Foto: Alvaro Marcos
Nueva
oreja protestada para Miguel Abellán. Corrida decepcionante de Parladé
Madrid. Plaza de toros de
Las Ventas.
8ª de feria de San Isidro
2015. 15 de Mayo
Toros de Parladé para los
diestros:
Miguel Abellán: oreja protestada y
división.
Miguel Ángel Perera: palmas tras aviso y
silencio tras aviso.
Iván Fandiño: silencio y saludos tras
petición y dos avisos.
Entrada: Lleno de “No hay
billetes”
Nota:
Fuerte
ovación para Máximo García Padrós en el brindis de Miguel Abellán.
Irregular
el criterio de Javier Cano en la presidencia, concediendo una oreja de petición
rigurosa a Miguel Abellán y aguantando como un jabato la petición en el sexto
de la tarde.
Los
toros lidiados en el día del patrón fueron los siguientes:
·
Primero.
“Facilón” Nº 37, Castaño de 527 kilos (Palmas)
Bien presentado, noble y
embestidor. Algo parado.
·
Segundo. “Triguero” Nº
106, Castaño de 590 kilos (Silencio)
Poco
picado, suavón y falto de casta. Llego aburrido a la muleta.
·
Tercero. “Fisgador” Nº
102, Colorado de 515 kilos (Silencio)
Corto y algo escurrido. Noble, sin picar y a la
defensiva. Descastado.
·
Cuarto. “Fanfarrio” nº 77,
Negro listón bragado axiblanco de 605 kilos (Ovación)
Más hondo y alto que sus hermanos. Noble, boyante
y justo de casta.
·
Quinto. “Histrión” Nº 18,
Colorado de 590 kilos (Silencio)
Alto, cuajado y falto de casta. Manseó y no
humilló en la muleta
·
Sexto. “Jirivilla” Nº 26,
Negro listón bragado de 580 kilos (Ovación)
Muy bien presentado, encastado e importante en sus
embestidas. Noble.
Continúan
las rebajas en la capital del toreo. El cetro venteño sigue bajando el nivel de
la feria a marchas forzadas, sin freno alguno, y ante la sorpresa y protestas
de un mínimo sector, que vuelve a ser vapuleado y criticado por la gran mayoría
de periodistas y turistas que hacen de las Ventas un punto fijo de su ruta
taurina.
Hoy
de nuevo se ha repetido la historia. Disposicón, ganas, tres muletazos sueltos
y buenos, estocada arriba y oreja para sorpresa de muchos tras petición no
mayoritaria de los tendidos. Abellán se alzaba asi con la séptima oreja de una
feria que apunta números altos, porque parece ser que lo único que importa
llegado el día 7 de junio es tener el mayor número de trofeos en las
estadísticas, sean o no despojos pedidos por un sector populista y festivalero.
¿Dónde
narices han quedado las famosas y conseguidas vueltas al ruedo de Madrid? ¿Dónde
está ese premio que para muchos era considerado hasta más importante que una
simple oreja? ¿Dónde señor? Preocupa que en una semana hayamos visto SIETE
orejas y cinco de ellas hayan sido fuertemente protestadas. Y mi pregunta es
¿Acaso alguien se acuerda de algún pasaje de ellas?
Y
a Dios gracias que la faena al cuarto cayó por su propio peso, tras los peores
pasajes que recuerdo al madrileño en Madrid. Ventajista a más no poder,
periférico y distante, pasándose al toro lejos, muy lejos, y rematando las
tandas con horrendos pases de pecho, con el culo para las afueras y el brazo
extensible, para buscar la largura, que no la profundidad del muletazo. ¡Qué
manía han cogido!
Una
faena que causó la división más fuerte de este san Isidro, con los tendidos partidos
en su totalidad. Por un lado los que le importa poco cómo y por donde se pase
al toro. Por otro lado los que pedimos una mínima verdad en esto del toreo.
Porque a todos nos han enseñado que al toro hay que fajárselo y rematarlo
detrás de la cadera, con naturalidad y elegancia, verticalidad y cadencia. Si
eso es lo que han visto a Miguel Abellán
apagamos, cerramos el chiringuito y nos vamos cada uno a nuestra casa. Y que no
me pongan la excusa del viento, que hoy molestó en exceso. Las formas de
colocación y la pureza no deben esconderse por mucho vendaval que hubiera.
Y
nos jode, porque en su primero si vimos al Abellán que todos queremos. Porque
es un torero capaz de torear bien, pero llega el momento de ligar y nos
volvemos todos locos, olvidándonos de los principios básicos del toreo. Sitio,
medio pecho, mando, verticalidad y encaje. Tres naturales mandados, rematados
detrás de la cadera, donde se rompen los lomos y donde de verdad ruge Madrid.
Tres hicieron falta, más una estocada efectiva, para llevarse la oreja
protestada de la tarde. Toda una constante. Pero que me den mil veces a este
Abellán y no al del cuarto.
Perera volvía a Madrid tras ser
declarado máximo triunfador del pasado ciclo de san Isidro. Lo hacía en su
primera de las tres comparecencias que tiene para este año. Y las cosas no
pudieron acabar peor. Dos bajonazos en sus reseñas y apenas unas palmas de
consuelo al terminar con su primero, un castaño desfondado y boyante que no
acabó de animar a la parroquia. Toreo pausado, descargado y perfilero del
extremeño, que apenas se dejó enganchar, tirando de temple y veteranía. La
tarde no pasará a la historia de Miguel.
Fandiño casi llega a
reencontrarse con su plaza en el sexto de la tarde, un serio y precioso veleto
de Parladé, recibido como a su anterior toro a porta gayola. Llegaron a pedir
la oreja al de Orduña, aunque ahora si Javier Cano anduvo en su sitio, y no
atendiendo a la petición minoritaria de los asistentes se negó a sacar el
moquero. Faena intensa en sus inicios, con dos tandas mandonas y de mano baja
por la mano derecha, tragando las miradas y con la pata adelante en el primer
cite. Bajó el tono con el izquierdo, por descompuesta y afeada la tanda, y
subió de nuevo por unas ceñidísimas y arriesgadas bernadinas. El pinchazo con
voltereta incluida y el posterior estoconazo, entrando por derecho, dejaron el
buen sabor de boca en la afición madrileña.
No
fue asi en el tercero de la tarde, un colorado bajo y apretado de carnes de la
ganadería de Parladé. Toro que fue poco picado, y que llegó a la muleta con
sosería y poca importancia. Las cansinas arrancadas de Fisgador no atisbaron
las emociones y disposición del vasco, que no acabó de sentirse delante de la
cara del toro.
Por
cierto, que la corrida de Parladé fue toda una decepción. Bien presentada y
comida, poco picada en varas y simplona en la muleta. Destacaron primero,
cuarto y sexto por nobleza y posibilidades en el último tercio. Los tres
aplaudidos en el arrastre. Ni punto de comparación con la pasada y triunfadora
de 2014 vaya.
Esto
fue todo lo que ocurrió el día de San Isidro. Mañana toca descanso con la
corrida de rejones y el domingo vuelve una de las ganaderías en mejor momento
de la actualidad, el Montecillo. Esperando que de el juego del año pasado.
Por
último destacar el bonito gesto de Miguel Abellán al Doctor Padrós, que recibió
la ovación más cerrada de la tarde en el brindis de su primer toro. Gracias
Máximo!
#FuerzaFortes
Un
saludo
Borja
González
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