Tres
orejas para Álvaro Lorenzo que abre la Puerta Grande de Madrid el día de
Resurrección.
Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
Domingo de Resurrección. 1 de abril de 2018.
Toros de El Torero para:
- David Mora: palmas tras aviso y vuelta al ruedo tras petición y aviso.
- Daniel Luque: silencio y silencio.
- Álvaro Lorenzo: oreja y dos orejas.
Entrada: 9.919 espectadores.
Nota: Grandes actuaciones de Carretero y Sergio Aguilar en la brega. Se desmontera Ángel Otero tras parear al primero de la tarde.
“Pan y Toros” abría la
tarde madrileña de Resurrección, en sustitución de la ya tradicional “España
Cañi”, para sorpresa de unos pocos. Mora, Luque y Lorenzo encaminaban así su
tarde más importante de inicio de campaña. Un tercio de aforo, aglutinado en su
mayoría en los tendidos de sol, esperaba con ansia el devenir de una gran
corrida de toros.
Álvaro Lorenzo, el joven
espada toledano, azotaba el templo cada vez menos estricto de Las Ventas,
cortando tres orejas a un buen lote de doña Lola Domecq Sainz de Rozas, que
tuvo la satisfacción de ver como uno de sus pupilos era arrastrado entre pitos
y palmas por el perímetro circular del coso venteño como premio a su juego. “Viscoso”
llevó por nombre. Un toro cornidelantero, muy astifino y de buen juego, muy
lejos del nivel necesario para tal prestigio.
Mucho tuvo que ver el
trato del toledano, y no menos del encargado de su brega, Sergio Aguilar, que
se llevó la ovación cerrada de su querida Madrid. Los estatuarios y el desdén
final auguraban faena grande. Lineales los primeros derechazos, sin acabar de
obligar al bueno de la Lola, encajados y mucho más profundos los naturales,
enganchados siempre con los de pecho, de pitón a rabo. Subió la faena con el
cambio de mano, rugió con la trinchera, cadenciosa y muy bien llevada, y
explosionó en un final de faena grande. Serie de naturales, tirados detrás de
la cadera, ahora sí mandones y exigentes. Genuflexos los últimos muletazos, sin
ayuda y en redondo, toreados, con gusto y personalidad. Estocada arriba y petición
de dos orejas. Quizá excesivas, pero una se antojaba corta.
Otra se llevó en el
tercero, quizá ganada con el último arreón por bernadinas, muy de Nemesio, tras
una faena de altibajos. Muy torero el principio, pudiendo por bajo al
cornúpeta, sabiendo lo que quiere y pide Madrid. No dudó en dar distancia y
torear en redondo. Protestada por momentos la colocación, asentado de planta,
templando estupendamente las acometidas de Miliciano, que no acabó de romper
por el derecho. Fue mucho más largo por el izquierdo, y fue ahí donde llegaron
a entenderse por momentos. Como digo, las ceñidísimas bernadinas calentaron la
plaza. Estocada desprendida y oreja con alguna protesta.
Otro lote de
posibilidades tuvo David Mora. Su primero, “Volován” de nombre, fue protestado
en los primeros tercios por su falta de fuerzas. El fondo y buen trato durante
su lidia ayudaron a que el toro fuera a más en todo momento. Prontitud, fijeza y
recorrido como virtudes, aspectos que no supo aprovechar David, sin acabar de coger el sitio que pidió
el animal. La estocada fue todo un tapabocas.
Como cuarto de la tarde
salió un ofensivo colorado de bastas hechuras. Rajado desde el momento que sintió
la puya, buscó en todo momento su huida, aspecto que por momentos supo corregir
Mora, en tablas del seis. Desmayada la figura, consiguió enlazar varios
muletazos ligados que causaron el furor de un público entregado, al que no le
importó el nulo ajuste de la obra. La estocada al encuentro avivó la petición
de oreja, inexplicable hace unos años. Vuelta al ruedo como recompensa fallida.
Daniel Luque sorteó el
lote más complejo de la tarde. Su primero no acabó de transmitir al tendido,
con brusquedad en sus finales y de corto recorrido. Quiso buscar la colocación
el sevillano, que se dejó enganchar en exceso los trastos. La espada fue toda
una quimera.
Con el quinto no se
encontró a gusto. Fueron constantes las veces que el toro ganó el terreno en el
embroque. Por dentro siempre, sin conseguir corregir el defecto. Faltó mando y
tacto. De nuevo falló con la tizona.
Buen empiece de
temporada en la capital. Como curiosidad, apuntar que el 17 de junio (domingo
siguiente a San Isidro) se verán las caras Fortes y Lorenzo con una corrida de
Bohoquez. Apetecible encuentro tras sendas actuaciones.
Toros lidiados de la ganadería El Torero:
·
Primero.
“Volován” nº 45, negro listón bragado, 539 kg. (Palmas)
Noble y justo de
fuerzas. Llegó con fondo a la muleta. Siempre a más.
·
Segundo.
“Goloso” nº 1, negro de 546 kg (Silencio)
Bien presentado.
Desfondado en los primeros tercios. Corto recorrido y soltando en exceso la
cara. No llegó a romper.
·
Tercero.
“Miliciano” nº 55, negro listón de 546 kg (Palmas)
Pronto y muy noble. Buen
pitón izquierdo, más corto por el derecho. Cumplió en varas.
·
Cuarto.
“Vigio” nº 9, colorado ojo de perdiz de 520 kg (Silencio)
Terriblemente manso.
Rajado desde el primer tercio. Acabó repitiendo y humillando en tablas.
·
Quinto.
“Legionario” nº 54, negro listón de 582 kg (Silencio)
Cumple en varas y pone
en dificultades a Luque en la lidia. Embestidas por dentro y con mucho que
hacer.
·
Sexto.
“Viscoso” nº 65, negro listón bragado meano de 579 kg (Vuelta protestada)
El mejor toro de la tarde.
Cumple en sus dos entradas y llega con fondo y clase al último tercio.
Estupendo pitón izquierdo. Vuelta excesiva.
Un saludo
Borja González
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