miércoles, 28 de septiembre de 2016

"ADIOS TAURODELTA, ADIOS" (Crónica 25 de septiembre 2016. Madrid)




Foto: Juan Pelegrín (www.las-ventas.com)

Nuevo saldo ganadero en Madrid. Corrida mal presentada de Conde de la Maza, remendada por dos inválidos de El Risco. Disposición de la terna.



Plaza de toros de Las Ventas. Madrid.
27 de septiembre de 2016.
Toros de Conde de la Maza, El Cortijillo (5º bis) y Conde de Cabral (6ºbis) para los diestros:
-       Rubén Pinar: silencio y saludos. Herido por el cuarto.
-       Alberto Lamelas: palmas tras aviso y saludos desde el tercio.
-       Sergio Serrano: palmas y saludos.
Entrada: un tercio de aforo.

Parte médico de Rubén Pinar: Dos heridas por asta de toro, una en tercio inferior cara posterior muslo derecho (hueco poplíteo) con una trayectoria ascendente de 15 cm que contusiona nervio ciático común y arteria y vena poplítea causando destrozos en músculos isquiotibiales. Otra en tercio cara anterior pierna izquierda de 10 cm que afecta a tejido celular subcutáneo. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros. Trasladado al hospital San Francisco de Asís. Pronóstico grave. Fdo:Dr García Padrós.

Toros lidiados:
·         “Draculero” Nº 42, negro de 518 kilos (Pitos)
Penosamente presentado, ligero de carnes, alto de cruz y sin trapío. Cara suelta y nula humillación.
·         “Milanero” Nº 60, negro listón de 585 kilos (Silencio)
Feo de hechuras y atacado kilos. Flojo y descastado. No llegó con fondo.
·         “Cocinosito” Nº 4, castaño de 512 kilos (Silencio)
Ligero de carnes y algo más ofensivo que sus hermanos. Tuvo complicaciones en su lidia y no regaló las embestidas.
·         “Limpio” Nº 24, negro listón de 560 kilos (Silencio)
Más fuerte y ofensivo de cara. Acaba parándose y midiendo en el último tercio tras mansear.
·         Sobrero del Cortijillo. “Musiquero” nº 41, colorado chorreado en verdugo de 529 kilos (Pitos)
Abanto de salida, humillador en capotes y totalmente orientado en la muleta. Faltó casta.
·         Sobrero del C. de Cabral. “Caldereta” Nº 14, negro de 525 kilos (Silencio)
Discreto en presentación. Llega parado y sin fondo en la muleta, a la defensiva.


Nueva corrida de saldo para cerrar lo que parece será su última temporada, por el momento, en Madrid. Nuevo ridículo de una empresa que ha echado por tierra la temporada venteña, a base de un pésimo trabajo de promoción a la fiesta. Un logro el meter 8.000 personas este domingo en la plaza, con el simple hecho de pegar dos cartelitos en la fachada de un monumento totalmente maltratado y desapegado, ensuciado por miles de personas que se divierten bebiendo y escuchando música horas antes del festejo, sin la previsión de limpieza necesaria para los aficionados a los toros.

Llegábamos el domingo, tras horas de camino Sevilla-Madrid (Por cierto, vaya corridita de Alcurrucén en La Maestranza), para ver a los pupilos de Poli, que tanta guasa e interés crea por las redes sociales. Sorpresa primera al salir de la Macarena. ¡No pasa entera la de Poli en Madrid! Comentábamos. Segunda alarma al ver las fotografías de los toros a lidiar. ¿Pero qué es esto?

Total, que nos presentamos tras cinco horas de viaje en Las Ventas, con la grata sorpresa de un tercio de aforo en el cemento. Mierda para aburrir en los tendidos, pegajosos de alcohol  y refresco tras el conciertazo del sábado. Increible que tengamos que soportar esto. De verdad.

Puestos a pedir y criticar sale el primero de la tarde, ante el abucheo extremo de la gente. De aquellos que nos creemos aficionados y tenemos el derecho de decir y exigir, porque para ello pagamos. Esto viene siendo ya un aviso amable para el señor Simón, que no logrará callar nuestras voces. Que no le quepa la menor duda.  Un Conde chico, feo y escuchiminizado, como bien dicen en mi pueblo, que se movió sin gracia ni casta por la plaza, llegando con la cara suelta y cierto interés a la muleta algo nerviosa del confirmante, Sergio Serrano. Palmas cariñosas para empezar el festín.

En segundo lugar salió el antitipo nuñez. Regordío, sin cuajo ni remate, pobre de cara y de fuerza justa. Pitos para variar de Madrid y descaros contra Trini, todo un artista en el palco. Sabe como nadie desquiciar a la afición de Ventas. Semimoviente anduvo por el pisoteado y aparentemente duro ruedo el de Poli, que cayó con las cuatro patas arriba ya en el tercio de banderillas, ante el caso omiso del muy señor presidente. Pinar pasaportó sin gracia al animal entre el pasotismo del espectador.

El tercero fue un animal castaño, ligero de carnes y muy justo de nuevo para la plaza de Madrid. ¿A qué vino señor Leopoldo? Tuvo interés en sus embestidas, por la irregularidad de sus arrancadas. Tan pronto embestía por bajo como te buscaba el pecho a mitad de recorrido. Toda una incógnita con la que peleó Alberto, desbordado por momentos, pero siempre tragando y dando la cara. Entiendan que tras ver el día anterior al “excusas” de Morante tenga que premiar y agradecer la valentía y el querer de estos jóvenes que se parten la cara a diario.

