martes, 25 de abril de 2017

LAS TEORIAS CAEN POR SU PROPIO PESO (Crónica 23 de Abril 2017)



Foto: www.las-ventas.com

Oreja barata y protestada a Palacios, herido al igual que Pacheco en la novillada de Los Chospes.

Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
Quinta de la temporada. 23 de abril de 2017.
Novillos de Los Chospes para:
-       Mario Palacios: saludos y oreja protestada (herido)
-       Miguel Ángel Pacheco (presentación): silencio y silencio (herido)
-       Adrien Salenc (presentación): división y saludos desde el tercio.
Entrada: un cuarto de plaza. (6.884 espectadores)

Volvimos al cuarto de entrada que tanto se ha ido repitiendo en los últimos años en Madrid. La fuerza del fútbol, el pobre cartel, y la falta de invitaciones dificultó las sorprendentes y buenas entradas que veníamos cosechando estos días en la capital.

Para ello, un encierro cómodo, igualado de peso y algo lavado de cara de Los Chospes, hierro albaceteño que basa su crianza en el toro de Domecq, aunque no es común ver encierros blandos y bobalicones del mismo hierro. Hoy trajo una novillada medida y acorde a las peticiones de la nueva empresa. En líneas generales, bajo los mínimos de Madrid, sin excesos, con dos novillos algo por debajo de lo esperado, segundo y cuarto.
Una novillada que se movió entre vulgares embestidas, sin acabar de romper nunca hacia delante en la muleta. Muy mal lidiados y con berrinches en varas, sin empujar con la cara abajo y por derecho, a excepción del sexto, que quiso ofrecer buena pelea en el jaco en una buena primera entrada.

Otro de los pilares taurinos muy de moda fue desmontado a las primeras de cambio. Hasta dos novilleros tuvieron que entrar a enfermería con sendos cornalones de 20 y 25 centímetros. Esto, en la era Casas, con la novillada más justa que se recuerda, ante animales de encaste Domecq elegidos con sumo cuidado. Una vez más, la teoría cayó por su propio peso.

El extremeño Mario Palacios se llevó la cara y cruz de la tarde. No anduvo fino con su primer oponente, animal bien presentado y de buena condición, que obedeció por derecho a los toques firmes del cacereño. “Inductor”, fue allá donde le quiso llevar Mario, con la frialdad del abuso de técnica y sin conectar nunca con los tendidos. Estocada pasada y saludos cariñosos del personal.
Oreja muy protestada cortó al cuarto, un terciado animal de Los Chospes que derrochó nobleza y boyantía por ambos pitones. Insulso el trasteo por ambas manos, sin cuajo ni rotundidad. La cogida por descuido sumado a la efectividad con la tizona, le valió una pobre oreja jamás recordada.

El segundo herido fue Miguel Ángel Pacheco, que se presentaba en Las Ventas tras veinte tardes en 2016. Uno puede llegar a pensar, que con semejante listado, el rodaje sería exquisito, pero la rapidez con la que están llevando a este chico no puede hacer bien a nadie. El gaditano tiró de locura con su primero, un animal manso y encastadete que no vendió ni un palmo de su terreno. Codicioso de capote y con motor en las primeras tandas del último tercio, tras ser pésimamente lidiado por sus compañeros de fila. Pacheco tiró de arrojo y recibió a su oponente con las dos rodillas en tierra, algo que repitió desde los medios para comenzar su inicio de faena. La falta de mando durante todo el trasteó propició una fea voltereta cuando se disponía a ligar por la mano izquierda. Silencio tras un bajonazo en el guarismo previo dos pinchazos.
El quinto, le mandó a enfermería. Fue “Latero” un astado correcto de presencia y descastado en líneas generales. Sin llegar a emplearse en varas y con un recorrido corto en su embestida, anunció que se acostaba por el derecho a las primeras de cambio. Y fue por ahí mismo por donde le caló el muslo al joven de La Linea. No pudo acabar con él.

