lunes, 30 de abril de 2018

FRACASO, AVISO Y CORNADA (Crónica de la novillada 29 abril de 2018 en Madrid)







Fuerte y muy seria la novillada de Los Chospes, descastada y mansa. Herido García Navarrete en la suerte suprema del tercero.

Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
29 de abril de 2018.
Novillos de Los Chospes para:
-      Diego Fernández: silencio, pitos y pitos.
-      Diego Carretero: silencio en ambos.
-      García Navarrete: herido por su primero al entrar a matar.
Entrada: 6.505 espectadores.

Nota: Se desmonteró Francisco Javier Rodriguez al parear al tercero de la tarde.  

PARTE MÉDICO DE GARCÍA NAVARRETE:

"Herida por asta de toro en tercio medio de la cara anterior del muslo derecho con una trayectoria hacia fuera de 15 cm. y que produce destrozos en músculo cuádriceps. Puntazo corrido en glúteo derecho. Pronóstico menos grave que le impide continuar la lidia. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros siendo trasladado al Hospital San Francisco de Asís. 


El frio y la lluvia auguraron una desapacible tarde en la capital. La tromba de agua caída minutos antes del festejo frenaba la entrada de los espectadores, que cubrieron el cuarto de plaza como aperitivo a un mes cargado de toros. Sobre el papel una muy seria novillada de encaste Domecq, propiedad de Juan Fernando Moreno Román.

La novillada de Los Chospes llamó la atención en el momento del desembarque, cuando empezaron a navegar las fotos de una señora corrida de toros. Cuajo de primera, caras abiertas y astifinas, rizos y mirada de hombres. Como era de esperar, criticada por el sector. En el ruedo dio la impresión de basta y atacada, a excepción del segundo, único de capa negra de la tarde. Precioso animal. Y es que la novillada no quiso comerse a nadie. Las ofensivas caras se doblegaron ante el inmenso y maltratado ruedo de Las Ventas. Mansa, muy mansa en varas. A menos en la muleta, en constancia decadencia. Y sosa, terriblemente descastada.

El premio para algunos vino tras la cogida de García Navarrete. Ya tenían titular para dar cera a la prehistórica novillada de Los Chospes. Pobres chavales. Quitan la ilusión a cualquiera. Esto no puede ser. Esto se acaba… Y en parte tienen razón. La novillada fue exageradamente fuerte. Y en eso estamos de acuerdo. Hemos visto novilladas mucho mejor presentadas que esta, menos atacadas y también ofensivas de cara. Y podemos tirar de historial. Sin problema.

Navarrete se fue de nuevo con el muslo partido, minutos después de brindar la muerte al cirujano tan querido por todos, D. Máximo García Padrós. Palabras mayores. Las continuas coladas del manso de Chospes ni inmutaron al chico, que sin paso atrás quiso ligar por ambas manos al castaño. Prendido por la nalga tras pase de pecho volvió a la cara, para ganar el paso y meterse en terreno de manso. Poco oficio y muchas ganas. Ganas de ser torero. Resbalaron al parecer ambos en el encuentro de la suerte suprema. Derrote seco y cornada en el muslo. Enfermería para hacer pleno.

Diego Fernández se vio inmerso en un mundo totalmente paralelo. La cogida de su compañero jienense acrecentó aún más las dudas tras una actuación discreta y nerviosa con su basto primero. Los innumerables pasos en falsos y hasta la cierta cojera en los tiempos muertos, mostraban la indisposición de un novillero veterano con memoria de buen torero. Días atrás conocíamos la noticia de su prótesis de cadera, la cual haya podido pasar factura en la tarde de ayer. Inseguro aún más tras pisar la huerta en la que se había convertido el ruedo de Las Ventas tras un chaparrón más propio del mes de enero.

Sus tres actuaciones dejaron patente que el palentino jamás entró en la tarde. Y los que hemos visto a Diego en esta plaza sabemos de sobra que sabe y puede. Perdido durante la lidia, sin meterse nunca en la trayectoria de los animales, y saliéndose descaradamente de la suerte para acabar matando al sexto por debajo del número. Una actuación muy decepcionante y dolorosa que le valió una bronca sonora por parte del respetable.

Público que una vez más mostró carencias y exigencias, extremas e irrisorias. El variopinto barrido de la plaza, con más de la mitad del aforo existente cargado de asiáticos y nórdicos, puntualiza aún más si cabe la espantada de aficionados que domingo tras domingo sufre la plaza de toros de Las Ventas, conllevando consigo un subibaja desproporcionado de rigor y respeto por la tauromaquia. Un día más tuvimos que aguantar faltas de respeto, voces sin sentido alguno, palmas a destiempo, y demás manifestaciones, con el único propósito de ser señalado como “el que más sabe”. Conste en acta que jamás estaré en contra de la exigencia de Madrid. Pero hay formas y formas.

Y con ello quisieron reventar la faena de un chaval como Diego Carretero, que no sólo se queda fuera de San Isidro en 2018 de forma injustificada, sino que tiene que aguantar como le ningunean y miden como si fuera el todopoderoso de Velilla. A base de exposición, plantas firmes, y muy buen oficio, quiso dar pelea al novillo más destacado de la tarde. Total, que estuvieron más pendientes de criticar los enganchones que en ver como consiguió alturas y se sacó tres naturales más que estimables del encastado animal. No obstante apuntar un ceñido y poderoso recibo capotero en bajos del 7.
Correcto y sin llegar estuvo con el quinto, el más serio de la corrida. Algo acelerado en busca del triunfo, consiguiendo una estimable tanda a media altura, característica que aceptó el animal, rajado en querencias.

Con ello se vuelve a abrir el eterno debate de las novilladas en Las Ventas. Y volvamos a pensar si el problema lo tiene Madrid o el resto de ferias, adornadas y engalanadas por los medios taurinos. Si, me refiero a ese tipo de feria “rematada” que no tiene por costumbre citar y dar oportunidades a la cantera. Con sus novillos. Háganselo mirar.

Un saludo
Borja González.


Ficha de los novillos de los Chospes:
·        Primero. “Rebujino” nº 12, castaño de 495 kg (Pitos)
Basto y alto de agujas. Mansea en varas y llega parado y protestando a la muleta.
·        Segundo. “Burgalés” nº 3, negro de 460 kg (Palmas)
Muy bien presentado. Fuerte y musculado. Muestra casta en su comportamiento. Cara suelta y cierta querencia en el último tercio.
·        Tercero. “Frívolo” nº 16, castaño de 512 kg (Silencio)
Más ligero de presencia. Mansea en exceso y embiste siempre por dentro.
·        Cuarto. “Embajador” nº 10, castaño de 475 kg (Silencio)
Palmas de salida. Un tio. Mansea en exceso en varas y muestra falta de casta.
·        Quinto. “Fulano” nº 27, castaño de 75 kg (Silencio)
Fuerte y muy ofensivo de cara. Basto en hechuras. Humilla de salida y llega con nobleza al último tercio. Falta casta.
·        Sexto. “Decidor” nº 21, castaño de 468 kg (Palmas)
Fuerte y abierto de cara. Muy serio aunque más bajo. Manso y noble en sus embestidas.

lunes, 23 de abril de 2018

UN CAUDILLO DE NOTA (Crónica 22 de abril de 2018 - Madrid)




Foto: www.las-ventas.com



Miguel Ángel Pacheco realiza lo más destacado de la tarde y pierde una oreja de ley por la espada. Muy bien presentada la novillada de Julio García.


Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
22 de abril de 2018.
Novillos de Julio García para:
-       Adrian Henche: silencio y silencio.
-       Miguel Ángel Pacheco: saludos tras aviso y saludos con protestas.
-       El Adoureño: silencio tras aviso en ambos.
Entrada: 6.676 espectadores (más de un cuarto de plaza)
Nota: Se desmonteran Corruco de Algeciras y Ángel Luis Mayoral por sus pares al segundo de la tarde.


