OREJA PARA EL JULI CON PETICIÓN DE LA SEGUNDA CON MALA CORRIDA DE CUVILLO.
Plaza
de toros de Bilbao.
Aste
Nagusia 2012.
Cuarta
de feria. Entrada: Tres cuartos.
Toros
de Nuñez del Cuvillo para:
-
Morante
de la puebla: saludos desde el tercio y silencio.
-
Julian
Lopez “El Juli”: saludos desde el tercio tras petición y oreja con petición .
-
Alejandro
Talavante: silencio y saludos desde el tercio.
Los
toros de Cuvillo:
·
Primero:
“Pegajoso” (con movilidad, a más y geniudo. Tuvo fondo y cierta casta)
·
Segundo:
“Ricardito” (Noble y sin entenderlo en la muleta. Totalmente ahogado)
·
Tercero:
“Madamito” (Flojo de presencia y fuerzas. Invalido y descastado)
·
Cuarto:
“Cacareo” (Mal presentado. Descastado y soso)
·
Quinto:
“Barrilero” (Mal presentado. Noble y boyante)
·
Sexto:
“Gastador” (manso , rajado y soso)
Ya
sabemos que algo de bueno tiene llenar una plaza y es que sin duda alguna las
figuras hoy en día son las únicas capaces de por lo menos hacer un amago de
lleno en una feria tan importante como la de Bilbao. Por la contra ir a una
corrida con figuras implica la imposición de todas sus normas: ganadería
cómoda, trapío adecuado a sus peticiones que siempre serán a la baja,
compañeros de cartel y público clavelero o en ocasiones también llamado “tocagüevos”,
porque ¡que no se llamen aficionados aquellos que solo van en días de postín,
cubata en mano, puro en la otra, clavel en cualquier parte del cuerpo y con subrealismo
de que saben de toros!
Hoy
lo hemos visto de nuevo en esta feria donde Matias por lo menos a puesto un
poco de cordura junto con algunos aficionados que aplaudieron su decisión, la
de no conceder la segunda oreja a un torero vulgar, ventajista e idolatrado que
abusó como quiso, siempre con ventajas a un marmolillo de Cuvillo, que hoy se “lució”
con la corrida cuarta de abono.
A
esta nueva moda la he llamado el “antisistema”. Para mi, para los locos de este
mundo, para los que perseguimos la máxima verdad, la máxima igualdad entre toro
y torero, para los que pedimos un buen tercio de varas, un toro bien
presentado, el “no” ventajismo de los toreros, el cara a cara con ganaderías encastadas…para
todos esos lo de hoy ha sido inaudito.
Antisistema
porque no comprendo como se puede emocionar la gente con un arrimón ante un
toro que solo retrocede, que no busca, que no pelea por su vida, que no quiere
tralla en la faena de muleta y que solo protesta con la cara alta en el
caballo. Ese es el toro que nos están imponiendo y ese perdónenme pero no es un
toro de lidia, es un toreo ideado y humanizado para crear lo que dicen es una
obra de arte, una obra a la cultura ¿Qué cultura? No me imagino esa faena a un
toro como primero o sexto de la tarde de ayer.
Todo
esto fue lo más destacado de una corrida aburrida, bochornosa, fea, mal
presentada y descastada del “criador de marmolillos”. Telita la temporada del
señor Cuvillo, ya era hora que todos esos inventos se vieran afectados. El
descaste de esa vacada está llegando y poco le queda en el mundo del figureo.
Morante
se vio obligado a recoger una ovación desde el tercio antes de comenzar la
corrida. Bilbao se acordó de su tarde del año pasado, en la que abrió la puerta
grande tras una faena distinta al toro de Cuvillo de nombre Cacareo. Ya saben
que pare mi fue un premio excesivo. Abrió con “Pegajoso”, un castaño chorreado
listón de 520 kilos y herrado con el número 90. Chico como él solo, bajo de
trapío y tapándose por una buena cornamenta acapachada y delantera. No se acabó
de relajar el de la puebla con el capote salvo en una media muy natural en el
quite por chicuelas, ya que este primero no acabó de romper hacia delante en
sus embestidas, mostró poca raza en el caballo y no muchas fuerzas en sus
extremidades. Pareció venirse arriba en banderillas, donde saludó de forma
excesiva Rafael Cuesta tras no cuadrar en la suerte. Morante anduvo dispuesto
con el animal, mejor que otras veces y queriendo solucionar mediante el arte
las complicaciones del bicho, que mostró genio, movilidad y arreones por
momentos. Le costó acoplarse al de la puebla, muy por fuera y por debajo al
natural, y muy dominador con la diestra, destacando varios derechazos, siempre
perfileros, eso si. Bonitos fueron los finales, siempre distintos, como Morante
y una pena la espada ya que le hubieran pedido la oreja. Me gustó ya digo las
ganas con las que salió, no muy normales en este torero.
