Agustin Sanz, ovacionado tras picar al quinto.
Foto: Las-Ventas
Plaza de toros de Las Ventas. Domingo de Resurrección.
Entrada: Más de un tercio.
Toros de Los Recitales para:
- Curro Diaz: silencio en ambos.
- Leandro: silencio y pitos tras aviso.
- Morenito de Aranda: silencio en ambos.Tarde de nulo contenido en Las Ventas. El encierro de Los Recitales resultó impropio para una plaza como la de Madrid, bueno, que digo, para cualquier plaza destinada a la lidia de toros bravos. Animales que acabaron pidiendo a gritos un minuto de descanso, echándose el segundo de la tarde y refugiándose en tablas más de uno. Que poquita casta y fondo tuvieron, ingredientes fundamentales para que esto funcione.
No se pareció el quinto de la tarde, un cinqueño muy serio y de buena presencia que empujó con bravura al caballo y se comió literalmente a un dubitativo Leandro, pero no es suficiente como para dar el aprobado a la ganadería de Los Recitales.
Trajo una corrida bien presentada, con cara e irregular de hechuras. Precioso el quinto y feo y de baja presencia el segundo (invalido durante la lidia). Todos ellos fueron de más a menos, con buena embestida en el capote, arrancadas francas al caballo y aplomo total en la muleta.
Los toreros tampoco estuvieron muy presentes. Vimos a un Curro Diaz apático, simplemente dejando detalles en sus dos inicios de faena, muy fuera de sitio en el primero de la tarde, perdiendo esa verticalidad que tanto le caracteriza y hasta casi recibiendo una cornada tras no saber salir de la suerte suprema. Morenito tuvo un lote imposible, pero le vimos fallón con los aceros y no del todo cómodo con su fuerte, el capote. A Leandro no se le puede perdonar lo que se dejó en quinto lugar, un torero que necesita de triunfos, y que mejor que en Madrid con un torazo encastado y con mucho que torear como fue ese “adorado”.
Por ello no daremos más detalles de la tarde. Sin toro no hay fiesta y desde luego el domingo la gente salió cabreada de la Monumental, sin nada que objetar, sin nada que decir. Saliamos pensando en que otra tarde más hemos perdido el tiempo, porque no hemos visto nada artístico, ninguna faena para el recuerdo, ni siquiera detalles.
Destacaron eso si Agustin Sanz picando al quinto y Miguel Martin con los palos.
La fiesta sigue perdiendo en emoción y eso debemos evitarlo
Un saludo
Borja Gonzalez
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