Cerraba la tarde el francés afincado en la escuela del Juli, Adrien Salenc. Nuevo debut en estas primeras novilladas de temporada en la capital. Tuvo la mala pata de sortear el lote más exigente y complicado del encierro albaceteño. El tercero, cabezón y ensillado, fue levemente protestado de salida. Se dejó pegar en varas, donde tuvo que acudir hasta en tres ocasiones para recibir el cambio de tercio. Llegó entero y rebrincado al de muleta, soltando la cara y punteando siempre los engaños. El principal objetivo de Salenc sería la limpieza de esos muletazos, algo que solo consiguió por momentos. Faena en el tercio rematada con una estocada algo atravesada.
El sexto fue el más interesante del festejo bajo mi punto de vista. Un animal duro de manos y que aprobó en una buena primera vara. Fijo, empujando y ganando su terreno. Debió ser castigado de mejores formas en la segunda entrada al jaco, todo sea dicho. Hizo hilo en los garapullos y dominó en todo momento el escenario, imponiéndose a los noveles cites de Salenc, que pasó un verdadero calvario. Repuso, con la cara abajo y no regaló ninguna pasada. Los saludos desde el tercio supieron a poco.

Y preocupa una vez más la falta de profesionalidad de los subalternos. Se ha vuelto a picar terriblemente mal, la colocación en el ruedo por momentos ha sido caótica, y el paso en banderillas un auténtico desastre. Debemos dar seriedad. Estamos en Madrid.

Apuntar el debut del presidente Gonzalo de Villa Parro, que sustituye al ya jubilado Julio Martinez. No tuvo un buen comienzo al conceder dicho trofeo. Le deseamos toda la suerte del mundo para esta nueva andadura.

Un saludo

Borja González.

lunes, 17 de abril de 2017

DESASTROSO MANO A MANO (Crónica Domingo de Resurrección Las Ventas 2017)



Foto: www.las-ventas.com

Ni toros ni toreros. Descastada y mal presentada corrida de Montealto.


Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
Cuarta de la temporada 2017. Domingo de Resurrección.
Toros de Montealto para los diestros:
-       Curro Díaz: palmas, silencio y división al saludar.
-       José Garrido: silencio, silencio y silencio tras aviso.
Entrada: media plaza. (11.547 personas)

Nota: Herido Antonio Chacón en la lidia del cuarto de la tarde.
(Puntazo corrido y rotura fibrilar 1/3 distal biceps femoral muslo derecho. Es atendido en la enfermería de la plaza de toros y se traslada al Hospital San Fco de Asís con cargo a la Fraternidad)


Fue un completo desastre. Ni la corrida, fea y basta de Montealto, ni la disputa en mano a mano de los dos anunciantes, agradaron a un aforo que cumplió con la media entrada en una tarde calurosa de Resurrección.

No debió lidiar Agustín Montes la corrida que trajo a Madrid. Por hechuras y por disparidad en cuanto a trapío y pesaje. Una escalera destartalada que no gustó en Las Ventas, su plaza. Con casi los 200 kilos de diferencia, abierta de caras, bizca por momentos, grandes como mulos y con alzada de vértigo. Su excelente historial en los últimos años no merecía dicho trago. Descastada, parada y simple, muy simple. Apenas llegaron con fondo al tercio de muleta, tras duros y mal ejecutados tercios de varas. Prácticamente todos se vinieron abajo en la muleta, a excepción del noble y mansurrón quinto, jabonero de capa. Lo del sexto, con 680 kilos en báscula, fue un milagro y excepción de movilidad y empuje.

Y qué decir del mano a mano. Otro sinsentido por falta de rivalidad e igualdad de posiciones. El brindis de Curro a José en su primero nos confirmaba el interés de competencia de ambos. Porque allí nadie tiró la moneda. Ni repliques en quites, ni ambición por superar al contrario. Pareció ser que allí todos estaban de acuerdo en no conseguir nada. Como si estuvieran sobrados de tardes. Y eso que llegaron a animarles con el saludo desde el tercio tras romper el paseíllo.

