Foto : Álvaro Marcos
Mansa
y descastada novillada de Sanchez Dalp.
Madrid. Plaza de toros de
Las Ventas.
Primera de la miniferia de
la Comunidad. 1 de mayo de 2015.
Novillos de González
Sánchez –Dalp y Puerto de San Lorenzo (1º bis) para:
-
Juan Miguel: silencio tras aviso y
silencio tras aviso.
-
Clemente: saludos y silencio
-
Alejandro Marcos: saludos tras aviso y
palmas tras aviso.
Entrada: Casi un cuarto
(Unos 5000 espectadores)
Nota: Palmas para los
picadores Alberto Sandoval y Oscar Bernal.
Los
novillos lidiados en la tarde
fueron:
·
Primero. Sobrero del
Puerto. “Cardilisto” Nº 39, Negro de 530 kilos (Pitos)
Regordío, manso y con genio. Tuvo mucho que lidiar
y torear.
·
Segundo. “Chalino” Nº 99,
Negro de 470 kilos (Silencio)
Poco fondo y casta. Manso y muy venido a menos
tras sangrar mucho.
·
Tercero. “Chalapo” Nº 91,
Colorado de 512 kilos (Palmas)
Feo, noble y con la casta muy medida. Cómodo para
la muleta.
·
Cuarto. “Carabinero” Nº
87, Colorado bragado meano girón de 506 kilos (Silencio)
Muy manso y descastado, con embestidas desiguales
y descompuestas.
·
Quinto. “Pobrecito” Nº 89
Colorado bragado meano corrido girón de 496 kilos (Silencio)
Fuerza y casta justa, manso y desfondado. Otro
animal feo como él solo.
·
Sexto. “Pitorro” Nº 79,
Negro listón chorreado de 514 kilos (Silencio)
Más entipado, flojo y con la cara muy suelta. Se
vino abajo pronto.
Tarde anodina y de bajo contenido en la capital
española. Una novillada aburrida, mansa y descastada de Sanchez Dalp daba el
pistoletazo de salida a un mes cargado de festejos taurinos. El maratón mundial
del toreo, como bien anuncia Manolo Molés, está a punto de partir, y el
prolegómeno no ha podido ir peor.
Novillada fea de hechuras y caras, baja de casta y
mansa a rabiar. Juan Miguel deambulando por la plaza, Clemente aburriendo hasta
las ovejas, y la esperanza charra convenciendo a la parroquia. Porque si los
decibelios tuvieran recompensa Alejandro ganaría por goleada, llevándose los
mayores reconocimientos de la tarde, sin ninguna duda.
El salmantino aprovechó la bonanza de su primer
oponente para gustarse en el ruedo madrileño, donde el empaque y desmayo
apuntaron cotas altas en el trasteo. Faltó también ajuste y mando, remate y
cuajo, pero sobraron los detalles toreros por ambas manos, al igual que el
salir de la cara del novillo. ¡Qué difícil sentirse torero hoy en día!
Y perdonen mi falta de rigor o criterio, pero me
puede el toreo sentido y verdadero, el de riñones y compás, naturalidad y
relax. Porque es raro ver a un chaval de veintiún años realizar un toreo
distinto a la moda. El “juli” se lleva, y lo vulgar también, pero parece que ni
con esas han convencido a Alejandro, que supo y bien a donde venía.
Estuvo alegre y variado con el capote, donde ya le
pegó un buen susto el segundo de la tarde, y tremendamente tranquilo con la
muleta, como si fuera la octava vez que pisaba el temible escenario venteño. Su
poso y relajo fueron la medicina de los muchos desalmados que tarde a tarde
acudimos a la capital, a ver como un recital de jóvenes quieren pero no pueden
llegar a los corazones de esos “talibanes”. Y es que cuando das lo que uno pide
no te queda otra que rendirte. Pueden achacar el ceñimiento e incluso el toreo
lineal del charro, pero no me pueden negar que tiene materia prima. Porque
cuando uno puede llegar a ser torero se ve, y se siente, y esos dos cambios de
mano no los hace cualquiera, ya se lo aseguro yo. Hubo de todo en esa faena,
derechazos ajustados, otros despedidos, naturales descompasados, otros
reunidos, pases de pecho de cabo a rabo, otros enganchados. Subibajas propios
de quien empieza. La espada fue sin duda el punto negro de la intermitente
faena al tercero. Con el sexto ratifiqué mi opinión. De nuevo gusto en sus
ejecuciones, ganas de llegar al público por su colocación en la cara del toro y
tres naturales ya en el tercio de gran trazo y profundidad. Ganas de verlo de
nuevo, sin duda alguna.
Juan Miguel volvía a Madrid tras cortar una oreja el pasado año a un
novillo de Cascón. Apático, acelerado y ausente se le vio durante toda la
tarde, sin llegar a plantear faenas a sus dos mansos oponentes, que tuvieron
más que sacar.
Al primero, un sobrero del Puerto, le amargó a
base de muletazos sinsentido, enganchados y lineales, con la constancia de la
pierna retrasada y el poco respiro entre tanda y tanda como para ahogar al
atanasio, que acabó por tomarse un respiro antes de la suerte suprema recorriéndose
toda la plaza sin oposición alguna.
El variopinto cuarto humilló a las telas del
madrileño cuando le vino en gana. Manso a rabiar y despistado en sus salidas,
por momentos invertidas. Echó la persiana antes de lo previsto, y tras un
desarme y algún sonido de viento se deshizo del bicho.
Clemente se presentó en Madrid con
“Chalino”, un torete bajo y astifino de Manolo González. Aburrió mucho en sus
trasteos, con más mentiras que verdades, tirando de pico y berreando más de la
cuenta. Toreo helado, lineal y mecanizado, refrendado con dos estocadas eficaces
y de corto resultado. Los saludos en su primero fueron más que regalados.
Y esta fue la tarde del 1 de mayo en la capital,
donde gracias a dios volvimos a ver dos buenas suertes de varas. Primero las
del jovencísimo Alberto Sandoval,
que dio una lección de cómo mover al caballo y dar los pechos en la suerte de
varas. Oscar Bernal, picando al
sexto, dejó dos buenos puyazos arriba. Todo esto gracias a que Alejandro nos
dejó ver los toros en el caballo.
De nuevo hay que lamentar auténticos desastres de
la afición de Madrid, como las palmas en el arrastre a algún torete descastado
y/o manso, o la ovación tras picar al relance. Por esto y mucho más, ¡Que
llegue San Isidro!
Un saludo
Borja González
1 comentario:
Estimado Borja,
Hemos publicado su artículo en el Facebook de la Peña Taurina de Alejandro Marcos, https://www.facebook.com/penataurina.alejandromarcos
Le agradecemos sus comentarios.
Como ya sabrá Alejandro volverá a torear en Las Ventas el 28 de junio.
Un saludo,
Carlos Díez
Pte. Peña Taurina Alejandro Marcos
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