sábado, 16 de agosto de 2014

"ENCASTADOS FRAILES EN CENICIENTOS" (Crónica 15 Agosto 2014 Cenicientos)





PUERTA GRANDE PARA JOSE MANUEL MÁS CON UN ENCIERRO INTERESANTE DE JUAN LUIS FRAILE.



Cenicientos. Feria del toro 2014
1ª corrida de feria, 15 de agosto.
Toros de Juan Luis Fraile para los diestros:
-       Jesuli de Torrecera: pitos tras dos avisos y silencios.
-       Jose Luis Torres: silencio tras aviso y silencio.
-       Jose Manuel Mas: oreja tras aviso en ambos.
Entrada: dos tercios.
Ovación para la cuadrilla de Mas en el tercero, especialmente para la brega de Raul Cervantes.


Los toros de Fraile fueron los siguientes:
·         Primero. “Jaquetón” Nº 31, negro 01/10 (PALMAS)
(Cumple en las dos varas, encastado y con gran pitón derecho)
·         Segundo. “Rondino” Nº 27, negro 12/09 (SILENCIO)
(Palmas de salida. Pudiera tener problema de visión. Una vara, crudo y con peligro y orientación)
·         Tercero. “Rondero” Nº 4, negro 12/08 (OVACIÓN)
(Buen toro, cumple en dos varas, dura la primera, largo y repetidor en la muleta)
·         Cuarto. “Caño” Nº 29, negro 12/09 (SILENCIO)
(Flojea tras un durísimo tercio de varas. Empujó metiendo riñones. Se viene a menos)
·         Quinto. “Rondero” Nº 17, negro 12/09 (OVACIÓN)
(Hasta cuatro varas aguanta, derribando, mucha fuerza y poder. Encastado y manso)
·         Sexto. “Cardillero” Nº 25, negro 12/08 (OVACIÓN)
(Gran toro. Bravo en varas y con nobleza y fondo en la muleta. Buen pitón derecho)






Otra muy interesante corrida de Juan Luis Fraile en Cenicientos, por debajo del nivel que dejó la ya famosa y comentada de 2013, pero muy completa y válida para la afición. Un encierro en puntas, abierto de cara, muy desigual de hechuras pero bien presentada para la capital del Valle del Terror.

Cenicientos abría sus puertas al “torismo-happy” y albergaba la primera corrida de un ciclo que se presuponía muy interesante. Aficionados de todas las puntas de España y hasta de Francia se daban cita para cubrir hasta dos tercios de la pequeña y temible plaza corucha. Ese ruedo y esa afición ruda y exigente que año tras año se da lugar en la serrana localidad madrileña.

Y volvieron a dejarnos buen sabor de boca los exigentes gracilianos. Su casta y movilidad volvió a enamorarnos, pidiendo sitio en plazas de mayor importancia, porque asi lo merecen. Una verdadera pena no verlos lidiar en condiciones, con una cuadrilla profesional y hecha, porque fue un verdadero desastre lo que hicieron con ellos. Demasiado nobles fueron en la muleta después de todas las perrerías que les recetaron en los primeros tercios. Un verdadero circo en banderillas y una masacre indigna en el tercio de “varas”, sin lucir un ápice la bravura que llevaban escondida los cornúpetas, estrellando una y otra vez con los mastodontes que llaman picadores.

Abría el cartel un tal Jesulí de Torrecera, en sustitución de Salvador Barberán (¿?). Su rostro vaticinaba el canguelo que pasaría minutos después.  ¿Cuál fue su solución? Dar cera en el caballo para que llegaran moribundos al último tercio.
Salió entonces “Jaquetón” para abrir la tarde, un animal serio, algo flaco, pero ofensivo por delante. Primer susto de la corrida al ser incapaz de sacarse al toro de las tablas. Su cara cada vez era más pálida, (yo en serio que me preocupaba). Entonces llegó la medicina más ruin y fácil para un torero. El famoso “Dale bien en varas”. La frase favorita del que se hace llamar matador de toros. Escabechina brutal  y enfado monumental de Cenicientos, que aumentó tras el despropósito de poner banderillas con el jaco aún en el ruedo. Un verdadero espectáculo antitaurino y bochornoso que no debió haberse visto nunca. La Guardia Civil tomó medidas en el callejón. Torrecera no supo donde meterse con el bicho, que siguió acometiendo con codicia y casta detrás de su franela. Bajonazo y pitos.
En la siguiente fotografía se puede ver como el toro entró al caballo con las banderillas puestas.





