Foto: Jose Luis Barral
Buena
dimensión de Escudero en su encerrona de Las Rozas. Vuelta al ruedo a un gran
novillo de Victorino Martín, con polémica incluida.
Plaza de toros de Las
Rozas.
20 de junio de 2015.
Novillada a beneficio de
la Asociación Española Contra el Cancer.
Novillos
donados de Baltasar Ibán, Victoriano del Río, Adolfo Martín, Jose Luis Iniesta,
Zacarías Moreno, Victorino Martín y El Torreón, para:
-
Martín Escudero: oreja, oreja, saludos,
oreja, silencio, dos orejas y rabo y palmas.
Entrada: menos de un cuarto.
Los novillos lidiados fueron los siguientes:
·
Primero. Ganadería
Baltasar Ibán. “Santanero” Nº 58. (Palmas)
Impresentable. Chico,
terciado y sin pitones. Flojo y nobletón.
·
Segundo. Ganadería V. del
Río. “Carterista” Nº 84 (Palmas)
Feo como el solo, avacado,
bizco del izquierdo. Manso, noble y embestidor.
·
Tercero. Ganadería Adolfo
Martín. “Chaparrito” Nº 18 (Ovación)
Cuajado, bizco y bien
presentado dentro de lo que cabe. Encastado y humillador por ambos pitones.
·
Cuarto. Ganaderías Jose
Luis Iniesta. “Marismeño” Nº 17 (Silencio)
Feo, pequeño y terciado.
Noblote y falto de casta y fuerza.
·
Quinto. Ganadería Zacarías
Moreno. “Misterioso” Nº 36 (Silencio)
Corto, sin cuello y
ofensivo de cara. Apagado y descompuesto en la muleta. Falto de casta.
·
Sexto. Ganadería Victorino
Martín. “Plantador” Nº 31 (Vuelta al ruedo)
Guapo, bravo y de gran
final en la muleta. Mucha clase, recorrido y humillación. Superior por el
izquierdo. Buen novillo.
·
Séptimo. Ganadería El
Torreón. “Alentado” (Palmas)
Bonito, cerrado de cuerna
y de buenas hechuras. Noble y con opciones por ambos pitones.
Lo veníamos anunciando tiempo atrás, David tiene
fondo de torero, valor seco y concepto puro y entregado. Frialdad en sus muletazos,
largura en cada uno de ellos, y una mano izquierda para recordar y esperarla.
Tuvo el gesto de encerrarse con hasta siete
novillos de forma benéfica, sin llevarse un duro, por y para ellos, y a falta
de una semana para su gran cita, el día de su alternativa, que tendrá lugar en
Soria, de la mano de Sebastián Castella y Miguel Angel Perera.
La novillada tuvo la parte negativa en los
tendidos, con apenas un cuarto cubierto, lo que hizo que la tarde fuera fría a
pesar del sofocante calor que pegaba en la periferia madrileña en la tarde de
ayer.
En conjunto estuvo verdaderamente sobrado con los
animales. Fácil de capote, resolutivo en las lidias, y con mucho asentamiento
en la muleta, tirando realmente bien de los cornúpetas, acertando en terrenos y
tiempos, y sacando faena a los siete novillos que hoy fueron donados por los
ganaderos, algo que también es de valorar y tener en cuenta. Intermitente con
la espada, con más eficacia que ortodoxia, y realmente bien al natural, con ese
pellizco que tanto nos recuerda al gran José Tomas. Aunque como es lógico queda
mucho camino por andar.
Salió en primer lugar un novillete horrendo y
chico de Baltasar Ibán, con unos nauseabundos pitones sospechosamente
manipulados, de nombre Santanero, burraco de capa. Petrificados nos quedamos
con la presentación bochornosa del burel, con el miedo de poder vivir una
auténtica becerrada. Trámite en varas y calentamiento de escuela en el último
tercio, con el ibán perdiendo las manos y topando con trote cansino y boyante en
la muleta de David. Estocada entera y orejita para el de Galapagar.