Pinar sufrió la cornada en el cuarto, un avispado de la Maza con más complicaciones de lo esperado. Salió parado de salida y acabó buscando por ambos pitones los muslos del albaceteño, que mostró oficio y saber que hacer delante de la cara del toro. La voltereta estaba asegurada y el astifino pitón caló en el gemelo de Rubén. Palmas en su recorrido a enfermería y evolución positiva la de Rubén.

Quinto y sexto fueron remiendos del Risco, ambos devueltos a corrales por su falta de fuerzas. Todo un pleno vaya. Como primer sobrero apareció un serio animal del Cortijillo, largo y engatillado de cuerna. Apretó en querencias y se deslizó estupendamente en la gran lidia de Navazo, discreta para muchos. Increible entonces el cambio del animal en el último tercio, quedándose en los pechos y buscando constantemente a Lamelas, que protagonizó una dura batalla. Larga la faena y gallarda la batalla con el de los Lozano. Ovación desde los medios más que merecida tras una estocada algo pescuecera.

Cerró la tarde Caldereta, que solo valió para su nombre. Un animal apretado de carnes y nulo en casta, que acometió con suavidad y templanza a los buenos capotazos de Sergio Serrano, quien desplegó su mejor concepto con este parado sexto bis. Buen trazo al natural, nulamente ayudado por el de Cabral, que le costó un mundo moverse al final de su lidia. Otro que merece oportunidades.


Y con esto damos paso a la feria de Otoño. Espero que nos sorprenda también las entradas, que apuntan a ser bastante flojas en la despedida de Taurodelta. Os espero en la plaza.

Un saludo

Borja González

lunes, 19 de septiembre de 2016

"JODIDAMENTE ABURRIDA" (Crónica Las Ventas 19 Septiembre 2016)



Foto: www.las-ventas.com (Juan Pelegrín)


Descastada y mal presentada corrida de Lagunajanda en tarde sin contenido alguno.



Madrid. Las Ventas.
Domingo 18 de septiembre de 2016.
Toros de Lagunajanda para los diestros:
-       Iván Vicente: división al saludar y silencio.
-       Eduardo Gallo: saludos desde el tercio y división al saludar.
-       Esaú Fernández: división tras petición y silencio.
Entrada: Un cuarto.

Toros lidiados:
-       Primero. “Oceanador” nº 9, negro listón de 555 kilos. (Palmas)
Justo de trapío, cumplidor en varas y falto de fuerzas. Poco fondo en la muleta.
-       Segundo. Obstentoso, nº 5, negro listón de 587 kilos. (División)
Justo de presencia, manso, flojo y noble, boyante y embestidor.
-       Tercero. “Goloso” Nº 46, negro listón de 542 kilos. (Silencio)
Descastado, manso y a menos en la muleta. Buen pitón derecho.
-       Cuarto. “Lavandero” Nº 67, negro de 553 kilos. (Silencio)
Flojo y manso, a la par que descastado.
-       Quinto. “Mohíno” Nº 50, castaño albardado de 513 kilos (Silencio)
Inválido. Debió ser devuelto. Llega con nobleza y boyantía a la muleta.
-       Sexto. “Gallego” Nº 44, castaño de 584 kilos (Silencio)
Mal presentado, apretado de carnes y descastado. Manseó en varas y llego sin codicia al último tercio.


Mala a rabiar. Así fue la corrida que Doña María Domecq Sáinz de Rozas envío a la primera plaza del mundo. Como oyen. Un lote desigual, feo y justo de presencia, que desfiló entre la falta de casta y la mansedumbre propia de una vacada en horas muy bajas. ¿O es que acaso ha tenido triunfos como para volver a Madrid? Sus motivos tendrán empresarios y veedores para ello, pero el tufo que nos colaron, un día más, fue de órdago.

Un cuarto de plaza, para variar, con más del cincuenta por ciento extranjero. Un chollo que empieza a acabarse y que hemos o han de levantar. Un criterio pueblerino y festivalero que envuelve a la plaza de Madrid como si de talanqueras fuera delimitado su perímetro (con todo el respeto a los talanqueros)

Iván Vicente comparecía en su tercera tarde este año. Si, oyen bien, tres oportunidades vaya usted a saber por qué. Mientras tanto Javier Cortés, que se me viene ahora a la mente, en busca de su oportunidad de oro. Porque no llego a entender estas repetitivas comparecencias de toreros modestos con la sinrazón de entorpecer la presencia de otros que piden estar en Madrid. Emilio de Justo también se me viene a la cabeza, muy del corte venteño. Pero a esto nos tiene acostumbrados la empresa, quien tuvo la gentileza de colocarnos al gran Esaú Fernández. Todo un detalle.

Volviendo a la corrida de ayer apuntar un buen recibo capotero de Iván Vicente al primero, el de mejor condición del encierro. Animal que empujó y fijó en varas, y que a pesar de su justa fuerza tuvo la nobleza y boyantía suficiente como para romper para delante. No estuvo bien el madrileño, que perdió sitio en todo momento, sin mandar en las descompuestas embestidas del bicho, que poco a poco fue yendo a menos. Saludos gracias a sus paisanos.
El cuarto fue un animal que se movió menos que los pómulos de Camilo Sesto. Sin picar como sus hermanos y pidiendo clemencia desde salida. Esperpento alargado por un sinfín de muletazos sin sentido. Allí no pasaba nada.