Con el cuarto no varió su táctica. “Caño” empujó con fuerza y riñones en la primera vara, quizá la de mayor clase y bravura de toda la tarde. Fue tan duro el encuentro que llegó a debilitarse en extremo, llegando parado y reservón en la muleta. Una pena que no rememorara a sus hermanos del año pasado, que también llevaban por mote “Caño”. Familia a tener en cuenta.
Así empujó el cuarto, increible como romaneó y metió riñones.




El triunfador del año pasado, Jose Luis Torres, no pudo repetir tan “cosechado” galardón. Ahora si, que me expliquen cómo ha podido llevarse el premio a triunfador de la feria este “torero”. Prometo que no quiero faltar ni mucho menos pero es alucinante que sigan matadores así en activo, y mucho peor que lidien estas corridas. Anduvo perdido toda la lidia, con más miedo que vergüenza, sin saber que hacer, sin poder ni dominar las embestidas… un drama.
Sorteó en primer lugar un toro muy serio y con leña de Fraile, del que aún sigo teniendo dudas sobre su vista. A mi parecer podría tener algún problema de visión, porque sus coladas de salida por el pitón izquierdo no fueron ni medio normales. Si a eso le suman la decisión ridícula del presidente al cambiar el tercio con un solo puyazo imagínense la cara del pobre hombre. Papeleta muy seria para un torero con nulo rodaje y preparación. La faena de muleta fue un auténtico… no se como explicarlo.
En la fotografía se puede ver las 7 banderillas tras el desastroso circo de la cuadrilla.



El quinto fue uno de los toros con más poder y dureza que he visto en los últimos tiempos. Un galán astifino a más no poder y con un sospechoso bulto en su axila izquierda que no paró de principio a fin. Cuatro varazos durísimos, en los que empujó con saña y casta, aunque saliera suelto, demostrando su punto de mansedumbre. Arreones en banderillas y poder y cojones en la muleta, mostrando quien mandaba en el ruedo. Ovación de Cenicientos en su arrastre. Repito, CUATRO VARAS!!! EN 2014!!!
A continuación la secuencia del brutal derribo de Rondero:





Así embistió Rondero despues de CUATRO VARAS, dos de ellos muy caidos.




Cerraba el cartel Jose Manuel Mas, un torero madrileño mucho más rodado  y con un concepto totalmente distinto a sus compañeros de cartel. No se si se llevó el lote o fue el que mejor trató a sus toros y por consiguiente los que rompieron en la muleta, me quedo con mis segunda teoría.
El tercero fue un torazo, bajo, cuajadísimo y con dos velas, que rompió gracias a la excelente lidia de Raul Cervantes, un verdadero derroche de saber estar, de torería y profesionalidad. La plaza estalló como hacía tiempo no veía en Cenicientos, jaleando los capotazos sublimes por bajo, sintiéndose torero y descarándose con el toro. Un lujazo para la afición tras el esperpento de los dos anteriores toros. Fue entonces cuando Rondero embistió por bajo y profundo, aunque no anduviese sobrado de fondo. Buen toro y oreja para Mas.

Fotografías de la excelente lidia de Raul Cervantes y la reacción del tendido:








El sexto fue aún más completo, terminó con fondo y rompiendo por bajo sobre ambos pitones, aunque no acabara de acoplarse el madrileño con la mano izquierda, lo que hubiera supuesto las dos orejas. Tras dos monumentales varazos y una lidia más o menos pasable llegó el serio y cuajadísimo graciliano con casta y buenas embestidas. Mas nos dejó algún derechazo más que notorio y tras un pinchazo y una estocada recibió la segunda oreja que le abría la puerta grande.





Esto fue todo en la primera de Cenicientos. Hoy tenemos a José Escolar. Esperemos un Chumbero y buenos recuerdos.

Un saludo
Borja González


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