lunes, 3 de julio de 2017

GRAN NOVILLADA DE CASCÓN EN MADRID


Foto: www.las-ventas.com

El mayoral de María Cascón saluda al finalizar el festejo. Heridos Juan Miguel y Andy Younes. Palacios desaprovecha un gran lote.



Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
2 de julio de 2017.
Novillos de María Cascón para:
-       Juan Miguel: saludos.
-       Mario Palacios: silencio tras aviso en los cuatro que estoqueó.
-       Andy Younes: palmas de camino a enfermería.
Entrada: un cuarto de plaza. (6.058 espectadores)

Parte médico Juan Miguel."Herida en región lateral derecha de cuello que diseca lóbulo tiroideo derecho. Herida por asta de toro en escroto. Es internevido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros. Se traslada al Hospital San Francisco de Asís, con cargo a la Fraternidad. Pronóstico grave, que le impide continuar la lidia. Firmado: Dr. García Padrós".


Parte médico Andy Younes"Traumatismo craneoencefálico con herida en región parietal derecha. Puntazo corrido en tercio inferior cara interna muslo izquierdo. Contusión tobillo derecho con puntazo corrido en cara anterior tercio distal de tibia pendiente de estudio radiológico. Es trasladado al Hospital San Francisco de Asís con cargo a la Fraternidad. Pronóstico reservado, que le impide continuar la lidia. Firmado: Dr. García Padrós".


Hay ocasiones en las que merece la pena quitar una parte de tu tiempo para escribir sobre lo acontecido. Tras la gran novillada de Cascón lidiada ayer en la primera plaza del mundo, no podía ser menos. Y es que hacía tiempo que no se veía por la capital un conjunto de casta y buenas vibraciones casi en la totalidad del encierro jugado. Los carpinteros tuvieron tarea tras los remates secos y enrabietados de los pupilos de Fraile, que lograron una más que correcta pelea en varas, empujando con poder y descabalgando por momentos a los varilargueros.

Tres novillos importantes lidiados en segundo, cuarto (este sorteado como sexto) y quinto lugar. Un primero con un punto de mansedumbre pero también óptimo para el triunfo, un tercero con buen pitón izquierdo, y un sexto algo más parado y lesionado de los cuartos traseros. Un conjunto importante premiado con el saludo en puerta de toriles por parte del mayoral.

La novillada comenzaba con polémica incluida. Los rumores de la situación económica de Plaza 1 (sólo rumores), junto con los problemas internos y externos con Comunidad y Ayuntamiento, acrecentaron los nervios de la parroquia la semana pasada. Si a esto sumamos la falta de programas y orden del día en la tarde de ayer, tenemos como resultado una protesta más que justificada por parte del aficionado. Que no se olviden, estamos en Madrid.

Juan Miguel volvía a Las Ventas tras cortar la única oreja en el pasado San Isidro. Curiosamente, reivindicación que mostraron sus colegas durante la pasada novillada de triunfadores, ante la ausencia del madrileño. Sus años naturales y de rodaje con los picas, le sitúan como auténtico veterano del segundo escalafón. Sorteó un animal de muchísima movilidad y regaladas embestidas por ambos pitones. Fue el Cascón que más tendencia tuvo a chiqueros, y al igual que sus hermanos, llegó con alegría y casta a la muleta. Mejor a derechazos, algo acelerado, y sin poder en terrenos. Inició faena en los medios para luego recorrer medio anillo. Dominó el novillo, que acabó quedándose corto en sus finales. Palmas cariñosas de Madrid para ambos. En el tercero resultó cogido de manera escalofriante tras ser prendido por el bajo vientre en el embroque de la segunda gaonera. Pronta recuperación para él.

