lunes, 23 de abril de 2012

ALBERTO DURÁN, apuntenlo! (Crónica novillada 22 de abril Madrid)

BUENA TARDE DEL ZAMORANO!!!



Madrid. Las Ventas 2012

Entrada: Menos de un cuarto de plaza.

Novillos de Monte La Ermita para:

- Salvador Barberán: silencio y silencio con un aviso.

- Alberto Durán: palmas con dos avisos y saludos tras aviso.

- Rafael Cerro: silencio con aviso en ambos.

Los novillos:

· Primero: “Mensajero” (inválido y deslucido) DIVISIÓN

· Segundo: “Borracho” (noble y flojo) PALMAS

· Tercero: “Misterio” (bravo en el caballo y con poco fondo) PALMAS

· Cuarto: “Lengüilargo” ( manso y noble) DIVISIÓN

· Quinto: “Jabonoso” (manso, encastado y con transmisión) DIVISIÓN

· Sexto: “Cordobón” ( descastado y flojo) SILENCIO

Se le fue el triunfo y el sueño a Alberto, lo vio de cerca, lo tocó, casi lo disfrutó, pero se dejó él solito la miel en los labios. Para matarle, para crucificarle para tenerle horas y horas, días y días con el carretón, sin descanso. Tuvo las dos orejas necesarias para abrir la Puerta de Madrid pero falló con los aceros de forma estrepitosa, no por mala suerte sino por no saber. Por entrar siempre con el brazo retrasado, saliéndose y sin fuerzas ni pujanza. Asi es imposible llegar a ser figura del toreo, y sino que se lo pregunten a Manzanares.

La novillada de Monte la Ermita fue un caramelo desaprovechado por momentos. Novillos justitos de presencia, bajos y cómodos de trapío, faltos de poder y fuerzas, nobles a más no poder y muy toreables. Ya saben, el toro comercial que se está apoderando de este bonito mundo.

Alberto sorteó en primer lugar a “Misterio” un animal bajo de presentación, terciado y que se dejó más de lo esperado en la muleta fija y siempre adelantada del diestro zamorano. Lo recibió por verónicas clásicas, algo ventajistas pero ligadas y templadas. Se picaron en quites Alberto y Rafael, causando la alegría del público, aburrido de tanta monotonía capotera. Llegó entonces la faena de muleta, con buenas series al naturales, bien colocado el chaval y corriendo la mano baja, característica que se le lleva viendo varias tardes. Se vino arriba la faena de nuevo con otra tanda al natural y buenos fueron los remates finales. Calentito el público que podría haber pedido la oreja y contento el diestro. Como ya hemos dicho, falló con el acero y a punto estuvo de escuchar los tres avisos.

Mucho mejor estuvo la faena del quinto. Un animal que hizo cosas feas y deslucidas de salida, manseó y se refugió en tablas, pero que luego fue con transmisión, humillación y claridad a los toques de nuevo bajos y arrastrados de Durán. Buena fue la primera serie, pero tremenda fue la segunda, sin perder pasos, aguantando el vendaval que soplaba en el ruedo, dejándosela en la cara y tirando hasta detrás, en muletazos limpios que hicieron levantarse a más de uno. No decayó la faena al natural, donde de nuevo vimos la buena mano del zamorano. El animal bajó debido a tal poder (le obligó muchísimo en algunos momentos) Faena de oreja que se quedó en nada por el desastroso juego con los aceros.

Rafael Cerro se llevó otro caramelito que hizo tercero. Un animal impresentable para una plaza como Madrid, gacho y terciado, que tuvo transmisión en el capote de Cerro y que empujó de lo lindo en varas, metiendo riñones y con la cara fija abajo. Siguió con clase y humillación el capote de los subalternos y tuvo varias series buenas totalmente desaprovechadas por el joven, que nunca lo vio claro. Rafael se pasó de faena, buscó las cercanías y ahogó al animal que terminó encogiéndose y poniéndose imposible para matar. De nuevo escabechina en las Ventas.

Poco pudo hacer con “Cordobón” el colorado sexto, grandón y feo de hechuras, deslucido y falto de casta. Pases y más pases pero la tarde se acababa, el frio se apoderaba y los tendidos se vaciaban. Brindó a su apoderado Ortega Cano.

La nota más negativa la puso Salvador Barberán que pasó sin decir absolutamente nada por la plaza de Las Ventas. Y es que venir asi a esta plaza es como no venir. Ni dijo nada con el capote, ni arriesgó con la muleta. Pesado en sus dos faenas, buscando siempre el sitio al toro y sin saber que hacerle al cornúpeta. Una lástima.

Por último destacar la buena labor de Victor Nieto ante el cuarto, con dos grandes pares de banderillas.

El domingo que viene, más y mejor (esperemos) desde Madrid.

Un saludo

Borja González

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