lunes, 21 de marzo de 2016

CURRO DÍAZ, POR LA PUERTA GRANDE DE MADRID





Foto: Juan Pelegrín

DOS OREJAS PARA CURRO DÍAZ Y UNA PARA DAVID GALVÁN, QUE CAE HERIDO EN LA PRIMERA DE LA TEMPORADA EN MADRID.

Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
Domingo de Ramos 20 de Marzo de 2016.
Toros de Gavira y Torrealba (2º bis) para los diestros:
-       Curro Díaz: oreja, oreja y silencio. Puerta Grande.
-       David Galván: oreja tras dos avisos en el único que mató.
-       Juan Ortega: saludos y silencio.
Entrada: Un cuarto de plaza.

Parte médico de David Galván: Herida por asta de toro en tercio medio cara interna de pierna derecha, con orificio de salida por cara externa, que produce destrozos en músculos soleo y gemelos. Distensión e inserción de aductores. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros.  Pronóstico reservado. Fdo. Dr García Padrós.


Puerta grande y puñetazo en la mesa de Curro Díaz, que logra su segunda salida a hombros en la plaza de toros de Madrid. Dos faenas cargadas de detalles e imperfecciones, tapadas con enjundia y maestría, arte y alma. Dos trasteos ventajistas por momentos, pero sentidos y profundos en otros claves, rebosantes de torería y personalidad, en palmos de terreno y con dóciles oponentes.

Curro volvía a mostrar sus credenciales ante su primer enemigo, sobrero de Torrealba, de apretadas y bajas carnes, al que dieron tela en el jaco, como así pasara con el segundo titular, desangrado tras un terrorífico primer puyazo. No se lo pensó el jienense y relajó figura ya en la primera tanda, encajado, hundido en el ruedo madrileño, fajándose al burel por los muslos, esos que trató de ocultar a mitad de faena, citando entonces con la pierna retrasada, ocultando la verdad que él mismo se atreve a plantar cuando le viene en gana. Los remates, muy toreros, callaban cualquier atisbo de protesta. Toreaba Curro y rugía Madrid. La media estocada, arriba bien es cierto, y el fallo con el descabello, sumado a ciertas ventajas del trasteo, debió dejar el premio en una maravillosa vuelta al ruedo.

Mucho más intensa fue la faena al cuarto de la tarde, un Gavira noble y bonachón que tuvo el privilegio de caerle en gracia a CD. Cuidadoso ahora sí en la lidia y perfectamente tratado en el último tercio, con unos primeros pasajes lineales, de toreo falso y aliviado, ligeramente protestado por el aficionado de Madrid, que bien sabe de lo que es capaz este diestro. Cogió vuelo la faena, pero no tuvo la importancia y la verdad que exigía el momento. Entonces llegaron las dos tandas finales, ahora si de verdad, con el pecho hacia delante, los riñones hundidos y la pierna de salida en la trayectoria del animal. Rugió entonces Madrid en dos series de naturales estupendas, de las que contadas veces se pueden ver, y los remates por bajo, lentos y acompasados, volvió loco a más de uno. Se volcó entonces sobre el morrillo para cobrar un fenomenal volapié. Toro reventado y orejón de ley para salir así por la Puerta Grande.

Otra oreja se llevó Galván del destartalado y serio tercero. Un Gavira con un puñal por derecho, bajo y rematado, de seriedad supina. Manseó como toda la corrida y llegó sin fijeza y con fuerza al tercio de muleta. Sin conciencia Galván se plantó en los medios, dando cabida a un mal planteamiento dadas las condiciones del bicho. Voló en la pedresina, agujereando el soleo del joven, al que poco le importó semejante boquete. Se ciñó entonces en derechazos Galván y subió el tono al coger la zocata, su gran fuerte. Buenos los naturales con figura erguida, en toreo perfilero y encajado, de arriba abajo. Firmes las manoletinas y decisiva la estocada, hasta los gavilanes. Oreja pedida mayoritariamente y concedida por el usía.
El resto de la tarde tuvo poco o nada de atractivo. Juan Ortega cumplió sin más en su tarde de confirmación, dejándonos como estábamos. Tuvo que pasaportar a un verdadero galán que ni llegó a los 500 kilos, con un trapío espectacular y una condición más que discreta. Y se peleó con garra ante su segundo, en terrenos comprometidos por momentos.

La corrida de Gavira, muy ofensiva de cara, tampoco pasó de discreta. No se empleó en varas, y llegó en el último tercio con movilidad y actitud cambiante. Noble fue el primero, bueno en cuanto a fijeza y clase el segundo de Torrealba, manso el tercero, nobletón el cuarto y muy descastados y malos quinto y sexto.

El domingo que viene volvemos a dar guerra. Mano a mano Morenito vs Fandiño. Atractivo cartel con mucho que decir y hacer. Esperemos que Martín Lorca lleve una buena corrida de toros y salgamos contentos de la plaza.

Un saludo
Borja González.

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