martes, 18 de septiembre de 2018

ESCOLAR SE LLEVA EL SEGUNDO DESAFÍO EN LAS VENTAS




Descafeinado 2º Desafío Ganadero en Las Ventas. La apuesta de Escolar supera a San Martín y a la terna.


Madrid. Plaza de toros de Las Ventas
2º Desafío ganadero. 16 de septiembre de 2018.
Toros de José Escolar (1º, 2º y 3º) y San Martín (4º, 5º y 6º) para los diestros:
-       Javier Castaño: silencio en ambos.
-       Ricardo Torres: silencio tras aviso y pitos al saludar por su cuenta.
-       Arturo Macías: palmas tras aviso y silencio.
Entrada: 6.720 espectadores (Más de un cuarto de entrada)



Ni por asomo superó este desafío la corrida tan completa que vimos en el primer capítulo del serial de septiembre. El total éxito del primer encontronazo no terminó de atraer a la afición madrileña al coso de la calle Alcalá. Ni los inconvenientes previstos por los cortes producidos debido a la llegada de la vuelta ciclista fueron excusa para no acudir a dicha cita. El cartel de lidiadores tampoco animaba la taquilla, para que mentir.

Escolar ganó por goleada, aún sin cumplir con nota en el caballo, requisito indispensable en tan marcada cita torista. Superior en cuanto a casta y posibilidades de triunfo en la muleta. Tres embestidas muy diferentes y complejas que superaron por completo a una terna de la que poco o nada se esperaba. Ventero, Marinero y Patoso. Tres toros para apostar y triunfar. Superiores a izquierdas, con la humillación por bandera, y con la cota más alta en el renacuajo tercero, que planeó en las telas del Cejas. Se fueron ovacionados en su arrastre.

San Martín sigue mostrando carencias de casta y poder. Sus ejemplares fueron apagándose a medida que avanzaba su lidia, sin llegar a soportar las exigencias de un ruedo como el de Madrid. Tres toros muy serios y con mucho cuajo, alejados del prototipo santacolomeño, hondos y enmorrillados, que fueron pronto y por derecho al caballo, sin llegar a empujar bajo el peto. Todos ellos acabaron parados y derrotados en el tercio de muleta.

La nota positiva de la tarde llegó de color plata. Buenas las actuaciones de Sergio Aguilar y Marco Galán en las bregas. También estupendos los pares de Fernando Sánchez en sus dos turnos. Carretero se las vio con el encastado tercero. Y buenas actuaciones tuvieron también Manuel Burgos y Antonio Muñoz en los tercios de varas a quinto y sexto toro.

Abrió plaza “Ventero”, derrotando por bajo en burladeros y levantando alguna que otra astilla. Salida agresiva la del Escolar, que se quedó por bajo en las telas del salmantino Javier Castaño. Lidiador lo llevó a los medios, andando para atrás y ganando siempre terreno al cárdeno. Faltó la torería de una buena media en pleno centro. Acudió hasta tres veces al caballo, sin franqueza y sobre un pitón. A la cuarta dijo que tu tía. Reservón y midiendo las distancias llegó al último tercio, con fijeza y mucha seriedad en su comportamiento. Rompió largo y humillado cuando se le hicieron las cosas bien por el izquierdo. La apuesta no llegaba y las constantes dudas de Javier frenaban aún más al toro. Las palmas llegaron durante el arrastre.

Ricardo Torres lanceó por bajo la salida del segundo, de nombre “Marinero”. De nuevo un saludo capotero al que le faltó final. No quiso Marinero el tercer puyazo, por lo que hicieron bien en cambiar el tercio. Firmeza de plantas la del maño, que llevó muy plana la muleta en todo momento, logrando una más que estimable serie de derechazos. Faltó técnica y temple al natural, descompuesto y siempre hacia afuera en el embroque, descomponiendo por completo al de Escolar, que no paró de embestir durante toda la faena. No estuvo acertado con los aceros. De nuevo palmas en el arrastre de Marinero.

Las protestas llegaron a la salida del tercero. “Patoso” bajaba un palmo la altura de sus hermanos. Apretado y corto de esqueleto, con seriedad suficiente por delante. A pies juntos lo recibió Arturo Macías, con el apoyo más que notable de sus paisanos mexicanos. Empujó con casta en el primer encuentro, metiendo riñones de verdad. No quiso entrar al segundo, por lo que Pedro Iturralde acudió a su encuentro entre la pitada general. Pocos fueron los que aplaudieron tan acertada decisión. Patoso entonces decidió embestir por bajo y de forma codiciosa a la muleta del Cejas. Planeó por el izquierdo en tres naturales de hondura y temple. Fue entonces cuando apostó el mexicano. Quizá tarde. No llegó a romper la faena y tampoco fue acertado el lugar de la espada.

“Granadito II” abría la apuesta de San Martín en Madrid. Cuajado y con tipología estándar. Difícil catalogar su procedencia. De nuevo seguro Castaño, curtido en todo tipo de batallas, ganando siempre terreno en el tercio. Las fuerzas no sobraron, y los tres encontronazos con el peto debilitaron aún más al animal, que llegó totalmente aplomado al último tercio. Desconfiado y distante Javier, vio como el animal acababa echándose tras un insulso trasteo.

