miércoles, 29 de abril de 2015

RESUMEN DE LA FERIA DE ABRIL 2015 POR CASTAYBRAVURA



Ferrera y Mecanizado, protagonistas de la mejor faena de la feria de Abril 2015.

Foto: ElMundo

Finalizada ya la feria de Abril sevillana, hacemos un pequeño balance de lo acontecido en el coso de la Maestranza, donde se han vivido momentos para todos los gustos, con un tiempo que ha respetado, y una afluencia de público mayor que años pasados. No por ello debieran estar conformistas los empresarios, que se la jugaban un año más con la floja y benévola afición sevillana.

Una afición que ha vuelto a tambalear en cuanto a rigor y conformismo, con ausente exigencia y silenciosa protesta. Y es que en los tiempos que corren uno no debe callarse para otorgar, sino mostrar la disconformidad y el rechazo a aquello que creemos está mal hecho. Porque de nuevo hemos visto petición, aunque minoritaria de indulto a un toro incompleto, porque los tercios de varas en su mayor medida no han pasado de simulacros, porque se han consentido orejas de categoría de cuarta, mantenido inválidos en el ruedo, o hasta la devolución de un toro cuya pena máxima fue la de tener por condición marmolillo. Pidieron las dos orejas para el “bello” por ni intentarlo con el manso de Victoriano, y pasaron por alto la ovación a Alambrisco, quizás el toro más completo de la feria, seguramente por estar por encima del consentido Manzanares.

Porque si a alguien han perdonado en esta feria ha sido a “CheMari”, adoptado por los maestrantes como torero de la casa, o sustituto temporal del mismísimo Morante. Cuatro tardes invitado, y dos orejas en su haber, discutidas y regaladas según mi parecer. Y es que la neotauromaquia del alicantino cada vez está más perdida, sino tiempo al tiempo.

En el plantel ganadero la feria ha tenido numerosos altibajos, aunque ha remontado a última hora. Corridas que han dado interés como Pilar, Fuente Ymbro, Victorino Martín, Miura y Cuvillo. Otras que dieron el petardo como Montalvo, Juan Pedro, Victoriano o Torrestrella. Y dos que quedaron en tierra de nadie como Jandilla y Cayetano Muñoz. Por buena y triunfal sin duda la de Cuvillo, para salir toreando de la plaza. Encastada y con motor los de Gallardo, y sin ser completas pero con numerosos matices las de Victorino y Miura, que cerraron con emoción la feria.

En cuanto a toros individuales debemos apuntar varios nombres. “Mecanizado” de Victorino Martín, se llevó el premio de la vuelta el ruedo, algo excesiva debido a su huida en varas, dónde también apretó fijo y con riñones en dos fuertes puyazos. “Encumbrado” fue de bandera en el último tercio, una lástima que en vez de muletazos se le dieran banderazos. “Alambrisco”, segundo del Pilar, fue el más completo en los primeros tercios, y el de mejor pelea en el caballo de la feria. Una lástima que fuera desaprovechado por el consentido. “Turulato” de Fuente Ymbro y “Trapero” de Miura fueron otros dos grandes toros. Y “Flechillo” puso la emoción  que le faltó a la corrida de Parladé. Toros para cortar orejas, y que en su totalidad se fueron con ellas al desolladero.

Ferrera sería premiado con la mejor faena de la feria, para mi indiscutible, ante el gran Mecanizado. Hondura, temple, gusto y torería, fallado con los aceros. También recordaré esos dos cambios de mano del torerísimo Finito, que dejó sus personales detalles ante un gran toro del Pilar. Destaco también las dos tardes de Manuel Escribano, por su buen capote y disposición en las más duras, superior con Miura, y a medias con el encastado Victorino. Sin duda de las tardes más importantes del sevillano. El capote de Luque y Garrido también fueron de mi agrado, al igual que esa estocada mortal de Dávila Miura, que reapareció cortando la oreja del cuarto.

Por el contrario vimos muchas decepciones y alguna que otra sorpresa negativa en la feria. Manzanares se dejó ir un lote de cuatro orejas en la corrida de Cuvillo, estuvo por debajo del gran Alambrisco, y apenas pudo imponerse al manso geniudo de Victoriano. Ahora que me expliquen las condiciones de este señor para hacerse llamar figura del toreo. Por no hablar de su mano izquierda, que parece no existir en su cabeza.
El Cid no está y parece que tampoco se le espera. Las dudas en sus dos tardes fueron proporcionales a su movimiento de piernas. Pepe Moral se mostró más perfilero que nunca y Nazaré, aunque muchos lo nieguen, no para de retrasar la pierna de salida, en un toreo lineal y obligado que atisba poco futuro. Ni entraré a valorar actuaciones como las de Paquirri, Padilla, Esaú o Fandi, que lo único que hacen es quitar puestos a toreros de la talla que merece la Maestranza.

Los pocos “nuevos” que tuvieron el privilegio de pasar por la querida Sevilla no pasaron de discretos. Lama tuvo más firmeza que de costumbre, pero pecó con un lote imposible de Victoriano. Garrido mostró su buen concepto capotero, pero se vio desbordado por los nervios y un geniudo juampedro que le costó mal trago. Galván resolvió las dudas de su primero con un arrimón firme y verdadero ante el sexto Cuvillo, el de menos opciones del festejo. Ganas de verles de nuevo.

Y esto es un poco el resumen de una feria corta, predominada por el encaste domecq, y en la que se han ausentado las principales figuras del escalafón actual como Jose Tomás, Morante, Juli, Perera o Talavante. Sevilla merece recuperar la categoría que históricamente se ha ganado, y debe desarrollar de nuevo una afición silenciosa, respetuosa, pero exigente y auténtica. Deben volver las principales ganaderías y la diversidad de encastes, con su tipo de toro, pero ocupando el puesto que merecen. Y los precios deben rebajarse si queremos volver a ver tardes de lleno en esa plaza. Precios desorbitados para los tiempos que corren.

Un saludo

Borja González

lunes, 20 de abril de 2015

PUERTA GRANDE PARA ROCA REY EN MADRID (Crónica Las Ventas 19 Abril 2015)





Foto: Alvaro Marcos.

EL PERUANO HACE HISTORIA Y SALE POR LA PUERTA GRANDE TRAS CORTAR UNA OREJA A CADA UNO DE SUS NOVILLOS. VUELTA PROTESTADA PARA TOMÁS ANGULO Y PALMAS PARA DAVID DE MIRANDA



Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
Cuarta de temporada. 19 de abril de 2015.
Novillada de la Ventana del Puerto para:
-       Tomás Angulo: saludos y vuelta al ruedo muy protestada por su cuenta.
-       David de Miranda: saludos y palmas.
-       Roca Rey: oreja protestada y oreja. PUERTA GRANDE.
Entrada: Más de un cuarto de plaza (unas 7000 personas)

Nota: Según el parte facultativo, el novillero Roca Rey sufre tres heridas, una en cara posterior tercio medio del muslo derecho de 5 centímetros; otra en tercio superior cara externa de la pierna izquierda de 3 centímetros y otra de desgarro en escroto y pene, de pronóstico reservado.

Los novillos de la Ventana del Puerto:
·         Primero. “Sombreto” Nº 92, colorado de 515 kilos (Silencio)
Fuerte y cuajado. Manso, descompuesto y con la cara muy suelta. Faltó casta.
·         Segundo. “Resistemucho” N 100, negro listón chorreado de 538 kilos (Silencio)
Largo y hondo, manso y falto de casta. Nunca embistió por derecho y abajo.
·         Tercero. “Resistente” Nº 113, colorado de 525 kilos. (Silencio)
Muy guapo y serio. Embestidor, por dentro y con mucho que tocar. Manseó también.
·         Cuarto. “Niñoso”, Nº 49, negro listón chorreado de 539 kilos (Palmas)
Fijo y empujando en varas, con nobleza y despaciosidad en la muleta. Por encima.
·         Quinto. “Huracán” Nº 96, negro salpicado de 530 kilos (Pitos)
Más basto y totalmente inválido. Debió ser devuelto.
·         Sexto. Sobrero JM López. “Mayoral” Nº18, negro salpicado de 493 kilos (Palmas)
Humillador y con motor desde capote. Acabó rompiendo en la muleta, con nobleza.


Andrés Roca Rey, peruano de dieciocho años, con una vida entera por delante, y con el primer sueño cumplido, salir por la Puerta Grande de la plaza más exigente del mundo. Todo un premio a una corta pero intensa trayectoria, en la que Campuzano apostó desde un principio, como ya hiciera con el galo Sebastian Castella.