Abrió la tarde Curro Díaz, niño mimado de muchos sectores venteños. En frente, “Capanegra”, basto y apretado de carnes, parado y tremendamente descastado. Se dejó pegar en varas y no tuvo entrega ni motor en la muleta. Ni el inicio nos dejó ver de Curro. Al hilo, el jienense quiso componer por momentos. Imposible. Palmas tras una estocada entera.
Su segundo cartucho fue una mole fea y mal presentada de nombre “Argentino”, que se ganó el respeto de la cuadrilla por su tremenda alzada. Desastre absoluta en una lidia de capea universitaria. ¿Pensarían que embistiera el animal con semejante disparate?
Curro se lo quito entonces de encima con tres trapazos, sin dominio ni justificación alguna, tomando muchas precauciones y yéndose de la suerte para dejar una media sobaquera tras pinchazo.
Con el quinto pudimos analizar al completo el momento del diestro. Protestado de salida, con una horrenda cara para una plaza como Madrid, salió al ruedo “Campanita”, que hizo quinto en la tarde de Resurrección. Humilló con buen son de salida, sin la confianza plena del andaluz, que no llegó a estirarse por verónicas. Manseó descaradamente en varas, saliendo suelto de ambos encuentros, y tuvo prontitud y grandes embestidas en el tercio de muleta. Soberbio inicio de Curro en el tercio, desmayada la figura, en un palmo de terreno, componiendo la figura y rematando por bajo. Madrid en pie. Primera tanda de derechazos desmayados, ciñéndose una barbaridad al animal, de arriba abajo, girando en un palmo para ligar en otros dos soberbios derechazos. Pero la cara “B” de Díaz afloró en el peor momento y en el lugar equivocado. Porque Madrid no perdona, y cierto sector de la grada joven (sorprendente para algunos), comenzó a recriminar la falta de colocación y uso de ventajas que comenzó a demostrar en los mismos medios. Julián pareció apoderarse del maestro, que retorciéndose de forma horrenda quiso ligar por bajo las acometidas del buen Campanita. Cierre artístico con estupendo trincherazo y estocada en los bajos saliéndose de la suerte. Resultado, división. No sé cómo pudo saludar con semejante navajazo.

En conclusión, mala tarde la de Curro Díaz, que debe ser consciente de que las trampas y Madrid no son compatibles. Rompe la plaza por derecho, la divide retrasando la patita y llevando al toro hacia las afueras. Sabe y puede. La cosa es querer y ponerse.

A José Garrido le pasó algo similar. La presión con la que sale a Madrid es terrible, y la conexión con el público es casi inexistente. Ayer vimos una versión del extremeño espesa y apática. Muleteó de forma vulgar a un lote con opciones para haber estado al menos, por encima de ellos. Lo más destacado lo realizó con el capote, dando muestras de su gran concepto capotero. En un principio rodilla en tierra en un poderoso recibo a su primero. Para acabar, un quite por chicuelinas prácticamente perfecto, del que apenas se ha hablado.

En primer lugar, dio muerte al animal de menos peso de la corrida. “Virtuoso”, que así lo llamaban, era un animal bajo y recortado, apretado y serio por delante. Un toro. Encastado y afligido en el último tercio. Quiso emplearse con saña en el peto, apretando y metiendo riñones en dos entradas de las que salió algo suelto. Apretó en banderillas con todo y acabó parándose en la muleta, a mi parecer ayudado por el encimismo de José, que anduvo algo embarullado por ambas manos. Estocada caída y silencio para ambos.

El cuarto fue un toro guapo y muy bien armado, en el tipo de la casa. Acometió con todo en los primeros tercios, propinando un susto a Chacón al apretarle contra el burladero, con previo aviso minutos antes. El animal fue con todo y chocó contra la boca del burladero causando una rotura fibrilar al subalterno, quien se libró de milagro. Hasta en esa ocasión el animal remató por bajo, algo que repitió en tres entradas al jaco, esa última por falta de castigo en la anterior. El acople no llegó en el último tercio, con una faena desestructura y vacía de Garrido, que acabó apagando al animal antes de lo previsto. Estocada baja y disconformidad del respetable.

