"TERRIBLILLO" . UN ESPECTÁCULO DE NOVILLO EN MADRID. (4ª de la temporada)

Foto: Las Ventas.com



Plaza de toros de Las Ventas
3 de abril de 2011 (4ª temporada) . Menos de un cuarto.
Novillos de Nazario Ibañez para:
- Luis Miguel Casares: silencio y silencio tras aviso.
- Jimenez Fortes: silencio tras aviso y división tras aviso.
- Raúl Rivera: silencio tras aviso y vuelta al ruedo tras petición y aviso.

No hubo orejas pero pudo haberlas a montones. Novillada con muchas posibilidades de Nazario Ibañez que vuelve a dar la cara en Madrid. Los de encaste nuñez salieron en tipo, guapos de cara y con remate (quitando por completo al inválido segundo, que fue la oveja negra de la novillada).

Madrid se volvió loca con el quinto de la tarde, “Terriblillo” de nombre. Colorado de capa, de bonita y ofensiva lámina, bravo en el caballo, a más y noble en la muleta. Una joyita de la cabaña brava desaprovechada por un intermitente Jimenez Fortes.

La tarde fue totalmente apática. Ni se calcula lo que pudo caer en dos horas y 20 minutos que duró el festejo. Agua y más agua que no impidió la lidia tras el buenísimo aspecto del ruedo venteño, que una vez más demuestra sus buenos cuidados. A ello contribuyó la poquísima entrada que hubo, sumándole la tanda de autobuses que trajo el debutante Raul Rivera, al que jalearon de principio a fin.

Abría el cartel Luis Miguel Casares, hijo del que fuera matador de toros Justo Benitez. El primero de la tarde llevó por nombre “Traficoso” de 488 kg. Bien presentado, suelto de salida y sin emplearse en varas. El novillero estuvo enganchado con el capote y muy picotero con la muleta, pasándose de faena ante un toro sin fondo. Apenas tuvo el bicho dos tandas por el izquierdo, con una acometida agresiva y muy por bajo. Debió aprovecharlas Luis Miguel pero no acabó de acoplarse con el utrero. Estocada tendida y silencio.

El cuarto en cambio fue todo un toro de Madrid. “Fundareto” nº 64 de 526 kg. Negro chorreado, ofensivo, con dos leños, corto de cuello y con mucho cuajo. Un pavo al que hubo que tocar las palmas, algo que no se llegó a realizar. Fue este un novillo complicado, que desde un principio avisó sus malas intenciones por el pitón derecho, quiso adueñarse de la plaza y consiguió estar por encima del joven novillero. Suelto en varas y brusco y seco en sus embestidas, aunque tardaba en arrancar. Fortes fue volteado de forma muy fea tras un quite por chicuelinas. El animal le avisó de nuevo por el diestro, y a la segunda voló por los aires sin consecuencias. Entró hasta cuatro veces al peto y llegó aun asi con peligro y casta a la muleta. Tomó muchas ventajas el maño, basando toda la faena por el pitón izquierdo, recordemos que el diestro era imposible. El animal tuvo recorrido, raza y humillación si se colocaba en el sitio y se le ganaba la partida. Luis Miguel quiso bajarle mucho la mano, algo positivo, pero siempre desde el fuera de cacho, por lo que el animal tardaba en demasía. Se complicó a la hora de matar y recibió silencio.

