lunes, 3 de mayo de 2010

LA FAENA NO FUE DE OREJA (3ª de la miniferia de la comunidad)







LAS VENTAS. Feria de la Comunidad. 3ª de feria (Más de media plaza)
Tres toros de Carmen Segovia (2º, 3º y 4º) y tres de Conde de Mayalde (1º, 5º y 6º) para:
- Jose Luis Moreno: saludos con un aviso y silencio con un aviso.
- Diego Urdiales: saludos con dos avisos y silencio.
- Sergio Aguilar: palmas y vuelta tras petición.


En una fecha tan sumamente destacada como la Goyesca del 2 de mayo todos esperabamos más. De entrada el cartel no era ni mucho menos del nivel de tan señalada fecha, no por la calidad e interés de los anunciantes (muy del gusto madrileño) sino por la falta de remate, de nombre, de figuras. Por estos motivos la plaza registró una entrada bastante pobre, algo más de media plaza y con mucho papel regalado por parte de la Comunidad de Madrid.
Día bonito para llevar a la familia, darse un paseo por el ruedo venteño hora antes de la corrida, ver los carros, los trajes goyescos, la entrada de los toreros minutos antes por la puerta de cuadrillas…

El balance final fue muy bajo. Tan solo vimos ciertos muletazos limpios y encajados de Urdiales y una tanda buena de Sergio Aguilar, al que se le pidió la oreja de manera exagerada tras un trasteo desigual, aburrido y a más, finiquitado con una estocada desprendida con derrame. Mayoría hubo pero no era de oreja, seamos realistas. La cuestión es ¿hizo bien el Sr Manuel Muñoz Infante? ¿Respetó el reglamento? ¿Debe anteponer la exigencia de Madrid? Mi respuesta es que hizo lo correcto. La petición quizás fuese mayoritaria (no por muchos) pero hubo más voces que pañuelos en los tendidos. La no concesión de esta oreja causó el enfado del público aunque una minoritaria parte de la plaza le tocara las palmas tras dicha decisión al usía.

El ganado aún estando bien presentado salió muy desigual de tipo. Lo de Carmen Segovia, más bien feo y sin culata, resultó descastado y flojo. El segundo de la tarde puso complicaciones al de La Rioja acostándose mucho por el derecho mientras que sus hermanos se dejaron sin más. Lo de Mayalde lidiado en primero, quinto y sexto lugar resultó más satisfactorio. El primero, ovacionado en el arrastre, tuvo una pelea considerable en el segundo puyazo (aunque saliendo suelto de la misma) y llegó a la muleta del cordobés con un tranco estupendo, yendo muy largo, abriéndose y embistiendo con casta y largura. No le toreó Moreno. El quinto se rajó muy pronto tras el encimismo de Diego y el sexto tuvo clase en la embestida aunque demostró falta de fuerzas. Acabó rompiendo en la muleta yendo largo aunque demasiado noble por ambos pitones. Madrid necesita más TORO.


José Luis Moreno defraudó por completo escapándosele un buen toro (sin exageraciones) como fue el primero de la tarde. De nombre “Guardamonte” Nº 16 de Conde de Mayalde. Castaño bragado meano de 547 kg. Bien presentado, muy abierto de cuerna, cuajado y serio por delante. Manseó de salida y tomó dos varas, destacando la segunda donde apretó (para su querencia) recibiendo un duro puyazo. En banderillas se vino muy arriba y llegó a la muleta queriéndose comer las telas, arrancándose con alegría y fiereza de lejos y desbordando por completo a un impotente Jose Luis Moreno. Quiso darle esa distancia para mostrar al toro, pero constantemente se sacó al bicho para las afueras, no llevándole toreado y pegando mantazos vulgares que no nos hacen recordar el toreo de este diestro. Acortó distancias para ver si con esas lograba calar arriba pero estuvo aun peor. Enganchones, sin llevarle tapado (lo que causó alguna colada del bicho, que tonto no era) y dejándole ir al desolladero con las orejas puestas. Madrid estuvo demasiado benévolo con el de Córdoba que no mereció esos saludos desde el tercio tras estar por debajo de Guardamonte. Despegadísimo toda la tarde.
Como cuarto salió uno de Carmen Segovia, el más cuajado de sus hermanos aunque de fea cornamenta. De nombre “Simpático” Nº 13 de 574 kg y negro de capa. Lo recibió descargando la suerte en una imitación o similitud de verónicas, donde retrasó muchísimo la pierna de salida, sin naturalidad y demasiado obligadas. Tomó dos varas desde las lejanías, arrancándose con casta y metiendo la cara abajo en los dos puyazos, en el primero derribando al castoreño, que estuvo ciertamente mal, por no decir penoso, en el manejo del equino. No se colocó nunca, no lo llevó a la Puerta de Madrid, como asi pide la afición y como si de una muralla se tratase, totalmente de costado citó al animal. Le pegaron muchísimo y bajó como era normal en la muleta. Algo reservón pero yendo humillado, sobre todo por el diestro. De nuevo estuvo ventajista a más no poder, toreando desde más allá del fuera de cacho y recibiendo algunos pitos durante el trasteo. El bicho pareció echar la persiana y se sintió ahogado cuando el torero acortó las distancias, situándose a la pala del pitón, desde las afueras. Dos pinchazos, estocada caída y dos descabellos para acabar su tarde en Madrid.