Sexto y último de la tarde. Con 680 kilos a sus espaldas, casi nada. De nombre “Novillero”, largo como un tren y hondo hasta decir basta. Apretó al caballo hasta cerrarlo en tablas, con la ayuda de los malditos monosabios, que una vez más interfirieron en la lidia del cornúpeta. Fuerte el castigo, y noble la movilidad del animal, que quiso coger los engaños por bajo. Cansina embestida que una vez más, no supo dominar Garrido, que fue llevado en todo momento por el burel. Pinchazo hondo pasado tras pinchazo y uso del descabello. Leves pitos.

Acababa a las dos horas la tarde, con la desilusión del personal, que se marchó sin apenas ver nada. Las conclusiones fueron de no haber visto ni toros ni toreros. Una lástima.

Toros lidiados:
·         Primero. “Capanegra” Nº 56, negro de 540 kilos. (Pitos)
Basto de hechuras, descastado, muy parado y sin humillación.
·         Segundo. “Virtuoso”, Nº 84, negro mulato de 505 kilos (Silencio)
Apretado y corto de cuello. Encastado y a menos en la muleta.
·         Tercero. “Argentino” Nº 66, negro mulato de 630 kilos. (Pitos)
Mal presentado. Manso, descastado y sin entrega.
·         Cuarto. “Bordador” Nº 78, castaño bragado de 578 kilos (Leve división)
Bien presentado. Impetuoso en los primeros tercios, venido a menos en la muleta.
·         Quinto. “Campanita” Nº 40, jabonero de 615 kilos (Palmas)
Mal presentado, manso, noble y embestidor en la muleta, con clase y humillación.
·         Sexto. “Novillero” Nº 59, negro de 680 kilos (Silencio)
Excesivamente atacado. Noble y dejándose en la muleta. No dijo mucho.

Un saludo

Borja González

martes, 11 de abril de 2017

UN TORO COMPLETAMENTE DISTINTO (Crónica Domingo de Ramos 2017)


    Foto: www.las-ventas.com

COMPLICADA CORRIDA DE VICTORINO CON UNA MUY BUENA ENTRADA EN LOS TENDIDOS.

Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
Tercera de temporada. Domingo de Ramos 9 de abril de 2017.
Toros de Victorino Martín Andrés y uno de San Martín (6º bis) para:
-       Iván Fandiño: silencio y pitos.
-       Alberto Aguilar: silencio y saludos tras dos avisos.
-       Gómez del Pilar (confirmación): saludos y silencio tras aviso.

Entrada: Tres cuartos de aforo. 17.625 espectadores.

Complicada y correosa corrida de Victorino Martín en su debut en Domingo de Ramos.
Un encierro desigualmente presentado que se caracterizó por su complejidad en el último tercio, con un paso discreto por el caballo, donde no se le hicieron bien las cosas, para que negarlo.

El comienzo del festejo fue todo un homenaje al pequeño Adrián Hinojosa, fallecido horas antes en su localidad valenciana tras una durísima pelea contra esa maldita enfermedad. La plaza rompía en un estruendo ante el minuto de silencio que nunca debió llegar. Un pequeño homenaje de agradecimiento a tantísima fuerza de voluntad. Desde estas humildes líneas, todo mi apoyo a la familia.

Pero la vida sigue, y el homenaje triunfal de la tarde no pudo ser. Muy en parte por la “no buena” corrida de Victorino Martín, que confirmó por hechuras y falta de regularidad, que la corrida de San Isidro es la esperada y reseñada por todos. No fue una corrida pareja. Tres primeros muy entipados y lineales, mole el cuarto, el gran Bosquimano, y algo feote el quinto (sexto titular corrido por la entrada en enfermería de Aguilar tras un golpe en las costillas), fuerte de pecho el sexto, al que le atronaron con una ovación de salida como ya hicieran con primero y cuarto.

