Foto (Las ventas.com) LO MEJOR DE LA TARDE, EL PAR DE NAVAZO AL QUINTO DE LA MAZA.
Plaza
de toros de Las Ventas. Madrid
5
de Agosto del 2012. Entrada: un cuarto.
Toros
de Conde de la Maza (mansos, descastados y desiguales de presencia) para:
-
Anibal
Ruiz: silencio en ambos.
-
Sergio
Marin: silencio tras aviso y silencio.
-
J.Antonio
Siro: palmas tras aviso y vuelta al ruedo con leves protestas.
¿Qué
dirá Poli de semejante mansada? La verdad que tiene que estar muy descontento
con el juego que han dado hoy los toros de Conde de la “mansa” en la plaza de
toros madrileña de Las Ventas. Sabiamos que no pasaba su mejor momento la
vacada, pero la falta de casta se ha hecho notar y mucho en la tarde de hoy.
Seis
toros que mansearon en el caballo, defendiéndose y cabeceando en todos sus
encuentros, que salieron sueltos de salida y que tuvieron la virtud de quedarse
en la muleta y no buscar la huida. Hasta resultaron potables y aprovechables
para estar delante, al no poner demasiadas complicaciones a los tres diestros,
que tan poco rodados andan en pleno mes de agosto.
Una corrida que también vino muy desigual de presentación. Mas cuajados los colorados, muy terciado el que abrió plaza, anovillado el ensabanado y de mejores hechuras el segundo, el mejor de la corrida.
Estos
fueron los condesos:
·
Primero:
Limpiapoco (Mal presentado. Mirón, reservado y con guasa) SILENCIO
·
Segundo:
Milano (encastado, manso y a más) SILENCIO
·
Tercero:
Guasito (Sin trapio. Flojo, descastado y nobletón) SILENCIO
·
Cuarto:
Fanfarrón (Serio, parado y rajado. Se echó) SILENCIO
·
Quinto:
Invasor (Manso, parado, descastado y
rajado. Se echó) PITOS
·
Sexto:
Algarrobo (Mal presentado, flojo y noble. A menos) SILENCIO
Los
de luces tampoco nos dejaron buenas sensaciones, en parte por el poco contenido
de sus lotes. Vimos a tres toreros poco rodados, demasiado mecánicos, con ganas
de hacerlo bien pero con una técnica más bien baja y una ambición que en
ocasiones atropellaba a la razón.
El
manchego Anibal Ruiz repitió una vez más en la plaza de Madrid y de nuevo nos
mostró una versión acelerada, destemplada y demasiado vulgar del toreo. Tuvo en
sus manos al animal de más opciones de la tarde, ese cárdeno que hizo segundo.
Un animal complicado, que repuso y quiso mano baja y que por momentos descubrió
a un torero al cual Madrid le viene grande, muy grande. Nada de capote, apuros
en la lidia tras pararlo bien, todo sea dicho, y muchas imprecisiones con la
franela. No me convenció.
Aburrido
estuvo con el rajado cuarto. Tanto tardó en cogerle el aire al mulo cornalón
que tuvieron que llegar cinco series para ligar tres derechazos y levantar a la
parroquia. Tras esos pases de cierto dominio y temple el animal se vino abajo y
se echó en el ruedo tras la sorpresa de algunos. Lo despachó con un bajonazo
vergonzoso.
Sergio
Marin llegó con ganas y voluntad a su plaza tras años de ausencia. Su paso por
la enfermería tras llegar a la plaza nos recuerda el fatídico momento que
sufrió en este ruedo años atrás. Ni se lo pensó yéndose a porta gayola y quiso
gustar con las verónicas templadas de salida. Lo mejor que hizo en la tarde. Se
le vio nervioso en sus lidias e inseguro tanto con la tizona como con la
muleta. Nunca remató los muletazos, le faltó bajar la mano y muchísima colocación.
Los terrenos en perpendicular a las tablas no fueron los mejores y la
estructura de sus dos faenas eran un claro ejemplo de lo poco que torea el
chico.
Confirmaba
Siro tras mucho tiempo en el banquillo. Que duro es este mundo y que injusto es
jugártela en Madrid tras dos años y con una de la Maza.
No
le vino grande el primero, el más peligroso e incierto de la corrida. “Limpiapoco”
fue una raspa muy ofensiva de astas que recibió tres varas serias, se vino
abajo en banderillas y se coló cuando quiso por el derecho. Siro tardó pero
encajó una faena de valientes, tragando derrotes y arriesgando en la parte final, donde hizo
embestir al natural a un animal que pasaba por la faja. Complicaciones al matar
y saludos meritorios para su labor.
Más
ventajista estuvo con el sexto, un animal anovillado y noble que recibió
protestas por su falta de fuerzas. Julio (el presi) debió haber devuelto al
cornúpeta ya que mostraba una invalidez impropia para la lidia. Siro quiso ser
efectista para llegar a los suyos y tras una estocada fea se dio una vuelta al
ruedo más que regalada por él mismo y de peso más que nulo.
Destacaremos
el gran par de Juan Navazo, de la cuadrilla de Sergio Marin al quinto de la
tarde. También la buena brega de Cesar del Puerto, también ante el quinto.
Esto
fue todo en la tarde de hoy.
Un
saludo
Borja
Gonzalez.
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