lunes, 22 de junio de 2015

DE ESTE AGUA NO BEBERÉ (Crónica de Las Ventas 21 de Junio 2015)



Foto: Del gran JUAN PELEGRÍN


Mitad peligrosa, mitad sosa la novillada de Aguadulce. Toda ella descastada. Vuelta al ruedo para Gerpe, los detalles más toreros de la tarde.



Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
21 de junio de 2015.
Novillos de Aguadulce (1º y 3º) y José María Aristráin de la Cruz para:
-       Luis Gerpe: silencio tras aviso y vuelta tras aviso.
-       Tomás Angulo: silencio y silencio tras aviso.
-       Lilian Ferrani: silencio en ambos.
Entrada: un cuarto.

Los novillos lidiados en la tarde:
·         Primero. “Abanderado” Nº 64, colorado de 474 kilos. (Silencio)
Bien presentado, armado y de geniuda embestida. Flojo y a la defensiva.
·         Segundo. “Coronel II” Nº 10, Negro salpicado  (Pitos)
Serio por delante y escurrido de carnes. Peligroso por el izquierdo. Mucho genio en el último tercio.
·         Tercero. “Escandaloso” Nº 66, Negro bragado meano de 471 kilos (Pitos)
Corto de cuello, de fea lámina y peligrosa condición. Buscó por el derecho y se dejó por el izquierdo, siempre midiendo y sabiendo lo que dejaba.
·         Cuarto. “Cañego” Nº 1, Negro listón brago meano de 439 kilos (Silencio)
Manso, noble y con corto recorrido. Bajo de casta.
·         Quinto. “Vagoneta” Nº 8, Negro bragado meano de 488 kilos (Silencio)
Manso y descastado. Acabó parado y sin decir absolutamente nada.
·         Sexto. “Carpetita” Nº 14, Castaño de 485 kilos (Silencio)
Feo, ofensivo de cara y descastado. Se dejó por ambas manos con nobleza.


No fue el debut más deseado para un ganadero, sin lugar a dudas. Desigual y feota de presencia, con más genio que bravura, y con dificultades propias de la falta de casta, que ninguno ha sabido o podido sacar. Una novillada áspera, nada fácil por sus continuos cambios de ritmo y constantes defensas a mitad de muletazo. Tan pronto se abrían y cogían el vuelo por bajo como se te paraban y derrotaban a la altura del pecho. Esas condiciones la desarrollaron los tres primeros, que de dulces tuvieron poco. Más noble y participativa, como acostumbran a decir ahora estos del nuevo ciclo, fue la segunda mitad, con más sosería que nobleza, pero sin las malas intenciones de sus tres primeros hermanos.

Abrió el cartel el joven y a la vez veterano Luis Gerpe, que si mal no recuerdo lleva ya unas once tardes en Madrid, cuatro temporadas con los jacos, y volvió a apuntar pero no disparar, en parte por el nulo juego de sus dos oponentes. El oficio lo demostró con el flojo primero, que más que acometer se encargó de defenderse y buscar los muslos del toledano, que tiró de años para solventar la papeleta. Es cierto y volvemos a repetir que el toreo por bajo, macheteado y sobre las piernas debería volver ante estos moruchos, pero las modas parecen mantenerlo en el olvido. La estocada arriba y por derecho fue sin duda lo mejor de su actuación.

Daría una vuelta al ruedo tras una ligerísima petición (por mucho que algunos portales la transformaran en mayoritaria) en el cuarto de la tarde, el menos malhechor del encierro. Noble, de corto recorrido, pero con la mínima codicia como para seguir el trapo por derecho y sin miramientos extraños. Bonito el empiece, sacándose al burel por trincherazos, con un soberbio acople y acompañamiento. Quiso repetir el planteamiento que le valió la oreja en la pasada temporada, desmayando la figura, y metiendo los riñones, conocedor del gusto de Madrid, pero el torete no aguantó dos derechazos seguidos por bajo. Llegaron entonces los muletazos de uno en uno, algo perfilero, pero como ya decimos erguido y desmayado, sin los retorcimientos que acostumbran. Algún muletazo suelto, pero sin la consistencia necesaria para tocar pelo, ni por asomo. La estocada fue baja, y los pocos pañuelos festivaleros asomaron en los cimientos de las Ventas, que nivela cada tarde más bajo.

Tomás Angulo regresaba a la capital tras su vuelta al ruedo inventada antes de San Isidro, que no se nos olvida fácilmente. Disposición tuvo, y ganas de gustar también, pero el lote no dio para más. Peligroso a rabiar su primero, con un imposible pitón izquierdo que por poco le causa un disgusto. Estocada muy buena para lograr sacar las palmas unánimes de la afición. Su segundo sería el más parado y descastado del encierro, sin entrega ni pujanza en sus arrancadas. Tiraría de arrimón para salvar la tarde, que no quedará en el recuerdo.

Y cerraría la tarde el francés Ferrani, quien se libró de milagro de la cornada del tercero, un feo y orientado animal de Aguadulce, de feas hechuras y malas ideas, que puso en serios aprietos al debutante francés. La cogida aparentemente no tuvo mayores consecuencias y con valor y casta logró sacar naturales largos y lineales por el mejor pitón del toro.
Más perdido estuvo con el castaño que cerró plaza, con una lidia más que preocupante y un sitio que no acabó de encontrar en la cara del toro. Muleta siempre en señal de defensa, al hilo del pitón y sin embarcar templado la embestida del astifino de Aristráin. Falló con los aceros y escucho el silencio sepulcral de unas Ventas resputuosa y paciente con los tres chavales.

A destacar la bochornosa actuación del presidente Justo Polo, que saltó a la torera el reglamento cambiando el tercio con tres banderillas en los lomos, causando el enfado de las poquísimas personas aficionadas que estábamos hoy en la plaza de Madrid, inundada de nuevo por los guiris y turistas que se apropian de los tendidos calurosos y vacios de la monumental.

Desde aquí pedimos la vuelta de las nocturnas, la aparición de novilleros rodados y punteros, y la presencia de ganaderías de renombre. Los inventos para las plazas de tercera.
Taurodelta, escuchen a la afición y déjense de cuentas.

Un saludo

Borja González

MARTÍN ESCUDERO, SOBRADO EN SU ENCERRONA




Foto: Jose Luis Barral

Buena dimensión de Escudero en su encerrona de Las Rozas. Vuelta al ruedo a un gran novillo de Victorino Martín, con polémica incluida.


Plaza de toros de Las Rozas.
20 de junio de 2015.
Novillada a beneficio de la Asociación Española Contra el Cancer.
Novillos donados de Baltasar Ibán, Victoriano del Río, Adolfo Martín, Jose Luis Iniesta, Zacarías Moreno, Victorino Martín y El Torreón, para:
-       Martín Escudero: oreja, oreja, saludos, oreja, silencio, dos orejas y rabo y palmas.
Entrada: menos de un cuarto.

Los novillos lidiados fueron los siguientes:
·         Primero. Ganadería Baltasar Ibán. “Santanero” Nº 58. (Palmas)
Impresentable. Chico, terciado y sin pitones. Flojo y nobletón.
·         Segundo. Ganadería V. del Río. “Carterista” Nº 84 (Palmas)
Feo como el solo, avacado, bizco del izquierdo. Manso, noble y embestidor.
·         Tercero. Ganadería Adolfo Martín. “Chaparrito” Nº 18 (Ovación)
Cuajado, bizco y bien presentado dentro de lo que cabe. Encastado y humillador por ambos pitones.
·         Cuarto. Ganaderías Jose Luis Iniesta. “Marismeño” Nº 17 (Silencio)
Feo, pequeño y terciado. Noblote y falto de casta y fuerza.
·         Quinto. Ganadería Zacarías Moreno. “Misterioso” Nº 36 (Silencio)
Corto, sin cuello y ofensivo de cara. Apagado y descompuesto en la muleta. Falto de casta.
·         Sexto. Ganadería Victorino Martín. “Plantador” Nº 31 (Vuelta al ruedo)
Guapo, bravo y de gran final en la muleta. Mucha clase, recorrido y humillación. Superior por el izquierdo. Buen novillo.
·         Séptimo. Ganadería El Torreón. “Alentado” (Palmas)
Bonito, cerrado de cuerna y de buenas hechuras. Noble y con opciones por ambos pitones.


Lo veníamos anunciando tiempo atrás, David tiene fondo de torero, valor seco y concepto puro y entregado. Frialdad en sus muletazos, largura en cada uno de ellos, y una mano izquierda para recordar y esperarla.

Tuvo el gesto de encerrarse con hasta siete novillos de forma benéfica, sin llevarse un duro, por y para ellos, y a falta de una semana para su gran cita, el día de su alternativa, que tendrá lugar en Soria, de la mano de Sebastián Castella y Miguel Angel Perera.

La novillada tuvo la parte negativa en los tendidos, con apenas un cuarto cubierto, lo que hizo que la tarde fuera fría a pesar del sofocante calor que pegaba en la periferia madrileña en la tarde de ayer.

En conjunto estuvo verdaderamente sobrado con los animales. Fácil de capote, resolutivo en las lidias, y con mucho asentamiento en la muleta, tirando realmente bien de los cornúpetas, acertando en terrenos y tiempos, y sacando faena a los siete novillos que hoy fueron donados por los ganaderos, algo que también es de valorar y tener en cuenta. Intermitente con la espada, con más eficacia que ortodoxia, y realmente bien al natural, con ese pellizco que tanto nos recuerda al gran José Tomas. Aunque como es lógico queda mucho camino por andar.

Salió en primer lugar un novillete horrendo y chico de Baltasar Ibán, con unos nauseabundos pitones sospechosamente manipulados, de nombre Santanero, burraco de capa. Petrificados nos quedamos con la presentación bochornosa del burel, con el miedo de poder vivir una auténtica becerrada. Trámite en varas y calentamiento de escuela en el último tercio, con el ibán perdiendo las manos y topando con trote cansino y boyante en la muleta de David. Estocada entera y orejita para el de Galapagar.

Guapo tampoco fue el de Victoriano del Rio, de nombre “Carterista”, avacado, chico y tremendamente bizco del izquierdo. Manseó en varas, y se aculó en tablas cuando le clavaros los garapullos. Aún con esas acometió humillado por ambos pitones a la muleta baja de Escudero, que consiguió grandes naturales en esta ocasión. El animal, muy humillado, por momentos quiso coger la muleta con el pitón de fuera, afeando las embestidas. Estocada desprendida y algo atravesada y de nuevo oreja de Las Rozas.

La seriedad vino con el Adolfo, “Chaparrito” de apodo, cuajado y serio, algo bizco también. Salió entre la ovación del público, rematando en burladeros y humillando una barbaridad. Bueno el recibo capotero, poderoso, genuflexo y ganando siempre terreno. Discreto en varas y encelado en el capote del subalterno, pero siempre con la virtud de arrastrar el hocico por el ruedo. Llegaría entonces la faena de mayor dificultad de la tarde, y quizá la que más le valga de cara a un futuro. Corto en los terrenos y poco a poco logrando alargar la embestida del animal, que se vino abajo antes de lo esperado. Ganó enteros Martín cuando retrasó la muleta, logrando así acabar el muletazo muy detrás, ya que el animal no iba sobrado de recorrido. Muy buenos los naturales, con algún parón que otro, bien aguantado. El fallo con la espada le impidió cortar lo que si hubiera sido una oreja de ley.

Iniesta nos regaló un animalejo feo, terciado y de gacha cornamenta. Empujó fijo en la primera vara y acabó desentendido en la faena, sin clase y entrega. Escudero tampoco dijo demasiado en este cuarto. Aún asi cortaría la oreja, tercera de la tarde.

En quinto lugar salió un apretado y serio novillo de Zacarias Moreno, de la rama Daniel Ruiz. Corto, sin cuello, apretado y con delanteros y astifinos pitones. Se dejó en varas y llegó con la cara muy suelta a la muleta, sin llegar a humillar y con las fuerzas más que justas. Disposición y poco más.

La tarde iba decayendo, pero de repente salió el Victorino que tanto le va a servir al toricantano. Guapo de verdad, fino de cabos, bizco del izquierdo y entipado por la rama santacolomeña. Salió como bravo y se lastimó el pitón que llevaba bizco al derrotar de forma espectacular con las tablas, tras el relance del recibo capotero de Escudero. Las protestas llegaron para pedir el cambio y el pañuelo verde asomó desde ese balcón a modo de presidencia, quien de forma irresponsable no supo llevar como dios manda el control del espectáculo. Fue entonces cuando parte del público protestó de nuevo la decisión del presidente, queriendo ver al Victorino, que apuntaba grandes maneras, y entonces asomó de nuevo el moquero del cambio de tercio para la sorpresa de muchos. Es cierto que el animal lo llevaba fracturado, pero apenas se apercibía. Y la verdad que ganamos con el cambio, porque vimos una buena pelea en varas, sacando al jaco hasta los medios, y un fondo y clase en la muleta estupenda, por ambos pitones, superior por el izquierdo, donde vimos grandes y profundos muletazos. La faena fue algo intermitente, quizá faltó un poco de rotundidad a mi parecer, pero tuvo momentos muy buenos de veras. Estocada entera algo delantera, y máximos trofeos para el novillero. Vuelta al ruedo para “Plantador” Nº 31 de Victorino Martín.

Y no solo con eso quiso regalar el séptimo de la tarde, de la ganadería del Torreón, quizá el mejor presentado por cuajo, y lámina del encierro. Colorado de capa, abrochadito de cuerna, bajo y bien comido. Llegarían aquí los mejores naturales de la tarde, por despaciosidad, temple y mando, rematados detrás de la cadera, cargando la suerte y dejándosela muy bien en la cara. Una pena que el trasteo fuera algo desigual y que pinchara la faena, pero las tres horas pesaron y mucho.

Y esto fue todo lo que vivimos en Las Rozas. Un Martín Escudero listo y preparado para el paso de la alternativa, muy seguro y rodado, con una muñeca izquierda para seguir y con las ganas de verle con el toro serio. Las condiciones del cuatreño creo que le van a ayudar en su toreo.

Un saludo
Borja González