INSTANTE DE LA COGIDA A SERAFÍN MARÍN.
Plaza de Las Ventas.
Toros de Partido de Resina y Nazario Ibañez (1º) para:
- Ignacio Garibay: silencio con aviso y palmas.
- Serafín Marín: vuelta al ruedo y silencio con un aviso.
- Sergio Aguilar: silencio y silencio con un aviso.
Hoy también es un dia para olvidar, de no escribir en este blog, pero me veo en la obligación de demostrar mi descontento con la corrida de hoy; de tragarme mis palabras y mis deseos ante este dia. Hoy Partido de Resina ha caído de nuevo muy bajo.
No debió presentarse de esta manera en San Isidro. Tras CINCO toros lastimados, (solo tercero y cuarto eran titulares para este cartel) vimos una corrida demasiado desigual, con ejemplares fuera de tipo, otros terciados y algunos anovillados. Todos ellos bajos de fondo, de pocas opciones, con complicaciones y bajos en raza y fondo.
Simplemente podemos destacar la ovación que se llevó el grandote cuarto de salida. Todo un toro, largo como un tren, muy ancho y cuajado, pesando casi 700 kilos; animal que puso peligro y emoción durante su muerte. También la pelea del quinto en varas, Joyero apretó y se le dio muchísimo en dos entradas. No hubo más. Un segundo anovillado e invalido. Un tercero deslucido y flojo y un sexto impresentable, fuera de tipo y noblón. Buscaron tablas, barbearon y fueron mal lidiados todos ellos.
Garibay se fue por la puerta de la enfermería con un tabacazo, boquete que le atravesó el muslo. “Morito” de 672 kilos le embistió en plena faena tras ser descubierto, dándole una fuerte cornada en el muslo y obligándole a abreviar para poder asi ir por su propio pie a la enfermería. Fue este cuarto un animal muy muy serio, ovacionado en pie desde que pisó la plaza. Un armario con mucha mucha leña. Suelto de salida, lidiado de forma pésima por la cuadrilla del mexicano, dejándole acudir hasta seis veces al peto, recibiendo siempre leves picotazos. El “antiaficionado y regalaorejas” de Julio Martinez vio justo el cambio de tercio y asi lo concedió. QUE POCA VERGÜENZA. La faena tuvo intensidad y peligro, el animal pasaba, tardaba mucho debido a su largura y miraba en ocasiones. Se puso complicado y geniudo. ¿Dónde están las figuras? Gritaba alguno.
Con el primero anduvo aseado, con buen corte al natural y algo fuera con la diestra, logrando algun buen muletazo al noble y flojo toro de Nazario Ibañez, jaleado por los aficionados. Animal que remendó la corrida de Partido de Resina. Poco picado y llegando a la muleta con clase, nobleza y largura por ambos pitones, faltándole casta y fuerza.
Serafin las vio muy mal tras matar a su primero, un sobrero de la ganadería de Los Chospes. El terror se apoderó de la plaza cuando salió prendido por el pecho tras la suerte suprema. Nos temíamos lo peor y no hubo consecuencias. Realizó una faena sin acople, de poco mando y torería, buscando la colocación pero descargando y perdiendo ligazón por ambos pitones. Se tiró con todo dejando una estocada algo caída y dando una vuelta al ruedo venteño tras una leve petición. Apuntar que fue el toro de más posibilidades.
El quinto fue un toro bravo el caballo. “Joyero” fue un animalito chico, de pobre presencia. Anovillado, cárdeno y algo en tipo. Salió encastado y con mucho más motor que sus hermanos. Recibió leves protestas de salida y realizó una fuerte pelea en varas, donde fue amasacrado en dos puyazos muy injustos, sin colocar al animal en suerte y sin verle de lejos. Serafin no quiso lidiarlo, su cuadrilla tampoco y nos quedamos sin verle en todo su esplendor. Cierto es que bajó muchísimo en banderillas, apagándose por momentos en la muleta del catalán que agobió algo la embestida rebrincada del cárdeno. Sin duda era de medios.
Sergio Aguilar pasó sin más. Apenas puedo recordar nada de sus dos toros. Lote pobre en presencia, a menos en la muleta y muy deslucido para el buen corte de este torero. “Zarcero” de 576 kilos fue el único cinqueño de la corrida. Tuvo poca fuerza y casta, pobre recorrido en la muleta y pésima pelea en varas. De nuevo mal lidiado. Pitos en su arrastre.
El sexto fue un animal muy feo, impropio de esta ganadería, morfológicamente de la rama saltillo, algo escuálido y falto de remate. Perdió las manos en ocasiones y a pesar de su enrabietada salida, llegó noblón y parado a la muleta, demostrando sosería, poca casta y humillando muchísimo por el derecho, algo no muy normal en esta ganadería.
Me pregunto por tanto ¿Qué esta pasando con los pablo romero? ¿Lo del año pasado fue un simple espejismo? ¿No creeis que debería haber echado para atrás el propio ganadero la corrida tras esos problemas antes de la misma? ¿Tan mal está esta vacada?
Me da miedo pensar que el futuro de una de las ganaderías mas emblemáticas del campo bravo sea el matadero. Los animales de hoy no dejan en buen lugar el nombre histórico de Pablo Romero. La bravura hoy no ha salido y la casta se ha dejado entrever. Esperabamos mucho más, no lo neguemos, fue mala. Muy mala.
Un saludo
Borja Gonzalez.
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