martes, 18 de mayo de 2010

¡CASTA Y FALTA DE OFICIO! (12ª de abono)





LAS VENTAS. SAN ISIDRO 2010. 12ª de feria. (Menos de tres cuartos )
Novillos de Moreno Silva para:
- Paco Chaves: pitos (tres avisos) y bronca.
- Miguel Hidalgo: silencio y pitos (tres avisos)
- Antonio Rosales: silencio en ambos.



23 años más tarde se volvía a dar el acontecimiento, hasta dos novillos eran devueltos a chiqueros tras escuchar tres avisos. Que lamentable!
2 horas y media de duración, capea en vez de lidia, bajonazos entre costillares, desorden total en el ruedo, carreras por aquí, mantazos, carreras por allá, picotazos, miedo, casta, risas, broncas, pitos, avisos…
Cuantas cosas hemos visto en la decimosegunda de feria… Muchas cosas que contar, de ahí mi tardanza por publicar dicha crónica.

La novillada de don Joaquin Moreno Silva se presentaba en la feria de San Isidro tras rotundos éxitos en comparecencias pasadas. Mucha expectación por ver a estos saltillos, los cuales tantas tardes triunfaron en Las Ventas. Salieron tres primeros manejables, buenos, nobles y hasta bonachones. No se comieron a nadie y aun asi el miedo se reflejaba en sus caras. Novillos con orejas que se fueron desaprovechados al desolladero. La segunda parte de la novillada fue mucho más exigente. Mansa, encastada, geniuda y con muchas cosas que tocar. La tarde se vino muy abajo y todo se convirtió en un circo en la que el dueño se llamó TORO.

Los novilleros, verde cual lechuga se refiere, se han ganado el no pisar esta plaza en una etapa. Largo periodo le deseamos a Paco Chaves, pero en un mundo muy alejado del taurino. No tiene nombre la que ha liado este señor en Las Ventas. Hidalgo estuvo algo aseado con un buen segundo aunque totalmente por debajo del mismo, el cual tuvo orejas para cortar. Rosales estuvo sin oficio durante toda la tarde y el miedo se apoderó de él nada más ver esa gran plaza y ese temible hierro anunciado en la tablilla. Lo de saltillo da muuuuuuuuuuucho miedo.

Ese precisamente es el problema. Novilleros que están cansados y aburridos de torean borreguitos de encastes aburridos y noblotes, en plazas con pitones despuntados, llegan a Madrid sin idea de lo que es un toro complicado y encastado. Algo que me ha dejado perplejo son las 64 orejas y 2 rabos de Paco Chaves en la temporada pasada…¿estamos locos? ¿Acaso han visto algo bueno a ese torero?
Eso para que vean el nivel de exigencia que hay en toda España. Eso si, llegan a Madrid creyéndose reyes del mambo y hasta mandando a los peones no solo el bregar al animal sino también exigiéndoles la colocación en el tercio para poderle matar el señorito…que chulería la suya.Y es que hoy deben plantearse si valen para esto.

La novillada ha dado para hablar y mucho. La división entre aficionados no se ha hecho esperar y mientras que unos piden el toro boyante, noble y creativo, favorable para una bonita faena otros pedimos riesgo, emoción, sometimiento, poderío y CASTA, algo que hoy nos ha dado Moreno Silva. No vamos a negar que esperábamos, por lo menos yo, mucho más de la corrida. Me falto bravura, algo de clase y también picante que no peligro. Aún asi volvió la emoción y el interés a Madrid.

El primero de la tarde fue devuelto a corrales, no por invalidez sino por los tres avisos que sonaron. De nombre “Muletero” Nº 15, negro bragado de 498 kg. Corta su presencia y baja su culata pero muy en el tipo del encaste (algo que pedimos en Madrid. El estar en tipo y no fuera de él)El novillo tras mansear en varas llegó a banderillas con una trasmisión y una fuerza arrolladora. Sorprendido se mostró el diestro, al ver como aquel animalejo recuperó todo lo que se había escondido. Tras varios pares pasados (en parte debido a la velocidad del saltillo). “Ai”, llegó el miedo al ver como aquel novillo, el cual parecía picado, llegó con toda su entrega a una muleta temblorosa de Paco. Desde las afueras quiso ligar al bicho, sacándoselo en línea y sin bajarle nunca la mano (mal). Acompañó en vez de mandar por lo que el toro buscó su salida fácil, muy distraído, buscando el minimo movimiento, y pasando totalmente del aburrido novillero. Se complicó la vida él solo a la hora de matar y tras numerosos intentos sin pasar, acelerado y con miedo le sonaron los tres avisos. Que pena de animal!! Pitos para el “torero” y palmas al novillo.

