Foto: Suerte suprema de Aguilar con el tercero de la tarde.
IMPORTANTÍSMA TARDE DEL MADRILEÑO EN LA PLAZA DE TOROS DE LAS VENTAS.
Plaza de toros de Las
Ventas
4ª de la feria “Arte y
Cultura”
Entrada: Casi tres cuartos
de plaza
Toros de Victorino Martin
Andres para los diestros:
·
Antonio Ferrera: palmas
(aviso) y silencio (aviso)
·
Diego Urdiales: silencio
en ambos tras aviso
·
Alberto Aguilar: Oreja y
vuelta al ruedo.
Los
toros de Victorino Martin:
-
Primero:
“Pobrecito” (Empuja en varas, con
clase y poco fondo) Palmas.
-
Segundo:
“Minoico” (Flojo, complicado y
mirón) División.
-
Tercero:”Poeta” (Encastado y exigente. Con
complicaciones) Ovación.
-
Cuarto:
“Diligente” (Flojo, soso y sin entrega)
División.
-
Quinto:
“Majito” (Flojo, descastado y
mansurrón) Pitos
-
Sexto:
“Botero” (Fuera de tipo, encastado y
mansurrón) Silencio.
Pequeño
en estatura, joven, prácticamente nuevo en las primeras ferias, con más huevos
que el caballo el espartero como dicen por mi zona, valiente, asentado, seguro,
con una buena mano, un buen concepto… les hablo de Alberto Aguilar, sin duda la
sorpresa de toda la feria, no solo del Arte sino de san Isidro.
Todo
el protagonismo recaía en la vacada del legendario Victorino, tras varios años
de ausencia todas las miradas iban directas a los cárdenos, a los que tantas y
tantas tardes han triunfado en esta plaza, su plaza. Los dos hombres sentados
encima de toriles, en sus habituales asientos, saludaban y esperaban nerviosos
el juego de sus pupilos. ¿Qué pensarían nada más terminar la corrida? Yo no
estaría contento, para nada. Seguramente Victorino padre saldría echando humo,
mientras que el hijo (mucho más aguado) sacaría aspectos positivos de la
irregular corrida de los albaserrada.
Fue
ésta una corrida muy dispar de presentación. Salió el puro Victorino, otro más
anovillado tapado por su cara y de escurrida presencia, otro de 485 kg de
impecable cuajo y trapío y otro fuertemente abroncado de salida por lo fuera de
tipo que se hallaba. Quien crea que ese toro no tenía goterones de otro encaste
que venga y me lo cuente. No se yo el futuro que tiene esta vacada con el hijo
de por medio. Que casualidad que todo se esté volviendo más blando, toreable y
manejable… miedo me da.
Y
guste o no el protagonismo se lo llevó el madrileño Alberto Aguilar, por una tarde muy importante en esta plaza. Puso a
todo el mundo de acuerdo y salió en TORERO. No juzgaremos su estilo, arte o
compás como dicen algunos, eso lo dejamos en manos de los “artistas”.
Juzgaremos la verdad con la que estuvo toda la tarde y la importancia de sus
dos faenas ante toros para nada facilones.
Su
primero fue “Poeta”, un animal que recibió división de salida. Mientras algunos
pitaban los 485 kg otros ovacionábamos la tipología de ese animal.
Perfectamente presentado. ¿Qué Madrid quiere kilos? Tontunas. Se empleó en
varas, con un pitón en el segundo encuentro se defendió y llegó a la muleta con
casta, obediencia pero muchas complicaciones y miradas. Alberto lo trató de forma
fenomenal, siempre cruzado al otro pitón, incluso más allá, dando el medio
pecho, incluso de frente en ocasiones, corriendo la mano, aguantando las
coladas y tirando siempre del bicho hasta detrás de la cadera, vaciando el
muletazo en todo momento. Al natural llegaron los de mayor importancia, menos
ligados, pero más toreados y mandados. Cruzado le sonaron las palmas de Madrid,
y el rugir de la plaza llegó cuando se enroscó al animal en dos naturales de
bellísima lámina. Volvió a la derecha para ahora si ligar, algo más en línea una
buena tanda mandona y algo embarullada, con una embestida más corta del Victorino,
que tuvo fondo y entrega. Los doblones por bajo, largo y llevados, con la idea
de rematar y poder al bicho fueron el broche perfecto a una faena muy
madrileña, muy de Las Ventas. Se tiró con rectitud, con todo, y dejó una
estocada entera ligeramente desprendida. OREJA DE LEY SEÑORES.
