OREJA PARA FORTES ANTE UN BUEN LOTE DE VICTORINO.
EL VIENTO DIFICULTÓ LA TARDE.
Con divisa negra, en señal de luto, abría
temporada Victorino en su plaza de Las Ventas. Un año más el atractivo del
domingo de Ramos venía de la mano de los grises, esta vez sin su abanderado. Y
con ello una entrada más que decente, siempre pendiente del frio y viento que
azotó en nombramiento de Eolo por la capital.
Una corrida dispar de hechuras, muy ofensiva y
astifina de cara, floja y algo apagada, sin el nervio que tanta historia ha
dado a esta ganadería. Un lote de categoría, para bordar el toreo, sin
impedimentos de vendavales. Otro de inválidos, el sorteado por el de Salteras.
Y un último jodido de verdad, por las complicaciones de ambos astados, potenciado
por la nula defensa del hombre y descontrolado trapo.
Fortes dejó las sensaciones de un torero aún por
ver. Madrid descubrió por fin a ese pequeño proyecto de torero grande. No solo
templó las pastueñas embestidas de Mucamo, sino que por momentos supo
sobreponerse al azote de Eolo. Cuando ambas cosas conjugaron rugió Madrid, para
dar la bienvenida a este 2018. Tres rugidos valieron para contentar al frio
público madrileño, que pidió con mayoría una oreja en la que primó el encaje y
destellos más que la rotundidad de una faena con proyección.
El sexto fue el mejor toro de la tarde, "Galapagueño" Fijo y por
derecho acudió al peto, con derribo ayudado por los pechos, y con verdad al
segundo encuentro. Así fue su embestida, humillada y de recorrido por ambos
pitones. Fortes cogió pronto el tempo del animal, sin lograr la compactación
que pedía Madrid. La Puerta Grande se esfumaba tras el fallo con los aceros.
Una puerta que nos hubiera dejado a medias. Como digo, faltó rotundidad.
Cid afrontaba su mayor compromiso en Madrid en los
últimos años. Tres tardes de apuesta con cárdenos en 2018. Casi nada. Sorteó un
lote impropio para el triunfo por su falta de fuerzas. Con el primero todo se
puso a la contra. La cornada, vista desde más allá de la andanada, causó el
enfado del sector más integrista de la capital, sorprendido con tal hecho. Eso si, ahí quedó
el espadazo del sevillano.
El cuarto fue por hechuras el mejor presentado de
la tarde. Largo como un tren, con un estupendo cuello y tocado arriba de
pitones. Una pintura. La entrega en los primeros tercios le hizo perder toda su
poca fuerza en apenas tres minutos. Deambuló tras los garapullos y obedeció sin
importancia a la muleta de Manuel Jesús, que se empeñó en citar en la pala en
busca de ligazón.
“Paquetillo” causó pavor nada más aparecer por
chiqueros. Quinto lugar. Ligero de carnes y con una estupenda cabeza para
enmarcar. Discreto y protestón en varas, como casi todos sus hermanos, y con
nervio en sus arrancadas, más claro por el izquierdo si me apuran. Moral pasó
mal trago toda la tarde. Incomodado por el viento, buscando ese inexistente
sitio en el que no pudiera llegar Eolo, tragando una y otra vez las potentes
arrancadas del Victorino, que no puso las cosas fáciles.
Con su primero tampoco estuvo cómodo. Buscó tablas
del seis para muletear al cornúpeta, que buscó los muslos del sevillano, sin
llegar a humillar nunca. Famosos son los victorinos tobilleros, pero que poco
se pareció este a aquellos. Nos faltó una brega más poderosa, más por bajo, de
castigo y mando. Pero sabemos de las dificultades de ver este tipo de
tauromaquias en pleno siglo XXI.
Victorino cerraba así su tercera tarde tras
Vistalegre y Castellón, con un preocupante empiece de temporada. El listón
marcado es alto, pero estamos convencidos de que vendrán tiempos mejores en la
ganadería. Suerte.
Un saludo
Borja González
Madrid. Plaza de toros de
Las Ventas.
Domingo de Ramos. 25 de
marzo de 2018.
Toros de Victorino Martín
para los diestros:
-
Manuel Jesús “El Cid”:
silencio y silencio tras aviso.
-
Pepe Moral: silencio y
silencio tras aviso.
-
Fortes: oreja y palmas
tras aviso.
Entrada: 14.484
espectadores
Toros
lidiados de la ganadería de Victorino:
·
Primero. “Moñudito” nº61,
cárdeno de 528 kg (Pitos)
Ovacionado de salida. Protestado después por falta
de fuerzas y una cornada en el cuarto trasero. Se aflige y para al inicio de la
muleta.
·
Segundo. “Palmireño” nº9,
cárdeno de 524 kg (Leves pitos)
Animal de menos presencia. Mala pelea en varas y
nula humillación durante su lidia. Corto de recorrido y sin pasar nunca en la
muleta de Moral. Siempre a media altura.
·
Tercero. “Mucamo” nº 84,
cárdeno claro de 528 kg (Ovación)
Ovacionado de salida. Humillador y templado ya de
capote. Acude tres veces al caballo, pronto y alegre, sin empujar en el peto,
protestando en exceso en la primera y última vara. Toro con fondo y mucha
clase. Justo de fuerzas.
·
Cuarto. “Escarlata” nº
130, cárdeno de 544 kg (Silencio)
Toro con muy buenas hechuras. Humilla en sus
inicios pero se viene abajo tras el tercio de varas. Debió ser devuelto por su
falta de fuerzas.
·
Quinto “Paquetillo” nº
103, cárdeno oscuro de 529 kg (Silencio)
Muy ofensivo por delante. Quizá el toro más
encastado y dificultoso de la corrida. No se dejó ganar terreno y acabó ganando
la partida. Discreta pelea en varas.
·
Sexto. “Galapagueño” nº
20, cárdeno oscuro de 534 kg (Palmas)
A mi juicio el más completo de la corrida.
Incomprensibles las leves protestas a su salida. Peleó fijo en sus dos entradas
al caballo (derribo incluido) y acometió con clase y humillación por ambos
pitones en la muleta. Toro de triunfo.
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