (silencio)
Impresentable. Nobletón y dejándose en la muleta.
-       “Ladronzuelo!” Nº 10 de Albarreal. Negro de 440 kg (silencio)
Bien presentado y totalmente vacio. Acabó echándose.

De nuevo Galapagar en los titulares taurinos, una vez más la pequeña localidad serrana de la Comunidad de Madrid vuelve a dejarnos un gran sabor de boca en manos del joven David, de dinastía ganadera brava y aires del innombrable. Martín Escudero volvió a sorprender en la primera feria del año, Valdemorillo, por su poso, temple y buenas condiciones, que le atisban grandes éxitos. Muchos lo comparan con su vecino José Tomás, otros quieren llevarle al terreno del extremeño Alejandro Talavante, pero lo que está claro es que por sí mismo está logrando encandilar a la afición más pulcra y seria de la España Taurina.

En el primer reto de su temporada 2015, en la cual parece que tomará alternativa, dejó impronta de una torería clásica y pura, natural y ortodoxa, con el medio pecho al cite, las puntas de las zapatillas mirando al burel y los talones siempre cargados de fundamento. Firme la figura y largo el trazo de su muletazo, mayor y rotundo al natural, donde si pareció ver aromas tomasistas.

Cortó una oreja al “casi” utrero que hizo quinto, de la ganadería de Juan Pedro, protestado por el público y aguantado con alfileres por el madrileño, que a base de tiempo, sentido e inteligencia logró sacar los muletazos más puros de la tarde. Faena encajada, sentida y para aficionados, nada de miradas al tendido, pases sin sentido o desplantes populistas. Tauromaquia seria y de paladar para cortar una oreja de ley tras tirarse por derecho entre los pobres pitones del joven animal.
Bien también estuvo con su primero, un utrero feo de cara y algo destartalado de Albarreal, que acabó como toda la novillada pidiendo la hora de su descanso. Tras un simulacro en varas, de donde salió suelto, se plantó en los medios el galapagueño para ejecutar un quite vistoso y de aplomo. A la faena le faltó intensidad y tras unas meritorias bernadinas y una estocada contraria recibió saludos desde el tercio.

Otra oreja, muy distinta, cortó el joven de Espartinas. Borja muestra día a día sus ganas de ser torero. Su ambición y entrega, es proporcional a su calado en el público más festivalero, con sus constantes alardes, desplantes y miradas al tendido, que buscan furor y aplauso fácil.
Tuvo el animal más completo del festejo, sorteado en tercer lugar y perteneciente a la emblemática ganadería de Juan Pedro Domecq, que en el día de hoy no cuidó la presentación del ganado. El cornúpeta , de complicada lámina e inofensiva cara, se creció en la muleta,  humillando y repitiendo con celo y boyantía, quizá beneficiado del toreo bajo pero lineal del sevillano, que no acabó de ceñirse y obligar al bravucón. La ligazón superó a la falta de torería y la oreja fue concedida con fuerza por la mayoría de público, que no aficionado, que hoy llenaba los tres cuartos de entrada. Recuerdo que todos los empadronados tenían el boleto gratis.

El sexto fue el remate a una novillada descastada y totalmente vacía de Albarreal, que ni con el poco peso que dio en la báscula pudo aguantar el leve encontronazo con el caballo de picar, de inmensas proporciones como bien acostumbra la tauromaquia 2.0. Llegaron todos desfondados y huyendo de la pelea y hasta llegó a echarse a tierra este cierreplaza en un claro gesto de mansedumbre.
Suspenso gordo en el apartado ganadero. Albarreal por su falta de casta y emoción y Juan Pedro por su pobre y deleznable presentación. Valdemorillo merecía más en esta novillada y los jóvenes también. ¿O no Perera?

Abría el cartel Ángel Jiménez, un novillero al que deben dar sitio y plazas, porque la personalidad debe premiarse y el de Écija la tiene. Tuvo la mala pata de sortear el único lote completo de Albarreal y apenas tuvo opciones de mostrar ese pellizco que en otras ocasiones ha sacado. Aún así me quedo con su hambre de triunfo y ese trincherazo en el primer novillo a cámara lenta, con el que tanto disfruté.

Desde aquí le deseo toda la suerte del mundo. Y aprovecho la ocasión para dar mi máximo apoyo a todo el que se siente independiente y lucha  a contracorriente con este sistema de caraduras que día a día van quitando los principios de este arte universal. Mis fuerzas para todos ellos y a torear a todo aquel que te impida el paso.

Un saludo
Borja González.