lunes, 21 de marzo de 2011

DOS OREJAS DE PESO PARA CERRAR FALLAS






Plaza de Toros de Valencia. 9º de Feria. Con algo más de media entrada, se han lidiado seis toros de Adolfo Martín, impecablemente presentados, desiguales de comportamiento, en general, faltos de fuerzas y justos casta.
Rafaelillo: Silencio y silencio.
Tomás Sánchez. Oreja tras aviso y ovación tras dos avisos.
Alberto Aguilar. Silencio y oreja.




De la corrida se pueden decir muchas cosas y no todas falsas ni contrapuestas entre sí, porque de todo hubo. Casta, sí; bravura, algo; mansedumbre, apuntes; trapío, SÍ; falta de fuerzas, también. Como siempre que sale el toro, nadie se aburre. Lo que ocurre en la arena pasa a tener toda la atención del respetable que se olvida de pipas, músicas, vecinas de tendido y distracciones varias, para centrar su atención en el albero. No se puede decir que el encierro que ha mandado D. Adolfo haya sido nada del otro jueves, pero ha mantenido el interés del personal y ha dado mucho valor a sus actuaciones.
Lo que sí se puede destacar de la corrida ha sido la extraordinaria presencia de los astados. Toros bien hechos, entipados, serios, limpios de pitones, con edad, trapío y leña para pasar un invierno en Molina de Aragón. Cinco cárdenos y un entrepelado (no sé dónde ha visto el mangarrián que ha hecho el resumen del apartado mañanero seis entrepelados) que han hecho las delicias del aficionado en cuanto a belleza y ejemplo del toro bravo.
Por su parte, la terna ha estado con ganas, salvo en lo que respecta a Rafaelillo que ha desentonado con lo que suele ser él y los compañeros de cartel que, aún acusando lo poco placeados, han estado en su sitio con mucha dignidad y buenas maneras en ocasiones. Tampoco conviene olvidar las pésimas lidias que han recibido algunos toros, la falta de ganas de hacer las cosas bien y de lucir los toros en el caballo. Con esto salimos perdiendo todos, pero hay algunos que no lo quieren ver.
Vamos con el resumen de los toros.

1º) Sevillano, Nº 83, 512 kilos. Muy bien presentado, cárdeno claro, precioso. Ovación de salida, como era de prever. Entra al relance a dos puyazos en los que se duerme y no empuja. Flojo, descastado, soso y sin romper. Trotón, chochón, ni carne ni pescao. Lo que no debe ser un Albaserrada. Rafaelillo tampoco ha hecho mucho por estar bien con él, pero el toro no valía un real. Sin querer pasar, sin terminar de romper, sin celo ni codicia. Este no es el toro que queremos ver, D. Adolfo. Terminó con él Rafaelillo de un pinchazo hondo y dos descabellos. Silencio para el toro.

2º) Aviador, Nº 70, 493 kilos. Cinqueño. Muy bien presentado. Con edad. Ha saltado al callejón y ha hecho cosas de toro viejo (como ha dicho Adolfo) pero yo creo que no de manso. Ha caído mal, se ha dañado la mano y sangraba por la nariz. En varas, normal, pelín flojo. Toma al relance dos varas traseras de Manolo Montiel. Acusó la caída. Se vino a más en banderillas (buena actuación de Domingo Navarro y Paco Senda) y acabó encastado, con buen viaje, emoción y bastante recorrido cuando se le bajaba la mano. No era la tonta del bote, era un toro que pedía el carnet, que se dice. y, como buen Saltillo, no admitía más de 40 pases. Así que a partir de un momento a empezado a protestar. Hay que ver cuando el toro te pide la muerte, que decía Andrés Vázquez a raíz de la lidia de Baratero. El toro ha tenido una bella muerte encastada con una estocada delantera, casi golletazo, que se ha tragado aculado en las tablas de la contraquerencia. Ovación para el toro. Oreja para Sánchez que estuvo muy firme y honrado pero por debajo del Albaserrada.

3º) Baratero, Nº 54, 495 kilos. Muy bien presentado. De reata conocidísima y hechuras impolutas. Muy flojo de salida, saltó en el mismo sitio que su hermano (¿coincidencia?), cuidado en varas –toma dos picotazos sin empujar- y con mucha nobleza y calidad. Hizo amago de venirse arriba y querer arrancarse de largo, pero se quedó en nada, Se paró, escarbó y se acabó defendiendo por su falta de fuerzas. Justísimo de raza. Una decepción que no hace honor a su estirpe. Aguilar le intenta provocar, pero dice Baratero que verdes las han segado. Era un toro que, aún cuidándolo, no iba a durar más de lo que duró. Aún así, lo que son las cosas, terminó tragándose la muerte más allá del tercio en el 7. Bella muerte encastada la que tuvo Baratero. Silencio para ambos.