Con
el sexto vimos la versión más poderosa de Alberto. “Botero” fue un animal
duramente protestado de salida. Terciado, ofensivo de puntas pero tremendamente
sacado de tipo. Ya saben lo que dicen de los toros tan oscuros de Victorino. ¿De
donde viene esto señor ganadero? Una mezcla rara donde las haya.
Manseó
de lo lindo en varas, condición que hacía cabrear a la parroquia más aun
sabiendo lo que ha sido siempre esta ganadería, se defendió en banderillas y
llegó a la muleta con casta, cierta fiereza y transmisión. Nadie apostaba por
el animal, pero ahí estaba de nuevo el diestro para mandar, someter y hacer
faena a un animal que no la tenía. Tardó en cogerle el ritmo, algo acelerado en
las primeras tandas pero llegaron dos series de naturales que rompieron la
plaza por completo. De nuevo bien posicionado, mandando y llevando embarcado
con la panza de la muleta al bichejo raro de Victorino. Si mata le dan la
oreja, estoy convencido. Dejó una media desprendida y dos descabellos y dio una
vuelta merecida para toda la tarde.
Ferrera estuvo más asentado y
lidiador que nunca. Parece (bueno, no) le tienen tirria en esta plaza y haga lo
que haga siempre será menospreciado.
Sus
lidias a sus dos toros son para enmarcar. Paró a los dos, ganándoles terrenos,
les dejó largo en el caballo, les ahorró capotazos y aun asi intentó en algunos
alargarles las embestidas de forma brutal. Para mi sensacional su brega.
Tuvo
dos toros con posibilidades pero de poco fondo en la muleta.
El
primero fue “Pobrecito”, animal entipado y serio que peleó de largo en varas y
que llegó a la muleta con sosería, templanza y humillación. Complicaciones de
salida, tras varias coladas por el pitón izquierdo. Me recordó mucho al segundo
de Adolfo, aunque con menos clase y bonanza. Antonio estuvo simplemente aseado,
le faltó romperse más con el animal y todo se quedó a medias. Hubo algún
derechazo bueno y ligado, pero todo estuvo frio y desencajado. Las palmas sonaron
con fuerza en el arrastre y también para Ferrera tras dos pinchazos y una baja.
El
cuarto fue “Diligente”, toro cárdeno, abierto y veleto de cuerna, con cuajo y recibido
con leves palmas. Empujó con un pitón y cara a media altura en el peto y galopó
con franqueza en banderillas, donde vimos la variedad característica del
extremeño (retrovisor y quiebro, este último el mejor de la tarde). Tuvo poder
el animal y por momentos desbordó a Ferrera, que primeramente buscó las
lejanías para seguidamente meterse en los pitones y ahogar al bicho. Otros
terrenos y otras distancias hubieran cambiado por completo la faena. No nos
gustó en este Antonio.
Por
último Urdiales. Torero que está
bajando una barbaridad esta temporada. Ni tuvo sitio delante de los toros, ni
vimos el torero de buen concepto que cautivó a Madrid años atrás. Ha pasado sin
pena ni gloria en sus dos tardes, aburriendo con un toreo encimista y pesado.
Bailoteó con el complicado segundo, gazapón y protestón, pero al que no supo ni
mandar ni someter en ningún momento. Luego se pondría pesado con el flojo y
descastado quinto, abusando de la falta de todo del bicho y cabreando a gran
parte de la plaza. Hay que cambiar Diego YA!
Esto
ha sido todo en la feria de Arte y Cultura. Ni comentaré la patética tarde del
sábado, donde se vivió una charlotada de toros descastados e inválidos y un
toreo patético y vulgar de tres diestros que se hacen llamar mediáticos.
Simplemente destacar el buen manejo del Fandi con el capote. La oreja fue
verbenera y populista, pero… que esperábamos!
Un
saludo
Borja
González
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