Julio García hacía su debut en Las Ventas presentando una extraordinaria novillada. Cuajada, colocada de cara, muy rematada y pareja, algo que es de agradecer. En juego destacó el segundo de la tarde, un animal bravo y encastado, que captó la atención de los más de seis mil espectadores que presenciaban la tarde de ayer. Al conjunto le faltó casta y fuerza, componentes básicos del toro bravo.

Caudillo II, un animal bajo, guapo y ofensivo por delante, se adueñó del coso venteño nada más aparecer por chiqueros. Las continuas coladas y el nerviosismo causado centraban las miradas de los más curiosos. Daniel Sánchez debe aún estar soñando con el bueno de Caudillo, tras librarse de milagro de una cogida de lleno, cuando el penco salía por la Puerta de Madrid. Peleó con poder el utrero bajo el peto, y recibió un duro castigo sin apenas inmutarse, con nota en el segundo encuentro. Los garapullos llevaron la emoción consigo en dos arriesgados pares protagonizados por Corruco de Algeciras, otro muy torero de Mayoral. Se asentó entonces Pacheco, el joven gaditano, para regalarnos una vibrante faena de poder y mando. Primero por derechazos, tirando estupendamente del bravo animal, ligando y muy en el sitio. Algo más por fuera citó al natural, de nuevo embraguetado y dominando las fuertes embestidas del cornúpeta. La espada privó de una más que merecida oreja.
El quinto se llevó la ovación nada más aparecer al ruedo. Un pedazo de toro. Toda su apariencia se vino a nada tras flojear en los primeros tercios. Pacheco apenas pudo estar correcto con él. Los pitos en su saludo fueron totalmente injustificados. Muy buenas sensaciones.

Adrian Henche no tuvo opción alguna. Regresaba tras su fortísima cogida en la pasada temporada a la capital. Sus dos novillos carecieron de fuerza y casta. Muy similares. En ambos trasteos fue increpado por alargar en demasía una labor imposible. Un soberbio estoconazo tapo bocas en su primero.

El Adoureño se presentaba en Madrid con el Zapato de Oro 2017 en sus manos. Sorteó el lote más claro del encierro y la indiferencia fue clarividente. Su primer novillo, un precioso castaño, acometió con franqueza y buen ritmo a la muleta del francés, constantemente al hilo y con falta de ajuste. Dijo poco a los tendidos, y a pesar del buen manejo de la espada, el balance fue de silencio.
El sexto fue castigado con saña en manos de Del Bosque, recibiendo según comentan la receta policial al finalizar el festejo. Una criminal primera vara, con hasta tres orificios en plena paletilla, que causaron la ira de los tendidos de sol. La casta del animal se sobrepuso a tal castigo, acometiendo con fuerza en dos primeras tandas de naturales algo descompuestas. Un milagro dirán algunos. El Adoureño muleteó entonces al animal, vacío, sin alma, atascándose con los aceros. Y todo esto a unos meses de una acelerada alternativa.

Me encuentro en el deber de resaltar la falta de respeto que últimamente abunda en los tendidos de Madrid. La seriedad de una plaza que poco a poco degenera en un encuentro de imbéciles dispuestos a joder una tarde. Hasta pude presenciar como un aficionado, chaqueta en mano, tomaba la puerta de salida tras un “Viva el chuletón”, contestado entre risas. Claro, que parece hasta normal viendo el panorama de chinos, turistas y colegas que acuden a la plaza en estos días. No convirtamos este coso en una plaza de carros. De verdad os lo digo.

Un saludo
Borja González

Novillos lidiados en el debut del hierro:


·         Primero. “Lanudo” nº 14, negro bragado meano de 463 kg (Pitos)
Bien presentado, manso en varas y con muy poca fuerza. Apenas se mueve en la muleta. Debió ser devuelto por el presidente.
·         Segundo. “Caudillo II”, nº 23, castaño claro listón, de 473 kg (Ovación)
Gran novillo. Muy completo. Buena presencia. Empuja en dos largas varas y llega con casta y transmisión al último tercio. Largo y profundo por ambos pitones.
·         Tercero. “Caudillo I”, nº 27, castaño claro bragado, de 464 kg (Palmas)
Muy bien hecho. Se duele en varas y llega con profundidad y nobleza a la muleta. Animal con muchas posibilidades de triunfo.
·         Cuarto. “Tasador” nº 22, negro de 515 kg (Silencio)
Ovacionado de salida. Apretado, musculado y con mucha presencia. Desfondado en la muleta y falto de fuerzas. Debió ser devuelto.
·         Quinto. “Iluminado II” nº 26, negro listón de 491 kg (Silencio)
Muy rematado y más cómodo de cara. Muestra clase pero falta de fuerzas. Se apaga muy pronto en la muleta, perdiendo excesivamente las manos.
·         Sexto. “Infundio” nº 25, castaño chorreado en verdugo, de 451 kg (Palmas)
Muy bien presentado. Acribillado en una terrorífica primera vara. Llega con transmisión a la muleta, destacando un buen pitón izquierdo.

lunes, 16 de abril de 2018

A UN PASO DEL ABISMO (Crónica 15 de abril 2018 Las Ventas)






Foto: www.las-ventas.com
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Rafael González corta una oreja y a punto está de salir por la Puerta Grande ante una interesante y mansa novillada de Pereda. Trinidad puso orden en el palco.


Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
16 de abril de 2018
Novillos de José Luis Pereda y La Dehesilla (3º y 4º) para los diestros:
-      Ángel Jiménez: silencio y silencio tras aviso.
-      Pablo Atienza: silencio y silencio tras aviso.
-      Rafael González: oreja con protestas y vuelta al ruedo tras petición.
Entrada: 7.614 espectadores (casi un tercio de entrada)

Nota: Destaca Héctor Vicente en el tercio de varas del sexto de la tarde.

Novillos lidiados de Pereda y La Dehesilla (3º y 4º):
·         Primero. “Tramposo” nº 62, negro mulato listón de 510 kg. (Silencio)
Alto de cruz, manso y sin entrega. Descompuesto en sus embestidas.
·         Segundo. “ Esmeraldo” nº 68, negro chorreado verdugo de 536 kg (Palmas)
Apretado de carnes y cómodo de cara. Manso y encastado de principio a fin. Interesante desarrollo de su lidia. Llega codicioso a la muleta de Atienza.
·         Tercero. “Carpintero” nº 158, negro chorreado axiblando de 530 kg (Palmas)
Barrigón y descompensado. Se deja en varas y llega con ritmo y hondura a la muleta, por ambos pitones.
·         Cuarto. “Ambicioso” nº 148, castaño girón axiblanco de 480 kg (Silencio)
Ofensivo de cara y bien presentado. Mansea en el tercio de varas y muestra casta e interés en la muleta. Mucho que hacer.
·         Quinto. “Muletero” nº 81, negro de 495 kg (Silencio)
Otro animal muy bien presentado. Enclasado y noble. Desfondado y a menos en la muleta tras posible lesión tras voltereta.
·         Sexto. “Unjaleo” nº 39, castaño ojinegro de 530 kg (Silencio)
Muy cuajado y de buenas hechuras. Cumpliendo los cuatro años este mes. Manso en varas y noble en sus embestidas, saliendo a media altura.


Al borde del abismo. La plaza de Las Ventas sigue naufragando hacia mares muy turbios. La gran entrada de tarde invernal, no difumina la nula presencia de afición que vive en estos tiempos el templo del toreo. Una bandada de despropósitos que no hace más que justificar el continuo batacazo que la afición venteña viene dando desde años atrás. Y es que a punto estuvo de suceder un nuevo atropello, de no ser por el poco rigor que aún sigue teniendo el señor Trini, que aguantó como un jabato las peticiones autobuseras y cariñosas de un público triunfalista. Se vuelve a poner así en órbita el debate de las Puertas Grandes en Madrid, al no ser necesario el doble apéndice de un mismo animal.

Punto y aparte merecen los ya famosos y tiranos mulilleros, con sobresueldo extra, conocido por todos. Lamentable que en la primera plaza del mundo veamos mendigar a meros trabajadores con la consiguiente respuesta de un presidente a medio hacer.