Guapo tampoco fue el de Victoriano del Rio, de
nombre “Carterista”, avacado, chico y tremendamente bizco del izquierdo. Manseó
en varas, y se aculó en tablas cuando le clavaros los garapullos. Aún con esas
acometió humillado por ambos pitones a la muleta baja de Escudero, que
consiguió grandes naturales en esta ocasión. El animal, muy humillado, por
momentos quiso coger la muleta con el pitón de fuera, afeando las embestidas.
Estocada desprendida y algo atravesada y de nuevo oreja de Las Rozas.
La seriedad vino con el Adolfo, “Chaparrito” de
apodo, cuajado y serio, algo bizco también. Salió entre la ovación del público,
rematando en burladeros y humillando una barbaridad. Bueno el recibo capotero,
poderoso, genuflexo y ganando siempre terreno. Discreto en varas y encelado en
el capote del subalterno, pero siempre con la virtud de arrastrar el hocico por
el ruedo. Llegaría entonces la faena de mayor dificultad de la tarde, y quizá
la que más le valga de cara a un futuro. Corto en los terrenos y poco a poco
logrando alargar la embestida del animal, que se vino abajo antes de lo
esperado. Ganó enteros Martín cuando retrasó la muleta, logrando así acabar el
muletazo muy detrás, ya que el animal no iba sobrado de recorrido. Muy buenos
los naturales, con algún parón que otro, bien aguantado. El fallo con la espada
le impidió cortar lo que si hubiera sido una oreja de ley.
Iniesta nos regaló un animalejo feo, terciado y de
gacha cornamenta. Empujó fijo en la primera vara y acabó desentendido en la
faena, sin clase y entrega. Escudero tampoco dijo demasiado en este cuarto. Aún
asi cortaría la oreja, tercera de la tarde.
En quinto lugar salió un apretado y serio novillo
de Zacarias Moreno, de la rama Daniel Ruiz. Corto, sin cuello, apretado y con
delanteros y astifinos pitones. Se dejó en varas y llegó con la cara muy suelta
a la muleta, sin llegar a humillar y con las fuerzas más que justas.
Disposición y poco más.
La tarde iba decayendo, pero de repente salió el
Victorino que tanto le va a servir al toricantano. Guapo de verdad, fino de
cabos, bizco del izquierdo y entipado por la rama santacolomeña. Salió como
bravo y se lastimó el pitón que llevaba bizco al derrotar de forma espectacular
con las tablas, tras el relance del recibo capotero de Escudero. Las protestas
llegaron para pedir el cambio y el pañuelo verde asomó desde ese balcón a modo
de presidencia, quien de forma irresponsable no supo llevar como dios manda el
control del espectáculo. Fue entonces cuando parte del público protestó de
nuevo la decisión del presidente, queriendo ver al Victorino, que apuntaba
grandes maneras, y entonces asomó de nuevo el moquero del cambio de tercio para
la sorpresa de muchos. Es cierto que el animal lo llevaba fracturado, pero
apenas se apercibía. Y la verdad que ganamos con el cambio, porque vimos una
buena pelea en varas, sacando al jaco hasta los medios, y un fondo y clase en
la muleta estupenda, por ambos pitones, superior por el izquierdo, donde vimos
grandes y profundos muletazos. La faena fue algo intermitente, quizá faltó un
poco de rotundidad a mi parecer, pero tuvo momentos muy buenos de veras.
Estocada entera algo delantera, y máximos trofeos para el novillero. Vuelta al
ruedo para “Plantador” Nº 31 de Victorino Martín.
Y no solo con eso quiso regalar el séptimo de la
tarde, de la ganadería del Torreón, quizá el mejor presentado por cuajo, y
lámina del encierro. Colorado de capa, abrochadito de cuerna, bajo y bien
comido. Llegarían aquí los mejores naturales de la tarde, por despaciosidad,
temple y mando, rematados detrás de la cadera, cargando la suerte y dejándosela
muy bien en la cara. Una pena que el trasteo fuera algo desigual y que pinchara
la faena, pero las tres horas pesaron y mucho.
Y esto fue todo lo que vivimos en Las Rozas. Un
Martín Escudero listo y preparado para el paso de la alternativa, muy seguro y
rodado, con una muñeca izquierda para seguir y con las ganas de verle con el
toro serio. Las condiciones del cuatreño creo que le van a ayudar en su toreo.
Un saludo
Borja González
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