Con los muslos partidos en tres trayectorias cruzaba la puerta de la gloria, sin queja alguna, con una sonrisa de oreja a oreja, y con la satisfacción de quien se juega la vida sin medida alguna. Tres también fueron las volteretas que le propinaron sendos toros, y dos las orejas (una y una) que le valieron, guste o no, para salir por la Puerta de Madrid, la que hacía cuatro años no se abría para un novillero fuera de feria. Quizá no sea la Puerta Grande más rotunda, ya que no fueron sólidas las faenas, ni vislumbramos un gran toreo, la espada no fue su punto fuerte y el conjunto de la tarde, aún valioso y ganado no tuvo el triunfo, que si la hombría, de la gloria. Todo esto lo evitaríamos con la implantación de las dos orejas en un mismo toro. Se acabarían las dudas. Porque quizá con la vuelta al ruedo en su primero y la oreja del sexto hubieramos tenido suficiente.

Toreo firme, sin retrocesos, de verde concepto y asentada planta. Porque poco movió las zapatillas el jovencísimo peruano, solo para volar por los aires en esas terribles volteretas. Dispuesto y atrevido en los quites, de más vistosidad que ortodoxia, y fundamental en el toreo, por momentos de excesiva cercanía y mano baja. Pero Las Ventas arropó y vio justa la concesión de esa segunda oreja al sexto de la tarde, un sobrero bajo y embestidor de una ganadería desconocida, José María López, que consigue lidiar el novillo que abre por primera vez en la historia la puerta a un torero peruano.

Cortaría la primera oreja bajo protestas ante un “toro” con cuajo y seriedad de la Ventana del Puerto, segundo hierro del Puerto de san Lorenzo por la vía Aldeanueva.  Animal que tuvo sus complicaciones desde su salida, con las características propias de la casa, ya saben como se abren los Aldeanueva en los capotes. Quiso dejarlo crudo Andrés, que buscó emoción y fuerzas para el último tercio. Se plantó entonces en los medios, con la montera a modo de cadena en los pies, dejando claro que él no iba a inmutarse. Llegó entonces una gran serie de derechazos, lentos y ligados, otra más por la diestra, con el toro por dentro, acostándose a medida que avanzaban los muletazos. Por ello no tenía problemas Roca Rey, que se llevó la primera voltereta cuando muleteaba al natural. El hueco quedó abierto y el novillo hizo por él sin consecuencias. La faena entonces bajó considerablemente, con enganchones y algún que otro atropello, siempre causados por el nulo espacio que quedaba entre toro y torero. No acabó de embarcar al toro y se dejaba constantemente el brazo muy metido por lo que el toro le arrollaba de continuo. Ese gesto lo vimos también con el sexto. La estocada desprendida y el poco fuste del final de faena hicieron que las protestas sonaran tras la concesión de la oreja.

La que tuvo unanimidad fue la del sexto, en la que vimos mucho más toreo por ambas manos. Fue ante un novillo de Jose María López, que embistió y de qué manera en el capote, para luego venirse a menos y colaborar sin demasiados aprietos en la faena. De nuevo la obra con los altibajos propios de un debutante, pero con el concepto joven y natural del novillero que debe tener premio. Hubo derechazos buenos, ligados y mandados y algún natural por ahí suelto de bella factura. Mentiría si dijera que las volteretas ayudaron a calentar el ambiente, y el final torero por bajo acabó por despertar a quien no se había enterado. Media en la yema y oreja de mayor peso que la anterior.

Abría el cartel Tomás Ángulo, quien tuvo el detalle más feo de la tarde, al pasearse por cuenta propia tras horrendo bajonazo al cuarto, el mejor del encierro. El extremeño optó por aislar los mayoritarios pitos y apuntarse una vuelta a su reseña, en un acto de inmadurez y poca vergüenza torera. Lo haría tras estar por debajo de un noble y embestidor toro de la Ventana, de nombre Niñoso, casi cumplidor en varas y con fondo en el último tercio. Poco acople y ajuste de Tomás, periférico y distante, sin conjugar las buenas y nobles embestidas del bicho, que nunca se sintió podido. Cites fuera de la rectitud y pases de “pecho” dando el culo, como vienen acostumbrando. El bajonazo aún acrecentó la desaprobación del respetable, que tuvo que aguantar las boberías de cierto sector autobusero un día más. La bronca en la vuelta fue tremenda.