Al segundo le protestaron de salida por su falta de seriedad. Animal bajo y apretado, pobre de cara y sin esa curvatura de pitón que tanto gusta y pide Madrid. Salió con alegría y buen recorrido en los primeros tercios, mostrando claridad y buenas embestidas por ambos pitones. Por ello Eduardo quiso cuidarlo en varas, ante las protestas y exigencias de pocos aficionados. Duró dos tandas el animalito, viniéndose abajo y parándose en los finales de la misma. Saludos cariñosos desde el tercio.

El quinto también fue muy protestado por su falta de fuerzas. Castaño albardado, largo y con más seriedad que sus hermanos. Cojeó en los inicios, levantando la ira de un público cansado y aburrido, y quiso deslizarse con clase y largura por ambos pitones ante la templada muleta del charro, que dejó sueltos y despaciosos muletazos por ambas manos, sin la apretura de la emoción ni la tempestad del cornúpeta, que fue apagándose poco a poco. Faena larga y pesada, de excesivo sobeteo, rematada con un estupendo bajonazo en el mismísimo costillar. Los saludos desde el tercio tras semejante imagen fueron muy lamentables.

Cerraba la terna Esaú Fernández, inmerecidamente acartelado en Madrid, que no les quepa la menor duda. Sus ganas y disposición toda la tarde no tapan la nula técnica y formas de torero del joven sevillano, que sigue sin entrar en mis ideales. Toreo ventajista, poco estiloso y vulgar, muy vulgar.
Recibió en puerta de chiqueros a su primero, reconocedor de la facilidad que tiene para la larga cambiada a porta gayola. Nada fácil por cierto. Capotazos a la velocidad de la luz, ganando terreno, y colocación como pollo sin cabeza al poner en suerte al burel. Se dispuso entonces a torear desde Palma, con el trasero en pompa, y más allá del fuera de cacho, escuchando lógicamente las protestas de Madrid. Derechazos ligados y esperpénticos. Algo más ortodoxo al natural, pero no vayan a creer gran cosa. Estocada caída y bochornosa petición de oreja. La vuelta se la guardó tras un amago sospechoso.
Con el sexto apenas presté atención, para que negarlo. Solo vi un animal sin trapío para Madrid moverse sin gracia alguna por ese inmenso ruedo. También recuerdo latigazos de muleta y mucha tardanza al doblar en chiqueros. Nada destacable vaya.

Y esto ha sido lo más que he podido sacar de tan aburrida tarde. Lo juro.

Un saludo
Borja González





miércoles, 22 de junio de 2016

"UN JUNIO MÁS" (Crónica 19 de junio 2016)


Desigual novillada de Gabriel Rojas. Herido Juan Miguel por el 4º de la tarde


Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
19 de junio de 2016.
Novillos de Gabriel Rojas para:
-       Juan Miguel: silencio y herido por el cuarto.
-       Daniel Crespo: saludos tras aviso, silencio tras dos avisos y saludos.
-       Diego Carretero: silencio tras aviso y saludos.
Entrada: un cuarto de plaza.

Novillos lidiados de Gabriel Rojas:
-       Primero. “Corneta” Nº 14, negro listón de 505 kilos (División)
Protestado de salida por falta de trapío y cara. Flojo, sin emplearse en varas, desangrado tras un horrendo puyazo. Llegó con nobleza y boyantía.
-       Segundo. “Triguerito” Nº 21, castaño chorreado de 494 kilos (Silencio)
Justo de presentación, nobletón y falto de casta. Tuvo recorrido por el pitón izquierdo, de gran boyantía. Buscó los adentros en el último tercio.
-       Tercero. “Rubialo” Nº 18, negro de 474 kilos (Palmas)
Bien presentado, encastado y con fondo en la muleta. Se empleó en una buena primera vara, derribando y metiendo riñones en la segunda. Llegó tardo pero con motor a la muleta.
-       Cuarto. “Silbato” nº 26, negro listón chorreado de 533 kilos. (Silencio)
Animal con más cuajo y cómoda cara. Empuja sin fijeza en varas y llega con complicaciones al último tercio. Repuso y pidió los papeles al novillero.
-       Quinto. “Tromplilla” Nº 11, colorado de 481 kilos (Silencio)
Serio, astifino y de gran presencia. Flojo, manso y descastado.
-       Sexto. “Lindero” Nº 3, colorado chorreado en verdugo de 469 kilos (Silencio)
Terciado y sin remate, tapado por una estupenda y abierta encornadura. Tuvo movilidad y cierta casta en sus inicios, viniéndose a menos.


Calurosa y sin argumentos la novillada que ayer domingo tenía lugar en la plaza de toros de Madrid. Buena entrada en los tendidos del 8 y 9, al refugio de un sol veraniego que pegó fuerte en la capital. Ni pensar quiero en los meses venideros, con el castigo taurodelto de los toros a las 7 de la tarde.

Se lidió una novillada impresentable de Gabriel Rojas, dispar en todo y elegida con muy poca visión y gracia. Nunca entenderé como se puede venir así a la Plaza de Madrid, con novillos tuertos, que no bizcos, feos como la madre que los parió, y sin confianza alguna en el juego de los mismos.

