lunes, 28 de marzo de 2016

MADRID PESA, Y MUCHO (CRÓNICA DOMINGO DE RESURRECCIÓN MADRID 2016)




Foto: Juan Pelegrín  @jp__71


Tarde sin contenido en el mano a mano de Resurrección en Madrid. Empate técnico entre un desdibujado Morenito y un deseoso Fandiño.


Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
27 de marzo de 2016. Domingo de Resurrección.
Toros de Martín Lorca, uno de Escribano Martín y un sobrero de JL Pereda (6º bis) para:
-       Morenito de Aranda: saludos tras aviso, silencio y silencio.
-       Iván Fandiño: silencio, silencio y saludos tras leve petición.
Entrada: media plaza.

Los astados lidiados en la segunda de la temporada fueron:
·         Primero. “Tiento” Nº 46, negro listón de 533 kilos (Pitos)
Muy bajo y armónico, manso y con fondo en la muleta. Se vino arriba en el último tercio, quedándose corto en los viajes. Protesta en varas.
·         Segundo. “Aficionado” Nº 63, negro listón de 539 kilos (Pitos)
Animal basto y pasado de kilos, de corto cuello y alto volumen. Parado y descastado, aplomado en el último tercio. Empuja en una primera vara.
·         Tercero. “Quisquilloso” Nº 5, negro listón de 592 kilos (Palmas)
Serio y ofensivo de cara, dejándose en varas y con importancia en sus embestidas en el último tercio, reponiendo y obligando al diestro.
·         Cuarto. “Novedoso” Nº 23, castaño listón de 531 kilos (Pitos)
Bien presentado. Se lastimó en el transcurso de la lidia y hubo de ser devuelto a chiqueros. Nos mantuvieron al inválido.
·         Quinto. “Gabacho” Nº 47, castaño listón de 580 kilos (Silencio)
Ancho de sienes y muy rematado. Llegó sin clase y con la cara suelta a la muleta, tras un más que discreto tercio de varas.
·         Sexto. Sobrero de Pereda. “Desmadado” Nº 112, negro listón de 509 kilos (Silencio)
Impresentable para Madrid, flaco, chico y sin remate. Tuvo alegría y ritmo constante en sus embestidas, con nobleza y boyantía.

Duelo descafeinado el vivido ayer en la plaza de toros de Madrid, con empate técnico a saludos desde el tercio por parte de ambos diestros, a los que pareció ganarles la tarde y plaza en este inicio de temporada.

Ante ellos una auténtica corrida de toros, seria y cuajada, con expresión de fiereza y sana presencia en todos sus pelajes. Un encierro variado y que no acabó de romper ni emplearse como debieran. Me gustó el tercero, por su acometida fija y reponedora, la cual no supo poder ni administrar un más que desdibujado Jesús Martínez, más conocido en el gremio como Morenito de Aranda, al que no le acabó de acompañar la tarde.

Su primero fue un animal que blandeó de salida, pero tuvo la virtud de venirse arriba, con fondo y raza. Fue este “Tiento” un animal manso y huidizo en los primeros tercios, pero acabó fijado en la muleta del burgalés, que no acabó de coger el tempo al animal por la diestra. Más encajado le vimos al natural, con un soberbio remate por bajo, ahora sí templado y embarcado de cabo a rabo. Faena larga y espesa, sin un claro ganador. La estocada en el hoyo de las agujas fue de campeonato y los saludos desde el tercio más que merecidos. Esta sería su mejor carta en el día de ayer, sin olvidarnos del precioso quite por delantales a pies juntos que le recetó como réplica a un quite de Iván, nada ortodoxo el del vasco por cierto.

El tercero se le fue desde el primer momento. Un animal serio, casi veleto, que tuvo mucho celo en la faena de muleta. No acabó de vaciar nunca la embestida Morenito, quien se vio sorprendido en infinitas veces por la embestida correosa del Martín Lorca. La desaprobación del aficionado no tardó en llegar. Morenito no estaba en Madrid.
Cerró su tarde con “Gabacho”, un castaño de acapachada y seria cornamenta que pasó sin pena ni gloria por las telas del de Burgos. La peor y más preocupante de las imágenes fue ver la vulgaridad de la faena, algo insospechado y difícil de creer.

A Iván no le faltaron ganas, eso es un hecho que demostró ya de salida, en el quite al primer toro, donde fue prendido por el pecho de muy malas formas mientras se la jugaba por saltilleras, pero las sensaciones de su toreo siguen dando que hablar y pensar. Su techo y límite parece estar más bajo de lo que muchos pensábamos meses atrás y la impotencia en el ruedo al querer y no poder se manifiesta tarde tras tarde en su querida Madrid. Acelerado, inconsciente y por momentos temerario, sufriendo dos feísimas cogidas buscadas por infortunio o total intención, pero sin una tauromaquia clara.

Sus dos primeros toros fueron inservibles para estar con ellos. El segundo emuló a guisando por quietud y hondura, sin romper nunca hacia delante y desfondado desde el minuto uno. El cuarto debió ser devuelto tras lastimarse y ser mal y duramente picado en el tercio de varas. No lo vio así Justo Polo, quien se llevó como viene siendo costumbre, la bronca de la tarde.

Lo pagó el sexto, que vio como asomaba el pañuelo verde tras varias pérdidas de manos, y en su lugar salió un animal terciado y de nulo trapío para Madrid, ante las protestas de una amplia mayoría. El sobrero, de José Luis Pereda, se movió con ligereza por el ruedo venteño, sin emplearse en varas y con nobleza y boyantía por ambos pitones en el último tercio.  Fue un toro para resucitar y apostar en Madrid, pero las sensaciones fueron las mismas. Toreo ligado, frio y lineal, que quiso tapar con una inconsciente suerte suprema encunándose en la testuz del animal, para salir así volteado. La petición de oreja fue muy minoritaria, y todo se quedó en un saludo desde el tercio.  

Y esto fue lo que aconteció en la segunda corrida de toros de la temporada de Madrid, donde volvimos a ver muchísima gente joven en los tendidos, algo que se está repitiendo y que es sin duda una gran noticia.

Un saludo
Borja González.



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