El quinto de la tarde tuvo seriedad en todo lo que se le hizo. Cumple en tres varas y llega de nuevo muy apagado a la muleta. Falta de humillación y entrega. Tras el grito de “Qué aburrimiento” Ricardo Torres decidió abreviar y dejar una estocada en los bajos. Las tres palmas desde barrera fueron suficientes para su saludo, protestado por la totalidad de la plaza.

Con el sexto, “Precioso”, vivimos el mejor tercio de varas de la tarde. Pronto, alegre y por derecho acudió a sus tres envites. Paciencia y por derecho Antonio Muñoz, que aguantó las imponentes arrancadas del cornúpeta, mejor cogido en la última. Cabeza por las nubes y embestidas a la defensiva ante un Arturo Macías insistente y encimista. Buscó arrimón el hidrocálido, colocándose entre los pitones astifinos del descastado sanmartín. El balance escaso de la vacada inclinaba la balanza a favor de Pepe Escolar.

Un saludo
Borja González





Ficha de los toros lidiados.

·         Primero. “Ventero” nº 48, negro entrepelado de 549 kilos. (Palmas)
Bien presentado. Recibe tres varas y se niega desde los medios a una cuarta. Discreta pelea en el peto. Llega reservón y con profundidad al último tercio, especialmente por el pitón izquierdo.
·         Segundo. “Marinero” nº 24, cárdeno bragado de 575 kilos. (Palmas)
Recibe dos puyazos, negándose en el tercer encuentro. Se emplea en el primero y protesta en el segundo. Noble y embestidor por ambos pitones, con fondo importante de casta.
·         Tercero. Patoso” nº 50, cárdeno de 496 kilos. (Palmas)
Recibe protestas de salida por su pequeña estampa. Pelea con todo en un primer encuentro pero muestra síntomas de mansedumbre al no querer un segundo castigo. Algo descompuesto y con un gran pitón izquierdo. Mucho que torear.
·         Cuarto. “Granadito II”, nº 88, negro bragado meano, 554 kilos (Pitos)
Cuajado y serio. Recibe tres puyazos de discreta pelea. Llega apagado y sin fuerzas a la muleta. Acaba echándose y siendo apuntillado.
·         Quinto. “Acompañado” nº 94, negro entrepelado meano de 580 kilos. (Silencio)
Recibe tres varas con prontitud y fijeza, sin gran empuje en el penco. Se viene abajo muy pronto en la muleta, mostrando falta de poder y casta.
·         Sexto. “Precioso” nº 100, negro entrepelado meano de 555 kilos. (Silencio)
Ovacionado de salida. Recibe tres varas, la última de ellas desde los mismos medios. No acabó de pelear en el peto. Como sus hermanos se vino muy abajo en la muleta, con la cara por las nubes.

lunes, 10 de septiembre de 2018

UNA SEÑORA CORRIDA DE TOROS (1º Desafío ganadero 2018)





Los mayorales de Saltillo y Valdellán saludan al término del festejo tras una gran tarde de toros en la capital. Importante faena de Fernando Robleño y gran estocada de Cristian Escribano en su confirmación de alternativa.


Gran tarde de toros la vivida en la tarde de ayer en la capital. Un estupendo desafío ganadero que finalizó con el saludo desde el tercio de ambos mayorales tras el juego de sus pupilos en el ruedo venteño. Un desfile de casta y bravura que amenizó a los más de siete mil espectadores que se daban cita en el granito venteño, aún con las obras a medio gas.

Saltillo presentó tres toros de dispares hechuras y pelajes. Sobresalió el gran tercero, al que llegó a pedirse la vuelta al ruedo en su arrastre. Conmovedor fue la ovación que atronó cuando aún las mulillas ni habían pisado el ruedo madrileño. Emociones a flor de piel. Y es que “Horquitillo” dejó a “Asturdero” a la altura del betún. Bravo y enclasado, dulce en la frágil muleta de un Venegas equivocado. Afición en contra tras una decisión desafortunada. Primero y segundo dieron opciones a derechas, sin grandes dotes de casta. Monjitas de la caridad respecto a los marrajos de Isidro.

Ganó bajo mi punto de vista Valdellán, por casta y presencia. Impecable la lámina de sus tres protagonistas. Seriedad, cuajo e integridad. Casi nada. El temperamento encastado del cuarto me ganó por completo. Poderoso en el caballo, sin llegar a sacar nota, pero con un fondo estupendo de bravura en el último tercio. Un señor toro. Complicaciones mostró el encastado quinto, y prontitud y franqueza el precioso sexto. Una presentación inmejorable para la vacada leonesa. Mi enhorabuena.

Como monumental fue la estocada que propinó el confirmante Cristian Escribano al toro que abrió plaza. Un soberano volapié que levantó los tendidos de Madrid al golpe de palmas. Diez segundos de vida para el saltillo, que no pudo tener muerte más digna. Pañuelos en mayoría y oreja a la antigua. Y es que su faena no pasó del aprobado. Derechazos acompañados, con notables pases de pecho. Superado al natural, donde el saltillo repuso en demasía. No llegó al poder necesario.