Se protestó con fuerza la salida del primero, un animal inaceptable por falta de trapío para Madrid. Al animalico le picaron de mala manera en un primer encuentro, del cual salió dolorido y sangrando en abundancia. No escatimó el varilarguero en otro vomitivo segundo encuentro, sin mejorar lo presente. Cualidad de no venirse abajo y embestir al trapo del madrileño, que se quiso gustar por el pitón izquierdo en dos series templadas y lineales, encajando riñones. No llegó al respetable, más pendiente de cómo taparse del Lorenzo que de lo acontecido en el ruedo.

No pudo matar al cuarto de la tarde debido a sendas palizas en los prolegómenos de la faena. Dos volteretas de aúpa tras dos miradas descaradas del abrochado Rojas, al que poco ayudó la lidia acordada. Papeleta entonces para Crespo, que tuvo por sorpresa que acabar con la vida del espabilado nuñez, y al que a punto estuvieron de sonarle los tres avisos por ineficacia con los aceros.

El gaditano también tardó en ver las opciones de su primero, un animal cómodo y bien hecho de la ganadería titular, que desarrolló recorrido y nobleza en el tercio del 9, lugar donde finalizó la faena Daniel, ayuno de poder y mando. Faena larga y acompañada, mejor ejecutada al natural y rematada con una eficaz estocada que le valieron unos saludos cariñosos con leves silbidos del sector que ya todos sabemos.

El sexto lució cara, seriedad y hambruna, escurrido de cuartos traseros y atigrado en su capa. Pronto y en la rectitud al caballo, sin acabar de romper debajo del peto, perfectamente ejecutado este tercio por El Patillas, que se llevó la ovación de la tarde. Galopó en banderillas y llego algo destartalado a la faena de muleta, donde una vez más las dudas por miedo y las buenas formas del andaluz no acabaron de entremezclarse de la mejor manera.

Diego Carretero se presentaba en Madrid con muy poco rodaje, cuestión que acusó con el interesante y encastado tercero, de importante embestida en el último tercio. Fue este un novillo de seria condición, que apretó y tumbó en la primera entrada, y que tuvo la mala pata de medir su condición en el que guardaba puerta como segunda invitación, privándonos así de la manifestación de bravura del joven animal. Templado y garboso de capote y corriendo bien la mano en el inicio de faena, gustándose por bajo el joven albaceteño. Bien ligada la primera serie, encajada y con un profundo pase de pecho. Irregulares las siguientes, con un codicioso burel, que quiso todo por bajo, con mucha importancia en sus arrancadas. Mandó el animal al joven, llevándoselo al terreno donde mejor pudo defenderse, y atrevido y descarado Diego, que no quiso dejarse ganar la partida en su baza madrileña. Falló con los aceros y todo quedó en palmas.


Con el quinto, un señor toro de muchas plazas de categoría, mostró disposición y arrojo, cobrando ahora sí una buena estocada en el segundo envite. El animal, de preciosa lámina y largo cuello, acusó falta de casta y fuerzas, yendo a menos en un trasteo largo y sin fundamento.

Así cerrábamos una novillada más en la dejada y monótona temporada madrileña, apartada de los intereses del señor Erice.

Un saludo

Borja González

lunes, 2 de mayo de 2016

PREVISIBLE ACONTECIMIENTO (CRÓNICA 1 MAYO EN LAS VENTAS)



FOTO: Juan Pelegrín.

Soporífera novillada para abrir el mes de mayo. Silva cae herido al cortarse entrando a matar al primero.



Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
1 de mayo de 2016. Primera de la miniferia de la Comunidad.
Novillos de Conde de Mayalde para los diestros:
-       Miguel Ángel Silva: silencio tras dos avisos en el único que mató.
-       Clemente: silencio, silencio y silencio.
-       Álvaro García: silencio tras dos avisos y silencio.
Entrada: más de un cuarto de plaza (7.000 personas aprox)

Novillos lidiados en la primera novillada de Mayo:
·         Primero. “Escultor” , Nº 40, castaño salpicado de 479 kilos (Ovación)
Buen novillo para el último tercio, pronto, alegre y boyante. Buen pitón derecho. Manseó en varas.
·         Segundo.”Hechicero” Nº 14, castaño de 475 kilos (Silencio)
Flojo y algo descoordinado, bajo de casta y obediente a los toques.
·         Tercero. “Joyero II” Nº 29, negro listón de 480 kilos (Silencio)
Noble y justo de fuerzas, aquerenciado y sin emplearse en los primeros tercios.
·         Cuarto. “Segurito”  Nº 6, castaño de 537 kilos (Silencio)
Flojo y descastado, manso en varas y sin empuje en el último tercio.
·         Quinto. “Estafador” Nº 7, castaño de 484 kilos (Silencio)
Bien presentado, manso y apagado en el último tercio al recortar distancias. Recibe tres varas.
·         Sexto. “Joyero I” Nº 18, negro de 538 kilos (Silencio)
Bien presentado y apretado de carnes. Manso, descastado y aburrido en la muleta.

Abríamos en la tarde de ayer un mes entero de toros, con un gran ambiente en la plaza, más de un cuarto de aforo, distribuido por todos los tendidos, gradas y andanadas, las cuales se adornaban con guirnaldas y escudos varios de la Comunidad en memoria de aquel glorioso 2 de mayo. Tarde calurosa al sol y fresca en sombra, azotada con golpes de viento que dificultaron en parte la labor de los insignificantes novilleros que ayer se daban cita en Madrid.

