miércoles, 5 de junio de 2013

ADAME ROZA LA GLORIA. (Crónica 2ª de Arte y Cultura 2013)


























JOSELITO ADAME ACERCA EL TOREO MEXICANO A LA CAPITAL.

Madrid. Plaza de toros de Las Ventas
Feria Arte y Cultura 2013. 2ª de abono
4 de Junio de 2013
Toros del Montecillo para los diestros:
-       Antonio Ferrera: silencio y silencio.
-       Serafín Marín: silencio y silencio tras aviso.
-       Joselito Adame: OREJA y vuelta al ruedo protestada.
Entrada: Media plaza.
Palmas para los pares de Miguel Martín al sexto.

Los toros lidiados del Montecillo:
·         Primero. “Platanero” Nº 31, Melocotón de 510 kilos.
(Manso, encastado y de poco fondo. Duró tres tandas) SILENCIO
·         Segundo. “Lenguasucia” Nº 12 Negro salpicado de 502 kilos.
(Anovillado, mal presentado, manso y descastado) SILENCIO
·         Tercero. “Hojalayero” Nº 24 Castaño de 570 kilos.
(Manso, poco picado, boyante y noble en la muleta) PITOS
·         Cuarto. “Duradero” Nº 23, Negro de 518 kilos
(Descastado, parado y deslucido) SILENCIO
·         Quinto. “Chaparro” Nº 36, Negro listón de 551 kilos.
(Descastado, parado y deslucido) SILENCIO
·         Sexto. “Canastero” Nº 6, Negro de 522 kilos.
(Manso, encastado, embestidor y con fondo) PALMAS


Nos metemos de lleno en Junio y con ello damos paso a la inventada y repudiada por muchos feria de Arte y Cultura. Invento “taurodelto” que ha dado y dará que hablar tras los claros más que evidentes que presentan los tendidos estos días. Una semana que se presupone floja en taquilla, y que el año pasado dio buenas tardes, como aquella de David Mora con los de Valdefresno, esas dos faenas de Aguilar a los Victorino, o la puerta grande de Talavante en la famosa corrida de Beneficencia.

Este año lo abríamos con un cartel bastante flojo, apenas media entrada, en una tarde soleada, de calor y ambiente veraniego (por fin)
Una corrida del Montecillo nos volvía a llevar a la plaza de Las Ventas. Dudosos de cómo saldría aquello tras la buena novillada de la miniferia de la comunidad, aunque con miedo por la mansedumbre y falta de casta que atesoran los pupilos de Paco Medina.

La corrida salió peor de lo que muchos imaginaron, mansa, falta de casta, con poco fondo en la muleta y sin entrega alguna. Tan solo podemos librar al manso aunque encastado y noble sexto, el de más presencia y trapio de la corrida.

Ferrera volvía a Madrid tras ser nombrado (no sé muy bien por qué) por la Comunidad de Madrid y el ayuntamiento de la ciudad como triunfador de San Isidro 2013. Sin embargo y tras verle visto en sus dos actuaciones anteriores bastante bien, volvimos a caer en ese Ferrera atacado y acelerado, artificial y encimista que nos tenía acostumbrados.
Con su primero anduvo más bien pesado, ahogando desde un principio de muleta a un animal que galopó con fuerza y franqueza en el tercio de banderillas. Este “Platanero” tuvo cierta codicia y humillación en las primeras tandas de derechazos, sin llegar a tener acople por parte del balear. El arreón del manso duró apenas nada, pero debió ser aprovechado de mejores formas por Antonio que remató su faena con una trasera algo tendida. Silencio para ambos.
El cuarto fue otro animal bajo en casta y que manseó en el caballo, quienes tuvieron poco trabajo en el día de hoy. Fue un animal parado, sin excesiva fuerza, que apenas se entregó en ningún tercio. La faena de muleta apenas tuvo nada que contar. Estocada ligeramente baja  y de nuevo silencio para los dos.

Serafín Marín necesita un descanso ya en Madrid. Son muchas las tardes que lleva sin decir nada y merece dejar paso a toreros nuevos y con proyección en el mundo del toro. Recuerdo que en 2011 estuvo acartelado hasta en cuatro ocasiones, siendo su mayor premio un saludo desde el tercio.
Le vimos de capa caída, sin decir nada, vulgar, pegapases, sin sentido… una lástima pero es asi. Sus dos toros fueron descastados y sosos, quizás los más parados del encierro. También es cierto que no midió en varas, y les pegó de lo lindo, sobre todo al quinto, un serio animal del Montecillo, que manseó al igual que sus hermanos. Poco más que decir del catalán, al que le costará entrar el año que viene en los carteles.

Joselito Adame revolucionó la plaza y a punto estuvo de salir por la Puerta Grande. Dos faenas buenas, con personalidad y mando, ante dos toros mansos y embestidores. La espada en ambas faenas le privó de la Puerta de Madrid.
Su primero fue un animal guapo, cuajado y algo cerrado de cuerna, poco picado en varas y con fondo y un buen pitón diestro. Adame sin pensárselo se fue a los medios, le dio sitio y le citó siempre con la muleta adelantada, cargando por momentos la suerte, algo despatarrado, pero sintiendo lo que hacía y transmitiendo a los tendidos. Otra mejor aún, de nuevo de derechazos, con mando y trayecto, muy largos y ceñido y superior el anterior al del pase de pecho. Bajó la faena al natural, citando más fuera de sitio y pronto de nuevo a la diestra, por donde fue más claro el toro de Paco Medina. Los muletazos finales por bajo estuvieron cargados de torería y personalidad, ceñidos y muy mandados. La espada cayó bastante baja, aun tirándose con muchísima verdad y rectitud. La oreja por ello no debió subir al marcador. No podemos permitir orejas tras bajonazos en Madrid, de ahí las protestas que tuvo la oreja en su vuelta al ruedo.

La faena al sexto fue mucho más compacta y vibrante, en parte por la acometividad que tuvo “Canastero”, que de no haber manseado hubiera sido un buen toro. Ya de capote nos dejó ver la ambición y variedad que tiene el mexicano, con unas preciosas lopecinas, ceñidas y limpias que empezaron a calentar la plaza. De nuevo a los medios, citando de largo, sin probaturas, queriendo descerrajar la puerta del sueño. Y otra vez tandas bastante buenas por la derecha, más ceñidas si cabe que las de su anterior oponente y rematadas con asentados y firmes pases de pecho a pies juntos. Creció esta faena con la mano izquierda, con una tanda de naturales estupenda, y volvió a calentar los tendidos con los remates finales por bajo, figura erguida, y varios pases del desprecio con mucho gusto. Era faena de oreja, pero falló con la espada en varias ocasiones. La vuelta al ruedo, algo excesiva tras varios pinchazos, supo a poco. Lo tuvo en la mano.

Y esto fue todo de la tarde ayer. Un Joselito Adame al que apetece ver, sin ninguna duda.

Hoy tenemos Beneficencia, y como no podía ser menos, baile de corrales. Es vergonzoso que año tras año tengamos el mismo problema, siempre protagonizado por las figuras exigiendo su medio toro.

Un saludo

Borja González


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