Y satisfecho en parte podemos irnos tras las nulas esperanzas con las que acudíamos a la plaza de Alcalá tras el anuncio de los flojos “peredas”, ganadería que ha tenido más oportunidades que el Capea. Estupendamente presentada, con cuajo y edad, para bien de pocos y mal de muchos, mostrando el punto manso tan característico en Núñez, y con casta puntual en la muleta, poniendo en apuros a los jóvenes actuantes, que parecieron estar por debajo del encierro.  

Rafael González rozó la Puerta de Madrid, y de no ser por su pinchazo al sexto, quien sabe si estaríamos hablando de un triunfo totalmente ilusorio. El volapié posterior, perfectamente ejecutado, levantó de nuevo la petición de oreja tras una faena discreta y llena de altibajos, finalizada por luquecinas, en la que prevaleció el toreo asentado y de corto trazo.
Más fuerza tuvo su faena al tercero, el de más fondo de la novillada de Pereda. Carpintero (animal atacado y barrigón) mostró las mejores cualidades de su casa, con acometividad y humillación entregada. El madrileño ligó en planta atalonada, con buen concepto, las series en los medios, arrollando al viento y la razón, sin la limpieza requerida, pero con sitio y ganas, muchas ganas. Las manoletinas finales y la estocada algo desprendida, levantó una sorpresiva petición de oreja, concedida según reglamento por el señor Trini.

Ángel Jiménez abrió plaza con un novillo alto de agujas y que soltó mucho la cara tras una lidia descuidada. El manso de Pereda dificultó la labor del sevillano, que no tuvo su mejor tarde en la capital. Apenas degustamos un empiece muy torero al encastado cuarto, en una faena carente de dominio y estructura. Destacaron dos personales derechazos, algo arrebatados y desesperados, y otros tres naturales muy encajados. Flojo balance para un novillero prometedor y con distinción.

El segoviano Pablo Atienza comparecía tras sus buenas sensaciones en el verano de la pasada campaña. Sorteó un lote de muchísimas posibilidades. Su primero, encastado y con fondo, se deslizó por ambos pitones con profundidad y entrega. No supo finalizar el embroque Pablo, que constantemente vio enganchados sus muletazos. Dos naturales muy bien llevados a final de faena aseguraban las buenas condiciones del animal, ovacionado al arrastre.
El quinto mostró una calidad suprema en el recibo capotero, de bajo nivel en la tarde de hoy. Sin castigo en varas, y con una terrible voltereta, llegó a la muleta justo de fuerzas y dañado de los cuartos traseros, desfondándose a las primeras de cambio. Un terrible bajonazo envainado tras dos pinchazos confirmaba el terrible uso con la espada de Atienza.

Preocupa el rumbo de Madrid, con la única solución de un palco riguroso y capaz de mantener el prestigio de la plaza más importante del mundo. Que nadie lo olvide. Las palmas del reducto de afición que aún permanece en la descuidada plaza debió resonar ante tal jodida decisión. No fue asi.

Un saludo
Borja González

lunes, 9 de abril de 2018

LA CONCEPCIÓN DEL TOREO (Crónica 8 de abril 2018 Las Ventas)



Foto: www.las-ventas.com



Ángel Téllez realiza los mejores pasajes de una noble y sosa novillada de Fuente Ymbro. Ochoa, vuelta al ruedo tras división en los tendidos.



Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
8 de abril de 2018.
Novillos de Fuente Ymbro para:
-       Jorge Isiegas: silencio tras aviso y silencio.
-       Carlos Ochoa: vuelta al ruedo con protestas tras petición y silencio tras aviso.
-       Ángel Téllez: saludos y saludos tras dos avisos.
Entrada: 6.577 espectadores
Se guardó un minuto de silencio en memoria de Ángel Peralta.

Parte médico de Jesús Montes.

"Herida por asta de toro en tercio inferior cara externa muslo izquierdo, con dos trayectorias: una hacia atrás de 15 cms. que alcanza cara posterior fémur y contunde nervio ciático y arteria poplítea y otra herida hacia arriba de 15 cms. que produce destrozos en la fascia lata, vasto interno y músculos isquiotibiales. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros.
Se traslada al Hospital San Francisco de Asis. Pronóstico menos grave que impide continuar la lidia"
.

