VUELTA AL RUEDO PARA TITO
SANDOVAL, DAVID ADALID, FERNANDO SANCHEZ Y MARCO GALÁN CON UNA MALA CORRIDA DE CUADRI.
Madrid. Plaza de toros de
Las Ventas.
Feria de San Isidro 2013.
24ª de abono.
Toros de Celestino Cuadri
para :
-
Fernando Robleño: silencio
y división.
-
Javier Castaño: saludos
tras aviso en ambos.
-
Luis Bolivar: silencio en
ambos.
Entrada: Lleno
Vuelta al ruedo para la
cuadrilla de Javier Castaño en el quinto (Tito Sandoval, David Adalid, Marco
Galán y Fernando Sanchez)
Los
toros de Cuadri:
·
Primero. “Jabato” Nº 38
negro de 628 kilos.
(Parado, descastado y sin fondo) PITOS
·
Segundo “Ebanista” Nº 35 negro de 592 kilos.
(Descastado y soso en caballo, dejándose en la
muleta, noble y buen pitón izquierdo) PALMAS
·
Tercero “Puntero” Nº 51
Negro de 529 kilos.
(Inválido de atrás, debió ser devuelto) PITOS
·
Cuarto “ Brigada” Nº 33
Castaño de 565 kilos.
(Encastado, con poder y sin ver en muleta y
caballo. Tapado) DIVISIÓN
·
Quinto. “Pilarico” Nº 49
negro de 620 kilos.
(Noble, con movilidad y ciertas opciones en la
muleta) PALMAS
·
Sexto. “Aragonés” Nº 4
Negro de 622 kilos.
(Descastado, noble y soso. Le faltó poder y raza) SILENCIO
Momento
inolvidable para todos los presentes a esta tarde del 1 de junio de 2013.
Vuelta histórica y exclusiva para una cuadrilla que despertó todo un San
Isidro. Vuelta a la reivindicación de la lidia completa en Madrid, porque es lo
que queremos todos y cada uno de los aficionados que nos sentamos más de un mes
en ese cemento incómodo y duro de la plaza de Las Ventas.
Que
lluevan las críticas, que hablen lo que quieran, que nos llamen de todo, qué
mas da… lo importante es que esa tarde toda una plaza estuvo de acuerdo en
saltarse el esquema habitual de una corrida de toros. Y es que, cuando uno se
salta el guión previsto, porque algo le ha emocionado y llegado ¿Qué importa lo
que te digan después?
Todo
ocurrió en ese quinto toro, con el cúmulo de buenas sensaciones que nos dejaron
en la corrida de Adolfo y en el segundo de esta tarde. Tito Sandoval volvía a
bordarlo a caballo, Galán pausado y templado corría la mano estupendamente en
la brega de Pilarico, y Adalid y Sanchez ponían patas arriba el manicomio en el
que se había convertido Las Ventas. Bendita locura!!! Porque es cierto que los
pares fueron mejores en otras tardes, y que el tercio de varas no fue redondo
por la poca casta del cuadri, pero esa vuelta es merecida por el conjunto de
las dos tardes, por las complicaciones de hacerlo antes dos ganaderías muy
complicadas para lidiar… y al que le joda, que aguante.
Porque
hacía muchísimo tiempo que no veía una plaza tan entregada. Juraría que la
última vez fue con la despedida de otro grande, el fantástico y torerísimo Luis
Francisco Esplá. Lágrimas en los ojos de muchos, pelos de punta, gritos de “torero”
“torero”, una sensación de volver décadas atrás… sensacional sin más. Para mi,
el mejor momento de la feria.
Y
eso que la corrida de Cuadri salió muy por debajo de lo esperado. Fue una
corrida tremendamente bien presentada, baja en casta, sin fondo y vacía de
bravura. Una decepción tanto para el ganadero como para la afición, que la
esperaba con ansia.
Tan
solo me gustó ese famoso Brigada, toro con historia ya en Madrid, al que
esperábamos como si de un actor famoso se tratase. Salió de chiqueros y sonaron
las palmas para él. Un señor Cuadri castaño y serio por donde le miraras.