En primer lugar salió “Estaquero”, de lujosa estampa y armonía, sin excesos por ningún lado, pero con 600 kilos a sus espaldas. Lo recibió el toricantano frente a chiqueros, en una clara declaración de intenciones. Estaquero se paró en seco y midió al toledano. Primera radiografía de la tarde. No quiso jaco, a pesar de la intención de Noé por lucir al cornúpeta, que siguió estudiando a cada uno de los componentes de la cuadrilla del confirmante. Siguió cortando en banderillas, y llegó tan avispado como orientado a la muleta del madrileño, que mostró firmeza y querer en terrenos del 7. Toques bruscos, media altura, poca lidia y entrega del mando al complicado Estaquero. Primera falta de tauromaquia por doblones de la tarde. Aunque no lo entiendan. Saludos desde el tercio por disposición y valor.

Barbacano” fue el segundo. Otro toro guapo y serio, de viva mirada y A coronada, que cumplió en el caballo con la cara abajo, y que desarrolló buenas embestidas por el pitón izquierdo, largas y humilladas. No estuvo a la altura Fandiño, que no tuvo su mejor reencuentro con Madrid. Acortó distancias y profundidad al muletazo, buscándose él mismo las complicaciones dejándose al de Victorino en los mismos tobillos. Acosó a Barbacano por cercanías, y allí el cárdeno se hizo el amo. La plaza tomó partida por el toro, que se fue ovacionado tras un estupendo bajonazo. Leves pitos para Fandiño.

Alberto Aguilar entró por enfermería en el acceso a la plaza. Al parecer, sufrió un fuerte golpe en las costillas días atrás, y siendo sinceros, se le vio mermado y falto de facultades en la cara del toro. Su primero, “Buscador”, le hizo pasar las de caín. Un animal fiero y poderoso, de reservada arrancada e impetuosa embestida, que levantó la expectación de más de uno en sus asientos. Las feroces pasadas por los muslos del madrileño, fueron a mi parecer, lo más meritorio y espectacular del festejo. Hubo una tanda de derechazos, con tres ligados y una colada, terriblemente arriesgados y emocionantes. Lucha de “tú a tú”, sin trampas ni cartón, por derecho y con la vida pendiente de un hilo.  Y ahí es cuando entro en las dificultades de Aguilar en la tarde. En otro momento, estoy seguro de que le hubiera dado cera al peligroso y encastado Victorino. La sensación fue de quedarse todo a medias.

“Bosquimano” salió en cuarto lugar para hacerse el amo del ruedo. La ovación fue apabullante a su salida, a pesar de sus enormes hechuras y destartalada estructura, para nada relacionada con el toro de Galapagar. Entró con todo al caballo, sin empujar como fuera debido, y pasó sin gracia y a media altura en la muleta ya débil de Fandiño, que volvió a elaborar un trasteo sin mucho sentido. En redondo y acelerado, con dudas y ya fuera de juego, el vasco no acababa de convencer a la parroquia, que una vez más, volvía a colocarse, esta vez de forma sorprendente, de parte del burel. Palmas inmerecidas en su arrastre, y pitos de castigo para un Fandiño que sigue sin encontrar su rumbo.

Salió el sexto titular en quinto lugar, por la asistencia de Alberto Aguilar tras un fuerte choque con el primero de su lote. “Murallón” levantó ligeras protestas tras su presencia en el ruedo. Nada extrañable tras aparecer con 100 kilos menos por detrás de su hermano comilón Bosquimano. Incomprensiblemente, dicho sea, ya que su agalgada figura y hocico ratuno, era mucho más indicador de la marca Victorino. Abría mucho la cara, y estaba ligero de carnes. Fue más dócil que ninguno de sus hermanos, y hasta quiso tirar para delante por el pitón izquierdo. Los toques secos y el embarullado trasteo de Gómez del Pilar no fueron la mejor medicina para semejante morlaco. Por el derecho tuvo dos avisos desafiadores. No le gustó ni un pelo. Mal con la espada y silencio para ambos.

