Foto: Burladero.com
Plaza de toros de Sevilla. Feria de Abril 2011
Tercera de feria. Menos de tres cuartos de entrada
Toros de Alcurrucén para:
- Oliva Soto: silencio tras aviso y saludos.
- Rubén Pinar: silencio y saludos.
- Miguel Tendero: silencio y en ambosVaya tres días que llevamos. Se acaba poco a poco la primera semana de la feria sevillana, la que se presuponía torista, con hierros importantes como Conde de la Maza, Dolores Aguirre o Alcurrucén y el balance no puede ser más pesimista.
Tres corridas deslucidas y faltas de emoción, algo fundamental en estos tres hierros que ven como su paso por Sevilla no sale del suspenso. Lamentable todas ellas.
La corrida de hoy ha venido baja en presencia, muy torera para algunos, pero totalmente fuera de tipo. Demasiado bonitos y cortitos. No vimos el típico veleto ensillado en nuñez, ni la finura de estos. Quien diría que cuarto o quinto pertenecía a los hermanos Lozano…
En general fueron mansos, parados y muy deslucidos. Se pararon desde salida, protestaron en varas, como si de cabras se tratase y en vez de venirse arriba, se pararon y amorcillaron en la muleta, defendiéndose mediante tarascadas con la muleta. Que falta de raza Dios mio.
Oliva Soto abría su segunda tarde con “Valenciano”. Castaño bragado, de 531 kilos, muy cómodo de cara, abrochadito de cuerna, algo montado y de buenas hechuras. Emplazado de salida, esperando en los medios y algo suelto en el caballo, con falta de celo y bravura. Recibió muchísimos capotazos durante su lidia, en los que humilló con buenas maneras y tardó el joven torero en buscar soluciones. Quitó Pinar por chicuelinas enganchadas y bruscas con un animal parado y reservón, acusando mucho su mansedumbre. Brindis al público y faena enganchada y complicada de Soto con un animal geniudo y brusco en sus embestidas de manso, siempre a arreones. Acabó muy rajado de nuevo en el centro del ruedo, buscando la humedad del albero. La lidia no fue la adecuada ni mucho menos. Pinchazo y fallo con descabellos.
Segundo de la tarde. “Amistoso” Nº 180 de 545 kg, colorado de capa, bajo, delantero de cuerna y seriamente anovillado. Simulacro en varas y mejor lidia que a su hermano. Apuntó nobleza en los primeros tercios, metiendo bien la cara en el inicio aunque saliendo algo suelto y distraído en cada lance. Ambos aburrieron en una faena sin sentido alguno, quiso dejársela siempre en la cara (importándole un pito su colocación) para dar pases y más pases; aun asi el animal resultó desrazado y muy manso, saliéndose siempre de los muletazos, con la cara alta y sin clase alguna. Faltó emoción y terminó con peligro por momentos. Estocada tendida con derrame para acabar con el manso segundo.
El primer músico saltó en tercer lugar, “Guitarra” Nº8 de 524 kg, castaño y excesivamente cómodo de cara. Buen novillo, si señor. Fue todo un calco de sus hermanos, paradisimo, distraído, manso y falto de casta. Muy deslucida la primera parte de la corrida. Estuvo con la muleta algo perfilero Miguel, pero ganó naturales muy meritorios aunque sin emoción en los tendidos. El animal, se defendió en las distancias cortas y acabó pasando del tema. Silencio para Tendero.
Cuarto de la tarde. “Cariñoso” Nº 190 de 555 kilos. Negro bragado meano, vulgar y algo fuera de tipo. Animal que tuvo más opciones que sus hermanos, se empleó más en varas, aunque siguió manseando y llegó derrotando arriba en banderillas, dando más de un susto. El sevillano estuvo aseado aunque debió ganarle más por bajo, lo llevó a media altura y el animal siguió protestando. Arrancó la música pero pronto paró debido a lo inestable que fue la faena. Le faltó oficio a Oliva que saludó una ovación tras una estocada tendida.
“Afanes” nº 228 de 550 kilos fue el quinto de la corrida ¿Qué no hay quinto malo? No se yo... Negro bragado, corto de cara, con cara de murube y guapo para Sevilla, salió teniendo reacciones raras, como si tuviera problemas de vista, colándose por ambos pitones, esperando a Rubén y midiendo en el capote. Se empleó más que sus hermanos en el primer encuentro aunque salió muy suelto en los posteriores. Siguió con sus reacciones raras, topándose contra las tablas y andando de lado. El animal se apagó como una vela en la muleta, sin moverse del sitio y causando el enfado de Sevilla. Abrevió Pinar dejando una estocada desprendida. Palmas de consuelo para el manchego. Pitos al toro en el arrastre.
Cerró la corrida un bonito sardo de nombre “Pianista”, nº 66 de 511 kilos, más abierto de cuerna que sus hermanos, algo terciado de atrás aunque de buena presencia. Manseó en exceso en los primeros tercios, con malas maneras, huyendo como alma que lleva al diablo y defendiéndose del capote de cualquiera que se le pusiera por delante. En la muleta por lo menos tuvo movilidad aunque no tuvo clase alguna como para llegar a los tendidos, fue siempre con la cara a media altura y salió distraído de los muletazos. Faena que no tuvo nada de especial. Pinchazo y entera para recibir silencio.
Mañana tocan los esperados cardenos. ¿Seguiremos igual? Esperemos que no.
Un saludo
Borja González.
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