Con el primero no me disgustó. Se quiso hacer lidiador en los primeros tercios y mostró coraje y arrestos en la faena de muleta, donde se cobró una fea voltereta. Dispuesto y queriendo hacer las cosas bien. Los saludos ahí si que fueron merecidos tras la estocada.

Y el tercero en completar el cartel fue David de Miranda, que pasaría sin pena ni gloria en el día de su presentación. Valor seco y disposición buena en sus formas, pero demasiado brusco y acelerado en sus toques. No concuerda esa firmeza de planta con el muletazo seco y destemplado en sus dos toros. Puede mejorar y debe dar otra versión. A tiempo está y la valentía la tiene. Su primero fue un animal descastado y bruto. El quinto un inválido mantenido.

Destacar también la tarde de quites que nos han dado, continuamente replicados en casi todos los toros, variados y con ganas de competir, algo que se debe agradecer. Eché de menos el toreo de capa de toda la vida, que no pudimos ver. Me faltaron esas tres verónicas rematadas con una media que tan difícil es de realizar. Casi todos fueron por arriba, algo que sin duda no ayudó a los novillos.
Las cuadrillas pasaron desapercibidas durante toda la tarde, cumpliendo sin más con su trabajo, excepto la buena lidia de Jesús González “El Suso” en la lidia del cuarto. Los varilargueros no tuvieron mucho trabajo.

Por cierto, que se de cuenta la empresa que las novilladas funcionan cuando se traen a novilleros rodados y válidos para esta plaza. Hoy se ha comprobado. Enhorabuena para Roca Rey y para los aficionados peruanos, que hoy también se dejaron ver en la plaza. La próxima será la novillada de Javier Molina para Antonio Puerta (prepárense porque se esperan autobuses), Miguel Angel León y Amor Rodriguez que se presentará en las Ventas.

Un saludo
Borja González





lunes, 13 de abril de 2015

OREJA DE TOMELLOSO (Crónica Novillada 12 Abril 2015 MADRID)








LOS “AUTOBUSEROS” MARCAN LA TARDE EN LA TERCERA DE LA TEMPORADA.


Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
Tercera de temporada. 12 de abril de 2015.
Novillos de Sánchez Herrero para:
-       Daniel Ruedas: silencio tras aviso y silencio.
-       Jorge Escudero: silencio tras dos avisos y silencio tras aviso.
-       Antonio Linares: oreja protestada y silencio.
Entrada: Casi un cuarto de plaza.

Nota: Buena brega de Marco Galán al tercero de la tarde. En general mala actuación de las cuadrillas y pésimos tercio de varas en líneas generales.

Los novillos-toros de Sánchez Herrero:
·         Primero. “Dulcero” Nº 11 colorado de 508 kilos (Silencio)
Manso, descastado y aplomado. No valió un duro. Excesivamente atacado de kilos.
·         Segundo. “Rodillero” Nº 31 colorado de 498 kilos (Leves palmas)
Manso, embestidor y con mucha humillación por ambos pitones.
·         Tercero. “Espartero” Nº 34 negro listón de 532 kilos (Leves palmas)
Manso, flojo y noble en la muleta. Falto de casta.
·         Cuarto. “ Caminero” Nº 28 colorado de 505 kilos (Silencio)
Muy serio, con cara y aspecto de cuatreño. Descastado y aburrido.
·         Quinto. “Principe I” Nº 12 castaño de 503 kilos (Silencio)
Otro toro cuajado. Noble, manso y descastado.
·         Sexto. “ Principe II” Nº 14 castaño de 493 kilos (Palmas)
Bien presentado, boyante, con fondo y justo de casta.


Los autobuses taurinos siempre han tenido su aquel. Recordamos tiempos pasados y no tan lejanos y hasta valoramos el sentido de mover masas en apoyo a unos y otros. Los ultras de Tomelloso hoy han dado, y de qué manera, su nota en la plaza de Madrid. Con aires de creencia y hasta sabiduría se plantaban con tiempo en los bajos del sol, para decorar con banderas y colorido lo que sin duda se ha convertido hoy en la portátil de Madrid. Un sinfín de palmas y vítores a su torero, sin importarles un “cojón” donde se encontraban, pidiendo música y orejas como en Villabernardo, y con el objetivo claro de sacar a su torero por la Puerta Grande. Hasta se unían a las palmas de tango que sectores de la plaza usan como desaprobación o protesta. Nada importaba donde cayera la espada o por donde se pasara el toro Antonio, únicamente sacar el moquero y vender la moto.

Centenares de paisanos viajaban y realizaban kilómetros para ver a su “torero” en lo que era su presentación en Madrid. Una auténtica marea de personas que poblaban las primeras filas de los tendidos de sol, en busca de un buen rato y por qué no echar una ayuda a su vecino, que posiblemente la necesite para llegar a ser algo en este mundo. Porque de toreo anda escaso, pero en este país de pandereta y chuflones no me puedo esperar nada. Lo preocupante es el daño indirecto que estas personas crean en un artista, porque el todo no vale.


Problema que se acentúa cuando de 5000 personas más de la mitad no tiene ni idea de lo que es un toro bravo o una mera corrida de toros. Ahí ya debemos empezar a preocuparnos, porque quizás no estemos haciendo las cosas como se deben. Y la culpa de todo esto lo tiene Taurodelta, por confeccionar carteles sin sentido, de relleno y paja, y por echar en temporada a los abonados madrileños, que huyen despavoridos de tardes sin sentido. Hoy por mayoría ganaban ellos, y por consiguiente la oreja, guste o no, fue pedida por una mayoría. ¿Entonces de quién es el problema? ¿Hasta qué punto o límite se debe respetar la concesión de oreja por mayoría? ¿Se debe bajar hasta estos límites el nivel de la plaza?

Y no solo eso ha sido el problema de la tarde. La falta de rodaje y contenido de los tres actuantes ha sido más que preocupante. Vuelvo a afirmar que es inviable realizar tantas novilladas en Madrid porque no hay chavales suficientemente rodados como para venir a Las Ventas, y los pocos que hay por “h” o por “b” no quieren venir a Madrid, o no aceptan sus apoderados, quienes los llevan totalmente mimados. No hay escalafón suficiente para completar 20 tardes de novilladas en una plaza como Madrid, y eso es un fallo del pliego que debería modificarse. El pelotón y atasco que hay en matadores de toros si que debe ser correspondido en la capital.

Hoy la novillada salmantina ha ido sobrada en los reconocimientos. Una corrida de toros adelantada, con varios ejemplares de serio y cuajado trapío. Fachada no correspondida en casta y bravura, de la que han ido más bien suspensos. Tan solo salvo la embestida del segundo, la única con chispa y verdad de todo el encierro. No cumplieron en varas, donde fueron pésimamente tratados, y tampoco fueron sobrados de fuerzas.


En cuanto a los jóvenes Daniel Ruedas se las vio con el lote más serio y descastado de la corrida. Dos auténticos toros de plaza de primera, con seriedad suficiente como para desbancar a más de uno, integros en sus pitones y con cuajo estupendo de cabo a rabo. Dos animales que no dieron opciones al joven y pequeño Daniel, que vio como su presentación en Madrid no pasaba de discreta. Curioso el “palo” que emplea como ayuda, y las ganas que intentó imponer en su lote. El poco rodaje, la falta de autobuses y el poco material desdibujaron su tan preciada presentación en la capital.

Jorge Escudero volvía a Madrid para firmar su tercera comparecencia. Tres tardes sin triunfos ni pasajes destacados, un sinsentido que se empeñan en meternos año tras año, causado esencialmente por la falta de novilleros preparados para la altura que merece Las Ventas. Y toro tuvo, porque el segundo de la tarde fue seguramente el de más clase y motor de toda la corrida, con el “pero” de la mansedumbre mostrada en los primeros tercios, como todos su hermanos. Embestidas profundas y enriñonadas las de “Rodillero”, con el hocico por los suelos y la cabeza perfectamente colocada para el disfrute del de luces. No hubo acople, y tampoco mando, recorriéndose el platillo en más de diez minutos. Faena larga y apurada, en la que Justo perdonó el tercer aviso tras insistentes fallos con el descabello.
El quinto sería un toro simplón y de poco fondo, de mucho menos importancia que el segundo. De nuevo una faena larga y apática del vallisoletano, que no produjo el más mínimo sentimiento en los tendidos.

Negaríamos al tapar como verdadero protagonista de la tarde a Antonio Linares. Mucha culpa de ello la tuvo el séquito de palmeros que trajo consigo desde su pueblo manchego. En cuanto a su tarde obviando el resto no pasaría de discreta. Sin duda ambas faenas estuvieron marcadas por la división tan fuerte entre los tendidos, ya que mientras unos jaleaban como si no hubiera mañana, otros intentaban corregir posiciones o simplemente plantar cara al aluvión de fans que por todos medios quisieron el triunfo de su torero.
Muletazos bien citados pero horriblemente rematados, sin muñequeo ni salida, despedidos por completo, lineales y periféricos. Excesivos desplantes y miradas a los tendidos, populismo que en Madrid no vale y no cae bien. La estocada fulminante a su primero ayudó mucho en la concesión de la oreja. El bajonazo en el sexto y la mala actuación del puntillero, enfriaron la que hubiera sido otra petición de oreja. A Dios gracias que la cosa no fue a más, porque me veía poniendo candados a la puerta de Madrid.

El cabreo y alivio al caer el sexto equilibraba la pesadez de la tarde, alterada por momentos por esa afición acérrima de Linares, que tuvo la desfachatez de ni sacar a saludar al novillero tras pedirle la oreja en el cierraplaza. Imaginen hasta donde llega la afición de algunos.

Un saludo

Borja González

domingo, 5 de abril de 2015

EUGENIO DE MORA, OREJA AL NATURAL (Crónica Domingo Resurrección en Madrid)



Foto: Álvaro Marcos 


GRAN FAENA DEL TOLEDANO, QUE VUELVE A PUNTUAR EN MADRID. VUELTA AL RUEDO PARA BARRIO EN OTRA BUENA FAENA.

Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
Segunda de la temporada. Domingo de Resurrección.
Toros de Martín Lorca (1º, 4º y 5º) y Martín Escribano para:
-       Eugenio de Mora: saludos tras aviso y oreja tras aviso.
-       Pepe Moral: saludos y silencio.
-       Víctor Barrio: palmas y vuelta al ruedo tras petición.
Entrada: Media plaza.

Nota: Aplaudido Luciano Briceño por picar al tercero. También ovacionada la lidia de Jarocho.

Los toros del Domingo de Resurrección:
·         Primero. “Osado” Nº 53, colorado de 505 kilos. (Silencio)
Bien presentado. Manso, reservón pero con emoción en las embestidas. Flojo.
·         Segundo. “Limonero” Nº 69, colorado de 546 kilos (Silencio)
Terciado, manso e inválido. Nulo de casta.
·         Tercero. “Consentido” Nº 72, jabonero sucio de 510 kilos (Pitos)
Guapo y con motor en los inicios. Flojea y acaba viniéndose muy a menos.
·         Cuarto. “Quillo” Nº 15, negro salpicado listón de 502 kilos (Ovación)
Tapado por cara y pechos. Manso, noble y con boyantía. Excesiva ovación.
·         Quinto. “Humorista” Nº 12, castaño de 576 kilos (Pitos)
Un mulo con una horrenda cornamenta. Manso, descastado y vacío.
·         Sexto. “Ilusionado” Nº 65, negro bragado de 596 kilos (Pitos)
Bien presentado, muy manso y con nobleza en el último tercio.

Domingo de Resurrección en Madrid, día de oportunidades y triunfadores, tarde perfecta para salir reflotado a principios de temporada, para firmar contratos y subirse al carro del 2015. Una pena que la corrida desigual de presencia y descastada de Martín Lorca no pusiera su granito de arena en ello. Tres toreros que volvían a Madrid por méritos propios, sin enchufe alguno como viene pasando, y que nos dieron una agradable tarde de toreo, que no de toros, porque de eso hubo poco en la segunda de temporada.

Tres conceptos muy distintos pero que agradaron a la parroquia venteña. Encantó el sentir de Eugenio, esos naturales desmayados y ese cite a la distancia volvió loco a más de uno. También gustó la proyección de Pepe Moral, al que apenas pudimos ver nada. Y a mi personalmente me encantó el concepto tan puro, fresco y vertical de Victor Barrio, del que sigo esperando mucho en este 2015. Porque a pesar de la mala y floja corrida de Lorca pudimos ver toreo bueno, del que nadie discute y todos reclaman.

Eugenio de Mora volvió a puntuar, y de qué manera, en la capital del toreo. De nuevo sus años de veteranía y ese gusto personal que atesora el toledano conquistaron los tendidos más duros y exigentes del panorama taurino mundial. Madrid entera se rendía a las formas y el buen hacer de un torero que pide paso entre los grandes, porque condiciones tiene para ello, cojones para enfrentarse a lo que le echen también, y el gusto y personalidad hoy ha quedado más que demostrado.

Llegaría con el cuarto de la tarde, un toro feo y mal proporcionado de una vacada que necesita un descanso largo por esta plaza. Faena de Madrid, de torero inteligente y conocedor del gusto capitalino, el de las distancias, tiempo y formas. Porque estuvo casi perfecto en todo momento, sin obligar al boyante ejemplar de Lorca en su empiece, y luego apretando por bajo, y muy encajado por ambos pitones, al serio cornúpeta. Superiores los naturales, sentidos y rematados por bajo, sin doblar un ápice la figura, sintiendo el toreo y mandando sobre la “fiera”. Lo que es el toreo vaya. Las voces de aprobación y ánimo llegaban de lugares insólitos. “Qué natural Eugenio” gritaban del 8. “Asi, así desmayado” desde el bajo del 7. Madrid contenta, Madrid rugiendo cuando el de Toledo desmayaba la figura y templaba con un sabor distinto y puro al domecq. Grande faena y grande la oreja que cortaría, de unánime petición, de las que pesan y valen contratos.
Anteriormente dejó también detalles con el abreplaza, un serio colorado, manso y de acometida algo descompuesta. Llegó con fuerza la embestida de Osado, que pidió en todo momento mano baja y hombría. Se crecía como toro encastado cuanto más abajo colocaba la muleta Eugenio, y se paraba dudando y con miradas cuando la franela no llegaba a su hocico. Mucho que tocar e interesante lucha para abrir boca.

Barrio pudo cortar sobradamente la segunda oreja de la tarde ante el serio sexto. Animal de más peso de la corrida, guapo de cara, tocado de pitones y con hondura en su cuerpo. Manso, abanto y aburrido en los primeros tercios, donde aguantó tres señoras y fuertes varas. Fue entonces cuando Victor se plantó en el 9, para realizar una faena de asentamiento y verticalidad en apenas metro cuadrado. Sin pensárselo se dispuso a torear por derechazos, infinitamente largos y ceñidos, sin quitar la muleta del hocico del toro, para evitar su salida a tablas. Madrid se convencía y Barrio se crecía, cruzándose al pitón contrario, desafíando a toro y público, en un alarde de poder y hombría. Buscaba el sitio perfecto para la embestida del manso, que tragaba con nobleza una y otra vez. Faltó el tiempo y espacio que Eugenio, por veteranía, si dio a sus toros. El fallo con el descabello tras una espada algo suelta y la última tanda de muletazos enfriaron la petición de una oreja que por poco no consiguió.
Con el tercero apenas pudo mostrar ganas. Desde salida se quedó como un palo en el centro del ruedo, tragando las coladas del jabonero, guapo  e inválido que le tocó en suerte. La rectificación al tercio y las verónicas siguientes calentaron los tendidos, que estuvieron cariñosos en todo momento con los acartelados. Vislumbramos también buenas formas y un despacioso temple en la muleta del de Sepúlveda. El inválido “consentido” no ayudó al triunfo.

Y Pepe Moral quedó totalmente inédito en su primera de la temporada. Sorteó el lote más extremo por hechuras y completo por falta de fuerza y casta. El material fue demasiado escaso para decir algo en Madrid. No gustaron tampoco sus formas perfileras de citar al toro, pero si volvió a sorprender la facilidad con la que acaba el muletazo detrás de la cadera, y esa mano izquierda tiene mucho aún que decir. Seguro que en San Isidro, y si la suerte le acompaña, veremos a otro Pepe Moral.
Aún así dejó la mejor estocada de la tarde, fulminante. Apenas tardó diez segundos el animal en caer sin puntilla, lo que le valió el saludo desde el tercio más que merecido.

Y con esto finalizó la segunda corrida de toros en Madrid. El domingo que viene volverán las novilladas previas a San Isidro, con un encierro de Sanchez Herrero.

Un saludo
Borja González