lunes, 13 de julio de 2009

OREJA PARA SALDIVAR



Los fuertes ataques que está sufriendo la Fiesta de manos de los antis y de cierta clase política no merece otra cosa que una fuerte reacción de manos del aficionado. Se preguntarán por qué toda esta perorata y ¡muy bien que hacen! Ante este tipo de ataques poco podemos hacer, pero sí que podemos y debemos luchar contra los ataques que está sufriendo la Fiesta desde dentro.

Nuevamente y tras la aberrante concesión de la prórroga a Taurodelta nos obsequian con una infumable primera parte de la novillada de Antonio Palla en la que debieron ser devueltos, sin excepción, los tres novillos sin que el presidente oyera una sola queja, sino de motu propio. El ínclito señor Muñoz Infante, el mismo que la semana pasada devolviera cuatro novillos (que debieron haber sido más), se ha pasado las protestas de los aficionados (que no público) por el forro de sus caprichos y no ha devuelto un solo inválido. Siempre nos quedará la duda si el señor presidente o los asesores han sido mal “aconsejados” a tal efecto, al menos a mí me queda porque lo de hoy no es normal.

Tres primeros novillos con total inválidez para soportar si quiera un simulacro de lidia así que no me voy a dignar en hablar sobre ellos o lo hecho ante ellos. La primera plaza del mundo no merece este espectáculo y no voy a unirme a este simulacro de Fiesta. En calidad de aficionado me merecen respeto tres chavales que se están jugando el tipo pero , desde mi localidad y con el derecho que tengo como pagano que pasa por taquilla, tengo que recriminarles a ellos y a todos los que lo hacen (es decir, casi todos o todos) contribuir a este tipo de fraudes y hacer creer a los espectadores que hay animales dignos de una plaza de primera cuando a todas luces es un engaño manifiesto. Así pues me niego en rotundo a hablar de la primera parte de la novillada, espero que cunda el ejemplo.

Dicho esto, hablaremos de la segunda parte del festejo. El cuarto fue el mejor animal de la tarde, un toro que empujó, y se le dejó empujar, sobradamente en la primera vara pero que no cumplió en la segunda. No se lo vamos a recriminar porque en esa única vara se esforzó más que la mayoría de los toros que han pasado por Las Ventas esta temporada, a quien sí que se lo tenemos que recriminar es a Miguel Luque por no sacarlo antes del caballo. El toro, a pesar de presentar cierta flojedad y de alguna que otra reverencia, tuvo casta y movilidad en el último tercio y mostró las enormes carencias de este novillero, un chico que debería tomar el camino del retiro y dejar paso a gente con más futuro. Es así de triste decirlo pero hay que ser fiel a lo que uno piensa.

Arturo Saldívar es un chico mexicano con una técnica bastante variada de capote y que puso ganas ante un quinto que estuvo un punto por debajo del cuarto de la tarde pero que se prestó al triunfo. Hubo pérdidas de pasos, toreo acelerado y adornos cara a la galería, el espadazo fue efectivo e hizo rodar rápidamente al novillo lo cual hizo que el mayoritario público populista le concediera una oreja que debió quedarse en una vuelta al ruedo como premio a las ganas de este muchacho. Engañarle con la concesión de una oreja que no debió ser tal puede dar lugar a que más adelante la devuelva con creces, espero no sea el caso.

Luis Miguel Casares no ha terminado de entender al sexto, otro novillo que se ha dejado hacer aunque fue a menos. No tuvo muy claro en qué zona del platillo central tenía mejores posibilidades de triunfo, se le ve con cierta seguridad delante del toro pero anda muy amanerado y, curiosamente, se conoce todos los trucos del toreo del escalafón superior. Toreo bastante despegado, abusando del pico y fuera de cacho. Esperemos que su padre, Justo Benítez, le lleve por el camino del toreo puro.

En cuanto a los de plata destacar a Domingo Navarro, aunque bastante desacertado con la puntilla, y fue muy grato volver a ver a Tomate de Jerez, un subalterno honrado, de hechuras muy parecidas a El Formidable, que estuvo atento a los quites y puso un buen par pese a haber errado en el anterior.

J.Carlos

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