Parado y buscando de salida, con algún que otro regate, y empujando con casta y
fuerza aunque a media altura en el peto, siendo amasacrado en la segunda vara. Robleño le tapó por todos lados,
ahogando y sin dar sitio a un animal con poder y fuerza. A mi parecer nos
quedamos sin verle. La fea estocada fue merecedora de pitos.
Es
cierto que no hemos visto al Robleño de otras tardes. Muy encimista tanto con
los cuadris como con los de escolar de principios de feria. Pasó sin decir nada
en sus dos tardes y aunque no tuviera lote estamos acostumbrados a verle bregar
y luchar con toros importantes. Mala feria para el madrileño.
Su
primer toro fue un cuadri largo como un tren, soso y bajo de casta, que protestó
como pocas veces se ve en esta ganadería en el caballo. Parado y sin romper en
la muleta, abreviando para alivio de todos.
Bolivar también pasó sin decir
mucho por Madrid. San Isidro que se jugaba en esta única tarde, ganada a pulso
tras su buenísima actuación con ese Comino en Castellón.
Todos
esperábamos de nuevo un buen encuentro entre el colombiano y los cuadris,
aunque poco interesante pasó.
Su
primer toro, tercero de la tarde, fue un animal lesionado de la pata
trasera izquierda. Al parecer toda la plaza lo vio menos el presidente, que
hizo caso omiso a las protestas de la gente, si, aquellos que pagamos por ver
un espectáculo integro.
El
sexto fue otro animal muy bajo de casta, que no se empleó en varas, y
que resultó hasta nobletón en la muleta, picotera y ventajista del colombiano.
Castaño en cambio se llevó el
lote más potable de la corrida. Debido quizás y casi seguro a sus buenas lidias
llegaron con nobleza y posibilidades a la muleta. Qué importante es saber
lidiar a un toro dios mio.
Su
primero, “Ebanista”, un señor toro, se dejó y bien por el pitón izquierdo,
yendo largo y humillado. Salió parado de chiqueros y no logró avivarse en el
peto, donde le dieron más bien poco. Tras una buena lidia de Galán y un
sensacional par de Fernando Sánchez (superiores a los de David) llegó con
nobleza y cierta boyantía a la muleta. Excesivamente cerrado en el tercio y con
demasiadas cercanías se desarrolló la faena de muleta. Me hubiera gustado ver
al toro más abierto y con terreno de por medio. Para mi el toro tuvo más que
torear.
El
quinto fue el toro de la locura, aunque este no pasara de mediocre y
descastado. Fue un bicho con movilidad y muy bien tratado en todo momento, lo
que favoreció a que llegara con son y obediencia a la muleta de Castaño, que de
nuevo volvió a estar encimista. Es cierto y no niego que se la jugara ante un
animal para nada fácil, buscando quizás el arrimón y la atención del público.
Pero yo espero más, y me gusta ese Javier que les cita de 20 metros y aguanta impávido
las acometidas con la pierna adelante. La inseguridad de la cornada de la mano
creo que influyó en todas las faenas de muleta de su San Isidro.
Quitando
estas pegas siempre estaré agradecido a un torero que deja lucir a su cuadrilla
y al toro. Me parece de un auténtico TORERAZO y AFICIONADO el dejarnos ver
siempre al toro, con la valentía de que se pongan de su parte. Detallazo al animar dar la
vuelta al ruedo a la cuadrilla, sabiendo que te pueden ganar el protagonismo.
Por eso yo no me olvido y en este blog doy las gracias a este torero, porque
gracias a él podemos ver estos espectáculos y estas lidias tan completas que
tanto gustan en los tendidos.
Y
esto es todo y con esto finalizamos este San Isidro tan pesado y poco
constructivo.
Nos
vamos con la idea de que todavía existen toreros como los de antes, que tienen
en su idea lidias completas. Por ello me quedo con un sabor agridulce de esta
feria. Veremos que tal se da Arte y Cultura.
Un
saludo
Borja
González.
2 comentarios:
Me alegro que hayamos compartido en la plaza las mismas emociones
Un saludo
J.Carlos
Lo mismo digo J.Carlos.
Un placer que estemos de acuerdo, ya sabes!
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