“Cacareo”
fue el cuarto, un animal muy fino y algo bajo de trapio, sin culata y muy poco
rematado. Colorado de capa, herrado con el 186 y con 525 kilos en bascula. Algo
suelto de salida y protestando con un pitón en el peto. Morante de nuevo lo
intentó pero con este si que fue totalmente imposible. Su embestida aborregada cansó
hasta a los morantistas y por más pases y pases la cosa no fue hacia arriba. Un
pestiño, vaya. Lo remató con un bajonazo infame.
Juli
salió con “Ricardito”, un colorado bocidorado de 528 kilos, herrado con el 115.
Más cuajado que el primero, algo abierto de pitones y mejor presentado. Salió
codicioso en el capote y con buenas maneras le sacó el diestro a los medios, abrochándolo
con una buena media baja. También lo lanceó bien en el quite de chicuelinas,
siempre ajustadas, y algo desajustado y sucio pareció el quite por gaoneras de
Talavante. Brindó al publico Julian entre voces y gritos que bien mostraban la
afluencia de público de tarde e instrumentó una faena algo engañosa. Acortó las
distancias a un animal que pedía a gritos el galope, el espacio. Juli se sentía
más cómodo encima, siempre citando fuera de sitio, tumbado como es normal en él
y mandándole con la muleta muy rastrera, cierto. Al principio pareció que el
toro reaccionaría a más, pero en cambio se vio asfixiado y optó por pararse. Le
costó volver a animar al bicho, que pareció pararse por completo, buscando en
ocasiones por el izquierdo. El horrendo “julipie” volvió loco a la gente. ¡Que
delito! Debería estar penalizado. Menos mal que Matias, cuerdo de él, no
concedió la oreja.
Cortó
una oreja al cómodo quinto, un animal de nombre “Barrilero”, castaño de capa de
534 kilos con el número 111, soso, noble y con clase, de poco fondo y rajado.
Un animal sin trapío para Bilbao, demasiado cómodo de cabeza y algo falto de
remate. Se dejó en el capote, se le dio poco y duró menos. Julián aprovecho las
primeras embestidas para llevarle largo y distanciado por el diestro, mejor el
cambio de mano, por fin se puso recto el matador y encajó riñones (como cambia
la cosa). Luego se apagó el animal y apretó el figurín, buscando las cercanías,
metiéndose entre los pitones y buscando lo imposible. ¿Valentia? A medias,
¿Toreria? Ninguna. Arrimón con el toro
retrocediendo en sus mismos pasos, como un cordero degollado pidiendo la muerte
del que tenía delante, sin querer pasar, ahogado, asustado… ¿parece discurso
antitaurino? Imaginaros lo que me pareció entonces esa escena. ¿Por qué no se
lo hace a uno de Escolar? Creo que pasa de los cárdenos. Julipié hasta la bola
y oreja con petición de la segunda que gracias a Dios no dio Matias. Con faenas
como esta doy más mérito a diestros como Aguilar, Robleño o Castaño.
El
primero de Talavante fue “Madamito”, un animal protestado ligeramente de
salida, de 542 kilos, negro de capa y herrado con el 116 que se fue sin picar
entre las protestas de la gente por su falta de fuerzas. Es incomprensible y a
la vez absurdo que una plaza como Bilbao y con un presidente con el rigor de
Matias permita semejante simulacro. Esto hay que cambiarlo. Por si fuera poco
manseó en banderillas y protestó en la muleta de Talavante. No pudo hacer nada
el extremeño ante semejante mulo.
Poco
tampoco hizo ante el sexto. “Gastador” nº 114 de 569 kilos. Animal negro de
capa, tocado de pitones, con más cuello y algo más alto que sus hermanos aunque
ligero de carnes. Manseó de inicio, se le volvió a hacer un simulacro de varas
y acabó rajándose en la cuarta tanda cuando todavía la faena estaba en alza. Me
pregunto ¿Cobrarán algo los picadores de Alejandro? Me da que todavía no saben
lo que es meter las cuerdas ¿Para que? Ni les hace falta. (Pena de Cuadri que
no cae…. Pensarán algunos). La faena…pues poca cosa y más de lo mismo. Este año
y desde que pone el brazo “en escayola” no me está gustando Talavante. Mucho
repertorio, mucho baile pero poco toreo. Eso si, “para echar el pico y cogerlo
fuera de cacho todos somos buenos y perfectos.” (Escuela juliana)
Mañana
más y mejor, espero que Fandiño me de una alegría.
Un
saludo
Borja
González
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