Foto: Álvaro Marcos
Pésima
corrida de Carriquiri. Cornada al confirmante Leonardo San Sebastián, que no
estuvo a la altura.
Madrid. Plaza de toros de
Las Ventas.
Tercera de la miniferia de
la Comunidad de Madrid. 3 de Mayo de 2015.
Toros de Carriquiri para
los diestros:
·
Curro Díaz: saludos con leves
protestas, saludos y silencio en el que mató por Leonardo (sexto de la tarde)
·
Sergio Aguilar: silencio tras aviso y
saludos.
·
Leonardo San Sebastián
(confirmación) : silencio
y herido en el sexto.
Entrada: Más de un cuarto de plaza.
Nota:
-
Leonardo
San Sebastián confirmó su alternativa seis años después con el toro “Jaboncillo
I”, Nº 30, de la ganadería de Carriquiri.
-
Corrida
a la que apenas se ha pegado en varas. Simulación total.
Los
toros de Doña María Briones fueron los siguientes:
·
Primero. “Jaboncillo I”,
Nº 30, Negro listón chorreado de 545 kilos (Silencio)
Manso, sin emplearse y con bondad en la muleta.
Apenas le pudimos ver por la incompetencia de su matador.
·
Segundo. “Jabatón”, Nº 34, Negro listón de 578 kilos
(Silencio)
Manso, inválido y descastado. Debió ser devuelto
por falta de fuerzas.
·
Tercero. “Mirasoles” Nº
43, Negro listón chorreado de 520 kilos (Pitos)
Manso y malo como el solo. Sin picar, orientado y
con guasa.
·
Cuarto. “Jaboncillo II” Nº
43, Colorado de 567 kilos (Pitos)
Manso, poco picado en varas, sin fondo y de nula
casta. Acabó parado.
·
Quinto. “Flamenco” Nº 37,
negro chorreado de 596 kilos (Silencio)
Leves protestas por su cerrada cornamenta. Manso,
suavón y sin chispa. Aburrió y se paró demasiado pronto.
·
Sexto. “Rompedor” Nº 1,
Berrendo en colorado de 570 kilos (Silencio)
Manso y sin picar, con más transmisión y viveza
que sus hermanos.
Leonardo San
Sebastián,
guipuzcoano de treinta y cinco años, e hijo, por mucho que quieran ocultar, del
presidente vasco Justo Polo. Hijo legítimo que, tras seis años de alternativa,
y con el impresionante bagaje de dos festejos en 2014, quiso presentarse, por
vete a saber que méritos, en la plaza más importante del mundo, en la que sale
el toro serio, en puntas, y donde exigen la preparación necesaria que merece un
coso y una afición de tal categoría.
El enchufe y los intereses estaban más que
conocidos, y su imagen y tauromaquia era toda una sorpresa para los pocos
aficionados que hoy, tras la tremebunda tarde del 2 de mayo, aparecíamos por
los aledaños del barrio madrileño de Ventas. Y es que, para sorpresa de muchos,
esta confirmación ya se conocía desde ¡Septiembre del año pasado! ¿En qué
cabeza cabe?
Para tal cita se anunció una corrida de Carriquiri, de encaste nuñez, y de no
muy buen bagaje en Madrid en los últimos años. Corrida bien comida, desigual de
alturas y hechuras, y totalmente descastada. Vacía en contenido y de poco
fuelle en la muleta, dónde acabaron defendiéndose y parándose en su totalidad.
Ninguno acabó rompiendo en la franela a pesar de que Curro y Sergio estuvieron
la mar de bien con ellos.
El de Linares, Curro Díaz, se sintió ya de salida con el segundo de la tarde, con
dos verónicas despaciosas y llevadas, al igual que en ese empiece tan torero
que acostumbra, de empaque y categoría, con un derechazo superior y encajado
que sintió la plaza. La falta de casta y la constante defensa de Jabatón
impidieron que la faena cogiera vuelos, con las fuerzas mínimas para mantenerse
en pie. Los saludos desde el tercio fueron más que consentidos.
Con el cuarto, un hondo colorado de apodo “Jaboncillo
II”, nos regaló tres naturales de la marca “Curro”. Cargando la suerte, despaciosos
y rematados detrás de la cadera. Una lástima que el toro careciera de motor y
casta, porque esos dos obligados acabaron por destrozarle y pararse. Ovación,
ahora si, unánime tras una gran estocada.
Sergio
Aguilar
está para volver donde merece. Una sola corrida en 2014 muestra la injusticia
de este mundo taurino, lleno de chusma e intereses personales. Porque si
alguien merece estar en las principales ferias es el madrileño. Concepto PURO,
sin tremendismos ni gilipolleces, seriedad y compromiso, entrega y una mano
izquierda para dibujar muletazos de puerta grande. Trazo largo, hondura y
templanza, que hoy apenas pudimos vislumbrar, debido al nulo juego de sus dos
toros.
Tremenda la cogida, sin consecuencias, de su
primero. Un manso orientado, descastado y avispado, que a punto estuvo de
cornearle cuando, desde los medios, y con un viento del copón, se disponía a
muletear y mandar sobre las embestidas del manso. Una pena que el toro acabara
orientado y rajado ante la perseverancia y carácter del siempre frio Aguilar.
Buenas formas con el abrochado y grandón quinto,
de noble y descompuesta embestida. Y de nuevo se repitió la historia. Toreo
poderoso, de mano baja y obligado recorrido, y nulo consentimiento del burel,
que falto de casta no lograba llegar al final del muletazo sin derrotar y
pararse. Y es que la corrida no permitió el toreo puro, por falta de bravura y
casta.
Muchas ganas de volver a verlo, porque esa mano
izquierda debe tener sus oportunidades, al igual que tienen muchos otros sin
capacidades ni virtudes para llegar a ser grandes en este mundo tan complicado
de entender.
El confirmante Leonardo San Sebastián acabó en enfermería tras un tropiezo en
terrenos de chiqueros con el mansurrón y precioso berrendo sorteado en sexto
lugar. El animal, hacia querencia, embistió con saña infiriéndole una profunda
cornada en el muslo derecho, por lo que no pudo matar su segundo toro en
Madrid.
Anteriormente vimos un auténtico desastre con el
primero, sin el sitio y el mando que todo torero debería conocer o saber.
Descompuesto y tirante con el capote y sin clavar los pies en la muleta,
totalmente fuera de sitio y descomponiendo las embestidas del animal, que a
Dios gracias no le puso en aprietos en ningún momento. La paciencia del público
comenzó a agotarse a medida que la tarde avanzaba. La actitud no era la
adecuada, y la falta de ganas cansó a más de un espectador, que recriminó con
justicia el puesto ocupado, de forma injustificada por el veterano donostiarra.
¿A quién debemos culpar de este terrible desastre? ¿Acaso no se debe venir
preparado y toreado a Madrid?
Y a todo esto Nazaré, Cortés, Garrido,
Jimenez, Ortega, Fernando Adrián, Juan Leal, Damián Castaño… y un largo
etcétera, esperando en casa a que les llegue su oportunidad, la que no mereció
Leonardo, simplemente por ser hijo de quien es.
¡Hasta
dónde hemos llegado!
Esto fue el cierre de la más que interesante
miniferia de la Comunidad, que deja como huella la tarde del 2 de mayo, y esa
doble puerta Grande que más de uno hoy seguía recordando en los tendidos. Esta
es la grandeza y verdad de la fiesta, y por eso tardes como la del sábado toman
grandeza e importancia.
Un saludo
Borja González
Parte médico de Leonardo San Sebastián
No hay comentarios:
Publicar un comentario