La mano de Taurodelta se ha notado de nuevo, esta vez en Colmenar. Como por arte de magia, todo el ganado que pasa por sus manos no hace honor a las plazas donde se lidia. Los de Arauz de Robles estuvieron muy discretos en cuanto a presentación de “cara” , no se prestaron al lucimiento de los diestros y mostraron falta de fuerzas, lo cual quedó patente en las pérdidas de manos que pudimos presenciar. Se vieron varios pitones escobillados, algunos salieron así de chiqueros y algún otro se escobilló en el único encuentro con el caballo ¿Los petos actuales están hechos de acero o roca?
Diego Urdiales no tuvo su tarde, su asignatura pendiente sigue siendo el capote, nada destacable pudimos ver en ese aspecto. Su primer toro no transmitía lo suficiente como para calar en los tendidos, la faena fue de más a menos y terminó con arrimones en los que el riojano se mostró con mucho aplomo, amén de los desarmes que sufrió. Mató con buen estilo aunque le quedó algo contraria. En el cuarto logró arrancar algunas palmas en los tendidos, el toro era bastante flojo y se fue al suelo en varias ocasiones. No forzó el riojano mucho la posición porque no era cuestión de practicar el toreo puro con un medio moribundo con motor diesel y que se iba quedando según transcurría la faena. Urdiales alternó series por ambos pitones destacando algún muletazo en redondo. Mató de pinchazo de buena ejecución y entera saliéndose. La peor imagen la dio en el sexto de la tarde –el de Aguilar- acostumbrados como estamos a ver a este valiente fajarse con toros de brusca condición extrañó soberanamente que no lo intentase con este toro, si este es el camino que piensa seguir el riojano no creo que levante el vuelo a una carrera muy necesitada de contratos.
Iván Vicente viene a confirmar que no va a salir de la parte media del escalafón, torero de buen gusto y que compone bien la figura, amén de poseer un gran sentido del temple y cierta plasticidad en el toreo de capa, sin embargo hoy también mostró su cara más amarga: no cargar las suertes, torear fuera de cacho, uso del pico de la muleta y deficiencias en la ejecución de la muerte suprema. Su primero fue un toro muy flojo que se fue varias veces al suelo, Vicente estuvo templado pero fuera de sitio, perfilero y con la pierna escondida. Mató de caída, algo perpendicular, saliéndose y cosechó algún pito en los tendidos. En el quinto anduvo desconfiado, el toro tampoco colaboró y el torero tampoco terminó de poner la emoción que faltaba al astado. Tras varios intentos mató de forma pésima y de nuevo cosechó pitos.
Sergio Aguilar nos deleitó con algún pasaje interesante aunque su faena tuvo altibajos. Hubo buen toreo de capa y algunos muletazos de buen trazo, por contra hubo momentos donde el toro estuvo por encima. La faena acabó con el típico arrimón tan frecuente hoy día, el diestro ejecutó bien la suerte suprema aunque la espada quedó contraria y haciendo guardia de manera un tanto escandalosa. El toro fue a refugiarse a zona de toriles y allí, en el momento de descabellar, el vallecano fue prendido por la zona de la rodilla aunque afortunadamente no de gravedad. Urdiales descabelló certeramente al toro.
Lo visto hoy hace augurar en Colmenar una feria poco interesante, esperemos que cambie el rumbo de la feria, con el permiso de los Choperitas.
Diego Urdiales no tuvo su tarde, su asignatura pendiente sigue siendo el capote, nada destacable pudimos ver en ese aspecto. Su primer toro no transmitía lo suficiente como para calar en los tendidos, la faena fue de más a menos y terminó con arrimones en los que el riojano se mostró con mucho aplomo, amén de los desarmes que sufrió. Mató con buen estilo aunque le quedó algo contraria. En el cuarto logró arrancar algunas palmas en los tendidos, el toro era bastante flojo y se fue al suelo en varias ocasiones. No forzó el riojano mucho la posición porque no era cuestión de practicar el toreo puro con un medio moribundo con motor diesel y que se iba quedando según transcurría la faena. Urdiales alternó series por ambos pitones destacando algún muletazo en redondo. Mató de pinchazo de buena ejecución y entera saliéndose. La peor imagen la dio en el sexto de la tarde –el de Aguilar- acostumbrados como estamos a ver a este valiente fajarse con toros de brusca condición extrañó soberanamente que no lo intentase con este toro, si este es el camino que piensa seguir el riojano no creo que levante el vuelo a una carrera muy necesitada de contratos.
Iván Vicente viene a confirmar que no va a salir de la parte media del escalafón, torero de buen gusto y que compone bien la figura, amén de poseer un gran sentido del temple y cierta plasticidad en el toreo de capa, sin embargo hoy también mostró su cara más amarga: no cargar las suertes, torear fuera de cacho, uso del pico de la muleta y deficiencias en la ejecución de la muerte suprema. Su primero fue un toro muy flojo que se fue varias veces al suelo, Vicente estuvo templado pero fuera de sitio, perfilero y con la pierna escondida. Mató de caída, algo perpendicular, saliéndose y cosechó algún pito en los tendidos. En el quinto anduvo desconfiado, el toro tampoco colaboró y el torero tampoco terminó de poner la emoción que faltaba al astado. Tras varios intentos mató de forma pésima y de nuevo cosechó pitos.
Sergio Aguilar nos deleitó con algún pasaje interesante aunque su faena tuvo altibajos. Hubo buen toreo de capa y algunos muletazos de buen trazo, por contra hubo momentos donde el toro estuvo por encima. La faena acabó con el típico arrimón tan frecuente hoy día, el diestro ejecutó bien la suerte suprema aunque la espada quedó contraria y haciendo guardia de manera un tanto escandalosa. El toro fue a refugiarse a zona de toriles y allí, en el momento de descabellar, el vallecano fue prendido por la zona de la rodilla aunque afortunadamente no de gravedad. Urdiales descabelló certeramente al toro.
Lo visto hoy hace augurar en Colmenar una feria poco interesante, esperemos que cambie el rumbo de la feria, con el permiso de los Choperitas.
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