Sexto de la tarde. “Gardacho” de nombre. Devuelto a corrales por su falta de fuerza tras varias pérdidas de manos. Debió aguantar algo más el presidente. A la postre, era el toro que mejores manifestaciones de bravura estaba haciendo durante su lidia. En su lugar salió un engatillado toro de San Martín, que tampoco anduvo sobrado de fuerzas. A este lo mantuvo Trini, y Alberto debió agradecerlo viendo como avanzaba el festejo. “Cadencioso” hizo honor a su nombre, y desarrolló una lenta y profunda embestida por ambos pitones tras un discretísimo tercio de varas. Alberto, se gustó en una templada y poco rotunda faena de muleta. Los mejores pasajes, llegaron al natural, y sin ligazón, que cuando el material es bueno, no hace falta que sea repetitivo. De uno en uno, por derecho, templado y hasta el final. Una lástima que se cambiara de mano cuando más auge estaba recogiendo la faena. La nobleza del animal, permitieron el disfrute del madrileño, que no acabó de redondear la faena. Fallo a espadas y saludos merecidos desde el tercio.

Y esto fue todo lo acontecido en la primera corrida de la era Casas. Ante todo, destacar el estupendo ambiente vivido desde por la mañana, y la fantástica entrada que registró la plaza.

¡Adrián, no te olvidaremos!

Un saludo

Borja González

lunes, 3 de abril de 2017

ÁNGEL SÁNCHEZ Y "PAVITO" LO BORDAN EN MADRID



Foto: www.las-ventas.com

El joven madrileño pierde las dos orejas tras una excelente faena a un novillo de La Quinta. Herido de gravedad García Navarrete.



Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
Segunda de la temporada. 2 de abril de 2017.
Novillos de La Quinta, un remiendo de Rehuelga (6º) y sobrero de San Martín 2º bis para:
-       Manolo Vanegas: palmas, saludos tras leve petición y silencio.
-       Ángel Sánchez (presentación): saludos y vuelta al ruedo.
-       García Navarrete (presentación): herido en su primero.
Entrada: Más de 10.000 personas.

Ahí tienen su carta de presentación. El joven madrileño cuajó unas de las mejores faenas que se recuerdan a un gran novillo de La Quinta, de nombre Pavito, al que ovacionaron con mucha fuerza en el arrastre. Una obra casi perfecta de principio a fin, malograda con el mal uso de la tizona, que tras muchos años de espera, hubiera permitido el sueño del joven de Alcobendas.

Importantísimos cada uno de los muletazos que nos regaló Ángel Sánchez con esa prodigiosa mano izquierda. Quince naturales que fueron suficientes para levantar de sus asientos a las diez mil personas que pudimos degustar semejante belleza. Torerísimos los inicios por bajo, con una embestida suave y muy profunda de Pavito, que tuvo nobleza, codicia y clase, muchísima clase. Sin pensarlo se la mostró por delante al natural, cargando la suerte y dominando la embestida para vaciarla más allá de la cadera. Tres y el de pecho, eternos estos últimos, a la hombrera contraria. En los medios se cambió a la diestra, ligando las embestidas en el sitio, sin la profundidad lograda al natural. Vuelta entonces a la gloria, para torear aún más despacio y rematar con una trinchera exquisita. Tan solo la espada fue antagonista en semejante recital. Tres pinchazos y una entera para acabar con este Pavito de Conradi. Rotunda la vuelta con la aprobación de toda la plaza.

También importante la faena al segundo bis, un atacado novillo de San Martín, orientado a la vez que parado y descastado, al que supo dar fiesta el madrileño. Quietud de plantas, semblante serio y mando en cada uno de sus embroques. Firmeza de quien se presenta y llega preparado a una cita esencial en la carrera de cualquier torero. Templado toda la tarde con el capote, desde ese quite de presentación por chicuelinas hasta el toreo a la verónica de su segundo. Como decimos, solo falló la espada.

