lunes, 19 de septiembre de 2016

"JODIDAMENTE ABURRIDA" (Crónica Las Ventas 19 Septiembre 2016)



Foto: www.las-ventas.com (Juan Pelegrín)


Descastada y mal presentada corrida de Lagunajanda en tarde sin contenido alguno.



Madrid. Las Ventas.
Domingo 18 de septiembre de 2016.
Toros de Lagunajanda para los diestros:
-       Iván Vicente: división al saludar y silencio.
-       Eduardo Gallo: saludos desde el tercio y división al saludar.
-       Esaú Fernández: división tras petición y silencio.
Entrada: Un cuarto.

Toros lidiados:
-       Primero. “Oceanador” nº 9, negro listón de 555 kilos. (Palmas)
Justo de trapío, cumplidor en varas y falto de fuerzas. Poco fondo en la muleta.
-       Segundo. Obstentoso, nº 5, negro listón de 587 kilos. (División)
Justo de presencia, manso, flojo y noble, boyante y embestidor.
-       Tercero. “Goloso” Nº 46, negro listón de 542 kilos. (Silencio)
Descastado, manso y a menos en la muleta. Buen pitón derecho.
-       Cuarto. “Lavandero” Nº 67, negro de 553 kilos. (Silencio)
Flojo y manso, a la par que descastado.
-       Quinto. “Mohíno” Nº 50, castaño albardado de 513 kilos (Silencio)
Inválido. Debió ser devuelto. Llega con nobleza y boyantía a la muleta.
-       Sexto. “Gallego” Nº 44, castaño de 584 kilos (Silencio)
Mal presentado, apretado de carnes y descastado. Manseó en varas y llego sin codicia al último tercio.


Mala a rabiar. Así fue la corrida que Doña María Domecq Sáinz de Rozas envío a la primera plaza del mundo. Como oyen. Un lote desigual, feo y justo de presencia, que desfiló entre la falta de casta y la mansedumbre propia de una vacada en horas muy bajas. ¿O es que acaso ha tenido triunfos como para volver a Madrid? Sus motivos tendrán empresarios y veedores para ello, pero el tufo que nos colaron, un día más, fue de órdago.

Un cuarto de plaza, para variar, con más del cincuenta por ciento extranjero. Un chollo que empieza a acabarse y que hemos o han de levantar. Un criterio pueblerino y festivalero que envuelve a la plaza de Madrid como si de talanqueras fuera delimitado su perímetro (con todo el respeto a los talanqueros)

Iván Vicente comparecía en su tercera tarde este año. Si, oyen bien, tres oportunidades vaya usted a saber por qué. Mientras tanto Javier Cortés, que se me viene ahora a la mente, en busca de su oportunidad de oro. Porque no llego a entender estas repetitivas comparecencias de toreros modestos con la sinrazón de entorpecer la presencia de otros que piden estar en Madrid. Emilio de Justo también se me viene a la cabeza, muy del corte venteño. Pero a esto nos tiene acostumbrados la empresa, quien tuvo la gentileza de colocarnos al gran Esaú Fernández. Todo un detalle.

Volviendo a la corrida de ayer apuntar un buen recibo capotero de Iván Vicente al primero, el de mejor condición del encierro. Animal que empujó y fijó en varas, y que a pesar de su justa fuerza tuvo la nobleza y boyantía suficiente como para romper para delante. No estuvo bien el madrileño, que perdió sitio en todo momento, sin mandar en las descompuestas embestidas del bicho, que poco a poco fue yendo a menos. Saludos gracias a sus paisanos.
El cuarto fue un animal que se movió menos que los pómulos de Camilo Sesto. Sin picar como sus hermanos y pidiendo clemencia desde salida. Esperpento alargado por un sinfín de muletazos sin sentido. Allí no pasaba nada.

Al segundo le protestaron de salida por su falta de seriedad. Animal bajo y apretado, pobre de cara y sin esa curvatura de pitón que tanto gusta y pide Madrid. Salió con alegría y buen recorrido en los primeros tercios, mostrando claridad y buenas embestidas por ambos pitones. Por ello Eduardo quiso cuidarlo en varas, ante las protestas y exigencias de pocos aficionados. Duró dos tandas el animalito, viniéndose abajo y parándose en los finales de la misma. Saludos cariñosos desde el tercio.

El quinto también fue muy protestado por su falta de fuerzas. Castaño albardado, largo y con más seriedad que sus hermanos. Cojeó en los inicios, levantando la ira de un público cansado y aburrido, y quiso deslizarse con clase y largura por ambos pitones ante la templada muleta del charro, que dejó sueltos y despaciosos muletazos por ambas manos, sin la apretura de la emoción ni la tempestad del cornúpeta, que fue apagándose poco a poco. Faena larga y pesada, de excesivo sobeteo, rematada con un estupendo bajonazo en el mismísimo costillar. Los saludos desde el tercio tras semejante imagen fueron muy lamentables.

Cerraba la terna Esaú Fernández, inmerecidamente acartelado en Madrid, que no les quepa la menor duda. Sus ganas y disposición toda la tarde no tapan la nula técnica y formas de torero del joven sevillano, que sigue sin entrar en mis ideales. Toreo ventajista, poco estiloso y vulgar, muy vulgar.
Recibió en puerta de chiqueros a su primero, reconocedor de la facilidad que tiene para la larga cambiada a porta gayola. Nada fácil por cierto. Capotazos a la velocidad de la luz, ganando terreno, y colocación como pollo sin cabeza al poner en suerte al burel. Se dispuso entonces a torear desde Palma, con el trasero en pompa, y más allá del fuera de cacho, escuchando lógicamente las protestas de Madrid. Derechazos ligados y esperpénticos. Algo más ortodoxo al natural, pero no vayan a creer gran cosa. Estocada caída y bochornosa petición de oreja. La vuelta se la guardó tras un amago sospechoso.
Con el sexto apenas presté atención, para que negarlo. Solo vi un animal sin trapío para Madrid moverse sin gracia alguna por ese inmenso ruedo. También recuerdo latigazos de muleta y mucha tardanza al doblar en chiqueros. Nada destacable vaya.

Y esto ha sido lo más que he podido sacar de tan aburrida tarde. Lo juro.

Un saludo
Borja González





No hay comentarios: