sábado, 10 de julio de 2010

LA CASTA DE LOS FUENTEYMBRO POR ENCIMA DE SU PESO (3ª de feria)


Foto: Burladero.com


PAMPLONA. SAN FERMÍN 2010
Toros de Fuente Ymbro para:
- Antonio Ferrera: silencio y OREJA (aviso)
- Oliva Soto: silencio y silencio (aviso)
- Rubén Pinar: silencio y OREJA.


¿Quién decía que los mastodontes no embestían? ¿Quién se metía con el toro de Pamplona? De nuevo vuelve a caer por tierra ese tópico de algunos taurinos, aquel en el cual afirman que el toro pesado y grande no puede embestir, que en Madrid o Pamplona es imposible que un toro grande coja las telas por bajo y se vaya largo.
Hoy Ricardo Gallardo y sus toros han tirado por los suelos esos falsos argumentos y han dado un agradable espectáculo con una corrida de toros compacta, encastada y con ejemplares de triunfo.

El fallo vino con los espadas, que no “las” espadas. Antonio Ferrera peleó con el complicado primero y no terminó de romper al fantástico cuarto, aquel de casi 700 kg que embistió estupendamente por ambos pitones. El extremeño debió exprimir más al bicho que enseñaba las dos orejas. Oliva Soto tuvo en primer lugar un bicho de gran clase aunque flojo de manos, los tirones y la falta de oficio no lograron subir aquello. El quinto fue un toro encastado y exigente que se comió al sevillano por todos sitios. Pinar se llevó el lote de la tarde ( algo habitual) y mediante su escandaloso destoreo logró cortar una oreja del encastado sexto, toro que tuvo mucho más que tocar. El tercero, otro noble y aceptable animal, se fue con las orejas al desolladero tras una faena irregular y llena de ventajismos, fallada con la espada.

Fuente Ymbro por tanto vuelve a triunfar en Pamplona con toros excelentemente presentados. La casta de esta ganadería vuelve a aparecer por el norte y un año más vuelve a no ser del todo aprovechada.

Salió en primer lugar “Impavido” Nº 139 de 585 kg. Negro de capa, muy serio y con cuajo. Un toro de Pamplona, si señor. Se dejó en el capote, acostándose algo más por el derecho y peleó de malas maneras en varas, sobre un pitón siempre. Oliva Soto quiso entrar pronto en la tarde y se plantó en los medios para realizar un quite por chicuelinas que resultó embarullado por el cortísimo viaje del bicho, destacando una larga con rodilla en tierra. Llegó entonces un tercio de banderillas de verdadera emoción e interés, el animal apretó muchísimo, acortó el viaje y levantó siempre la cara en el encuentro algo que dificultó la labor del extremeño que por momentos le vimos prendido. He de reconocer que no es un torero en banderillas que me guste ya que se olvida por completo de la pureza y de cuadrar en la cara, algo que para mi es necesario en un torero “banderillero”. Llegaron tres pares de riesgo que tuvieron como consecuencia una gran ovación. Brindó al público para calentar más los motores, sabiendo de sobra que en el toro de la merienda lo tendría verdaderamente complicado. La faena fue bien planteada por Ferrera, primero doblados por bajo, intento con el pitón diestro y largos aunque poco ligados naturales siempre en línea. Dificultades que se quitó tras un metisaca, dos pinchazos y una entera siempre saliéndose de la suerte.

En segundo lugar salió el rezagado del encierro. Un animal serio, con un pitón izquierdo casi vuelto, largo, al igual que su cara y de escurridas carnes. “Flamante” llevó por nombre, herrado con el 110 y de 550 kg. Aceptable en el capote y metiendo riñones aunque cabeceando en el peto donde fue levemente picado. El animal demostró lesiones en las extremidades, quizás debidas a las continuas caídas durante el encierro de por la mañana, aunque su nobleza dejó mucho que hacer. Oliva Soto por otra parte debe ir buscando otras personas para que le acompañen porque de verdad fue de pena la actuación de la cuadrilla durante toda la tarde. Brindó al público y desde los medios quiso llevar al toro a una velocidad muy superior a la que se permitía y podía el cornúpeta. Las ganas y falta de oportunidades hicieron que su cabeza no se centrara. Cambió por completo su estilo, llevándolo a terrenos más populistas para agradar a las peñas y en general a la plaza y se perdió por completo. Por ello dio series aceleradas, sin mando y de tirones a un toro que necesitaba despaciosidad, temple y cuidados. Finalizó la extraña faena con dos pinchazos y un bajonazo.

