domingo, 28 de junio de 2009

LA VERDAD DE LA FIESTA

Articulo sacado del blog : http://torear.blogspot.com/
Los aficionados reclamamos continuamente el toro encastado e íntegro, y si saliera a la arena este toro que no se cae, aguanta tres buenos puyazos y embiste con pujanza y boyantía o fiereza, exigiría sobre el albero un torero íntegro que no mandara a su picador que lo matara en varas, que se mediría con él en justa pelea y con oficio y valor domeñaría su bravura en una faena aplaudida por un público enterado que reconocería su mérito fuera de toda duda y unos medios de comunicación objetivos divulgarían la noticia en su justa medida.Para conseguir un toro íntegro sería necesario que lo criara un ganadero que seleccionara en función de la casta y que fuera consciente de la importancia y trascendencia de ello sin dejarse llevar por las demandas del mercado.Para que todo esto coincida en una plaza de toros necesitaremos un empresario íntegro que seleccione las ganaderías por su historial y su interés para el aficionado y al torero dispuesto a medirse con ellas con el ánimo de satisfacer la legítima aspiración de una afición que va a los toros buscando la emoción y le premie con el aplauso cerrado y la ovación por su entrega.Todas estas coincidencias de profesionales y aficionados (hombres y mujeres) íntegros sólo podrían surgir de una sociedad íntegra en sus fundamentos, con una escala de valores definida en función de principios basados en el interés de todos, en la que no cabría el corrupto ni el egoísta ni el aprovechado ni el ventajista.Pero en esta sociedad en la que los poderosos ponen el sistema a punto de reventar por las costuras y luego exigen sacrificios a los humildes para seguir repartiendo las migajas cuando sobran, compran voluntades, desprecian al honesto, se aprovechan del fracasado y se ríen del soñador que evoca la posibilidad de otros mundos, resulta difícil generar personas honestas que se dediquen al toreo o a cualquier otra actividad, estamos en un mundo podrido que camina lenta pero inexorablemente hacia su descomposición y resulta cada vez más difícil remar en contra de esa arrolladora corriente que nos arrastra cada vez con más fuerza.Resultó para mí muy singular que Clint Eastwood en “El Gran Torino” sólo encontrara la inmolación como solución a los problemas planteados a un hombre honrado por una sociedad degenerada en su base y de inoperante respuesta ante sus justas demandas.Estamos en un momento crítico, no sé si tocando fondo pero cada vez más difícil de remontar sin una revolución, amigo Costillares, que preguntabas el otro día que hacia dónde vamos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hombre eso seria la perfeccion pero en eso como en todo nosotros los aficionados tendriamos que despojarnos de partidismos ( filias y fobias ) para juzgar todo con equidad asi viviriamos en el jardin del Eden y todo seria perfecto ,la idea maravillosa la aplicacion imposible ,buena filosofia si la aplix¡cas a tu vida eres una gran persona,un saludo maravis

Anónimo dijo...

EL REGLAMENTO TAURINO

Hace ya algunos años el Niño Sabio de Camas (Paco Camino), le escuche decir, que de toros no entiende nadie. ¿Cuanta razon tenia?...
Pero ahora digo yo han pasado decadas,tras decadas y el reglamento taurino es autenticamente obsoleto, mientras todo tipo de espectaculo se va renovando algo.
Me explico, aqui todo el mundo decimos y criticamos a las ganaderias actuales y a su falta de fuerzas y lo que es peor cuando lo hacemos lo comparamos siempre a las ganaderias de antaño. Incluso llegando a decir que aquellos toros aguantaban un sinfin de puyazos. Yo creo que los años me van demostrando que poco hay de cierto en ello.
He visto corridas donde en un solo puyazo le castigan mas que si le dieran 14 dejando el toro para el arrastre y ademas el propio torero escudarse en la falta de fuerzas.
Eso amigos no puede ser, el reglamento sea en la plaza que sea deberian picar segun viera el matador. El presidente desde arriba poco o nada puede ver. Otra cosa sera que el matador tenga miedo a que el toro se venga arriba,eso ya es harina de otro costal...
Cierto es que hay toros que casi ni se les pican pero son muy pocos, particularmente en Sevilla y Madrid se les da con ganas.
Y yo digo como Victorino SI SE CAE EL TORO SE CAE LA FIESTA.
Y ESTA A SU VEZ ENTRE TODOS NO LA ESTAMOS CARGANDO. Saludos