El aspecto duro de la tarde lleva por nombre García Navarrete. El joven de Jaén sufrió una terrible cogida al entrar a matar a su primero de la tarde. El santacoloma, certero y muy avispado, le propinó una cornada en el muslo y otra en el cuello tras encelarse con él en el suelo. El de la Quinta, mostró muchísimas dificultades ya de salida, continuos regates y hachazos que descompusieron por momentos al jienense. Un comportamiento vivo e irregular en la muleta, con más genio que casta, como toda la novillada.

Vanegas tuvo que dar muerte a cuatro de los seis novillos a lidiar. Lo más destacable de su actuación, los tres soberbios volapiés que recitó a sus oponentes. Un manejo extraordinario de la suerte suprema, con la ejecución perfectamente marcada en todos sus movimientos.

Su toreo, cargado de técnica y profesionalidad, careció de empaque y carisma para llegar a los tendidos. Correctas las formas, en ocasiones lineales en cuanto a trazo, pero vacías y frías a pesar de la diversidad en cuanto a comportamiento de sus tres novillos. Noble su primero, sin la humillación propia de la casa, pero obediente a los cites del venezolano, que alargó en exceso la lidia del abreplaza. Feo y descastado el cuarto, protestón en varas y sin fondo en la muleta. Se deslizó con buen son en las primeras tandas, pero no respondió como se esperaba cuando de verdad se sintió podido. Las cercanías de Vanegas no ayudaron en un trasteo insulso que acabó con una tímida petición de oreja. Y poderoso y exigente el remiendo de Rehuelga, que sacó el lado más lidiador del americano, culminado con unas ceñidísimas manoletinas en el tercio.

El 3 de junio volverán a verse los buendías con Ángel Sánchez. Esta vez con el hierro madrileño de Flor de Jara, lugar donde ha desarrollado toda su vida como torero. Yo, no me lo pierdo.

Novillos lidiados en la segunda de la temporada:
·         Primero. “Hurón” nº 40, cárdeno oscuro de 453 kilos (Silencio)
Mal presentado. Noble y manso, con la cara a media altura en sus embestidas.
·         Segundo. Sobrero de San Martín. “Cigarrón” Nº 59, cárdeno de 534 kilos (Pitos)
Rematado y con mucho peso. Manso en varas. Parado y orientado en la muleta.
·         Tercero. “Coletero” nº 44, cárdeno salpicado de 460 kilos (Pitos)
Justo de presentación. Protestón en varas, con mucha viveza y movilidad. Exigente.
·         Cuarto. “Fontanero” Nº 16, cárdeno bragado de 508 kilos (Silencio)
Feo y basto de hechuras. No cumple en varas y tiene corta duración en el último tercio.
·         Quinto. “Pavito” nº 92, cárdeno bragado de 460 kilos (Ovación)
Entipado y bien hecho. Excelente para el último tercio, con mucha clase y humillación. Faltó tercio de varas.
·         Sexto. Rehuelga. “Jarduo” nº 7, cárdeno bragado de 472 kilos (Silencio)
Fuerte y con plaza. Tuvo poder y exigió mucho durante toda su lidia.

Un saludo
Borja González

Parte médico de García Navarrete
Dos heridas por asta de toro, una en región cervical derecha con dos trayectorias, una hacia arriba de 15 cm. que borde glándula parotida alcanzando ángulo de la mandíbula y otra de 10 cm que alcanza suelo de la boca y base de la lengua.
Otra en tercio distal muslo derecho con trayectoria hacia atrás que rodea cara interna del fémur alcanzando región poplítea y que contusiona paquete vásculo nervioso y nervio ciático produciendo destrozos en músculo vasto interno.
Fractura tercio medio de clavícula derecha.
Erosiones y contusiones múltiples.
Intervenido quirúrgicamente en enfermería de la plaza de toros.
Se traslada a Hospital San Francisco de Asís con cargo a la Fraternidad.
Pronóstico grave
Firmado DR. GARCÍA PADRÓS.