Andy Younes también resultaría cogido por el tercero en la suerte suprema. De nuevo zarandeado entre los astifinos pitones de Mariposino, que mandó a los dos alternantes a enfermería. El francés no logró plantear de forma correcta la faena, o eso pareció al menos. Desarrolló largura y templanza el novillo por el pitón izquierdo, sin lugar a dudas, y así lo demostró en el circular lento y cadencioso que le recetó el francés a finales de faena. Una lástima que se empeñara en muletear por la diestra en el tercio, asentado y queriendo la colocación en rectitud. El pitón no era ese. Al entrar a matar resultó prendido por el burel, aparentemente sin cornada. Tiró de arrojos el gabacho y acabó con su oponente entre la gratitud del público asistente.

Mario Palacios se quedó entonces con una auténtica papeleta. Cuatro novillos para él solo, casi nada. Tuvo oportunidades para el triunfo, pero faltaron muchas cosas. La presión le pudo y las sensaciones no fueron buenas.
Su primera oportunidad llevó por nombre “Bilbalero”, herrado con el número 19, abierto de cuerna y feote de hechuras. Se empleó con pujanza en varas, y llegó algo descompuesto a la muleta, falto de una tercera y decente vara. Es cierto que en su primer encuentro derribó y apenas fue castigado. Su enrabietada embestida fue difícil de dominar, y Palacios no logró adelantar la muleta para llevar perfectamente tapado al cornúpeta. Un tranco más tuvo por el izquierdo, queriendo todo por bajo. El primer tren ya había pasado. Ovación en el arrastre para el bueno de Bilbalero. Silencio de examen para Mario.

El cuarto fue sin duda el mejor de la tarde, por completo y bravo. “Cantinillo” tuvo muchas virtudes y muy pocos defectos. Acometió a todos los cites y remató por bajo en tablas, empujó con fuerza y bravura en una estupenda primera vara, y al relance se dejó pegar en la segunda, incomprensiblemente sin el lucimiento que requería. Apenas se dolió en banderillas y fue constante y bueno por ambos pitones. Superior por el izquierdo. Palacios, desbordado, siguió con su constante de muleta retrasada, siendo superado en todos los embroques y creando la clarividente división en los tendidos. Dejó algún natural estimable y ortodoxo, pero no logró la rotundidad que exigía el de Fraile. El segundo tren se alejaba a pasos agigantados. De nuevo atronadora la ovación para el bueno de Cascón.

El quinto era clave para Mario. Resurgir o morir. Seguir o desaparecer. Madrid da todo, pero también lo quita, y estoquear cuatro novillos (tres de ellos de triunfo) y salir andando, podía ser fatal. La novillada iba a más y prácticamente tenía a todos los asistentes de su parte. Y es que a “Cantinero” también le dio por embestir, con alegría y prontitud, largura y nobleza. Mario no logró entrar en la tarde. Apático, frio y superado por la situación. Sin estructura, sin arrebato. Eres novillero. Sangre, alma, garra.
Volvía a ser superado por Cantinero, que de nuevo fue reconocido, como sus hermanos, por la afición de Madrid.

Tiró de garra en el sexto, con una larga desde el tercio. Demasiado tarde dirán algunos. Las palmas a su salida enrabietaban aún más al madrileño. Reconocimiento al conjunto, agradecimiento a una novillada seria y bien jugada. Los gritos de aprobación al ganadero saltaban de forma espontánea de ciertos sectores. Remató con fiereza en puerta de cuadrillas y repitió a media altura en el capote de Palacios. Mal picado, como casi toda la novillada y acusando posible lesión en los cuartos traseros. Más parado que sus hermanos y sin acabar de romper en la muleta, acudiendo a los cites con nobleza y ciertas protestas, posiblemente debido a esa lesión. La ovación al cierraplaza fue totalmente desproporcionada.

Finalizaba así una novillada muy interesante de María Cascón, encaste atanasio-lisardo. Curiosamente muy distinta a las corridas que solemos ver por estos lares de Puerto o Valdefresno, donde abunda la falta de fuerzas y mansedumbre. Para quien aún dude del criterio ganadero y selección. La afición obligó a saludar al mayoral desde el tercio. Bonito premio a tantos años de esfuerzo.

Desear la pronta recuperación a Juan Miguel y Younes. Y todo el ánimo para Palacios.

Un saludo
Borja González


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