martes, 28 de agosto de 2012

Buena y encastada novillada de Escolar en Collado Mediano.




                                                            Foto: "Calerito" (Mejor de la novillada)

VARIADA Y ENCASTADA NOVILLADA DE JOSE ESCOLAR.





Plaza de toros de Collado Mediano.
Entrada: Casi tres cuartos.
Novillos de José Escolar para:
-       Sergio Flores: saludos y oreja.
-       Emilio Huertas: saludos y oreja
-       Mario Alcalde: silencio en ambos.



Bueno pues tuvimos la suerte de presenciar un fin de semana muy torista, muy cárdeno. El sábado con la novillada de José Escolar, el domingo con la impresionante y dura corrida de Victorino Martín. Un encaste, perdido y abandonado por algunos, y adorado por una minoritaria aunque apasionada afición.

Nos desplazábamos a Collado Mediano el sábado para ver la única novillada de Escolar con una gran entrada. Fue ésta una novillada encastada, que no defraudó, bien presentada, corta de cara, variada de juego y algo accidentada, quizás por el poco rodaje con este tipo de novillo de la terna.

Estos fueron los novillos lidiados:
·         Primero: “Dinamitero” (Noble, encastado y a más en la muleta)
·         Segundo: “Caralegre” ( Complicado, encastado y con buen izquierdo)
·         Tercero: “Calerito” (Bravo, muy completo, con fondo y entrega)
·         Cuarto: “Minutero” ( Noble y algo soso )
·         Quinto: “Cariñoso” ( Manso, encastado, incierto y reservón)
·         Sexto: “Chulón” ( Buen toro.  Bravo, noble y a más siempre)


Sergio Flores terminaba su ciclo novilleril y lo hacía por todo lo alto. Con una novillada de un hierro grande como el de Jose Escolar. Le vimos oficio, técnica y formas, algo tiralíneas al natural pero bastante templado y encajado con la diestra.
Su primero fue “Dinamitero”, un animal, alto, cómodo de cara y duro de roer. Cárdeno de capa y herrado con el número 37. Empujó con la cara arriba y fue a más en la muleta, humillando y pidiendo papeles y media distancia.  Sergio estuvo aseado, destacando varios naturales a media altura, sin terminar de obligar al bicho, que seguramente hubiera dado más de si. Bajonazo saliéndose de la suerte y saludos desde el tercio. Dinamitero escucho palmas en su arrastre.







 

El cuarto fue el que más bajó de la corrida. "Minutero" Un animal grandón, herrado con el número 35, que apretó con la cara arriba en varas, protestando por momentos y empujando sobre un pitón. Flores estuvo aseado, sin decir mucho, ante un animal que pasó sin gracia por la franela, soseando por momentos y haciéndose el desentendido en varias fases de la lidia. Casi entera y oreja por la voluntad, la última de su ciclo.




Emilio Huertas, del que luego hablaremos de forma indirecta, estuvo sensacional con el capote en sus dos toros. Demasiado cerrado los recibió con temple, gusto, mando y encaje, mucho encaje. Sobre todo al segundo, “Caralegre”, que salió con mucha codicia y fuerza de chiqueros, rematando en burladeros y causando algo de miedo en la plaza. Sin pensarlo se puso a torear, Varios capotazos de mucho nivel. Flojeó el animal algo tras un puyazo algo trasero y recortó lo que quiso en banderillas, persiguiendo y mostrando muchas dificultades. Huertas estuvo menos aseado en la muleta, continuos zapatazos, cites sin cruzarse, inseguridad… no fue la lidia más acertada para este animal, que tuvo mucho carbón y que se vino a más en la muleta al no sentirse podido. Pinchazo, entera desprendida y luchando por su vida hasta con media tizona dentro, persiguiendo a subalternos y poniendo peligro en el ruedo. Saludos y palmas al toro.


El quinto le hizo pasar un mal rato. “Cariñoso”, que de amoroso tuvo más bien poco. Peligro tuvo nada más salir, con varias coladas y una pelea algo baja en varas. Apretando en banderillas y con poder en la muleta. Tan pronto escarbaba como te daba el arreón por dentro. En otras ocasiones te hacía una buena embestida o se te quedaba mirando los muslos. La cogida fue brutal aunque no tuvo grandes consecuencias. Mareado, aturdido y pálido volvió al ruedo entre los gritos y el malestar general, parecía que se mareaba por momentos. Tuvo agallas, valentía y arrojo el chaval. Mató y se llevó una oreja. Esto fue el desencadenante de una bronca gorda en el callejón por parte de Julio Aparicio que lanzó más de una mirada desafiante al palco y cruzó mas de una mirada. No sabemos lo que pasaría pero acabó con la guardia civil en la calle. Julio, Julio… vaya tela!


El mejor lote se lo llevó Mario Alcalde.  Su primero el mejor de la novillada, “Calerito” fue un animal muy completo. Encastado de salida, bravo en el caballo, con entrega en la muleta pero muy exigente. Me gustaría haber visto a este novillo con cualquier figurín de postín a ver que le hacían. Había que estar muy cruzado, muy rápido con la muleta, mandándole por bajo y ese fue el fallo de Alcalde, que acabó todos los muletazos arriba y el toro reponía, no dándole tiempo a cargar para el siguiente. Fue el falló que condicionó toda la faena y por ello nos quedamos sin ver una gran obra, porque el novillo lo tenía. La muerte fue muy encastada, de bravo y la ovación la más rotunda del arrastre. Sigo recordando lo largo y hondo que iba por ese pitón izquierdo…un lujo.


El sexto fue quizás el más cómodo para el toreo, un animal alto y pesado de nombre “Chulón”, que peleó en varas, sangrando muchísimo y que se dejó torear agusto por ambos pitones. No fue tonto, y sino que se lo pregunten a Mario, que recibió una voltereta por descuidarse. Largo, humillado, con clase y hondura por el diestro, y casi mejor por el izquierdo. Faena buena por momentos, embraguetado sobre todo por el derecho en muletazos ligados y mandados por momentos. Aun asi lo pasó fatal, ya que el animal fue muy duro para morir. Pinchazo hondo y casi entera, llegando a escuchar por poco los dos avisos.



Esto fue todo de una interesante tarde en la sierra madrileña.

Un saludo Borja Gonzalez



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