Foto: www.las-ventas.com
Oreja barata y protestada a
Palacios, herido al igual que Pacheco en la novillada de Los Chospes.
Madrid. Plaza de toros de
Las Ventas.
Quinta de la temporada. 23
de abril de 2017.
Novillos de Los Chospes
para:
-
Mario Palacios: saludos y
oreja protestada (herido)
-
Miguel Ángel Pacheco
(presentación): silencio y silencio (herido)
-
Adrien Salenc
(presentación): división y saludos desde el tercio.
Entrada: un cuarto de
plaza. (6.884 espectadores)
Volvimos al cuarto de entrada que tanto se ha ido
repitiendo en los últimos años en Madrid. La fuerza del fútbol, el pobre
cartel, y la falta de invitaciones dificultó las sorprendentes y buenas
entradas que veníamos cosechando estos días en la capital.
Para ello, un encierro cómodo, igualado de peso y
algo lavado de cara de Los Chospes, hierro albaceteño que basa su crianza en el
toro de Domecq, aunque no es común ver encierros blandos y bobalicones del
mismo hierro. Hoy trajo una novillada medida y acorde a las peticiones de la nueva
empresa. En líneas generales, bajo los mínimos de Madrid, sin excesos, con dos
novillos algo por debajo de lo esperado, segundo y cuarto.
Una novillada que se movió entre vulgares
embestidas, sin acabar de romper nunca hacia delante en la muleta. Muy mal
lidiados y con berrinches en varas, sin empujar con la cara abajo y por
derecho, a excepción del sexto, que quiso ofrecer buena pelea en el jaco en una
buena primera entrada.
Otro de los pilares taurinos muy de moda fue
desmontado a las primeras de cambio. Hasta dos novilleros tuvieron que entrar a
enfermería con sendos cornalones de 20 y 25 centímetros. Esto, en la era Casas,
con la novillada más justa que se recuerda, ante animales de encaste Domecq
elegidos con sumo cuidado. Una vez más, la teoría cayó por su propio peso.
El extremeño Mario
Palacios se llevó la cara y cruz de la tarde. No anduvo fino con su primer
oponente, animal bien presentado y de buena condición, que obedeció por derecho
a los toques firmes del cacereño. “Inductor”, fue allá donde le quiso llevar
Mario, con la frialdad del abuso de técnica y sin conectar nunca con los
tendidos. Estocada pasada y saludos cariñosos del personal.
Oreja muy protestada cortó al cuarto, un terciado
animal de Los Chospes que derrochó nobleza y boyantía por ambos pitones.
Insulso el trasteo por ambas manos, sin cuajo ni rotundidad. La cogida por
descuido sumado a la efectividad con la tizona, le valió una pobre oreja jamás
recordada.
El segundo herido fue Miguel Ángel Pacheco, que se presentaba en Las Ventas tras veinte
tardes en 2016. Uno puede llegar a pensar, que con semejante listado, el rodaje
sería exquisito, pero la rapidez con la que están llevando a este chico no
puede hacer bien a nadie. El gaditano tiró de locura con su primero, un animal
manso y encastadete que no vendió ni un palmo de su terreno. Codicioso de
capote y con motor en las primeras tandas del último tercio, tras ser
pésimamente lidiado por sus compañeros de fila. Pacheco tiró de arrojo y
recibió a su oponente con las dos rodillas en tierra, algo que repitió desde
los medios para comenzar su inicio de faena. La falta de mando durante todo el
trasteó propició una fea voltereta cuando se disponía a ligar por la mano
izquierda. Silencio tras un bajonazo en el guarismo previo dos pinchazos.
El quinto, le mandó a enfermería. Fue “Latero” un
astado correcto de presencia y descastado en líneas generales. Sin llegar a
emplearse en varas y con un recorrido corto en su embestida, anunció que se
acostaba por el derecho a las primeras de cambio. Y fue por ahí mismo por donde
le caló el muslo al joven de La Linea. No pudo acabar con él.
Cerraba la tarde el francés afincado en la escuela
del Juli, Adrien Salenc. Nuevo debut
en estas primeras novilladas de temporada en la capital. Tuvo la mala pata de
sortear el lote más exigente y complicado del encierro albaceteño. El tercero,
cabezón y ensillado, fue levemente protestado de salida. Se dejó pegar en
varas, donde tuvo que acudir hasta en tres ocasiones para recibir el cambio de
tercio. Llegó entero y rebrincado al de muleta, soltando la cara y punteando
siempre los engaños. El principal objetivo de Salenc sería la limpieza de esos
muletazos, algo que solo consiguió por momentos. Faena en el tercio rematada
con una estocada algo atravesada.
El sexto fue el más interesante del festejo bajo
mi punto de vista. Un animal duro de manos y que aprobó en una buena primera
vara. Fijo, empujando y ganando su terreno. Debió ser castigado de mejores
formas en la segunda entrada al jaco, todo sea dicho. Hizo hilo en los
garapullos y dominó en todo momento el escenario, imponiéndose a los noveles
cites de Salenc, que pasó un verdadero calvario. Repuso, con la cara abajo y no
regaló ninguna pasada. Los saludos desde el tercio supieron a poco.
Y preocupa una vez más la falta de profesionalidad
de los subalternos. Se ha vuelto a picar terriblemente mal, la colocación en el
ruedo por momentos ha sido caótica, y el paso en banderillas un auténtico
desastre. Debemos dar seriedad. Estamos en Madrid.
Apuntar el debut del presidente Gonzalo de Villa
Parro, que sustituye al ya jubilado Julio Martinez. No tuvo un buen comienzo al
conceder dicho trofeo. Le deseamos toda la suerte del mundo para esta nueva
andadura.
Un saludo
Borja González.
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