Diego Urdiales volvió a gustar en Madrid. Su primero fue “Corneta” Nº 63 de 570 kg. Negro de capa, delantero y algo escuálido de carnes. Feo como él solo. Resultó algo complejo a la hora de lidiar debido a su mansedumbre y falta de casta. Ya con los muletazos de tanteo vimos un primer susto cuando el de Carmen segovia se colaba por el pitón derecho, librándose el riojano de una cornada casi cantada. Se puso entonces Diego, donde sabe, es decir, colocado y con la zocata. Medio pecho, pata adelante y cruzado en el primero. Logró entonces muletazos de mérito, mejores al final de faena, con paciencia, como en aquel Samuel Flores del año pasado, ganándoselo y metiéndolo en el canasto. Madrid acabó entrando en la faena. El toro tenía sus complicaciones y Las Ventas supo verlo y por ello jaleó algunos muletazos no tan bellos como quisiéramos, pero de mérito y encaje. La estocada fue perfecta pero la muerte se resistió tardando el animal en caer. Se relajó Urdiales perdiendo una posible petición y casi oyendo los tres avisos. Saludos.
El quinto fue un toro castaño de Mayalde de nombre “Boticario” Nº 11 de 543 kilos. Bonito el toro, de buenas hechuras y bien armado por delante. Fue el de menos casta de la corrida y acabó echándose hasta en tres ocasiones al final del último tercio causando el enfado monumental de Las Ventas. A ello contribuyó negativamente Urdiales que alargó una faena que no tuvo ni pies ni cabeza. El caso es que los comienzos fueron buenos, el toro se desplazó y la primera tanda (ahora si, con distancias) fue bien tomada por el de Mayalde que parece que mejoró la embestida a trompicones que llevó en los primeros tercios. La faena fue muy a menos y el resultado fue de silencio para el diestro y fuertes pitos a la monoburra de Mayalde.

Cerró el cartel Sergio Aguilar que pudo tocar pelo en el sexto de la tarde. En primer lugar sorteó al burraco de Carmen Segovia. “Zambra” Nº 8 de 515 kg y escaso trapío. Manso, flojo y descastado a más no poder. Se vino abajo tremendamente en la muleta, aburriendo en demasía al personal que por momentos pidió a Sergio que abreviara el tanteo. Como buen toro que acusa la falta de todo, cabeceó en los muletazos y se defendió por ambos pitones, no siendo del todo tonto y pegando varias coladas al madrileño. Buena estocada y palmas. Pitos de nuevo para el de Carmen Segovia.
El sexto de la tarde se salvó de la quema por embestir con clase y largo por ambos pitones aunque resultó muy flojo, protestado con fuerza para ser devuelto a corrales. Sergio fue de menos a más y le costó en los inicios coger la distancia y el tiempo al toro que comenzó demasiado irregular por el diestro, punteando y en ocasiones perdiendo las manos. Lo comenzó a ligar y a meterlo en el saco en la tercera tanda , al natural. Un tanto fuera de sitio en los primeros muletazos y tirando del bicho muy largo aunque sin acabar el muletazo atrás, buscando siempre la hondura en paralelo. Estuvo muy asentado, cargando la suerte y adelantando la pierna, como mandan los cánones. Otra serie más, de mayor encaje con un buen natural hasta el final. Tuvo más eco y mérito una tanda de derechazos ya a final de trasteo, cuando el toro se quedaba más encima, aunque seguía humillado y con nobleza desplazándose a donde le exigía el madrileño. Largo, ligado y muy despacio en esta serie, haciendo oírse a Madrid. Mató de una entera a dos tiempos y con derrame y se le pidió con fuerza la oreja. El presidente asumió la no concesión del trofeo causando el enfado del Las Ventas que pidió la vuelta al ruedo para Aguilar.