Firmado: Dr. García Leirado.


Novillos lidiados de Fuente Ymbro:
·         Primero. “Rebueno” nº 123, negro listón de 515 kg (Silencio)
Bien presentado, manso y muy rajado. Derriba por los pechos en una primera vara y persigue hasta el final en barandillas debido a su querencia.
·         Segundo. “Retama” nº 133, negro de 523 kg (Palmas)
Noble y boyante por ambos pitones, de mejor pitón izquierdo. Protesta en varas.
·         Tercero. “Heráldico” nº 101, negro listón de 520 kg (Silencio)
Parado y descastado. Poco fondo en el último tercio. No cumple en varas.
·         Cuarto. “Historiador” nº 90, negro de 534 kg (Silencio)
Estupendamente presentado. Mansea en los primeros tercios y protesta en la muleta, con irregular y vibrante embestida.
·         Quinto. “ Flamante” nº 143, negro mulato de 480 kg (Palmas)
Animal más terciado y con prontitud en los primeros tercios. Se viene abajo tras dos tandas de mano baja. Recorrido y humillación.
·         Sexto. “Vivero” nº 158, negro de 538 kg (Palmas)
Pronto, alegre y con un buen pitón izquierdo. Pelea sobre un pitón en el peto. Se viene abajo al acortarle el terreno.


Las novilladas de Madrid son el gran escaparate para el futuro de la fiesta de los toros. El variopinto catálogo de jóvenes toreros que acude a la capital en busca de su sueño, abre (o debiera hacerlo) el abanico de distinción y formas que en unos años abarcará el pódium de las grandes ferias. Un catálogo en marco inmejorable, capaz de lanzar a lo más alto, pero con mando para frenar en seco el despegue.
Y es que en Madrid hemos podido ver tres conceptos claramente diferenciados en la tarde de ayer. Tres maneras de afrontar el toreo, todas ellas lícitas, pero que Madrid supo ver y calificar.

Para ello se lidió una novillada de Fuente Ymbro, estupendamente presentada y muy por debajo de la extraordinaria lidiada apenas un año atrás. Cuajada, colocada de cara, rematada y con muchísima homogeneidad. La enhorabuena vaya por delante. Un encierro que dejó mostrar el repertorio de los actuantes. Justa de casta en líneas generales, monótona y aquerenciada en su casi totalidad, destacando por su duración y juego en la muleta los corridos en segundo, quinto y sexto lugar.

El concepto guerrillero y atrevido lo abanderó el joven Jorge Isiegas, que realizó la primera de sus dos comparecencias en la capital, tras haber quedado injustamente fuera del ciclo isidril. Sorteó el lote más rajado y de menos opciones del encierro, y salvo espada, poco hay que reprocharle.
Su primero manseó desde que sintió la puya de Francisco Javier, derribado tras ser embestido por los pechos. Llegó el nerviosismo con los garapullos, tras cogida de Montes al intentar cerrar el animal en el burladero, y tras ello una pelea por intentar meter al novillo en el canasto. Continuas carreras del aragonés detrás del cornúpeta, que apenas pudo ligar dos muletazos en terrenos del siete. La espada cayó en el costillar emborronando su acto.

El cuarto fue un señor toro. De muchas plazas. Partió la vara en dos y arreó en manso con cierta guasa. Isiegas sacó su garra y plantó cara al animal, cerrado en tablas del ocho, para tragar miradas y acometidas ofensivas del fuenteymbro. Digna actuación y saludos desde el tercio.

Carlos Ochoa creó la división con un concepto más forzado y lineal, y es que Madrid sigue sin entrar (por suerte) en ese nuevo concepto de toreo, triunfal en tantísimas otras plazas. El recuerdo de Julián López “El Juli” sobrevoló la tarde cuando Ochoa citó por derechazos al noble y repetidor segundo. Llevados los empieces, con el oficio de un matador de toros, y buscando en todo momento la largura del muletazo, siempre muy por bajo. Perdió entonces la verticalidad el madrileño, para mandar por fuera las embestidas de “Retama”, que llegó allá donde fue pedido. Despatarrado y totalmente arqueado, para sorprendentemente pegar dos muy buenos con figura erguida, ahora si enroscados y llevados detrás de la cintura. Cuestión de posturas. Estocada hasta la bola tras pinchazo y petición de oreja. La vuelta fue muy protestada.