Segundo de la tarde. “Loquillo” Nº 8, cárdeno de 507 kg. Precioso animal, tocado, astifino y aplaudido de salida por algunos aficionados. De nuevo manseó aunque se empleó más en varas, donde se le picó penosamente. El “ruso” se salvó en la lidia de este segundo. Digo lo anterior porque es de lo poco que hemos visto en cuanto a brega se refiere. Llegó a la muleta yendo largo, boyante, humillado y con cierta trasmisión. Algo más de fiereza y picante le faltó a Loquillo. Hidalgo (otro más absorbido por el miedo a esa ganadería) tiró de protección y ventajismos. Sin cruzarse ni mandando intentó ligar mantazos sin sentimiento ni méritos. Muy por debajo de un novillo bueno por ambos pitones. Mató de un bajonazo terrorífico. Palmas para el buen novillo.

Tercero de la tarde. “Rociero” Nº 23 de 505 kg. Cárdeno bragado meano de capa, delantero y justo de presencia. Antonio Rosales nos dejó verlo más bien poco tanto en la capa como en la muleta, donde se mostró inseguro, verde, encimista, sin práctica ni conocimiento. Aún así pudimos ver la mansedumbre de este rociero. También percibimos las buenas maneras con las que metía la cara por el derecho, viniéndose de lejos (aunque no nos dejara verlo Antonio). El novillo se fue enterito, sin torear.

“Espartero” fue el cuarto de la tarde. Herrado con el 22, delantero de cuerna, bien presentado y de 537 kg de peso. Víctima de un espectáculo bochornoso por parte de la cuadrilla. Hay que ver la tanda de capotazos que le han dado… no solo eso, súmenle los encontronazos con el picador tras continuas espantadas de este saltillo. Manso, encastado y complicado, vale, pero con cosas que tocar. Tras mandar a los subalternos hacerse cargo de la lidia, se dignó a coger los palos (Por Dios, nooo!!! Otra vez no, y menos despues de tu espectáculo con el capote y tus tres avisos…un poco de cabeza) Pues nada, un poco de baile, cachondeo y poca vergüenza. Si, le dio cuatro mantazos mal dados y a por la espada con chulería a los tendidos, que no falte. De nuevo lo pasó mal con la misma y escuchó una gran bronca con toda la razón del mundo. Muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuy maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaal. Esperemos que no vuelvas.

Quinto de nombre “Orquesano” nº 12 de 518 kg. Cárdeno bragado, algo más alto y bastito de hechuras. De nuevo el novillo se apoderó nada más salir del redondel venteño. Mantazos, lidia desastrosa, pitos, palmas de tango…una vergüenza. Madrid se hartó y comenzaron gritos de “fuera fuera fuera”. El novillo se fue andandito a corrales tras ver como Miguel Hidalgo era incapaz de meterle la espada. Mejor no hablemos de la faena.

Seré breve con el sexto. “Virtuoso” Nº 18 de 493 kg. Astifino como el solo, de preciosa lámina y serio por delante. Masacreado en dos largas varas, tapándole la salida, y a peor en banderillas donde el miedo volvió a pasar factura. Rosales de nuevo no supo meterle mano. El novillo se fue más que enterito

Una vergüenza y una pena de novillada. Joaquín de nuevo GRACIAS por traer la verdad de la fiesta. Gracias por darnos la CASTA que ha muchos parece que se les está olvidando.

Me despido con una de las vergonzosas frases que soltó el llamado novillero Paco Chaves: “Ganaderias como estas no deberían ni existir”

Un saludo
Borja González.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No olvidemos que cuarto y quinto, los más criticados por el taurineo, se pasearon durante varios minutos por donde quisieron y como quisieron con la espada metida dentro y la boca cerrada. El quinto recibió cuatro espadazos, de distintas trayectorias, y cuando Domingo Navarro le quitó la cuarta espada se permitió el lujo de rematar en tablas e irse por su propio pie a chiqueros.
Domingo Navarro sensacional.

J.Carlos

Anónimo dijo...

si les hubieran echo una lidia en condiciones otro gallo hubiera cantado.

Esos toros eran encastados y fue una novillada más que interesante no como el resto de San Isidro