Herido resultó el gran Miguel Ángel Silva, de estatura descomunal, por el primero de Mayalde, el que fue sin duda el mejor novillo de la tarde. Bajo de cruz, cómodo de cara y con un fondo exquisito para la faena de muleta. Cientos de muletazos, primero en los medios, posteriormente cerrado en el tercio, culpable el viento, necesarios para no conseguir crujir los cimientos de Madrid. Faena de derechas, larga pero no profunda, con distancia en los primeros cites, cuando el cornúpeta acometía alegre y pronto al leve bamboleo del extremeño, al que se le fue sin duda un caramelo irrepetible. Se cortaría la mano al entrar a matar, pinchando y deslizando la palma por el filo de la espada, acabando así su presencia en la tarde. Ovación en el arrastre al pequeño castaño.

Clemente volvía a Las Ventas de la mano de Zuñiga, y no por méritos propios, todo sea dicho. El veedor de la primera plaza del Mundo eligió la tarde de hoy para el reencuentro del francés con la afición capitalina. La conexión volvió a ser nula y prueba de ello los tres silencios como tres soles que le recetaron tras finalizar sus anodinas, aburridas y lineales faenas a tres novillos descastados, nobles y obedientes del hierro de Finat. Lo mejor sin duda fue el uso de la espada con sus dos últimos oponentes.

Cerraba el cartel el madrileño Álvaro García, natal de San Sebastián de los Reyes y curtido en la zona madrileña con hasta 19 novilladas y 29 orejas en su haber. Incoherencia con lo realizado en el ruedo, mostrando inseguridad y pocas ideas delante de la cara del toro. Le costó un mundo hacer faena a su primero, y no por las dificultades de este. Dudó en infinitas ocasiones y no mostró nunca una estructura en su trasteo, constantes pruebas, excesivas para quien quiere ser torero. Larguísima labor, superada por los 15 minutos reglamentarios, que perdonó Justo Polo al no asomar el tercer y justificado pañuelo con la orden de enviar de nuevo el novillo al corral.
Con el quinto (corrieron turno por la lesión de Silva) volvió a mostrar carencias de oficio y técnica. Fue este un animal más agarrado al piso que su primero, le costó romper hacia delante por falta de casta y poder. Álvaro volvió a mostrar más defectos que virtudes. Quizá no era el momento para presentarse en Madrid.

Esto fue lo poco o nada que aconteció en la primera novillada del mes de Mayo en Madrid. Una novillada con muy poquita casta y con alta dosis de bobería, a la que no vimos ni un mal gesto, ni una mirada de desaprobación o defensa, de ataque innato. Un desfile de animales a los que adivinabas ya de salida su condición y lidia, sin sorpresa, sin altibajos, vulgares y aburridos. Aunque para muchos haya sido una “buena novillada”, por eso de valer para el toreo lento y suave, de clase y enjundia.  Allá ellos.

Nos vemos en la Goyesca.
Un saludo

Borja González


lunes, 11 de abril de 2016

LA SERIEDAD DEL PALCO EVITA UN RIDÍCULO MAYÚSCULO. (Crónica 10 abril 2016)





Foto: Juan Pelegrín

Dos vueltas al ruedo para Carballo con una novillada floja y noble de Pablo Mayoral. Actitud de Gallo de Córdoba y frialdad de Miranda. El fanatismo se apoderó de los tendidos y el presidente dio rigor a la plaza.


Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
4ª de la temporada. 10 de abril de 2016.
Novillos de Pablo Mayoral (uno más devuelto), dos de Mercedes Figueroa (2º y 3º) y un sobrero de Benjamín Gómez (4º bis) para los diestros:
-       Andrés Jiménez “Gallo de Córdoba”: silencio tras aviso y silencio.
-       David de Miranda: saludos tras aviso en ambos.
-       Juan Carlos Carballo: vuelta al ruedo tras aviso y petición en ambos.
Entrada: un cuarto de plaza.

Los novillos lidiados fueron los siguientes:
·         Primero. “Considerado” Nº 11, negro entrepelado salpicado de 526 kilos (Silencio)
Bien presentado y con cuajo. Flojo, noble y con calidad por ambos pitones.
·         Segundo “Ranchero I” Nº2, negro listón bragado meano de 457 kilos (Silencio)
Chico y cómodo de presencia, flojo y descastado. Debió ser devuelto por falta de fuerzas.
·         Tercero. “Ranchero II”, Nº 6, negro listón de 480 kilos (Palmas)
Protestado de salida por falta de presencia. Noble, con clase y fondo. Le faltó casta y poder en sus embestidas.
·         Cuarto. Sobrero de Benjamín Gómez. “Jubilado”, Nº 54, cárdeno de 505 kilos (Silencio)
Terciado y sin trapío para Madrid. Manso, con movilidad y sin humillar en las embestidas.
·         Quinto. “Molinero” Nº       15, cárdeno salpicado de 524 kilos (Silencio)
Flojo y noble por ambos pitones, mejor por el izquierdo. Justo de casta.
·         Sexto. “Costurero” Nº 23, negro entrepelado bragado meano corrido de 527 kilos (Silencio)
Bien presentado y con un punto de casta superior a sus hermanos. Llegó con alegría, fuerza y fondo al último tercio.

Jesús María Gómez Martín fue sin lugar a dudas el protagonista de la tarde de hoy en la segunda de las novilladas primaverales de la plaza de toros de Madrid. Debut por todo lo alto de un presidente que volvió a dar rigor y seriedad a una plaza que sigue navegando a la deriva en los durísimos festejos no isidriles, ante la oleada de autobuseros y orientales que ganan por número y presencia a los poquísimos aficionados que intentamos marcar el listón de la que es, fue y será la primera plaza del mundo.