El quinto fue el más terciado del encierro, y con él volvieron las discrepancias desde ciertas zonas de la plaza. De nuevo toreo ligado, largo y forzado, con el que estoy convencido que triunfará en muchas otras plazas. Pero Madrid demanda otras cosas, que hoy por hoy, no ha podido ofrecer Ochoa. Se atascó con los aceros y vio silenciada su labor.

El concepto clásico lo pudimos ver en Ángel Téllez, al menos por momentos. Buena colocación, punteras mirando siempre al frente, encajado y sin el menor gesto forzado. La nota negativa, la forma de coger el estaquillador al natural, excesivamente al extremo.
Sin opciones con el parado tercero, del que apenas podemos destacar nada, y por momentos con el buen sexto, al que quiso dar distancias en los prolegómenos del trasteo. No llegaron a quedar limpios los naturales, en parte por la posición de la muleta en el momento del embroque, perpendicular a la testuz del animal, algo corregible y muy mejorable ya que no acaba de volarle bien la muleta. Mejores los derechazos, logrando la mejor serie de la tarde, abrochada con un estupendo pase de pecho previa rectificación en la colocación. Los naturales perfileros, muy tomasistas, dejaron buen sabor de boca. La espada falló y los saludos fueron más que merecidos.

Finalizaba así la primera novillada de la temporada, con más de un cuarto de plaza.
La semana que viene, y hablando de conceptos, veremos el regreso de Ángel Jiménez, personalidad asegurada.  Completarán el cartel Pablo Atienza y Rafael Gonzalez, para lidiar una novillada de José Luis Pereda.

Un saludo
Borja González




lunes, 2 de abril de 2018

ÁLVARO LORENZO LLAMA A LA PUERTA (Crónica Domingo de Resurrección 2018 Madrid)



Tres orejas para Álvaro Lorenzo que abre la Puerta Grande de Madrid el día de Resurrección. 


Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.

Domingo de Resurrección. 1 de abril de 2018.
Toros de El Torero para:
-       David Mora: palmas tras aviso y vuelta al ruedo tras petición y aviso.
-       Daniel Luque: silencio y silencio.
-       Álvaro Lorenzo: oreja y dos orejas.
Entrada: 9.919 espectadores.

Nota: Grandes actuaciones de Carretero y Sergio Aguilar en la brega. Se desmontera Ángel Otero tras parear al primero de la tarde.



“Pan y Toros” abría la tarde madrileña de Resurrección, en sustitución de la ya tradicional “España Cañi”, para sorpresa de unos pocos. Mora, Luque y Lorenzo encaminaban así su tarde más importante de inicio de campaña. Un tercio de aforo, aglutinado en su mayoría en los tendidos de sol, esperaba con ansia el devenir de una gran corrida de toros.

Álvaro Lorenzo, el joven espada toledano, azotaba el templo cada vez menos estricto de Las Ventas, cortando tres orejas a un buen lote de doña Lola Domecq Sainz de Rozas, que tuvo la satisfacción de ver como uno de sus pupilos era arrastrado entre pitos y palmas por el perímetro circular del coso venteño como premio a su juego. “Viscoso” llevó por nombre. Un toro cornidelantero, muy astifino y de buen juego, muy lejos del nivel necesario para tal prestigio.