Con el sexto más de lo mismo. Falló en distancias. Pareció fácil dar espacio al bueno de Valdellán, pero quiso empeñarse en la distancia corta. No aprovechó el primer viaje del cornúpeta, por lo que costó un mundo ligar el tercero. Desbordado de nuevo al natural y con ciertas complicaciones en la suerte suprema. Debemos darle sitio, lo merece.

Fernando Robleño hizo el toreo. En su plaza. En su Madrid. Tardó la plaza en darse cuenta del mérito de meter al imponente berrendo (o eso ponían) en el trapillo. Dos tandas de mando, sin llegar a meterse con él, para luego torear como mandan los cánones. De arriba abajo, de fuera a dentro, pasándoselo por la misma barriga, para rematar detrás de la cadera. Ahí quedan cuatro o cinco derechazos monumentales, en los que rugió Madrid. Se vino arriba Fernando para regalarnos una estupenda serie de naturales de frente. Media distancia, punteras al frente, pecho por delante y a dejarse llegar semejante tren. Qué emocionante joder. El pinchazo privó una petición mayor. La oreja fue incontestable.

Muy serio estuvo con el segundo, el de menores opciones del encierro. Firme y sin dudar ni una sola vez en la cara del toro. A su altura llevó la muleta por derechazos. De nuevo pinchazo y estocada desprendida. Palmas.

José Carlos Venegas se fue contrariado de una plaza en la que siempre ha dado la cara. Su inoportuna e incomprensible (¿?) decisión de amasacar al tercer toro de la tarde en el caballo enfureció a unos tendidos que pronto se pusieron a la contra. Habría que preguntarse qué pasó allí, aunque sea siempre el primer responsable. Horquitillo mostró sus buenas condiciones de salida, en un interminable saludo capotero que nunca quiso acabar. Gustavo Martos se ensañó con el animal de forma descarada, entre el asombro de todos los espectadores. Tres varazos (el último permitido y casi obligado por el presidente de moda) que tiñeron de sangre el lomo del buen saltillo. Nada tuvo importancia a partir de ese momento. Ni el eterno cambio de mano al ralentí que recetó el pobre Venegas, ni los tres o cuatro muletazos al paso que pocos quisimos ver. Faena a la contra y ovación unánime con petición de vuelta al ruedo para el gran Horquitillo.

Se la jugó con el exigente quinto, como prueba de su valentía innata. Las guadañas del Valdellán rozaron los muslos del andaluz, en un esfuerzo muy poco premiado por los tendidos. Cada embestida fue un trago. Un duro enfrentamiento que apenas fue cantado. Le engancharon los finales y el resultado no fue el esperado. Yo sigo confiando.

Finalizaba así un festejo completo y que no dejó indiferente a nadie. Todo el mundo salió hablando de toros. Todo el mundo querrá repetir. Porque esta es la esencia de la Tauromaquía, la del toro poderoso y el hombre valiente. Todo un acierto.

Un saludo
Borja González





Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
1º Corrida desafío ganadero. 9 de septiembre de 2018.
Toros de Saltillo (1º, 2º y 3º) y Valdellán (4º, 5º y 6º) para:
-       Fernando Robleño: palmas y oreja.
-       José Carlos Venegas: pitos tras aviso y silencio tras aviso.
-       Cristian Escribano: oreja y silencio tras aviso.
Entrada: 7.044 espectadores.

Nota: Saludaron en banderillas Ángel Otero en el 1º y Raúl Cervantes en el 6º. Ovacionado también “El Legionario” en el puyazo al 4º.

Ficha de los toros lidiados

·         Primero. “Ruidón” nº 46, cárdeno de 556 kilos. (Palmas)
No cumple en su encuentro con los caballos. Nobleza y recorrido por el pitón derecho, algo desentendido a final de muletazo. De corto recorrido por el izquierdo, sin llegar a emplearse.

·         Segundo. “Salador I” nº 42, negro de 581 kilos. (Silencio)
Largo y suelto de carnes. Salta al callejón y parece lastimarse. No cumple en varas y llega condicionado al último tercio, con un potable pitón derecho. Falto de casta.

·         Tercero. “Horquitillo” nº 24, cárdeno bragado meano de 510 kilos (Gran ovación)
Se le llegó a pedir la vuelta al ruedo. Recibió tres terroríficas varas en manos de Gustavo Martos. Llegó con nobleza y profunda humillación a la muleta. Clase a raudales por ambos pitones.

·         Cuarto. “Navarro” nº 15, berrendo en negro de 604 kilos (Ovación)
Ovacionado de salida por su impecable presentación. Recibe tres varas y llega con fondo a la muleta. Siempre a más, con embestidas poderosas y entregadas.

·         Quinto. “Hormiga” nº 1, negro bragado corrido axiblanco de 610 kilos (Palmas)
Ovacionado de salida. Ofensivo y muy serio. Con mucho cuajo. Exigente y poderoso en la muleta, sin regalar una sola embestida.

·         Sexto. “Montañés” nº 17, negro bragado de 593 kilos (Palmas)
También fue ovacionado de salida. Pronto y alegre en tres varas, la última desde prácticamente los medios. Llega con buen aire al último tercio, noble y franco por ambos pitones.

lunes, 6 de agosto de 2018

PABLO MORA SE PROCLAMA TRIUNFADOR DE LAS NOCTURNAS




Foto: www.las-ventas.com

Gran faena de Pablo Mora ante el sexto bis de la noche. Rafael González se despide entre pitos debido a su actitud al dar una vuelta al ruedo inexplicable.