Dureza la del presidente, que hoy tomaba antigüedad en el complicado palco venteño, de no sacar sendas orejas al extremeño, lo que hubiera supuesto una puerta grande discutida, ignorada y minúscula ante el clamor de sus paisanos, los cuales se trasladaron en manadas para apoyar a su jovencísimo y pequeño torero. Jalearon hasta los pasos que dio el de Alcántara, desgarrando la voz en cada una de sus ejecuciones capoteras. Se enfrentaron a los aficionados que no compartían sus mismos ideales, con el ya famoso “baja tú”, y tuvieron la vergonzosa y patética idea de cubrir el ruedo de almohadillas tras la no concesión de oreja en el sexto de la tarde. Un ridículo espantoso que no se vivía desde tiempos de Linares, con su ya famoso Tomelloso, y que se ha repetido tras el aguacero que nos regaló el cielo madrileño en el ecuador del festejo.

Un festejo marcado por la flojedad y falta de picante de una novillada pareja, guapa y bien comida de Pablo Mayoral, a la que faltó casta y personalidad. Carácter que fuimos buscando en estos grises, que no desarrollaron las virtudes del buen santacoloma. Echamos en falta poder y empuje en los engaños, alegría y viveza en los petos y dificultades y fiereza en sus lidias. Una novillada que se dejó hacer, en todas sus vertientes.

La clase del primero por el pitón derecho fue desaprovechada tras un viento huracanado que no dejó estar a gusto al joven cordobés. Gallo quiso coger las embestidas por derecho en el mismo tercio, frente a la puerta de Madrid. La ligereza de su franela y la falta de técnica del novillero descompusieron por momentos las fijas embestidas, con su debido espacio, del primero de Mayoral. Disposición absoluta y trago del bueno a pesar de quedarse descubierto en sin fin de veces. Se tiró por derecho en las dos suertes que tuvo que realizar para acabar con el bicho, haciendo posteriormente un mal uso del descabello.

El cuarto fue devuelto por falta de fuerzas. En su lugar salió un terciado y escuálido animal de Benjamín Gómez, también de origen santacolomeño. Tras un paso discreto por varas llegó a la muleta con movilidad y nula entrega. No acabó de estar fino el Gallo con el cárdeno, que mostró dificultades a medida que avanzaba la faena, reponiendo y hasta corneando, de forma sorpresiva, al diestro en el gemelo izquierdo. Parte reservado tras 15 centímetros de travesía ascendente.

David de Miranda volvió a mostrar quietud y firmeza en el ruedo de las Ventas. Su frialdad y la longitud tan extrema de sus faenas fueron las causas de una más que discreta labor en Madrid. Sin opciones ante el flojísimo y parado segundo y con mejores sensaciones ante el quinto, que se desplazó largo y repetitivo por el pitón izquierdo, logrando así algún natural de buen trazo y hondura. No vendió la obra y tampoco la compraron los visitantes, que huían despavoridos del temporal que azotaba a última hora Madrid.

Carballo fue el gran beneficiado de la tarde, o eso creen ellos. Baja estatura, ideas claras y ambición por ser torero, que ya es algo. Estuvo arropado por centenares de extremeños, los cuales se desplazaron en autocares o vehículos propios para ver la presentación de su ídolo en Madrid, y sin apenas dar una serie de muletazos completos y por derecho a punto estuvo de cortar dos orejas en Las Ventas. Tal cual lo leen señores, así de fácil y sencillo.

Solo tienen que llenar autobuses con gente ruidosa y palmera, desembarcar en la plaza de toros de Madrid fuera de feria, cuando pueden ser mayoría absoluta , y jalear lo que no está escrito para calentar a los orientales y animarles a que pidan la oreja. ¿A qué no parece difícil? Aquello se vino abajo cuando dobló el sexto de la tarde, en una mayoría injustificable de pañuelos a dos manos.

Pues eso es lo que evitó nuestro presidente Jesús, que se llevó la ovación al acabar el festejo de los pocos que le agradecemos su rigor en el día de hoy. De no ser así hubiéramos presenciado una nueva Puerta Grande  sin los mínimos necesarios que requiere una plaza como Madrid. Porque a las faenas de Carballo les faltó mando y toreo, mucho toreo.
Sus recibos capoteros resultaron airosos y acoplados y su brega para colocar al toro en la suerte de picar fue de nota, algo no común en novilleros modernos.
Pero sus faenas fallaron en planteamiento, distancias y formas. En planteamiento porque no se puede dar circulares a mitad de trasteo, recortado y ahogando las embestidas del burel, para luego seguir ortodoxo por naturales. En distancias porque ahogó la alegre acometida del sexto de la tarde, el de mayor casta y viveza del encierro. Y en formas por su falta de directriz en la ejecución de los muletazos, curvando el eje y despidiendo al animal en línea recta. Cánones de un toreo puro y pulcro, como exige esta plaza.

Cabe destacar las buenas formas de Israel de Pedro  y Alberto Sandoval con la puya, así como los pares de Raul Cervantes, de poder a poder al sexto.

Un saludo
Borja González.




lunes, 28 de marzo de 2016

MADRID PESA, Y MUCHO (CRÓNICA DOMINGO DE RESURRECCIÓN MADRID 2016)




Foto: Juan Pelegrín  @jp__71


Tarde sin contenido en el mano a mano de Resurrección en Madrid. Empate técnico entre un desdibujado Morenito y un deseoso Fandiño.


Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
27 de marzo de 2016. Domingo de Resurrección.
Toros de Martín Lorca, uno de Escribano Martín y un sobrero de JL Pereda (6º bis) para:
-       Morenito de Aranda: saludos tras aviso, silencio y silencio.
-       Iván Fandiño: silencio, silencio y saludos tras leve petición.
Entrada: media plaza.

Los astados lidiados en la segunda de la temporada fueron:
·         Primero. “Tiento” Nº 46, negro listón de 533 kilos (Pitos)
Muy bajo y armónico, manso y con fondo en la muleta. Se vino arriba en el último tercio, quedándose corto en los viajes. Protesta en varas.
·         Segundo. “Aficionado” Nº 63, negro listón de 539 kilos (Pitos)
Animal basto y pasado de kilos, de corto cuello y alto volumen. Parado y descastado, aplomado en el último tercio. Empuja en una primera vara.
·         Tercero. “Quisquilloso” Nº 5, negro listón de 592 kilos (Palmas)
Serio y ofensivo de cara, dejándose en varas y con importancia en sus embestidas en el último tercio, reponiendo y obligando al diestro.
·         Cuarto. “Novedoso” Nº 23, castaño listón de 531 kilos (Pitos)
Bien presentado. Se lastimó en el transcurso de la lidia y hubo de ser devuelto a chiqueros. Nos mantuvieron al inválido.
·         Quinto. “Gabacho” Nº 47, castaño listón de 580 kilos (Silencio)
Ancho de sienes y muy rematado. Llegó sin clase y con la cara suelta a la muleta, tras un más que discreto tercio de varas.
·         Sexto. Sobrero de Pereda. “Desmadado” Nº 112, negro listón de 509 kilos (Silencio)
Impresentable para Madrid, flaco, chico y sin remate. Tuvo alegría y ritmo constante en sus embestidas, con nobleza y boyantía.

Duelo descafeinado el vivido ayer en la plaza de toros de Madrid, con empate técnico a saludos desde el tercio por parte de ambos diestros, a los que pareció ganarles la tarde y plaza en este inicio de temporada.

Ante ellos una auténtica corrida de toros, seria y cuajada, con expresión de fiereza y sana presencia en todos sus pelajes. Un encierro variado y que no acabó de romper ni emplearse como debieran. Me gustó el tercero, por su acometida fija y reponedora, la cual no supo poder ni administrar un más que desdibujado Jesús Martínez, más conocido en el gremio como Morenito de Aranda, al que no le acabó de acompañar la tarde.

Su primero fue un animal que blandeó de salida, pero tuvo la virtud de venirse arriba, con fondo y raza. Fue este “Tiento” un animal manso y huidizo en los primeros tercios, pero acabó fijado en la muleta del burgalés, que no acabó de coger el tempo al animal por la diestra. Más encajado le vimos al natural, con un soberbio remate por bajo, ahora sí templado y embarcado de cabo a rabo. Faena larga y espesa, sin un claro ganador. La estocada en el hoyo de las agujas fue de campeonato y los saludos desde el tercio más que merecidos. Esta sería su mejor carta en el día de ayer, sin olvidarnos del precioso quite por delantales a pies juntos que le recetó como réplica a un quite de Iván, nada ortodoxo el del vasco por cierto.

El tercero se le fue desde el primer momento. Un animal serio, casi veleto, que tuvo mucho celo en la faena de muleta. No acabó de vaciar nunca la embestida Morenito, quien se vio sorprendido en infinitas veces por la embestida correosa del Martín Lorca. La desaprobación del aficionado no tardó en llegar. Morenito no estaba en Madrid.
Cerró su tarde con “Gabacho”, un castaño de acapachada y seria cornamenta que pasó sin pena ni gloria por las telas del de Burgos. La peor y más preocupante de las imágenes fue ver la vulgaridad de la faena, algo insospechado y difícil de creer.

A Iván no le faltaron ganas, eso es un hecho que demostró ya de salida, en el quite al primer toro, donde fue prendido por el pecho de muy malas formas mientras se la jugaba por saltilleras, pero las sensaciones de su toreo siguen dando que hablar y pensar. Su techo y límite parece estar más bajo de lo que muchos pensábamos meses atrás y la impotencia en el ruedo al querer y no poder se manifiesta tarde tras tarde en su querida Madrid. Acelerado, inconsciente y por momentos temerario, sufriendo dos feísimas cogidas buscadas por infortunio o total intención, pero sin una tauromaquia clara.

Sus dos primeros toros fueron inservibles para estar con ellos. El segundo emuló a guisando por quietud y hondura, sin romper nunca hacia delante y desfondado desde el minuto uno. El cuarto debió ser devuelto tras lastimarse y ser mal y duramente picado en el tercio de varas. No lo vio así Justo Polo, quien se llevó como viene siendo costumbre, la bronca de la tarde.

Lo pagó el sexto, que vio como asomaba el pañuelo verde tras varias pérdidas de manos, y en su lugar salió un animal terciado y de nulo trapío para Madrid, ante las protestas de una amplia mayoría. El sobrero, de José Luis Pereda, se movió con ligereza por el ruedo venteño, sin emplearse en varas y con nobleza y boyantía por ambos pitones en el último tercio.  Fue un toro para resucitar y apostar en Madrid, pero las sensaciones fueron las mismas. Toreo ligado, frio y lineal, que quiso tapar con una inconsciente suerte suprema encunándose en la testuz del animal, para salir así volteado. La petición de oreja fue muy minoritaria, y todo se quedó en un saludo desde el tercio.  