Tercero de la tarde. “Cazador” Nº 117 de 610 kg de peso. Negro, basto , hondo y musculado, bien presentado de nuevo. Metió muy bien la cara en el capote de Pinar, especialmente por el diestro donde fue largo y humillado. Empujó el toro en el caballo y amagó con irse a tablas ya en banderillas manifestando cierta mansedumbre. Podemos decir que cumplió en los primeros tercios. Rubén Pinar vio buenas maneras al toro por lo que brindó al público. ¡Que listo es el manchego! Listo en todos los sentidos, asi hay que decirlo. Listo porque dio distancias al toro, sabiendo que este las pedia, inteligente también en no bajarle del todo la mano. Pero que “listillo” es usando las ventajas que utiliza. Como mete el pico señores, como descarga por completo la suerte, como se tira el toro hacia fuera… Como destorea!!!! Aun asi le jalearon esas series tan ligadas y despegadas que tanto le caracterizan mientras su constante berreo sale de su boca, algo que queda fatal en un torero. Hubo tres primeras tandas de derechazos, destacando la segunda, algo más ceñida (seguía cabiendo un tráiler) y con la muleta “más” planchada. Cuatro pinchazos saliéndose y una casi entera hicieron que la primera oreja no cayera en manos del destoreador. Reconocemos la muerte encastada del animal. Palmas en el arrastre.

El cuarto fue el toro más grande de la corrida y creo que lo será de la feria. “Tramposo” Nº 150 de 675 impresionantes kilos. Un “peazo pavo” enorme, muy enmorrillado, alto, con caja y musculo para aburrir. Demostró clase ya de salida con una embestida muy templada y despaciosa por lo que Antonio quiso cuidarle, por ello no se estiró de capote y fue poco pegado en varas donde derribó en la primera entrada. Buen galope en banderillas con un Ferrera ventajista a más no poder (nada más que comentar). En la muleta vimos buenas cosas al diestro aunque debió cortarle las dos orejas a base de temple, mano baja y dominio porque el toro era de triunfo gordo. El empiece fue bueno porque se le sacó toreando por bajo a los medios con lances limpios y muy toreros. Agradecemos también el lucimiento que le dio al toro, dándole distancias y dejándole llegar siempre. El animal acudió con viveza prontitud y raza. La faena fue a más. Las primeras tandas en los medios fueron muy ligadas, en paralelo y algo despegadas. Al natural, donde el toro planeaba, Ferrera se colocó muy fuera aunque llegaron naturales sueltos de calidad y hasta el final. Lo mejor llegó con el toro un poco más cerrado en el tercio, con una buena tanda de derechazos, ahora si con mano baja de poder a poder, mejor colocado y con toques populistas que caldearon los tendidos. Estocada tendida y descabello para finalizar una tarde irregular del extremeño. OREJA y ovación de gala para el buen fuenteymbro.

El quinto para nada fue malo. “Ofuscado” nº 27 de 630 kg. Castaño de capa, bajo, musculado, rematado por todos sitios y de bella estampa. Quisimos ver el buen manejo del diestro con el capote pero él tampoco se convenció y no pudo lucirse. EL joven Quinta picó bien al bicho con dos buenas entradas. Oliva Soto de nuevo quiso demostrar ganas y salir a por todas plantándose de rodillas ante el exigente bicho. Arriesgada puesta en escena que supo solventar para luego seguir con derechazos en línea sin mando ni colocación. Muy perdido el sevillano con este toro. Al natural se le quedo más corto el toro , donde se acostó más. Faltó tirar muchísimo más del bicho para quedarse luego colocado y poder ligar. Finalizó la baja faena con bernardinas ajustadísimas ante un toro que permanecía en esos momentos muy entero. Pinchazo hondo y por miedo a volver a entrar tomó riesgo con cuatro descabellos.

Cerró el festejo por todo lo alto “Legislador” toro que tuvo raza y casta suficiente como para poder a Ruben Pinar quien dejó el toreo fundamental por parafernalias pueblerinas al verse podido y en ocasiones sorprendido por el fuenteymbro. Pesó 590 kg y fue herrado con el 73. Castaño delantero de cuerna, algo chivato de cara, con culata y seriedad para esta plaza. Metió riñones el bicho en dos puyazos en los que no le apretaron mucho. Es cierto que Pinar templó al toro y que resultaron los muletazos limpios, pero él nunca se vio convencido. Citó desde adelante, retrasó la pierna y giró y giró con sin mando alguno. Asi no Ruben, asi no! La codicia del animal llegó a los tendidos y la limpieza, que no toreo, de la faena hizo que se pidiera la oreja tras una estocada caída. El balance es el de una oreja de poco peso para Pamplona.

Termino asi la crónica llevándome dos gratas sorpresas. La primera es la buena corrida de Fuente Ymbro y la segunda, que de nuevo la casta mueve muchos kilos de masa.

Un saludo
Borja González.

No hay comentarios: