lunes, 2 de mayo de 2016

PREVISIBLE ACONTECIMIENTO (CRÓNICA 1 MAYO EN LAS VENTAS)



FOTO: Juan Pelegrín.

Soporífera novillada para abrir el mes de mayo. Silva cae herido al cortarse entrando a matar al primero.



Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
1 de mayo de 2016. Primera de la miniferia de la Comunidad.
Novillos de Conde de Mayalde para los diestros:
-       Miguel Ángel Silva: silencio tras dos avisos en el único que mató.
-       Clemente: silencio, silencio y silencio.
-       Álvaro García: silencio tras dos avisos y silencio.
Entrada: más de un cuarto de plaza (7.000 personas aprox)

Novillos lidiados en la primera novillada de Mayo:
·         Primero. “Escultor” , Nº 40, castaño salpicado de 479 kilos (Ovación)
Buen novillo para el último tercio, pronto, alegre y boyante. Buen pitón derecho. Manseó en varas.
·         Segundo.”Hechicero” Nº 14, castaño de 475 kilos (Silencio)
Flojo y algo descoordinado, bajo de casta y obediente a los toques.
·         Tercero. “Joyero II” Nº 29, negro listón de 480 kilos (Silencio)
Noble y justo de fuerzas, aquerenciado y sin emplearse en los primeros tercios.
·         Cuarto. “Segurito”  Nº 6, castaño de 537 kilos (Silencio)
Flojo y descastado, manso en varas y sin empuje en el último tercio.
·         Quinto. “Estafador” Nº 7, castaño de 484 kilos (Silencio)
Bien presentado, manso y apagado en el último tercio al recortar distancias. Recibe tres varas.
·         Sexto. “Joyero I” Nº 18, negro de 538 kilos (Silencio)
Bien presentado y apretado de carnes. Manso, descastado y aburrido en la muleta.

Abríamos en la tarde de ayer un mes entero de toros, con un gran ambiente en la plaza, más de un cuarto de aforo, distribuido por todos los tendidos, gradas y andanadas, las cuales se adornaban con guirnaldas y escudos varios de la Comunidad en memoria de aquel glorioso 2 de mayo. Tarde calurosa al sol y fresca en sombra, azotada con golpes de viento que dificultaron en parte la labor de los insignificantes novilleros que ayer se daban cita en Madrid.

Herido resultó el gran Miguel Ángel Silva, de estatura descomunal, por el primero de Mayalde, el que fue sin duda el mejor novillo de la tarde. Bajo de cruz, cómodo de cara y con un fondo exquisito para la faena de muleta. Cientos de muletazos, primero en los medios, posteriormente cerrado en el tercio, culpable el viento, necesarios para no conseguir crujir los cimientos de Madrid. Faena de derechas, larga pero no profunda, con distancia en los primeros cites, cuando el cornúpeta acometía alegre y pronto al leve bamboleo del extremeño, al que se le fue sin duda un caramelo irrepetible. Se cortaría la mano al entrar a matar, pinchando y deslizando la palma por el filo de la espada, acabando así su presencia en la tarde. Ovación en el arrastre al pequeño castaño.

Clemente volvía a Las Ventas de la mano de Zuñiga, y no por méritos propios, todo sea dicho. El veedor de la primera plaza del Mundo eligió la tarde de hoy para el reencuentro del francés con la afición capitalina. La conexión volvió a ser nula y prueba de ello los tres silencios como tres soles que le recetaron tras finalizar sus anodinas, aburridas y lineales faenas a tres novillos descastados, nobles y obedientes del hierro de Finat. Lo mejor sin duda fue el uso de la espada con sus dos últimos oponentes.

Cerraba el cartel el madrileño Álvaro García, natal de San Sebastián de los Reyes y curtido en la zona madrileña con hasta 19 novilladas y 29 orejas en su haber. Incoherencia con lo realizado en el ruedo, mostrando inseguridad y pocas ideas delante de la cara del toro. Le costó un mundo hacer faena a su primero, y no por las dificultades de este. Dudó en infinitas ocasiones y no mostró nunca una estructura en su trasteo, constantes pruebas, excesivas para quien quiere ser torero. Larguísima labor, superada por los 15 minutos reglamentarios, que perdonó Justo Polo al no asomar el tercer y justificado pañuelo con la orden de enviar de nuevo el novillo al corral.
Con el quinto (corrieron turno por la lesión de Silva) volvió a mostrar carencias de oficio y técnica. Fue este un animal más agarrado al piso que su primero, le costó romper hacia delante por falta de casta y poder. Álvaro volvió a mostrar más defectos que virtudes. Quizá no era el momento para presentarse en Madrid.

Esto fue lo poco o nada que aconteció en la primera novillada del mes de Mayo en Madrid. Una novillada con muy poquita casta y con alta dosis de bobería, a la que no vimos ni un mal gesto, ni una mirada de desaprobación o defensa, de ataque innato. Un desfile de animales a los que adivinabas ya de salida su condición y lidia, sin sorpresa, sin altibajos, vulgares y aburridos. Aunque para muchos haya sido una “buena novillada”, por eso de valer para el toreo lento y suave, de clase y enjundia.  Allá ellos.

Nos vemos en la Goyesca.
Un saludo

Borja González