Raúl Rivera era el tercero del cartel y se presentaba en Madrid esa misma tarde. Decir que es un novillero muy festivo y popular. Vamos, un fandi toledano. Se llevó un lote para salir por la Puerta Grande y no supo consolidar sus faenas, vacias en sentimiento, toreo y verdad. No le podemos negar las ganas e ilusión de triunfo, ya que se vio que quiso dar todo, pero para ser grande en esto faltan muchas mas cosas.
Su primero (tercero de la tarde) fue Salerón Nº 47 de 512 kg. Negro aceptable de presencia, manso y encastado y noble en la muleta. Prisas en su lidia, acelerado con el capote y mal picado en varas. En banderillas fue prendido en el tercer par de banderillas, de dentro a fuera, asomándose al balcón y de que manera, tanto que no tuvo salida alguna. Recibió una cogida feísima, prendido del pecho y suspendido por momentos en el aire. Todos nos esperábamos lo peor, pero salió sin consecuencias. Con la plaza entregada tras el susto inició una faena desigual, falto de torería con pases y más pases sin sentido alguno. Muy jaleadas las tandas por sus autobuseros, para nada merecidas. Carecieron de empaque, profundidad y torería. Tras un pinchazo hondo en el sitio quiso descabellar rápidamente buscando la eficacia y la posible oreja, pero asi no vale Raul. Para una oreja en Madrid debe haber una buena estocada, y tu no hiciste. Por ello armó una escabechina hasta que se deshizo del mismo.
El sexto era todo una estampa. “Pocaplanta”, berrendo para algunos, ensabanado para “otros”. Nº 11 de 531 kg. Un tacazo de novillo. Recuerdo que así se llamó otro gran novillo lidiado en Madrid hace dos años por Javier Cortes, quien le hizó un faenon en el tercio del 7. Este también tuvo sus cosas buenas. Metió la cara de forma espectacular en el capote, planeando, yendo largo y humillado por ambos pitones. Se le quiso hacer las cosas bien en varas, yéndose el varilarguero más allá de la Puerta de Madrid como tanto pedimos los aficionados, pero luego no supo picarle en ninguna de sus dos entradas. Banderillas pueblerinas (una de ellas muy cuadrada) y faena de nuevo vacia absolutamente ante un novillo de oreja. Animal que fue a todos los cites, por bajo, mejor por el diestro, y que se quedó sin torear. Se le pidió una oreja inmerecida y Cesar estuvo bien al no concederla. Aun asi dio una vuelta de nuevo por su cuenta, algo que se están acostumbrando a hacer los novilleros de hoy en dia. ¿Qué ganarán? La estocada caída no merece vuelta al ruedo.

Jimenez Fortes fue sin duda el mejor de los tres novilleros, al que veremos en San Isidro. Aun asi se dejó un toro de lio muy gordo. Quizas de los mejores novillos que han saltado a Las Ventas en los últimos años.
Su primero fue un animalejo invalido y descoordinado que debió ser vuelto a corrales tras las fuertes protestas de Madrid. “Angustiadillo” tuvo mala presencia, terciado, largo, avacado, sin trapio ni fuerzas. Mostró invalidez y descoordinación en los cuartos traseros aunque parece que los veterinarios hicieron oídos sordos.
“Quince veterinarios, quince” gritó un conocido aficionado venteño.







Por contra se llevó el bombón de la tarde. “Terriblillo” Nº 15, colorado bragado meano, de 525 kilos. Delantero de cuerna, con cuajo y buena presencia, cara de bravo, alzada y pechos de cuatreño. Vimos a un novillero seguro con el capote, dando unos lances muy buenos a la verónica en los mismos medios, echándole adelante la capa, rematando atrás y acompañando con todo el cuerpo. Sin duda era lo mejor de la tarde. Nos dejó ver al novillo, y dejó al bicho a una distancia considerable para que se arrancara con todo al caballo, siendo picado bajo y trasero. El animal derribó al castoreño en una buena pelea en varas. La segunda fue de menos recorrido, pero de nuevo realizó una arrancada explosiva, con los cuartos traseros, humillado y a galope. Quisimos una tercera pero Cesar y Fortes cambiaron de tercio. Con la muleta le llegaron las dudas al malagueño y no pudo hacerse con él. Debemos decir que no puso complicación alguna. Le dio distancias desde un principio y el animal fue con alegría, humillando y yéndose larguísimo por el diestro, repitiendo y siempre a galope. Que preciosidad de embestida. Fortes con buen concepto, quiso quedarse en el sitio pero le despedía hacia las afueras y se quedaba totalmente descolocado para el siguiente, perdiendo ligazón y compacidad la faena. Al natural lo hizo algo mejor pero el novillo era demasiado. Con qué clase se deslizaba, como hacia el avión por los dos pitones, como se arrancaba. Un lujo para torero, ganadero y afición. Cuando se fue a por la espada vimos de nuevo la bravura del animal, como se arrancó desde las lejanías en cuanto movió la muleta el novillero. Cerró bien la faena, por alto y con buenas trincheras. Falló a espadas y recibió algun que otro pito tras dejarse ese manjar.

Esperemos ver más novillos como este Terriblillo todo bravura y clase.
Enhorabuena al ganadero

Un saludo
Borja Gonzalez.