4º) Repollito Nº 14, 541 kilos. En tipo más ybarra. Cinqueño. Feo de cara, de mazorcas gordas y con poco pitón. No sé porqué Adolfo, teniendo a dos toros de sobreros (Sombrerero y Marinero), echó a este por delante. En fin. Muy bien picado, en el sitio, metiendo cuerdas fácil y midiendo el castigo El toro tomó las dos varas empujando bien, con la cara abajo y arrancándose alegre al caballo. Inválido, descoordinado y descastadísimo. Al iniciar el trasteo de muleta, por alto, se derrumbó enterito y no tuvo ni ganas de levantarse. Y el murciano tiró por la calle de en medio. A tomar viento a la farola. Y lo pasaportó, tras gresca con el tendido y con un peón. Posteriormente, en las declaraciones al Plus, Rafaelillo dio a entender que el toro ya perdía una mano de salida y que confiaba que se lo iban a tirar para atrás. Tanto, que le preguntó a un peón cómo era el sobrero. Total, que el de Murcia terminó más cabreado que una mona con el subalterno, con el personal y con todo Dios. Pitos para el toro.

5º) Carpintero, Nº 2, 523 kilos. Bien presentado, sin tantas exageraciones, pero muy bien hecho. Hace las cosas bien de salida. Humilla, se emplea y parece con más gas que los hermanos. Es picado en los riñones por Nicolás Montiel, que rectificó para picarlo trasero (hay que joderse). Aún así, el toro aguantó bien y se vino arriba en banderillas, donde volvió a destacar Domingo Navarro (TORERO). El toro pide sitio a voces, quiere distancia, separación y, en vista de que Tomás Sánchez no se lo da, protesta y se separa él. Toro encastado, a más, con un buen pitón izquierdo. Nos quedamos sin verlo apenas, pero apuntó a toro de verdad, con las dificultades propias de la casta. En un descuido se lo echó a los lomos y se libró de la cornada merced a la nobleza de Carpintero. Terminó descompuesto y violentado el toro por la cogida. Aprendió lo poco que no sabía y se terminó el asunto. Otra muerte encastada la que tuvo Carpintero. Palmas para el toro y ovación para Tomás Sánchez que estuvo digno y firme otra vez, pero por debajo del toro.

6º) Revoltoso, Nº 93 532 kilos. Cinqueño largo, que cumplía los seis en abril. Este toro estuvo en los corrales de Las Ventas en mayo de 2010 pero fue rechazado por falta de trapío. Lo que hay que ver; unos días los vacunaperros de Madrid se ponen exquisitos con un corridón de toros para, 12 horas después, dejar pasar, con más manga ancha que la toga de un juez, una corridita afeitada y falta de todo trapío del encaste de elimina todo lo anterior.
Muy bien presentado, cornipaso, astifinísimo, muy en Saltillo. También saltó al callejón en la zona de sombra. El toro tiene la cualidad de ir siempre muy humillado. En varas, toma dos traseras en las que empuja con la cara arriba y termina cabeceando. Algo justo de fuerzas, se crece en banderillas y termina con buen viaje, nobleza y recorrido en la muleta. Se acopla bastante bien Alberto Aguilar y consigue estimables tandas. Como no es la borrega tonta a la que están acostumbrados las figuras y no quiere tandas largas, el toro protesta y se va orientando. Al final termina cogiendo a Alberto Aguilar, propinándole una cornada en la espinilla que sangra abundantemente. En un gesto de vergüenza torera, se mantiene en pie, pálido, y logra pasaportar a Revoltoso tras pinchar. Otro toro que muere con la boca cerrada y de forma encastada. Palmas para el toro y oreja de torero macho para Alberto Aguilar.

En resumen, final interesante para una Feria de fallas en la que destacó, en el plano ganadero, la corrida de Fuente Ymbro, un par de toros del Capea y un par de Albaserradas. En lo artístico, lo dejo a su elección: estética sin contenido de Manzanares, una tanda de naturales del Cid, la firmeza de Perera o los toreros machos de hoy.


Luis Miguel Rodríguez.

1 comentario:

jesus aranda dijo...

Tomas desde luego has tenido casta y bravura lo que algunas estrellas sus oleadores pasan de estan gaaderias, ojala esta actuacion te de el puesto que te han ido negando suerte y como dice "al toro". Jesusd aranda de Rocafort el autor de la cronica al parecer nada mas de ha acordado de Rafaelillo. no te preocupes tu aficion te sigue.