El jueves comienza la feria, Madrid tiene ganas de toros y se presume llenos consecutivos …. ¿Volverán los bailes de corrales?



Un saludo
Borja González.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Claro que no fue de oreja, pero no se puede torear con más verdad ni más pureza. Las posturitas y las orejitas, se dejan para las figuritas.
Buena crónica

Anónimo dijo...

En cuanto a trapío, decir que me gustó lo de Carmen Segovia, no así lo del Conde de Mayalde, algo más destartalados. Los que dieron mejor juego fueron el primero y el sexto, ambos del Conde.

Moreno estuvo por debajo de su primero pero yo le agradezco una cosa, nos dejó ver al toro. Lo citó a considerable distancia y eso es algo de lo que huyen la mayoría de toreros porque de esa forma su toreo suele quedar en evidencia. Como aficionado le agradezco el gesto. El torito tampoco es que fuese una hermana de la caridad, era un toro para darle tres muletazos y el de pecho puesto que aprendía rápido. Por el pitón izquierdo tenía peligro y el de Córdoba, no sólo le dio una tanda, sino dos, otro gesto loable. Es cierto que estuvo por debajo del cuarto, tampoco es que fuera un toro fácil, midió mucho al torero y no colaboró. El problema es que era un toro que pedía que el torero se cruzase, cosa que no hizo Moreno. Cuando estaba fuera de cacho, no iba, cosa que sí hacía cuando se resituaba el torero en el lugar adecuado.

Me considero “urdialista” pero no por ello voy a aplaudir todo lo que haga en la plaza. Su primero ya mostró en banderillas que tenía peligro por el pitón derecho, luego fue un error empezar la faena con la diestra, debió empezar por la zurda. Otra cosa que no me gustó es que acortó distancias, cuando era un toro que le iba de largo (eso es lo que sí alabé a Moreno). Si un toro pide espacio, hay que dárselo y lucirlo ante el público. Es cierto que Diego ligó buenos muletazos y aguantó bien el tipo. Le reprocho no haber toreado antes, cuando el toro tenía más pies. El espadazo fue muy bueno y también el toro resistiendo la muerte sin buscar las tablas. Del quinto destacar dos buenas tandas por el derecho, más complicado por el pitón izquierdo. El comportamiento del toro me da que pensar, se quedó amorcillado y se echó al final, pero es que ya amagó con hacer lo mismo antes de empezar la faena de muleta. Yo hubiera analizado las vísceras de ese toro.

Del tercero de la tarde sólo destacar la estocada de Sergio Aguilar, fue el toro que peor juego dio.En el sexto se vieron muletazos muy largos, hondos y de calidad por ambos pitones. Sergio se gustó con ese toro y no estuvo tan frío como en otras ocasiones. Entiendo que no le forzara mucho, como hace casi siempre, ya que el toro estaba flojo y cruzarse en demasía habría acabado con él demasiado pronto. De hecho, al igual que su hermano 5º, estuvo a puntito de echarse. Yo también le hubiese mandado analizar las vísceras, por simple precaución. El espadazo final fue de buena ejecución pero algo desprendido. Prefiero que diese una vuelta a ley que una oreja discutida. Lo bueno es que ha dejado muy buenas sensaciones y que la afición venteña le espera.

J.Carlos

Anónimo dijo...

Por cierto, del toreo de capa ni hablo. Me resulta sorprendente que haya quien aplauda ciertas cosas que se vieron con el capote, en ésta y en otras corridas (entre ellas la del Sábado) sobre todo cuando la suerte no se realiza como mandan los cánones del toreo.

La verónica se hace ganando terreno y echando la pata palante, no retrasándola, es decir, perdiendo terreno. En la foto sale igual, pero en la plaza se ve muy distinto.

J.Carlos

Anónimo dijo...

El cuarto toro, nº 13 de Carmen Segovia "Simpático" fue como segundo sobrero el 19 de mayo del año pasado, también el 3 de junio del mismo año, así como el 5 de junio y además el 3 de octubre de la pasada Feria de Otoño.
¿Qué os parece?