Madrid. Plaza de Toros de Las Ventas.
Viernes 3 de agosto. Final del certamen de novilladas nocturnas.
Novillos de Juan Antonio Ruiz Román para:
-       Alejandro Fermín: silencio tras aviso en ambos.
-       Rafael González: silencio tras aviso y vuelta por su cuenta muy protestada.
-       Pablo Mora: silencio y vuelta tras aviso.
Entrada: 8.000 espectadores.
Nota: Pablo Mora se proclamó triunfador por unanimidad de votos.


Todo estaba perdido. La vuelta al ruedo abucheada de Rafael González, y las actuaciones sin espada de Alejandro Fermín, dejaban a un lado al joven de Moralzarzal, totalmente desubicado tras sus nulas opciones con el acapachado tercero. La devolución del sexto complicaba aún más las cosas. En su lugar, un pavo del mismo hierro como sobrero, descartado de la lista titular por tan atacada presencia. Las palmas ovacionaban tan excelente presentación.

Se dispuso entonces el joven Pablo, para llevar embarcadas las embestidas del fuerte Amapolillo. Tiró largo por ambos pitones en el comienzo, para dejar una asentada tanda de derechazos. Tiempo y formas. Buen empiece. Siempre a más al natural, sin pasar por alto ningún principio básico del toreo. Colocación, verdad, poder y mando. En todo momento sometido el de Espartaco en la muleta. Un cambio de mano eterno y despacioso, rematado más allá de la cadera. Rugió Madrid en plena noche, seguido de una ovación de aprobación máxima. Rosco pedía más toreo al natural, llevando en volandas a Mora, que daba un giro brutal al escenario de la final. Rafael no querría ni mirar. Lo perdía. Llegó entonces la mejor tanda en mucho tiempo de un novillero en la capital, sin ligazón, de uno en uno, con un soberbio pase de pecho de pitón a rabo. Tenía el triunfo, y no solo de la final. La espada jugó una mala pasada. La vuelta fue clamorosa, y el premio más que merecido.

No tuvo opciones con el tercero, un animal acapachado y excelentemente presentado, al igual que toda la novillada del maestro Espartaco. Soltó la cara desde sus inicios, siempre por dentro al segundo cite. Peleó con la cara alta y se quedó parado en el último tercio. La disposición del madrileño no acabó de levantar los tendidos. Las formas ahí quedaron.

Rafael González despidió el ruedo venteño entre una fuerte división. No gustó la actitud del joven espada tras la muerte del quinto, el más encastado del encierro. La actitud de Rafael ante la negativa de la vuelta acrecentó los abucheos de una parte mayoritaria de público. Gestos que sobran en un chaval que acaba de empezar en esto. Y más en una plaza que no olvida. La actitud y garra del madrileño quedaron reflejadas en la tarde noche. Siempre queriendo, variado con el capote y con esa aceleración propia del que quiere y no puede. Estuvo bastante correcto con su primero, al que remató de un soberano espadazo. Pero las ganas le pudieron con el quinto. Su mejor pasaje llegó de rodillas, logrando los mejores derechazos. Encajado y poderoso. Ya en pie mostró querencias. Más corazón que cabeza. Debió quedarse en saludos tras la negativa del tendido.

Alejandro Fermín sorteó el mejor lote del encierro. El precioso primero tuvo la virtud de llegar muy pronto arriba. Manso y noble el de Espartaco, queriendo coger los trastos siempre por bajo. Le costó atemperar las embestidas al extremeño, que falló a espadas de forma estrepitosa.
Salió con todo al cuarto, rodilla en tierra y varios afarolados. Le costó romper más a este novillo. Algo lineal Fermín, tirando mejor al natural del cornúpeta. De nuevo, una quimera con la espada.

Finalizaba así un certamen de gran atractivo en la capital. Un acierto pleno de la empresa por consolidar en horarios nocturnos festejos que serían inviables en pleno verano madrileño. Al igual que la iniciativa  “Cénate Las Ventas”, que aglutinó a muchísimas familias y grupos de amigos. Que sea el principio de algo grande.


Un saludo
Borja González.






lunes, 25 de junio de 2018

¿LA OPORTUNIDAD PERDIDA? (Crónica 24 junio 2018 Las Ventas)



FOTO: www.las-ventas.com 


Dos vueltas al ruedo con una noble corrida de Montalvo. El toreo lo puso Campos.

Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
24 de junio de 2018.
Toros de Montalvo para los diestros:
-       Octavio Chacón: saludos y vuelta tras aviso y leve petición.
-       Javier Cortés: saludos y vuelta tras petición.
-       Tomás Campos: palmas tras aviso y saludos tras aviso.
Entrada: 7.492 espectadores.

