Foto: Arjona
Quinto deplorable encierro en Fallas y
toreo caro del riojano
Plaza de toros de
Valencia. Feria de Fallas 2015.
Quinta de abono. 17 de
marzo.
Toros de Alcurrucén para
los diestros:
-
Juan José Padilla: saludos tras aviso y
saludos.
-
Miguel Abellán: vuelta tras petición y
silencio.
-
Diego Urdiales: saludos tras aviso en
ambos.
Entrada: Media plaza.
Los
toros de los Lozano fueron los
siguientes:
·
Primero. “Sucesor” Nº 101,
negro listón girón de 550 kilos. (Silencio)
Manso y justo de casta. Mal lidiado y poco
aprovechado.
·
Segundo. “Rompecharcos” Nº
54, berrendo en colorado de 536 kilos. (Leves palmas)
Guapo de lámina, manso y embestidor en la muleta.
Humilló mucho.
·
Tercero. “Flautista” Nº 24,
negro listón de 555 kilos. (Silencio)
Terriblemente manso y descastado. Se dejó en la
muleta, con feas embestidas.
·
Cuarto. “Clarinete” Nº 3,
colorado bragado de 550 kilos. (Pitos)
Precioso de hechuras y entipado. Enfermo e
incapacitado para la lidia.
·
Quinto. “Barbito” Nº 114,
colorado bragado de 541 kilos. (Leves pitos)
Manso y poderoso en las telas, con fuerza y motor.
No acabó de entregarse.
·
Sexto. “Escribano” Nº 92,
castaño chorreado de 575 kilos (Pitos)
Grandón y pesado, manso y reservón. No valió un
duro tras pararse en varas.
Nota: La corrida manseó en
extremo y recibieron buenas varas todos ellos. Sin duda la corrida a la que más
se ha pegado en esta feria.
Qué poco le hizo falta a Diego Urdiales para poner
a todos de acuerdo. Con qué poco se conformó el riojano para desplegar todo un
recital de toreo pulcro y asentado. Faena de quilates a un marrajo de los
Lozano, que ni con esas rompió de verdad para delante. Naturales soberbios al
ralentí ante el berrido de los valencianos, que comprobaban la torería tan
escondida y machacada de este veterano torero, que nos hace confiar y salir
para delante ante tanta mediocridad.
Once tardes le valieron en 2014 para doctorarse como
uno de los predilectos del aficionado. Once tardes de esfuerzo y entrega, tres
en Madrid y todas ellas ante toros serios y encastados, o por lo menos sobre el
papel. Porque a Urdiales le sobran motivos para pelear con los de arriba, ya
que tiene la torería suficiente como para plantar cara al mismísimo Morante, lo
que hace falta es tener los bemoles de enfrentarse cara a cara a este león
riojano, quien tiene las cosas demasiado claras. Hasta el mismísimo Curro
Romero nos avisaba del poder de este torero. Otros como Talavante o Juli
afirmaban por las redes sociales que no se puede torear mejor. ¿Qué diablos tiene
que pasar para que este señor esté en todas las ferias? A mi que me lo
expliquen.
Corrida de nuevo pésima la lidiada en Valencia. Mansa, descastada y muy
acobardada. Encierro de bellos pelajes y fuertes hechuras, cómoda de cara pero
con años de seriedad y cuajo. Corrida que no cumplió en varas y que resultó muy
dispar en la muleta. Tan solo el segundo mostró las virtudes del buen nuñez, el
que rompe y transmite en la muleta. Lo demás fue una “lozanada” en toda regla, cuyo
ganadero se mostraba satisfecho con el resultado. ¡Qué poca dignidad!
Abría la tarde el ciclón de Jerez como llaman
algunos. Padilla volvía a estar
anunciado en un cartel de primera, como si su toreo mereciese tales reales. Anduvo
lamentablemente mal con el primero, entre mantazos y carreras, sin temple
alguno, y con la técnica marrullera de sus épocas pasadas. Cuadró bien en
banderillas al cuarto, antes de que muriera fulminado en los medios, sin
opciones para el triunfo. El torero se mostró contrariado ante la inoportuna
reacción del burel.
Abellán volvía a tierras del
Levante tras su triunfo en Julio, donde salió herido y victorioso. No tuvo la
suerte de aquel día, y tampoco estuvo a la altura de las circunstancias. Despegado
y ventajista anduvo con el primero, al que consiguió meter en la canasta,
tirando de veteranía y técnica, acertando en terrenos y distancias. Falló el
espacio creado entre toro y torero, y por consiguiente la falta de emoción en
los tendidos. Pudo aprovechar mucho mejor al berrendo, que acabó embistiendo
largo y humillado por ambos pitones. La petición fue insuficiente y la vuelta
unánime.
El quinto sería el más complicado de esta
descastada corrida de Alcurrucén. Animal con motor y muchas complicaciones, que
no fueron solventadas por el madrileño. Embestidas desiguales y comprometidas
del colorado, y de nuevo poco ajuste de Miguel, que fue consciente de que la
cosa no rompía.
Urdiales mostraría los mejores
momentos de las Fallas hasta lo que llevamos. Ligero y poderoso con el capote,
saliéndose a los medios por verónicas. Tranquilo y despacioso en la lidia, y
totalmente artista con la muleta, con una colocación estupenda, y un trazo de
muletazo prácticamente insuperable. No hizo falta la ligazón para llegar a los
tendidos. Naturales de carteles de toros, sencillez y armonía perfecta en cada
uno de los cites, suaves y acompañados. Una delicia de faena abrochada con
destellos por bajo. La espada dejó la faena sin oreja.
Ante el sexto fue imposible. Parado de salida y
deslucido a más no poder. Aún así pudimos vislumbrar algún que otro muletazo
sentido y profundo. Porque recuerden, no hay cosa más sentida en el toreo que
la naturalidad, y Urdiales va sobrado.
Sevilla se perderá a este torero pero las tres
tardes en Madrid apuntan muy alto. Ojalá haya suerte porque la plaza estará con
él.
Un saludo
Borja González.
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