Y esto fue lo que aconteció en la segunda corrida de toros de la temporada de Madrid, donde volvimos a ver muchísima gente joven en los tendidos, algo que se está repitiendo y que es sin duda una gran noticia.

Un saludo
Borja González.



lunes, 21 de marzo de 2016

CURRO DÍAZ, POR LA PUERTA GRANDE DE MADRID





Foto: Juan Pelegrín

DOS OREJAS PARA CURRO DÍAZ Y UNA PARA DAVID GALVÁN, QUE CAE HERIDO EN LA PRIMERA DE LA TEMPORADA EN MADRID.

Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
Domingo de Ramos 20 de Marzo de 2016.
Toros de Gavira y Torrealba (2º bis) para los diestros:
-       Curro Díaz: oreja, oreja y silencio. Puerta Grande.
-       David Galván: oreja tras dos avisos en el único que mató.
-       Juan Ortega: saludos y silencio.
Entrada: Un cuarto de plaza.

Parte médico de David Galván: Herida por asta de toro en tercio medio cara interna de pierna derecha, con orificio de salida por cara externa, que produce destrozos en músculos soleo y gemelos. Distensión e inserción de aductores. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros.  Pronóstico reservado. Fdo. Dr García Padrós.


Puerta grande y puñetazo en la mesa de Curro Díaz, que logra su segunda salida a hombros en la plaza de toros de Madrid. Dos faenas cargadas de detalles e imperfecciones, tapadas con enjundia y maestría, arte y alma. Dos trasteos ventajistas por momentos, pero sentidos y profundos en otros claves, rebosantes de torería y personalidad, en palmos de terreno y con dóciles oponentes.

Curro volvía a mostrar sus credenciales ante su primer enemigo, sobrero de Torrealba, de apretadas y bajas carnes, al que dieron tela en el jaco, como así pasara con el segundo titular, desangrado tras un terrorífico primer puyazo. No se lo pensó el jienense y relajó figura ya en la primera tanda, encajado, hundido en el ruedo madrileño, fajándose al burel por los muslos, esos que trató de ocultar a mitad de faena, citando entonces con la pierna retrasada, ocultando la verdad que él mismo se atreve a plantar cuando le viene en gana. Los remates, muy toreros, callaban cualquier atisbo de protesta. Toreaba Curro y rugía Madrid. La media estocada, arriba bien es cierto, y el fallo con el descabello, sumado a ciertas ventajas del trasteo, debió dejar el premio en una maravillosa vuelta al ruedo.

Mucho más intensa fue la faena al cuarto de la tarde, un Gavira noble y bonachón que tuvo el privilegio de caerle en gracia a CD. Cuidadoso ahora sí en la lidia y perfectamente tratado en el último tercio, con unos primeros pasajes lineales, de toreo falso y aliviado, ligeramente protestado por el aficionado de Madrid, que bien sabe de lo que es capaz este diestro. Cogió vuelo la faena, pero no tuvo la importancia y la verdad que exigía el momento. Entonces llegaron las dos tandas finales, ahora si de verdad, con el pecho hacia delante, los riñones hundidos y la pierna de salida en la trayectoria del animal. Rugió entonces Madrid en dos series de naturales estupendas, de las que contadas veces se pueden ver, y los remates por bajo, lentos y acompasados, volvió loco a más de uno. Se volcó entonces sobre el morrillo para cobrar un fenomenal volapié. Toro reventado y orejón de ley para salir así por la Puerta Grande.

Otra oreja se llevó Galván del destartalado y serio tercero. Un Gavira con un puñal por derecho, bajo y rematado, de seriedad supina. Manseó como toda la corrida y llegó sin fijeza y con fuerza al tercio de muleta. Sin conciencia Galván se plantó en los medios, dando cabida a un mal planteamiento dadas las condiciones del bicho. Voló en la pedresina, agujereando el soleo del joven, al que poco le importó semejante boquete. Se ciñó entonces en derechazos Galván y subió el tono al coger la zocata, su gran fuerte. Buenos los naturales con figura erguida, en toreo perfilero y encajado, de arriba abajo. Firmes las manoletinas y decisiva la estocada, hasta los gavilanes. Oreja pedida mayoritariamente y concedida por el usía.
El resto de la tarde tuvo poco o nada de atractivo. Juan Ortega cumplió sin más en su tarde de confirmación, dejándonos como estábamos. Tuvo que pasaportar a un verdadero galán que ni llegó a los 500 kilos, con un trapío espectacular y una condición más que discreta. Y se peleó con garra ante su segundo, en terrenos comprometidos por momentos.

La corrida de Gavira, muy ofensiva de cara, tampoco pasó de discreta. No se empleó en varas, y llegó en el último tercio con movilidad y actitud cambiante. Noble fue el primero, bueno en cuanto a fijeza y clase el segundo de Torrealba, manso el tercero, nobletón el cuarto y muy descastados y malos quinto y sexto.

El domingo que viene volvemos a dar guerra. Mano a mano Morenito vs Fandiño. Atractivo cartel con mucho que decir y hacer. Esperemos que Martín Lorca lleve una buena corrida de toros y salgamos contentos de la plaza.

Un saludo
Borja González.