Ficha de toros lidiados:
·         Primero. “Jilguera”, nº 18, castaño listón de 572 kilos (Silencio)
Bien presentado. Flojo y descastado. Llega a la defensiva y desfondado al último tercio, soltando la cara. Dejándose por el pitón izquierdo.
·         Segundo. “Atractivo” nº 25, negro de 544 kilos (Palmas)
Más justo de presentación. Acude pronto y largo en dos varas, sin emplearse en el peto. Nobletón y pasando en la muleta, sin acabar de romper.
·         Tercero. “Raptor” nº 37, negro listón chorreado bragado de 580 kilos (Palmas)
Algo acapachado y de buenas hechuras. Se deja sin más en el peto y acomete con franqueza a los engaños. Faltó casta y empuje en el último tercio. Mejor por el izquierdo.
·         Cuarto. “Vaquerito” nº 44, negro de 610 kilos (Palmas)
Basto y bizco del derecho. Muy fuerte. Mansea en varas y llega con repetición y buenas embestidas al último tercio. Descolgando y colocando bien la cara. Acaba rajándose.
·         Quinto. “Juncoso” nº 69, negro de 547 kilos (Palmas)
Más ligero de carnes que sus hermanos. Se queda sin picar tras salir suelto del primer “puyazo”. Transmisión y nobleza en el último tercio, con fondo y franqueza por ambos pitones.
·         Sexto. “Confiado” nº 67, negro de 609 kilos (Silencio)
Palmas de salida. Cuajado y con mucha presencia. Se deja en varas y muestra mejores inicios que finales en sus embestidas. Mucho que torear.


Ovación cerrada. Así comenzaba la tarde revelación. Madrid, en concreto los tendidos de sol, obligaron a Octavio Chacón a saludar desde el tercio. Cosa de reventadores. Los toreros “rebeldes” de este inicio de campaña en la capital tuvieron su premio en la tarde de ayer. Merecido hubiera sido que Javier asomara por la tronera. También se lo mereció en su día. Como regalo una corrida de Montalvo, dispar de hechuras y en general bien presentada. Premio a una trayectoria protagonizada por la dureza de una profesión poco valorada. Un encierro que destacó por su nobleza y “poder hacer” en la muleta, algo básico para el triunfo actual.

Tomás Campos confirmaba en Las Ventas como matador de toros. El brindis cayó en manos de Diego Urdiales, fiel amigo del extremeño. Estrecha relación que pudo corroborarse en el ruedo, con semejanzas más que destacables entre ambos. Ese molinete con regusto, el empiece por bajo, hasta ciertos naturales puros y encajados al primero de la tarde, el único castaño de la corrida. Sin duda el peor del encierro. “Jilguera” pasará a la historia de Tomás como su toro de confirmación, pero quedará en el olvido. El “Montalvo” llegó desfondado al tercio de muleta, y ahí, en un palmo de terreno, Tomás nos regaló soberbios naturales enroscados, sin necesidad de ligazón, pero cargado de verdad y temple. Le costó coger el trote cochinero y descompuesto por derechas, a media altura, sin limpieza ni mando. La espada, un desastre.
Buen concepto mostró con el cierraplaza. El toro más serio y guapo de la corrida, aún con sus 600 kilos de peso. Torero, despacioso, gustándose y sintiendo en todo momento lo realizado por Tomás. Y es que eso se palpa. Faltó limpieza en el muñequeo final, pero se intuyeron grandes cosas en sus manos. Al torazo le faltó entrega. Con mejores inicios que salidas. De nuevo la espada apuntó a desastre.

Octavio es un claro lidiador, y para muestra un botón. Otra exposición más de cómo estar en una plaza de toros ejerciendo de director de lidia. Atento en todo momento, saliendo junto con el picador por la Puerta de Madrid, luciendo a sus toros en todo momento, variado con el capote, bregador… una joya para estos tiempos. Aún con esas volvió a confundir terrenos en la suerte de varas, dejando colocado a su primero en la misma boca de riego, para luego acortar en la segunda entrada. El mundo al revés. Galopó el cornúpeta en ambos cites, sin el empuje requerido bajo el peto. Buen tranco y media altura en los inicios. Muleta tiesa y poderosa para ligar las embestidas, sin dejarse llevar. Más corrección que alma. La técnica sobrepasada por el sentirse torero. Jodida conjunción cuando estás tan hecho al que no te deja. Saludó la ovación.

El cuarto fue un toro basto y muy fuerte por delante. Incomprensibles las palmas a su salida. Manso y aquerenciado, pero con la dulzura y clase necesaria para poner patas arriba aquello. Ligó entonces Chacón a Vaquerito, que apretó riñones a medida que la mano del gaditano bajaba. Ligaba los de pecho, con la sensación de linealidad, al menos desde arriba. Una tanda de naturales, aún con la repetición del Montalvo. Quisimos más con esa mano. Buenos los finales, sintiéndose ahora sí torero. La espada atravesada frenó la petición de oreja. Vuelta al ruedo tras algunos pañuelos.

