Foto: "Calerito" (Mejor de la novillada)
VARIADA Y ENCASTADA NOVILLADA DE JOSE ESCOLAR.
Plaza de toros de Collado
Mediano.
Entrada: Casi tres
cuartos.
Novillos de José Escolar
para:
-
Sergio Flores: saludos y
oreja.
-
Emilio Huertas: saludos y
oreja
-
Mario Alcalde: silencio en
ambos.
Bueno
pues tuvimos la suerte de presenciar un fin de semana muy torista, muy cárdeno.
El sábado con la novillada de José Escolar, el domingo con la impresionante y
dura corrida de Victorino Martín. Un encaste, perdido y abandonado por algunos,
y adorado por una minoritaria aunque apasionada afición.
Nos
desplazábamos a Collado Mediano el sábado para ver la única novillada de
Escolar con una gran entrada. Fue ésta una novillada encastada, que no
defraudó, bien presentada, corta de cara, variada de juego y algo accidentada,
quizás por el poco rodaje con este tipo de novillo de la terna.
Estos fueron los novillos
lidiados:
·
Primero: “Dinamitero”
(Noble, encastado y a más en la muleta)
·
Segundo: “Caralegre” (
Complicado, encastado y con buen izquierdo)
·
Tercero: “Calerito”
(Bravo, muy completo, con fondo y entrega)
·
Cuarto: “Minutero” ( Noble
y algo soso )
·
Quinto: “Cariñoso” (
Manso, encastado, incierto y reservón)
·
Sexto: “Chulón” ( Buen
toro. Bravo, noble y a más siempre)
Sergio
Flores terminaba su ciclo novilleril y lo hacía por todo lo alto. Con una
novillada de un hierro grande como el de Jose Escolar. Le vimos oficio, técnica
y formas, algo tiralíneas al natural pero bastante templado y encajado con la
diestra.
Su
primero fue “Dinamitero”, un animal, alto, cómodo de cara y duro de roer.
Cárdeno de capa y herrado con el número 37. Empujó con la cara arriba y fue a
más en la muleta, humillando y pidiendo papeles y media distancia. Sergio estuvo aseado, destacando varios
naturales a media altura, sin terminar de obligar al bicho, que seguramente
hubiera dado más de si. Bajonazo saliéndose de la suerte y saludos desde el
tercio. Dinamitero escucho palmas en su arrastre.
El
cuarto fue el que más bajó de la corrida. "Minutero" Un animal grandón, herrado con el
número 35, que apretó con la cara arriba en varas, protestando por momentos y
empujando sobre un pitón. Flores estuvo aseado, sin decir mucho, ante un animal
que pasó sin gracia por la franela, soseando por momentos y haciéndose el
desentendido en varias fases de la lidia. Casi entera y oreja por la voluntad,
la última de su ciclo.
Emilio
Huertas, del que luego hablaremos de forma indirecta, estuvo sensacional con el
capote en sus dos toros. Demasiado cerrado los recibió con temple, gusto, mando
y encaje, mucho encaje. Sobre todo al segundo, “Caralegre”, que salió con mucha
codicia y fuerza de chiqueros, rematando en burladeros y causando algo de miedo
en la plaza. Sin pensarlo se puso a torear, Varios capotazos de mucho nivel.
Flojeó el animal algo tras un puyazo algo trasero y recortó lo que quiso en
banderillas, persiguiendo y mostrando muchas dificultades. Huertas estuvo menos
aseado en la muleta, continuos zapatazos, cites sin cruzarse, inseguridad… no
fue la lidia más acertada para este animal, que tuvo mucho carbón y que se vino
a más en la muleta al no sentirse podido. Pinchazo, entera desprendida y
luchando por su vida hasta con media tizona dentro, persiguiendo a subalternos
y poniendo peligro en el ruedo. Saludos y palmas al toro.
El
quinto le hizo pasar un mal rato. “Cariñoso”, que de amoroso tuvo más bien
poco. Peligro tuvo nada más salir, con varias coladas y una pelea algo baja en
varas. Apretando en banderillas y con poder en la muleta. Tan pronto escarbaba
como te daba el arreón por dentro. En otras ocasiones te hacía una buena
embestida o se te quedaba mirando los muslos. La cogida fue brutal aunque no
tuvo grandes consecuencias. Mareado, aturdido y pálido volvió al ruedo entre
los gritos y el malestar general, parecía que se mareaba por momentos. Tuvo
agallas, valentía y arrojo el chaval. Mató y se llevó una oreja. Esto fue el
desencadenante de una bronca gorda en el callejón por parte de Julio Aparicio
que lanzó más de una mirada desafiante al palco y cruzó mas de una mirada. No
sabemos lo que pasaría pero acabó con la guardia civil en la calle. Julio,
Julio… vaya tela!
El
mejor lote se lo llevó Mario Alcalde. Su
primero el mejor de la novillada, “Calerito” fue un animal muy completo.
Encastado de salida, bravo en el caballo, con entrega en la muleta pero muy
exigente. Me gustaría haber visto a este novillo con cualquier figurín de
postín a ver que le hacían. Había que estar muy cruzado, muy rápido con la
muleta, mandándole por bajo y ese fue el fallo de Alcalde, que acabó todos los
muletazos arriba y el toro reponía, no dándole tiempo a cargar para el
siguiente. Fue el falló que condicionó toda la faena y por ello nos quedamos
sin ver una gran obra, porque el novillo lo tenía. La muerte fue muy encastada,
de bravo y la ovación la más rotunda del arrastre. Sigo recordando lo largo y
hondo que iba por ese pitón izquierdo…un lujo.
El
sexto fue quizás el más cómodo para el toreo, un animal alto y pesado de nombre
“Chulón”, que peleó en varas, sangrando muchísimo y que se dejó torear agusto
por ambos pitones. No fue tonto, y sino que se lo pregunten a Mario, que
recibió una voltereta por descuidarse. Largo, humillado, con clase y hondura
por el diestro, y casi mejor por el izquierdo. Faena buena por momentos,
embraguetado sobre todo por el derecho en muletazos ligados y mandados por
momentos. Aun asi lo pasó fatal, ya que el animal fue muy duro para morir.
Pinchazo hondo y casi entera, llegando a escuchar por poco los dos avisos.
Esto
fue todo de una interesante tarde en la sierra madrileña.
Un
saludo Borja Gonzalez
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