viernes, 2 de mayo de 2014

UN 2 DE MAYO QUE NO PASARÁ A LA HISTORIA




ENCIERRO ENCASTADO E INTERESANTE DE LOS HERMANOS LOZANO.


Madrid. Plaza de toros de Las Ventas.
2 de Mayo de 2014. 8ª de Temporada. Corrida Goyesca.
Toros de Lozano Hermanos y El Cortijillo (3º y 4º) para:
-       Antonio Ferrera: silencio y palmas tras dos avisos.
-       Diego Urdiales: vuelta al ruedo tras petición y silencio
-       Arturo Saldivar: silencio tras aviso y silencio.
Entrada: Dos tercios de Plaza.

Los toros de la casa Lozano:
·         Primero. “Cariñoso” nº 20 Colorado de 529 kilos. (Silencio)
(Manso, con mucha movilidad y complicaciones en todos los tercios. Mucha querencia)
·         Segundo. “Pantera” Nº 1, Negro de 512 kilos. (Leves palmas)
(Serio, encastado y con mucho poder en la muleta. Complicado pitón izquierdo)
·         Tercero. “Extravagante” nº 56, Negro listón de 500 kilos. (Silencio)
(Encastado, humillador y noble. Tuvo más posibilidades)
·         Cuarto. “Heredera” nº 7 Negro listón de 518 kilos. (Leves palmas)
(Encastado, fiero, empleándose en varas y con buen pitón izquierdo)
·         Quinto. “Artillero II”, nº 6 Castaño de 592 kilos  (Silencio)
(Muy manso y rajado, parado en la muleta y sin humillar)
·         Sexto. “Artillero I” nº 2 Colorado chorreado de 521 kilos. (Silencio)
(Muy bien presentado, mansito y de corto recorrido. Complicado en la muleta)


Exigente corrida de los hermanos Lozano, que nos dejaron ver la parte más complicada, dura e inhabitual de su campo bravo. Una corrida seria, con leña y años, de comportamiento encastado y que puso en dificultades a los toreros, que lucían preciosos trajes goyescos en conmemoración de ese 2 de Mayo.

Molestó mucho el viento, y fue el causante de que surgieran aún más dudas de las que ya de por si habían salido. El encierro se movió muchísimo y no dobló una sola mano, pidió mando y cojones y por momentos se hicieron los dueños y amos de la plaza venteña.

Me dio la impresión de que a la terna se le fue la corrida, y no por buena, sino por dura y poderosa. No podemos decir ni atacar tampoco a los diestros ya que ni mucho menos fue una corrida fácil, pero si esperaba más artimañas y dotes lidiadoras de los dos primeros, Urdiales y Ferrera, a los cuales se les escapó el tren del triunfo en segundo y cuarto lugar. Dos toros fieros, con transmisión y mucha emoción, para poner patas arriba los tendidos. Mucho más claro el cuarto,  al que Ferrera ahogó desde el inició arrollador, con buenos dotes de torero “viejo”.

Aquí les contamos lo que pasó toro a toro, al detalle y con el mayor de los respetos.

El primero de la tarde fue un animal manso y complicado, incluso con dureza en todas las partes de su lidia. A pesar de la experiencia le costó a Antonio llevar las rendas y dominar las embestidas de Cariñoso, que se vio en todo momento dueño y amo del ruedo venteño. Se dejó dar en varas, cabeceando con la cara alta y llegó arreando para chiqueros en banderillas. Con la muleta vimos un Ferrera seguro, poco dominador y tomando precauciones ya que el animal parecía incierto en todos los embroques. Macheteó sin tardanza y falló bastante con los aceros.

Pantera” fue el segundo de la tarde, más serio y con un garfio por pitón derecho. Suelto como es costumbre en la casa y sin entregarse en los dos puyazos reglamentarios. Se creció en banderillas, persiguiendo a los peones, y mostró dificultades y poder en la muleta del riojano. El “Pantera” quiso todo por bajo, pidió papeles y quiso pelea en todas sus embestidas. Urdiales anduvo podido por al animal en los derechazos y arriesgó una barbaridad por el peligroso pitón izquierdo, corto de recorrido y acabando las embestidas con la cara por las nubes. Ganó la partida el cornúpeta y todo quedó en vuela al ruedo regalada y cariñosa tras una estocada caídita y algo atravesada. Muy interesante el animal, encastado y poderoso.

El tercero llevaba por nombre “Extravagante”, negro de capa, serio y 500 kilos de trapio. ¿Quién decía que Madrid pedía tablilla? Humilló de salida, mucho más que sus hermanos anteriores y se dejó pegar aunque cabeceó en sus dos entradas al peto, saliendo suelto en ambos encuentros con el jaco. Brindis con polémica para Ignacio González y firmeza del mexicano citando en los medios. Llegaron entonces tandas ligadas, de mano baja, pero sin cargar la suerte, lo que quitó merito a sus derechazos. Molestó también el viento, que no paró de soplar durante toda la tarde, y Arturo optó por irse al tercio donde más soplaba, algo inentendible. Como se presuponía se tiró más tiempo templando la muleta que al toro, que a mi parecer se fue sin probar.

El segundo de Ferrera llevó por nombre “Heredera”, animal serio y cuajado,  con el que Ferrera consiguió lograr los primeros capotazos ligados de la tarde. Buena pelea del animal en varas, romaneando en la primera entrada y empujando abajo en la segunda. Se paró mucho en cambio tras las dos varas, agarrado al suelo y demostrando falta de fondo. No anduvo fino con los palos Antonio, queriendo resarcirse de ello en el último tercio, con un animal de nuevo encastado y con mucha movilidad, metiéndose por el pitón diestro y pidiendo poder al goyesco. Tras un empiece fuerte decidió acortar terrenos, en parte para quitar poder al animal, que acabó apagándose como era esperado. Mejor aunque tarde por el pitón izquierdo, abriéndose más, con largura y humillación. Llegaron entonces los mejores naturales, aunque excesivamente encima del animal, que a mi parecer tenía mucho más que sacar. Palmas para el buen nuñez tras un sartenazo muy feo de Ferrera, que no tuvo su día en la capital.

El quinto de la tarde fue un castaño de buenas hechuras y colocado de cara. “Artillero II” de nombre y  con 592 kilos en la báscula, manso y suelto de salida, huyendo del caballo y sin buscar pelea. Horrendo el espectáculo y la lidia por la inoperancia de los del castoreño, que no supieron aplicar la lidia de un toro manso. Masacre y durísimos puyazos ante la estampa dura y fuerte del animal. Buen empiece de Diego por bajo, sacándoselo a los medios con torería y personalidad. Entre el viento, las dudas y la falta de fijeza del animal todo quedó en nada.

Cerraba la tarde “Artillero I” con leña por delante y trapio sobrado para esta plaza. Portaba un puñal izquierdo para quitar el hipo a cualquiera, aunque las palmas no sonaron en su salida. Manso en el caballo y exigente en los dos últimos tercios, con una muy buena lidia de Rivera. Toreó el toro al mexicano, que no supo encontrarse entre tanto trapazo suelto y descompuesto. Silencio.

Y esto fue lo que pasó en la Goyesca 2014, que sin duda no pasará a la historia.

Un saludo

Borja González.

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