Javier Cortés comparecía por tercera vez este año. Planteamiento fuerte ganado a sangre. Apostó por otro inicio arrollador con su primero, en los medios, sorprendiendo con un desdén cuando todos apostaron por el estatuario. Perdió entonces los pasos para ligar las embestidas de “Atractivo”, animal que quiso emplearse en varas. Humilló y transmitió en los inicios, faltando el punto de repetición que buscó Javier en sus terrenos. Mejor a izquierdas, tirando bien del animal, ciñéndose y pasando apuros. Pareció venirse abajo la faena tras la tercera tanda. Quedó en nada.
Con el quinto vimos la versión más forzada del madrileño, ayudado en todo momento por el buen recorrido del manso Montalvo. Al hilo sintió su poderosa muleta por ambas manos, con la recriminación de su público, al que encandiló esa tarde del 2 de mayo. Baja la mano y largo el muletazo, para ligar de nuevo el siguiente, despatarrado y buscando más allá de lo “permitido” la acometividad del animal. Terrorífico el encuentro en la suerte suprema, prendido por el pecho sin consecuencias. Vuelta al ruedo tras petición minoritaria.

Anuncian para julio un certamen de novilladas los viernes noche. Para esta semana, la novillada de Cascón, una de las triunfadoras el año pasado.

Un saludo
Borja González.

martes, 29 de mayo de 2018

TERCERA SEMANA DE SAN ISIDRO 2018








Tercera semana de feria. La Puerta Grande de Madrid se abrió por partida doble el viernes 25 de mayo. Hubo que esperar 18 días para salir en hombros por la calle Alcalá. Siempre hablando de los hombres de a pie, claro está. Y no crean que fue un acontecimiento histórico, por mucho que lo quieran contar. Una doble Puerta Grande triunfalista ante una corrida pasada por agua, gran factor influyente en todo lo que llevamos de feria.

La novillada de Conde de Mayalde tuvo la apertura de la tercera semana. Una novillada pareja y bien presentada, de buenas condiciones en el tercio de muleta. Destacaron varios novillos, y volvió a quedar en entredicho el papel de los anunciantes, como ya criticamos en la presentación de carteles. Atienza no llega a romper en Madrid, quien le ha dado unas cuantas opciones. Cadaval mostró sus pobres dotes toreros con un buen lote, y Toñete arrancó la oreja bajo el diluvió con más méritos físicos que dotes artísticos. Al menos salvó el drama.

La corrida del Ventorrillo volvió a dar oportunidades a Curro, Morenito y David Mora. Otras cuantas. Un encierro remendado por un toro de Valdefresno que se dejó sin grandes cualidades de casta. La del Ventorrillo, bastante escurrida, acometió sin pujanza y con poco fondo. Los de luces tampoco estuvieron inspirados. Una tarde sin contenidos.

El día 23 se volvió a colgar el cartel de “No hay billetes”. Quizá el día con más tirón de la feria. Por lo menos en taquilla. La corrida de Victoriano del Río estuvo escasa de trapío y fondo. Protestados varios de salida y prácticamente todos pitados en el arrastre. Un encierro bajo de casta que se dejó todo en el caballo, con alguna buena pelea en varas. Perera y Talavante deambularon entre un lote nefasto y flojo. Apenas el cuarto tuvo un par de arrancadas para luego rajarse. Roca Rey arrancaría la oreja del más potable del encierro, sexto de la tarde. A base de firmeza de plantas y toreo accesorio logró levantar la tarde. Varios derechazos ceñidos y un natural muy largo como recuerdo de una faena excesivamente premiada con la oreja tras fulminante volapié.



La II Corrida de la Cultura enfrentó a Julián López “El Juli” (única comparecencia) y Ginés Marín (triunfador del 2017). Para dicho acontecimiento se lidiaron dos toros de Alcurrucén (2º y 3º), dos de Victoriano del Río (1º y 6º), uno de Domingo Hernández (4º) y uno de Garcigrande (5º), todos ellos a excepción del sexto muy justos de presencia, alguno impresentable como primero y segundo. Se vivió la faena de mayor calado con el tercero de la tarde, de nombre “Licenciado”, un gran toro al que Julián a punto estuvo de cortar el doble trofeo. Una faena vibrante con un principio arrebatador por bajo. Intentó buscar la verticalidad Julián, con el consiguiente déficit de su “rompedor” toreo. Faltó rotundidad al natural. El sartenazo dejó la obra en una sola oreja. Ginés Marín dio una muy buena tarde con un lote muy a la contra. Dispuesto y valiente con el peligroso cuarto y algo encimista con el imponente sexto, que realizó uno de los mejores momentos de la feria en la suerte de varas. Importante estuvo con él Agustín Navarro, en dos soberbios puyazos.



Alejandro Talavante sustituía a Paco Ureña en la decimoctava de feria. La sustitución y el carácter benéfico de la actuación obligaban a Alejandro a salir al tercio tras finalizar el paseíllo. Madrid lo agradeció con una sonora ovación. La corrida de Cuvillo no estuvo a la altura en cuanto a presencia. Varios toros de escaso trapío que pasaron desapercibidos entre la irregularidad del tiempo y el pasotismo de una afición ya cansada. Alejandro cortó las dos orejas entre protestas del noble y buen segundo, de nombre “Cacareo” y de estampa utrera. Faena muy bien estructura y ligada, con buenos pasajes y un soberbio cambio de mano eterno. Nunca cogió aires de Puerta Grande y sorprendentemente fue concedida con cierta facilidad. López Simón consiguió de nuevo su 1+1, para lograr su quinta y nuevamente excesiva Puerta Grande. Tiró de épica en el sobrero que hizo tercero, en una faena ligada y de poco peso, jaleada tras sendas volteretas, una de ellas a la hora de entrar a matar, por derecho, demasiado. Otra cortó al sexto, de nombre “Galiano”. Uno de los toros de la feria. Presencia basta y comportamiento muy serio de principio a fin. Encastadas y profundas sus acometidas, como brava su muerte. Mejor estuvo Simón con este, sin llegar a la altura del animal. La estocada en todo lo alto callaba toda protesta.