Mucho tuvo que ver el trato del toledano, y no menos del encargado de su brega, Sergio Aguilar, que se llevó la ovación cerrada de su querida Madrid. Los estatuarios y el desdén final auguraban faena grande. Lineales los primeros derechazos, sin acabar de obligar al bueno de la Lola, encajados y mucho más profundos los naturales, enganchados siempre con los de pecho, de pitón a rabo. Subió la faena con el cambio de mano, rugió con la trinchera, cadenciosa y muy bien llevada, y explosionó en un final de faena grande. Serie de naturales, tirados detrás de la cadera, ahora sí mandones y exigentes. Genuflexos los últimos muletazos, sin ayuda y en redondo, toreados, con gusto y personalidad. Estocada arriba y petición de dos orejas. Quizá excesivas, pero una se antojaba corta.

Otra se llevó en el tercero, quizá ganada con el último arreón por bernadinas, muy de Nemesio, tras una faena de altibajos. Muy torero el principio, pudiendo por bajo al cornúpeta, sabiendo lo que quiere y pide Madrid. No dudó en dar distancia y torear en redondo. Protestada por momentos la colocación, asentado de planta, templando estupendamente las acometidas de Miliciano, que no acabó de romper por el derecho. Fue mucho más largo por el izquierdo, y fue ahí donde llegaron a entenderse por momentos. Como digo, las ceñidísimas bernadinas calentaron la plaza. Estocada desprendida y oreja con alguna protesta.

Otro lote de posibilidades tuvo David Mora. Su primero, “Volován” de nombre, fue protestado en los primeros tercios por su falta de fuerzas. El fondo y buen trato durante su lidia ayudaron a que el toro fuera a más en todo momento. Prontitud, fijeza y recorrido como virtudes, aspectos que no supo aprovechar  David, sin acabar de coger el sitio que pidió el animal. La estocada fue todo un tapabocas.

Como cuarto de la tarde salió un ofensivo colorado de bastas hechuras. Rajado desde el momento que sintió la puya, buscó en todo momento su huida, aspecto que por momentos supo corregir Mora, en tablas del seis. Desmayada la figura, consiguió enlazar varios muletazos ligados que causaron el furor de un público entregado, al que no le importó el nulo ajuste de la obra. La estocada al encuentro avivó la petición de oreja, inexplicable hace unos años. Vuelta al ruedo como recompensa fallida.

Daniel Luque sorteó el lote más complejo de la tarde. Su primero no acabó de transmitir al tendido, con brusquedad en sus finales y de corto recorrido. Quiso buscar la colocación el sevillano, que se dejó enganchar en exceso los trastos. La espada fue toda una quimera.
Con el quinto no se encontró a gusto. Fueron constantes las veces que el toro ganó el terreno en el embroque. Por dentro siempre, sin conseguir corregir el defecto. Faltó mando y tacto. De nuevo falló con la tizona.

Buen empiece de temporada en la capital. Como curiosidad, apuntar que el 17 de junio (domingo siguiente a San Isidro) se verán las caras Fortes y Lorenzo con una corrida de Bohoquez. Apetecible encuentro tras sendas actuaciones.



Toros lidiados de la ganadería El Torero:
·         Primero. “Volován” nº 45, negro listón bragado, 539 kg. (Palmas)
Noble y justo de fuerzas. Llegó con fondo a la muleta. Siempre a más.
·         Segundo. “Goloso” nº 1, negro de 546 kg (Silencio)
Bien presentado. Desfondado en los primeros tercios. Corto recorrido y soltando en exceso la cara. No llegó a romper.
·         Tercero. “Miliciano” nº 55, negro listón de 546 kg (Palmas)
Pronto y muy noble. Buen pitón izquierdo, más corto por el derecho. Cumplió en varas.
·         Cuarto. “Vigio” nº 9, colorado ojo de perdiz de 520 kg (Silencio)
Terriblemente manso. Rajado desde el primer tercio. Acabó repitiendo y humillando en tablas.
·         Quinto. “Legionario” nº 54, negro listón de 582 kg (Silencio)
Cumple en varas y pone en dificultades a Luque en la lidia. Embestidas por dentro y con mucho que hacer.
·         Sexto. “Viscoso” nº 65, negro listón bragado meano de 579 kg (Vuelta protestada)
El mejor toro de la tarde. Cumple en sus dos entradas y llega con fondo y clase al último tercio. Estupendo pitón izquierdo. Vuelta excesiva.


Un saludo
Borja González