Importante faena de Eugenio de Mora, rozando la Puerta Grande.
Madrid. Plaza de toros de
Las Ventas.
10 de agosto de 2014. 49ª
de temporada.
Toros de Conde de la Maza
(1º y 2º) y Guardiola Fantoni para:
-
Eugenio de Mora (OREJA con
petición de la segunda y vuelta tras petición)
-
Jairo Miguel (silencio y
silencio tras dos avisos)
-
J. Carlos Venegas
(silencio tras aviso y palmas)
Entrada: un cuarto de
plaza.
Palmas para Ángel Otero
tras su brega al segundo.
Partes médicos: Herida de
asta para J Carlos Venegas en el sexto y esguince de rodilla para Vicente
Cabanes, subalterno de Venegas en el tercero.
Condición
y datos de los toros lidiados.
(Conde
de la Maza 1º y 2º, Guardiola Fantoni 3º, 4º, 5º y 6º)
·
Primero “Airosito” Nº 45,
castaño chorreado salpicado de 542 kilos (PALMAS)
(manso, recibe tres varas, con fondo y a más en la
muleta)
·
Segundo “Bigotito” Nº 67,
negro listón chorreado de 528 kilos (SILENCIO)
(cumple sin más en las tres entradas al caballo,
encastado y con movilidad)
·
Tercero “Barba-Fina” Nº
37, negro bragado meano girón de 524 kilos (SILENCIO)
(mal presentado, sin picar, noble y justo de
casta)
·
Cuarto “Banderito II”, Nº
26, negro bragado lucero girón de 620 kilos (SILENCIO)
(bien presentado, no cumple en ningún tercio, cara
alta y sin emplearse)
·
Quinto “Violoncito”, Nº
145, negro de 532 kilos (PALMAS)
(Medio cumple en las dos varas, encastado y bueno
en la muleta, acabando rajado)
·
Sexto “Banderito I”, Nº
134, negro de 605 kilos (SILENCIO)
(no se emplea, bajo de casta y orientado por el
izquierdo)
Primera
corrida del verano madrileño, con un cierto aroma torista en los tendidos y una
preocupante escasez de público, en parte por la falta de atracción en los
carteles confeccionados por la empresa. Apenas lucía un cuarto de entrada, con
un calor sofocante y cierto ambiente extracomunitario.
Se
lidiaba una corrida de Guardiola,
encaste Villamarta, con pie y medio según alguno en el matadero. Nos aclaraban
ayer ciertos aficionados que se había arreglado la situación, lo cual es una
gran noticia para todos los amantes al toro bravo y a la diversidad de
encastes.
No
pudo lidiar completa, y hasta tuvo la suerte de colarnos la raspilla tercera,
escurrida de carnes y anovillado de fachada. Nada que ver con el grandón y
apretado cuarto, el serio y fino quinto, o el ofensivo y alto sexto; una
escalera que hace definir la corrida como despareja y por qué no, mal
presentada.
Algo
así nos pasó con el Conde de la Maza,
dos toros muy diferentes y astifinos, alto y largo el primero y sin cuello y
escurridete el segundo.
Una
tarde interesante y variada que comenzó por todo lo alto. Oreja y hasta
petición de la segunda para la veterana sorpresa de la tarde, Eugenio de Mora. Casi nadie o muy pocos
esperábamos nada de él y asombró a todos y cada uno de nosotros por la vía del
buen toreo, el de toda la vida, natural y elegante, erguido y encajado… un
gusto en estos tiempos que corren. Faena importante y buenas sensaciones del
toledano.
Faena
en el tercio, en un palmo de terreno, por ambas manos mandando y toreando, en
toda la amplitud de su significado, sorprendiendo en los remates por bajo y
tirándose con raza a la cuna de los grandes, para buscar así la segunda oreja.
Estocada hasta la bola con voltereta incluida y orejón de ley para el manchego.
Palmas para el manso nuñez, que dio buen espectáculo en la muleta.
No
conforme con eso salió con actitud de novillero a revolucionar aquel templo,
que se rendía ante la encomiable actitud del veterano. Verónicas ajustadas y
algo embarulladas, ganando terreno, y media de rodillas para mostrar sus ganas
de salir por la calle Alcalá. La plaza se rendía y él era consciente de ello,
un empujón y una faena media le valdría para conseguir su objetivo. En cambio
no alcanzó el nivel suficiente para lograr dicha marca. Una faena algo lineal y
desajustada, con más tirones de lo habitual, citando desde el fuera de cacho y
ganando siempre un paso para animar la sosa y vulgar embestida del
guardiola. La media estocada y el uso
del verduguillo frenaron algo la petición, que no fue mayoritaria. Bien el
presidente y algo exagerada a mi parecer la vuelta al ruedo.
También
me gustó José Carlos Venegas, en
particular con su primero. Un toro mal presentado, poco picado en varas e
irregular en su embestida. Tan pronto acometía por bajo y en la rectitud como
se te paraba o salía con la cara alta. Tras una gran lidia de Otero y una
voltereta fea, en tablas del cuatro, a Cabanes se dispuso el andaluz a
rememorar su actuación en san Isidro, con un bonito inicio, ajustado y por
bajo, pudiendo y mandando en la embestida de Barba-Fina. Llegaron entonces
naturales muy despaciosos y varios pases de pecho a tener en cuenta. Faena de
aficionados, de concepto y sensaciones, estropeado al pasarse de faena y
embarullar lo logrado.
Algo
más acelerado y “verde” le vimos con el sexto, un toro grandón y sosote, que
comenzó a meterse poco a poco en la muleta. Tragó embestidas inciertas pero no
logró llevar embebido en la franela al cornúpeta, que por momentos vio el hueco
perfecto para subirle a los lomos, algo que llegaría a la segunda intentona de
la suerte suprema, con una fea cogida. Palmas para un interesante torero, al
que espero ver pronto.
Completaba
el cartel en segundo lugar Jairo Miguel,
al que llamaban niño predilecto. Y es que es cierto aquel dicho de “unos nacen
estrellas y otros estrellados”. Tomen partida por la que quieran. Lo que está
claro es que se dejó un lote para apostar más. Ganas tampoco le faltaron, pero
la ausencia de ideas, técnica, rodaje y concepto se hicieron notar más de lo
debido.
Se
quedó sin argumentos ante el poderoso y exigente segundo. Un toro con carbón y
casta, duro de manos y complicado en la muleta, soltando la cara y pidiendo
sitio.
Con
el quinto le vimos a la deriva. El toro más completo de la corrida aunque
acabara rajado, no sabemos si por aburrimiento o por falta de casta. Violoncito
apretó en varas, en ocasiones de costado, pero sin buscar la huida, acudió con
fuerza y motor en banderillas y tuvo tres tandas de bandera en la muleta,
desaprovechadas por el extremeño, que aguantó al tráiler, todo sea dicho.
Viendo que aquello no cuajaba optó por circulares y memeces que agudizaron a
más de uno, con algún comentario de desaprobación y algún que otro pito desde
las alturas. Palmas para el toro y división para el de Cáceres.
Y
esto fue todo de la primera corrida tras San Isidro. Interesante lo de Conde de
la Maza y algo desigual lo de Guardiola Fantoni. Gran actuación de Eugenio de
Mora y detalles a tener en cuenta de Venegas. Nos vemos en la próxima parada:
Cenicientos
Un
saludo
Borja
González
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