El sábado 26 se lidió una novillada de Fuente Ymbro, de buena presencia y muy óptima para el triunfo de los espadas. Marcos y Alejandro Gardel hacían su presentación en esta plaza. El primero no llegó a acoplarse con el noble pupilo de Gallardo, que regaló unas cuantas y francas embestidas. Gardel dejó detalles de buen torero ante su lote, destacando en varios muletazos sentidos y muy bien llevados por bajo. El empiece fue muy torero. Y la Puerta Grande se quedó a un paso para Francisco de Manuel. Una vez más. De nuevo actitud, buen capote y momentos puntuales con la muleta que merecen repetir y estar al tanto. Bien el presidente al no conceder una más que excesiva Puerta Grande.



Cerró semana Dolores Aguirre, con una desigual corrida de toros, caracterizada por su complejidad y mansedumbre. La primera parte no dejó indiferente a nadie. Tres toros poderosos, encastados y con muchísimo que hacer, con los que estuvieron más que dignos los tres espadas: Rubén Pinar, JC Venegas y Gómez del Pilar. El primero, de nombre “Botero”, realizó una dura pelea en varas y su comportamiento fue todo un espectáculo en el tercio de muleta. Agresivo, poderoso, sin regalar un solo paso. Y muy bien con él estuvo el albaceteño Pinar, plantando siempre cara. La segunda parte fue excesivamente mansa y rajada. Intolerable aprobar el cabezón y horrendo cuarto. A destacar la tarde en actitud y profesionalidad de Gómez del Pilar.




Y esto fue todo lo acontecido en la tercera de feria. En cuanto a las cuadrillas cabe destacar la labor de José María Soler con el capote en la tarde de Cultura, y el tremendo par de banderillas de David Adalid al quinto de Dolores Aguirre. Ambos candidatos a premio.

Un saludo
Borja González.



lunes, 21 de mayo de 2018

SEGUNDA SEMANA SAN ISIDRO 2018



                                                                   Uno de los muletazos de la feria. Talavante y "Rosito"


Llegamos a la segunda semana de feria, donde comenzaron a llegar los carteles fuertes del serial. Dos “No hay billetes” y otros tres casi llenos que elevaban el discreto aforo de la primera semana de ciclo. Llegaron también las concesiones de orejas, que empiezan a brotar de manera casi diaria entre el barrido de toros con triunfos escondidos.

Abrió la semana la corrida de Las Ramblas, fea y basta como de costumbre. Un encierro destartalado, gigantón y falto de casta que apenas permitió el lucimiento de los espadas. Llegó entonces el acto más bochornoso que se recuerda en la plaza de toros de Madrid, en manos del virtual y afamado presidente Jesús María Gómez. Conocido por “Musi” o “Chachipresi” en las redes sociales. La devolución del manso cuarto causó la ira de una plaza bofeteada y hundida. Historia de la tauromaquia. Suceso extremadamente preocupante que debió tener como consecuencia la inmediata dimisión del presidente. Sin ninguna duda.



                                               "Opaco" de Las Ramblas. Toro devuelto por ser manso


Con dicha corrida se estrellaron de diferentes maneras David Mora, Juan del Álamo y José Garrido. A David se le fue uno de los toros de triunfo de la feria. El sobrero de José Cruz, de nombre “Cortés”, protestado de salida por su pobre presencia. El cornúpeta acometió con casta y entrega en la faena de muleta, desbordando por completo a un David Mora en horas muy bajas. Del Álamo y Garrido se la pegaron con un lote descastado y manso.

El día del Patrón se lidió una corrida interesante y muy toreable del Puerto de San Lorenzo. Toro importante fue “Cuba II”, segundo del encierro, que se fue como vino, con las orejas puestas. Pinchó Ureña una faena de más bajos que altos, en la que primó el toreo exagerado y despatarrado, falto de naturalidad. Las ansias del murciano volvieron a jugar una mala pasada. De no haber pinchado le hubiera cortado la oreja. Sí la ganó en el quinto, a base de verdad y sometimiento, por ambas manos. Emocionante y pulcra la faena. Encastado y con dificultades el toro. Bonita pelea de tú a tú. Se tiró con todo. Oreja de ley. Fandi apenas tuvo lote y Simón desaprovechó la acometividad del buen tercero. Su constante ligazón no conjugó los ingredientes suficientes para levantar una faena excesivamente plana. Lineal. Con ello concluía una de las tardes más interesantes de las que llevamos de abono.





                                                                       Los mejores instantes de Ureña y Cuba II, del Puerto


El primer cartel de “No hay billetes” se colgó el miércoles 16 de mayo, en la primera corrida de Núñez del Cuvillo. Encierro justo de presentación y muy interesante en cuanto a juego. No llegamos a ver los primeros tercios, pero si una dosis de nobleza, boyantía y mucho juego en la muleta. A destacar el bravucón tercero, con el que realizó una de las grandes faenas que llevamos de feria. Talavante bordó los inicios por bajo, ligó los mandones derechazos, con algún desajuste que otro, y dominó los naturales ceñidos, sin importar la salida del toro. Oreja cortada y pedida de forma unánime. Protestada y minoritaria fue la de Ferrera al abreplaza. Otro toro noble y bien presentado, flojo de remos y de buen fondo. Trató de sentirse Antonio, por momentos sobreactuado, sin acabar de romper al toro. Como si de un tentadero en campo propio se tratara. Alargó en demasía la historia con el marmolillo que hizo cuarto. Manzanares cortó otra al jabonero quinto, de boyante y enclasada embestida. Se gustó en los de pecho y alivió en los derechazos. Una costumbre que ya no pilla por sorpresa en las tardes que se anuncia el alicantino en la capital. Al natural volvió a dejar constancia del trabajo que le cuesta corregir dificultades. Dos soberanos estoconazos que valieron la entrada y los isidros felices con las orejas a casa.



Finito de Córdoba volvía a Madrid tras su desencuentro de hace un par de años. La corrida de Juan Pedro, justa de presentación, careció de casta y fuerza. Un desfile de toros venidos a menos, a la defensiva en el último tercio, y que apenas se justificó en varas. “Ombú” destacó entre semejante ganado. Un precioso animal herrado con el número 33 que derrochó una estupenda clase en la muleta del mediano Adame. Templó y ligó las embestidas el mexicano, sin acabar de romper al buen Juampedro. La estocada rinconera debilitó la fuerza de la oreja, pedida en mayoría. Más complicaciones mostró el sexto de Parladé, con un Adame en serias complicaciones. Román no tuvo su día y Finito dejó dos enormes capotazos al atacado primero. Poca historia.




                                                                                 "Ombú" y Luis David Adame. Clase a raudales.


Roca Rey colgó el “No Hay Billetes” en la tarde del viernes. Madrid se partió las manos en reconocimiento a una trayectoria. Juan José Padilla recibía así su mayor ovación capitalina. Sin ideas ni conceptos, fue incapaz de devolver la ovación a la plaza. Pegapases con el inválido primero y sin querer ver al cuarto, el de mayor casta de un pobre encierro de Borja Domecq. Una oreja cortaría el francés Sebastián Castella al quinto, en una faena de arrimón y toreo accesorio. Al precioso animal de jandilla le faltó fondo y casta. Apuntó pero no disparó. Protestas más que justificadas en la concesión del apéndice, con bronca entre tendidos. Roca apenas pudo justificarse con el mansurrón sexto, rajado desde los principios. Decepcionante corrida de Jandilla. Sin excusas.



                                                                                Oreja para Castella por la vía del arrimón



Buena entrada también hubo el sábado. Rozando el lleno. Una corrida de Alcurrucén que manseó en exceso y que apenas permitió el lucimiento de los espadas. Curro Díaz se libró de milagro ante el primero, curiosamente en el mismo instante que adelantaba la pierna de salida al coger la zocata. Anteriormente se dedicó a destorear en la oreja del animal. Quien te ha visto y quien te ve Curro. Sin ideas con el cuarto, un mansazo de libro. Al mayor de los Adame se le fue el toro de la tarde. “Segoviano”, otro para apuntar. Animal que manseó en los primeros tercios y que acometió con casta y transmisión a la muleta de Joselito. Cortó sin embargo la oreja del quinto, otro animal rajado y muy deslucido. Consiguió sujetar en terrenos del tres al bicho, ligando dos series que calaron de forma sorprendente en ciertos tendidos. No pregunten las formas, eso no importa. La estocada en los bajos proporcionó una muerte instantánea que levantó una sorprendente e irrisoria petición de oreja. La más protestada de la feria. Cuentan que también estuvo Del Álamo en el cartel.


                                                                           Joselito Adame y un manso de Alcurrucén. Oreja protestada


Y llegó la primera puerta grande de este San Isidro 2018. ¡Cómo no con los caballos! En un encierro de tonelaje y mutilado. Cada día encuentro menos sentido a esto del rejoneo. Me cuentan que Ventura cortó una y una en el mano a mano. Ya lleva 15! Otra cortó Leonardo al sexto de la tarde. Al parecer no se aburrieron los asistentes.



                                                                             Primera puerta grande de la feria. Diego Ventura.


Y entre tanto cabe destacar varios nombres esta semana.
Destacó en varas Tito Sandoval por un puyazo al sexto de la tarde el día del Patrón. Escasos reconocimientos para una suerte totalmente pérdida en esta feria. Se está picando horriblemente a los toros.
En la brega hay que destacar la tarde de Mambrú al cuarto Jandilla. Totalmente protagonista en su brega.
En banderillas si que hemos podido ver varios saludos. A destacar el impactante par de Trujillo al sexto de Cuvillo. También el perfecto tercio de Miguel Martín y Fernando Sánchez el sábado, o el buen par de Arruga en la tarde del Puerto.


Un saludo
Borja González.