Foto: Juan Pelegrín (www.las-ventas.com)
Nuevo saldo ganadero en
Madrid. Corrida mal presentada de Conde de la Maza, remendada por dos inválidos
de El Risco. Disposición de la terna.
Plaza de toros de Las
Ventas. Madrid.
27 de septiembre de 2016.
Toros de Conde de la Maza,
El Cortijillo (5º bis) y Conde de Cabral (6ºbis) para los diestros:
-
Rubén Pinar: silencio y
saludos. Herido por el cuarto.
-
Alberto Lamelas: palmas
tras aviso y saludos desde el tercio.
-
Sergio Serrano: palmas y
saludos.
Entrada: un tercio de
aforo.
Parte médico de Rubén Pinar: Dos heridas por asta de toro, una en tercio inferior cara
posterior muslo derecho (hueco poplíteo) con una trayectoria ascendente de 15
cm que contusiona nervio ciático común y arteria y vena poplítea causando
destrozos en músculos isquiotibiales. Otra en tercio cara anterior pierna
izquierda de 10 cm que afecta a tejido celular subcutáneo. Es intervenido
quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros. Trasladado al hospital
San Francisco de Asís. Pronóstico grave. Fdo:Dr García Padrós.
Toros lidiados:
·
“Draculero” Nº 42, negro de
518 kilos (Pitos)
Penosamente presentado,
ligero de carnes, alto de cruz y sin trapío. Cara suelta y nula humillación.
·
“Milanero” Nº 60, negro
listón de 585 kilos (Silencio)
Feo de hechuras y atacado kilos.
Flojo y descastado. No llegó con fondo.
·
“Cocinosito” Nº 4, castaño
de 512 kilos (Silencio)
Ligero de carnes y algo más
ofensivo que sus hermanos. Tuvo complicaciones en su lidia y no regaló las
embestidas.
·
“Limpio” Nº 24, negro
listón de 560 kilos (Silencio)
Más fuerte y ofensivo de
cara. Acaba parándose y midiendo en el último tercio tras mansear.
·
Sobrero del Cortijillo. “Musiquero”
nº 41, colorado chorreado en verdugo de 529 kilos (Pitos)
Abanto de salida,
humillador en capotes y totalmente orientado en la muleta. Faltó casta.
·
Sobrero del C. de Cabral. “Caldereta”
Nº 14, negro de 525 kilos (Silencio)
Discreto en presentación. Llega
parado y sin fondo en la muleta, a la defensiva.
Nueva corrida de saldo para cerrar lo que parece
será su última temporada, por el momento, en Madrid. Nuevo ridículo de una
empresa que ha echado por tierra la temporada venteña, a base de un pésimo
trabajo de promoción a la fiesta. Un logro el meter 8.000 personas este domingo
en la plaza, con el simple hecho de pegar dos cartelitos en la fachada de un
monumento totalmente maltratado y desapegado, ensuciado por miles de personas
que se divierten bebiendo y escuchando música horas antes del festejo, sin la
previsión de limpieza necesaria para los aficionados a los toros.
Llegábamos el domingo, tras horas de camino
Sevilla-Madrid (Por cierto, vaya corridita de Alcurrucén en La Maestranza),
para ver a los pupilos de Poli, que tanta guasa e interés crea por las redes
sociales. Sorpresa primera al salir de la Macarena. ¡No pasa entera la de Poli
en Madrid! Comentábamos. Segunda alarma al ver las fotografías de los toros a
lidiar. ¿Pero qué es esto?
Total, que nos presentamos tras cinco horas de
viaje en Las Ventas, con la grata sorpresa de un tercio de aforo en el cemento.
Mierda para aburrir en los tendidos, pegajosos de alcohol y refresco tras el conciertazo del sábado.
Increible que tengamos que soportar esto. De verdad.
Puestos a pedir y criticar sale el primero de la
tarde, ante el abucheo extremo de la gente. De aquellos que nos creemos
aficionados y tenemos el derecho de decir y exigir, porque para ello pagamos.
Esto viene siendo ya un aviso amable para el señor Simón, que no logrará callar
nuestras voces. Que no le quepa la menor duda.
Un Conde chico, feo y escuchiminizado, como bien dicen en mi pueblo, que
se movió sin gracia ni casta por la plaza, llegando con la cara suelta y cierto
interés a la muleta algo nerviosa del confirmante, Sergio Serrano. Palmas
cariñosas para empezar el festín.
En segundo lugar salió el antitipo nuñez.
Regordío, sin cuajo ni remate, pobre de cara y de fuerza justa. Pitos para
variar de Madrid y descaros contra Trini, todo un artista en el palco. Sabe
como nadie desquiciar a la afición de Ventas. Semimoviente anduvo por el
pisoteado y aparentemente duro ruedo el de Poli, que cayó con las cuatro patas
arriba ya en el tercio de banderillas, ante el caso omiso del muy señor
presidente. Pinar pasaportó sin gracia al animal entre el pasotismo del
espectador.
El tercero fue un animal castaño, ligero de carnes
y muy justo de nuevo para la plaza de Madrid. ¿A qué vino señor Leopoldo? Tuvo interés
en sus embestidas, por la irregularidad de sus arrancadas. Tan pronto embestía por
bajo como te buscaba el pecho a mitad de recorrido. Toda una incógnita con la
que peleó Alberto, desbordado por momentos, pero siempre tragando y dando la cara.
Entiendan que tras ver el día anterior al “excusas” de Morante tenga que
premiar y agradecer la valentía y el querer de estos jóvenes que se parten la
cara a diario.
Pinar sufrió la cornada en el cuarto, un avispado
de la Maza con más complicaciones de lo esperado. Salió parado de salida y
acabó buscando por ambos pitones los muslos del albaceteño, que mostró oficio y
saber que hacer delante de la cara del toro. La voltereta estaba asegurada y el
astifino pitón caló en el gemelo de Rubén. Palmas en su recorrido a enfermería
y evolución positiva la de Rubén.
Quinto y sexto fueron remiendos del Risco, ambos
devueltos a corrales por su falta de fuerzas. Todo un pleno vaya. Como primer
sobrero apareció un serio animal del Cortijillo, largo y engatillado de cuerna.
Apretó en querencias y se deslizó estupendamente en la gran lidia de Navazo,
discreta para muchos. Increible entonces el cambio del animal en el último
tercio, quedándose en los pechos y buscando constantemente a Lamelas, que
protagonizó una dura batalla. Larga la faena y gallarda la batalla con el de
los Lozano. Ovación desde los medios más que merecida tras una estocada algo
pescuecera.
Cerró la tarde Caldereta, que solo valió para su
nombre. Un animal apretado de carnes y nulo en casta, que acometió con suavidad
y templanza a los buenos capotazos de Sergio Serrano, quien desplegó su mejor
concepto con este parado sexto bis. Buen trazo al natural, nulamente ayudado
por el de Cabral, que le costó un mundo moverse al final de su lidia. Otro que
merece oportunidades.
Y con esto damos paso a la feria de Otoño. Espero
que nos sorprenda también las entradas, que apuntan a ser bastante flojas en la
despedida de Taurodelta. Os espero en la plaza.
Un saludo
Borja González